HISTÓRICOS ANDALUCES

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Imagen: FBI.

 Selección de personas  que de una u otra forma constituyen el pasado andaluz. Apartado en permanente construcción. 



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Antonio Chacón Ferral

(Jerez de la Frontera en 1886, y murió, fusilado, en la misma ciudad en julio de 1936)
Escritor, andalucista, flamencólogo.

Muy joven emigró a la Argentina, donde desarrolló una importante labor social, cultural y literaria, fundando La Liga Regionalista Andaluza y la revista Bética, aunque antes de marcharse publica en Jerez sus primeros trabajos en la década de los años `10.

Firmaba sus escritos como An-Cha-Fe.

Estaba casado con Carolina Barroso Ramírez con la que tuvo un hijo, Antonio Chacón Barroso, que se vió obligado a marchar a la Argentina cuando iba a ser reclutado para combatir en el ejercito franquista durante la Guerra Civil. Las nietas de Antonio, como la descendencia de éstas viven actualmente en la Argentina.


En diciembre 1932 vuelve a España y se instala en su ciudad natal, colaborando con el Ateneo Jerezano.

Cultivó la amistad de Blas Infante, y en el andalucismo es considerado uno de los pioneros.

A mediado de los años `30 fue nombrado de Jefe de la guardia municipal. En el ejercicio de este cargo encarceló, en 1934, a varios miembros de la Falange,lo que hizo que el diario Claridad lo señalara y provocara su encarcelamiento y posterior fusilamiento en julio de 1936.

Obras:
 


BIBLIOGRAFÍA:
    

    Coral. Ensayo de novela andaluza. Imp. Hurtado. Jerez, 1907.
    El voto falso. Monólogo. Imp. Hurtado. Jerez, 1908.
    Azulejo moruno (poesías). Imp. Rosso. Buenos Aires, 1920.
    El caso de Frau Juan de Gorza. Buenos Aires, 1923.
    Caminito abajo. Imp. Ruiz Hnos. Buenos Aires, 1926.
    El látigo de Jesús. Imp. Bética. Buenos Aires, 1927.
    El emir de Bobastro. Editorial Hispano-Argentina. Buenos Aires, 1929.

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Francisco Cuenca Benet
(Adra, 1872 – La Habana, 1943).

Uno de los andaluces que más y mejor contribuyeron a la defensa y difusión de
la cultura andaluza en todas sus principales manifestaciones fue el almeriense Francisco
Cuenca Benet (1872-1943), periodista, diplomático e investigador estrechamente
relacionado con el pensamiento andalucista de Blas Infante (1885-1936). En efecto,
tanto la trayectoria vital como la aportación que Cuenca Benet realizó a la cultura
andaluza están marcadas por algunos de los más destacados acontecimientos y factores
vinculados con el regionalismo andaluz y, concretamente, con el ideal andaluz
blasinfantiano, que hasta ahora no habían sido puestos en relieve.
Francisco Cuenca Benet (1872-1943) nació en 1872 en la villa almeriense de
Adra, en el seno de una familia acomodada e influyente fundamentalmente dedicada a la
banca o a los negocios de compra y venta a nivel internacional, que le permitió disfrutar
de una educación sólida y privilegiada para su época, que incluía la economía, la
música, el deporte y los idiomas. A lo largo de toda su vida, que desde 1913 se
desarrolló en Cuba, compaginó el desempeño de sus tareas profesionales, como
funcionario de Hacienda en Barcelona, empresario en Almería o Canciller de la
Embajada de España en Cuba, con el periodismo, que ejerció desde algunas de las
cabeceras más destacadas de la prensa andaluza, catalana y habanera, siempre guiado
por un profundo sentido de la justicia, así como una firme voluntad de servicio público
y de regeneración de la sociedad andaluza.
Estos mismos criterios y principios se manifestaron, en primer lugar, con su
destacado papel en la fundación en 1919 del Centro Andaluz de la capital cubana, que
seguía los pasos de su homólogo sevillano. También a través de la organización y
convocatoria de una ‘Liga Regionalista Andaluza’ en La Habana, cuya línea de
actuación partía expresamente de los presupuestos del Ideal Andaluz (Sevilla, 1915).
Pero, sobre todo, gracias a la publicación de la colección titulada ‘Biblioteca de
Divulgación de la Cultura Andaluza Contemporánea’, con la que Cuenca Benet daba
cuenta de la potencialidad intelectual de los andaluces en todas las manifestaciones de
las letras y la cultura con un doble fin: contrastar la falsa imputación de los que
suponían a Andalucía apta únicamente para molicie y, muy especialmente, para
colocarla en el lugar que le correspondía dentro de la cultura general española e
hispanoamericana.
Fuente: Consuelo Pérez Colodrero 

