El poder andaluz ante las (previsibles) próximas elecciones
Por Pensar la tierra
Borja
Romero: Trabajador social en la UMIES y licenciado en sociología. Es
delegado sindical del SAT y coordinador del sector de Intervención
Social del SAT-Sevilla.
Hemos criticado tantas veces la Andalucía de la gracia y la pandereta que hemos dejado caer en el olvido el manifestarnos como pueblo a través de nuestras expresiones propias ante las fatigas, las reivindicaciones, o la alegría, dejando que otros se apoderaran de nuestros símbolos.
En el 76 con el SOC recuperamos la arbonaida, y con Carlos Cano recuperamos la Copla tan prostituida por el franquismo. Ahora nos toca recuperar la identidad del Pueblo andaluz. Sabemos llegar a la inconsciencia vital del Pueblo porque venimos de él, somos Pueblo. Nadie nos va a venir a decir cómo somos o como debemos ser. Ante las continuas manipulaciones de nuestra personalidad, y frente a la globalización de los modos de vida, hay que optar por dejar de elegir la fuga y comenzar a recuperar todos los símbolos que conforman nuestra idiosincrasia: la tierra y el tajo, la poesía y el flamenco, el carácter y el ser sujeto político en cualquier ámbito en el que se desarrolle el Pueblo, porque tenemos que participar como Pueblo.
Pero, ¿Cómo participar? ¿Qué estrategia articular para recuperar los símbolos vacíos?
Tenemos que apostar por la Unidad en el discurso y la diversidad en las formas de llevarlo a la práctica, aunque en estos momentos estamos casi al lado opuesto. Ofrecemos diferentes discursos pero con solo una manera de hacerlo: el acto-manifestación. Y también, ¿Por qué no? con el eterno dilema si esperar a que se den las circunstancias objetivas o de planificar el objetivo a la circunstancia en la que nos encontramos en este momento.
Recordaba Otegi con respecto al Partido Comunista Italiano, “¿En qué fase estamos?”.
Pongámonos de acuerdo en cómo catalizar la utopía andaluza, el Ideal andaluz. ¿Se dan las condiciones objetivas de conseguir una España Roja que nos permita obtener en un futuro próximo la federalización de Andalucía? O, por el contrario ¿Se ha de trabajar en primera línea con el objetivo de conseguir estructuras soberanistas porque se comprueba que se nos niega la federalización?
El movimiento soberanista andaluz ha demostrado ser motor de cambio, de fuerza y contundencia a la hora de plantear las mayores movilizaciones de la historia “democrática”, pero, por el contrario, no ha obtenido provecho propio para la causa. Tenemos que seguir replanteándonos la estrategia porque con la movilización no hemos llegado a obtener estructuras propias. El provecho lo ha obtenido Podemos Andalucía, que se encuentra en la encrucijada entre un consejo ciudadano centralista o unos militantes de base federalistas-soberanistas.
¿Qué nos ha ocurrido y como comprenderlo?
El movimiento andaluz no ha sabido leer cuales son las prioridades del Pueblo Andaluz. Lo que sí ha sabido comprender, y muy bien, han sido sus necesidades. Pero una vez cubiertas éstas, la reivindicación por alcanzar la justicia social y la soberanía, se esfuma junto a la actitud combativa.
Tenemos aún el reto de seguir profundizando en el conocimiento del Pueblo andaluz para tocar su vena sensible y despojarlo del acomodo socialdemócrata que adormila las ansias de igualdad, justicia y libertad radicales que necesita Andalucía. Esta tarea no se puede hacer convenciendo al Pueblo de las posturas de la organización, sino rebuscando las insatisfacciones de sus gentes y devolvérselas entendibles mediante el discurso de emancipación social y nacional.
Por otra parte, el soberanismo andaluz de izquierdas ha de apostar por una postura aperturista donde la opción política del soberanismo de izquierdas sea hegemónica. Hay que plantearle a Podemos Andalucía, no a que inicie un proceso de federalización, sino que inicie un proceso que le soberanice y le libere del yugo centralista que le impide desarrollarse libremente. Hay que concebir que, tal y como el Pueblo andaluz es un sujeto político propio, se necesita que sus actores y actrices políticas también pertenezcan a un sujeto político propio. Es necesario que los y las personas conscientes que trabajan en Podemos Andalucía hagan valer su soberanía y se sientan comprendidos por el soberanismo andaluz.
Presumiblemente se acercan otras elecciones estatales donde Andalucía ha de tener voz propia. Iniciemos pues mecanismos de confluencia para una candidatura singular. Que el soberanismo andaluz de izquierdas y Podemos Andalucía puedan confluir en un espacio político propio para materializar el Poder Andaluz, el cual, cuenta con el discurso social, cultural, ecológico… pero carece de una materialidad política.
Así pues, se ha de ofrecer una respuesta al objetivo de la circunstancia actual: Crear un sujeto político propio mientras transformamos las circunstancias objetivas dadas que permitan generar un cambio en las correlaciones de fuerzas y naturalizar el discurso de la soberanía popular. Porque la estrategia no es el final del camino.
