Para Bruselas, todos los orgasmos que se produzcan en Catalunya desde el primer minuto de su independencia del Estado Español serán fingidos, incluso los de los varones, y no tendrán ningún valor estadístico. “Serán nulos, simplemente”, ha declarado el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker. “Sin ningún valor orgánico o sentimental”, ha añadido su secretario. La Comisión considerará la eyaculación masculina catalana como un burdo artificio de efectos especiales, también sin efecto alguno en el conjunto de la Unión.
La Comisión Europea ha emitido este comunicado oficial a instancias de una consulta muy precisa del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, para aclarar definitivamente este asunto y advertir a todos los catalanes y catalanas acerca de otro más, de las decenas de miles de dramáticos contratiempos que aguardan a Catalunya con respecto a Europa en cuanto abandone España. “Lo grave es que los orgasmos dentro de una Catalunya independiente también serían fingidos, en tanto en cuanto no serían españoles”, ha concretado el ministro.
Los sexólogos, sin embargo, no se ponen de acuerdo sobre la autenticidad del orgasmo independentista y su posible eficacia dentro de las fronteras del nuevo Estado. “Yo creo que si alguien se corre en Sabadell, pues se ha corrido y ya está”, asegura el presidente de la Asociación Estatal de Sexología y vocal del Consejo Catalán para la Independencia del Clímax y la Culminación.