2.         Antonio Alcalá Venceslada (Andújar, 1883 –1955 )
Escritor, poeta
Fue escritor, poeta, profesor, archivero, pero, sobre todo, filólogo y costumbrista de la gracia andaluza. Hizo el bachiller en Málaga y en Jaén y simultaneó los estudios de Derecho y Filosofía y Letras en Granada y en Sevilla. En 1.915, por oposición, ingresó en el Cuerpo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos. Pasó por los Archivos de la Universidad de Santiago de Compostela y las Delegaciones de Hacienda de Cádiz, Huelva y Jaén. Fue profesor del Instituto «Virgen del Carmen», de Jaén. Personaje entrañable de la vida de Jaén frecuentó los círculos culturales y fue un maestro de la cultura popular. Fue primer teniente de alcalde de Jaén y varias veces alcalde accidental y perteneció al Instituto de Estudios Jienenses. Escribió muchos libros. Su obra más importante es el «Vocabulario Andaluz», publicado en 1.934, premiado entonces por la Real Academia Española de la Lengua con diez mil pesetas. Se han hecho varias ediciones y la última por la Universidad de Jaén y Cajasur, con estudio preliminar de Ignacio Ahumada (edición de 1.998). En sus obras «De la Solera fina» (Jaén, 1.925) y «La Flor de la Canela» (Andújar, 1.946) volcó Alcalá Venceslada sus hondos saberes sobre nuestra tierra. Nos dejó una gran producción poética destacan do sus fábulas publicadas recientemente por la Diputación de Jaén con un juicio critico de Manuel Urbano. Para Alfonso de Urquijo Alcalá Venceslada, gran conocedor de los toros, las faenas del campo, las saetas, los villancicos y la caza, «Antonio Alcalá fue el poeta montero de España». Una calle y un Colegio de Jaén llevan su nombre, que también está en el callejero de Andújar.