Fuente : https://www.diagonalperiodico.net/blogs/grupo-juan-diaz-del-moral/poder-andaluz-ante-previsibles-proximas-elecciones.html
Hemos criticado tantas veces la Andalucía de la gracia y la pandereta que hemos dejado caer en el olvido el manifestarnos como pueblo a través de nuestras expresiones propias ante las fatigas, las reivindicaciones, o la alegría, dejando que otros se apoderaran de nuestros símbolos.
En el 76 con el SOC recuperamos la arbonaida, y con Carlos Cano recuperamos la Copla tan prostituida por el franquismo. Ahora nos toca recuperar la identidad del Pueblo andaluz. Sabemos llegar a la inconsciencia vital del Pueblo porque venimos de él, somos Pueblo. Nadie nos va a venir a decir cómo somos o como debemos ser. Ante las continuas manipulaciones de nuestra personalidad, y frente a la globalización de los modos de vida, hay que optar por dejar de elegir la fuga y comenzar a recuperar todos los símbolos que conforman nuestra idiosincrasia: la tierra y el tajo, la poesía y el flamenco, el carácter y el ser sujeto político en cualquier ámbito en el que se desarrolle el Pueblo, porque tenemos que participar como Pueblo.
Pero, ¿Cómo participar? ¿Qué estrategia articular para recuperar los símbolos vacíos?
Tenemos que apostar por la Unidad en el discurso y la diversidad en las formas de llevarlo a la práctica, aunque en estos momentos estamos casi al lado opuesto. Ofrecemos diferentes discursos pero con solo una manera de hacerlo: el acto-manifestación. Y también, ¿Por qué no? con el eterno dilema si esperar a que se den las circunstancias objetivas o de planificar el objetivo a la circunstancia en la que nos encontramos en este momento.
Recordaba Otegi con respecto al Partido Comunista Italiano, “¿En qué fase estamos?”.
Pongámonos de acuerdo en cómo catalizar la utopía andaluza, el Ideal andaluz. ¿Se dan las condiciones objetivas de conseguir una España Roja que nos permita obtener en un futuro próximo la federalización de Andalucía? O, por el contrario ¿Se ha de trabajar en primera línea con el objetivo de conseguir estructuras soberanistas porque se comprueba que se nos niega la federalización?
El movimiento soberanista andaluz ha demostrado ser motor de cambio, de fuerza y contundencia a la hora de plantear las mayores movilizaciones de la historia “democrática”, pero, por el contrario, no ha obtenido provecho propio para la causa. Tenemos que seguir replanteándonos la estrategia porque con la movilización no hemos llegado a obtener estructuras propias. El provecho lo ha obtenido Podemos Andalucía, que se encuentra en la encrucijada entre un consejo ciudadano centralista o unos militantes de base federalistas-soberanistas.
¿Qué nos ha ocurrido y como comprenderlo?
El movimiento andaluz no ha sabido leer cuales son las prioridades del Pueblo Andaluz. Lo que sí ha sabido comprender, y muy bien, han sido sus necesidades. Pero una vez cubiertas éstas, la reivindicación por alcanzar la justicia social y la soberanía, se esfuma junto a la actitud combativa.
Tenemos aún el reto de seguir profundizando en el conocimiento del Pueblo andaluz para tocar su vena sensible y despojarlo del acomodo socialdemócrata que adormila las ansias de igualdad, justicia y libertad radicales que necesita Andalucía. Esta tarea no se puede hacer convenciendo al Pueblo de las posturas de la organización, sino rebuscando las insatisfacciones de sus gentes y devolvérselas entendibles mediante el discurso de emancipación social y nacional.
Por otra parte, el soberanismo andaluz de izquierdas ha de apostar por una postura aperturista donde la opción política del soberanismo de izquierdas sea hegemónica. Hay que plantearle a Podemos Andalucía, no a que inicie un proceso de federalización, sino que inicie un proceso que le soberanice y le libere del yugo centralista que le impide desarrollarse libremente. Hay que concebir que, tal y como el Pueblo andaluz es un sujeto político propio, se necesita que sus actores y actrices políticas también pertenezcan a un sujeto político propio. Es necesario que los y las personas conscientes que trabajan en Podemos Andalucía hagan valer su soberanía y se sientan comprendidos por el soberanismo andaluz.
Presumiblemente se acercan otras elecciones estatales donde Andalucía ha de tener voz propia. Iniciemos pues mecanismos de confluencia para una candidatura singular. Que el soberanismo andaluz de izquierdas y Podemos Andalucía puedan confluir en un espacio político propio para materializar el Poder Andaluz, el cual, cuenta con el discurso social, cultural, ecológico… pero carece de una materialidad política.
Así pues, se ha de ofrecer una respuesta al objetivo de la circunstancia actual: Crear un sujeto político propio mientras transformamos las circunstancias objetivas dadas que permitan generar un cambio en las correlaciones de fuerzas y naturalizar el discurso de la soberanía popular. Porque la estrategia no es el final del camino.
Fuente : https://www.diagonalperiodico.net/blogs/grupo-juan-diaz-del-moral/poder-andaluz-ante-previsibles-proximas-elecciones.html