3.         Niceto Alcalá Zamora y Torres (Priego de Córdoba, 1877 –1949)
Político
Nació en Priego de Córdoba el 6 de julio de 1877 y murió el 18 de febrero de 1949 en Buenos Aires. Estudió solo en su pueblo y en su casa, terminando la carrera de Derecho en la Universidad de Granada a poco de cumplir los diecisiete años.
 A los veintiún años, tras el doctorado en Madrid, que obtuvo con el premio extraordinario (entonces único), ingresó como Oficial Letrado del Consejo de Estado, mediante oposición en la que conquistó el número primero de su promoción. En el Consejo de Estado se especializó en temas administrativos, a los que, asimismo, consagró atención preferente cuando años más tarde se dedicó al ejercicio de la abogacía.
 Poco después de su ingreso en el Consejo de Estado
(1989), la Facultad de Derecho de Madrid, en la que había sido alumno predilecto de don Gumersindo de Azcárate y de don Rafael de Ureña, le designaba profesor auxiliar, y con tal carácter explicó en ella Derecho administrativo y Literatura jurídica.
 Diputado sin interrupción desde 1906, dedicóse a la discusión de todas las leyes importantes, más que a los debates políticos. Fue sucesivamente secretario del Gobierno civil de Madrid, Director general de Administración local, subsecretario de Gobernación, ministro de Fomento, Presidente de las Comisiones parlamentarias de Guerra y Marina, miembro de la comisión de desarme en la Sociedad de Naciones, y Ministro de la Guerra.
 Cuando el Rey suspendió, en 1923, la Constitución y estableció la Dictadura, Alcalá-Zamora se distanció de Palacio, figuró en la oposición constitucionalista, y negándose a transigir con la impunidad de la Corona, presidió los trabajos de la coalición republicano-socialista, siendo por tal motivo preso y acusado ante el Consejo Supremo de Guerra y Marina, cuya condena, en marzo de 1931, fue condicional.
 Procuró imprimir carácter pacífico al movimiento revolucionario, que triunfó en las elecciones municipales del 12 de abril de 1931, en las cuales fue elegido concejal del Ayuntamiento de Madrid; y dos días después, al marcharse el monarca, presidió el Gobierno provisional de la República, cargo que dimitió en octubre del propio año por encontrar sectaria y dañosa la fórmula votada para el problema político-religioso.
 Las Cortes Constituyentes le eligieron el 10 de diciembre de 1931, por unanimidad de los partidos, Presidente de la República. El 7 de abril de 1936 fue destituido de tal cargo por la Cámara izquierdista, con pretexto de que no era procedente la disolución de la anterior Cámara derechista, que las izquierdas habían pedido insistentemente y el país ratificado en las elecciones del 16 de febrero del propio año. Meses después, Alcalá-Zamora, que para contribuir al apaciguamiento del país no quiso resistir tan arbitraria destitución, salió de España para un viaje por el Océano Ártico y Noruega muy pocos días antes de estallar la guerra civil.
 Desde entonces vivió fuera de su patria (Francia, Senegal, Marruecos francés, Cuba y Argentina), combatido durante la guerra civil por los dos bandos contendientes, que le despojaron de toda su fortuna. En junio de 1941, el llamado tribunal de responsabilidades políticas del régimen franquista le condenó a la confiscación total de sus bienes, comprendiendo en ella los de sus hijos, y una minuta de cincuenta millones de pesetas, inhabilitación absoluta, extrañamiento y pérdida de la nacionalidad, todo ello en virtud de un precepto retroactivo, singularísimo y exclusivamente personal, por no haber cometido el delito de golpe de estado, y haber observado lealmente la constitución, que había prometido guardar.
 Arribado a la Argentina en enero de 1942, después de una interminable odisea, que relató en su libro 441 días..., durante los siete años de su residencia en aquellas tierras desplegó en libros, artículos de prensa y conferencias una actividad infatigable.
 Académico de número de la de Ciencias Morales y Políticas desde 1920 y de la Española de la Lengua a partir de 1931, fue Presidente de la Academia de Jurisprudencia y Legislación durante los años 1930 y 1931. Poseía las más altas condecoraciones nacionales y extranjeras. 
Fuente: www.mundofree.com

4.         Vicente Aleixandre Merlo (Sevilla, 1898 –1984)
Poeta
Hijo de una familia de la burguesía española, su padre fue ingeniero de ferrocarriles. Nace en Sevilla en 1898 pero pasa su infancia en Málaga, donde comparte estudios con el futuro escritor Emilio Prados.




2.    Antonio Alcalá Venceslada (Andújar, 1883 –1955 )
Escritor, poeta
Fue escritor, poeta, profesor, archivero, pero, sobre todo, filólogo y costumbrista de la gracia andaluza. Hizo el bachiller en Málaga y en Jaén y simultaneó los estudios de Derecho y Filosofía y Letras en Granada y en Sevilla. En 1.915, por oposición, ingresó en el Cuerpo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos. Pasó por los Archivos de la Universidad de Santiago de Compostela y las Delegaciones de Hacienda de Cádiz, Huelva y Jaén. Fue profesor del Instituto «Virgen del Carmen», de Jaén. Personaje entrañable de la vida de Jaén frecuentó los círculos culturales y fue un maestro de la cultura popular. Fue primer teniente de alcalde de Jaén y varias veces alcalde accidental y perteneció al Instituto de Estudios Jienenses. Escribió muchos libros. Su obra más importante es el «Vocabulario Andaluz», publicado en 1.934, premiado entonces por la Real Academia Española de la Lengua con diez mil pesetas. Se han hecho varias ediciones y la última por la Universidad de Jaén y Cajasur, con estudio preliminar de Ignacio Ahumada (edición de 1.998). En sus obras «De la Solera fina» (Jaén, 1.925) y «La Flor de la Canela» (Andújar, 1.946) volcó Alcalá Venceslada sus hondos saberes sobre nuestra tierra. Nos dejó una gran producción poética destacan do sus fábulas publicadas recientemente por la Diputación de Jaén con un juicio critico de Manuel Urbano. Para Alfonso de Urquijo Alcalá Venceslada, gran conocedor de los toros, las faenas del campo, las saetas, los villancicos y la caza, «Antonio Alcalá fue el poeta montero de España». Una calle y un Colegio de Jaén llevan su nombre, que también está en el callejero de Andújar.

3.    Niceto Alcalá Zamora y Torres (Priego de Córdoba, 1877 –1949)
Político
Nació en Priego de Córdoba el 6 de julio de 1877 y murió el 18 de febrero de 1949 en Buenos Aires. Estudió solo en su pueblo y en su casa, terminando la carrera de Derecho en la Universidad de Granada a poco de cumplir los diecisiete años.
 A los veintiún años, tras el doctorado en Madrid, que obtuvo con el premio extraordinario (entonces único), ingresó como Oficial Letrado del Consejo de Estado, mediante oposición en la que conquistó el número primero de su promoción. En el Consejo de Estado se especializó en temas administrativos, a los que, asimismo, consagró atención preferente cuando años más tarde se dedicó al ejercicio de la abogacía.
 Poco después de su ingreso en el Consejo de Estado
(1989), la Facultad de Derecho de Madrid, en la que había sido alumno predilecto de don Gumersindo de Azcárate y de don Rafael de Ureña, le designaba profesor auxiliar, y con tal carácter explicó en ella Derecho administrativo y Literatura jurídica.
 Diputado sin interrupción desde 1906, dedicóse a la discusión de todas las leyes importantes, más que a los debates políticos. Fue sucesivamente secretario del Gobierno civil de Madrid, Director general de Administración local, subsecretario de Gobernación, ministro de Fomento, Presidente de las Comisiones parlamentarias de Guerra y Marina, miembro de la comisión de desarme en la Sociedad de Naciones, y Ministro de la Guerra.
 Cuando el Rey suspendió, en 1923, la Constitución y estableció la Dictadura, Alcalá-Zamora se distanció de Palacio, figuró en la oposición constitucionalista, y negándose a transigir con la impunidad de la Corona, presidió los trabajos de la coalición republicano-socialista, siendo por tal motivo preso y acusado ante el Consejo Supremo de Guerra y Marina, cuya condena, en marzo de 1931, fue condicional.
 Procuró imprimir carácter pacífico al movimiento revolucionario, que triunfó en las elecciones municipales del 12 de abril de 1931, en las cuales fue elegido concejal del Ayuntamiento de Madrid; y dos días después, al marcharse el monarca, presidió el Gobierno provisional de la República, cargo que dimitió en octubre del propio año por encontrar sectaria y dañosa la fórmula votada para el problema político-religioso.
 Las Cortes Constituyentes le eligieron el 10 de diciembre de 1931, por unanimidad de los partidos, Presidente de la República. El 7 de abril de 1936 fue destituido de tal cargo por la Cámara izquierdista, con pretexto de que no era procedente la disolución de la anterior Cámara derechista, que las izquierdas habían pedido insistentemente y el país ratificado en las elecciones del 16 de febrero del propio año. Meses después, Alcalá-Zamora, que para contribuir al apaciguamiento del país no quiso resistir tan arbitraria destitución, salió de España para un viaje por el Océano Ártico y Noruega muy pocos días antes de estallar la guerra civil.
 Desde entonces vivió fuera de su patria (Francia, Senegal, Marruecos francés, Cuba y Argentina), combatido durante la guerra civil por los dos bandos contendientes, que le despojaron de toda su fortuna. En junio de 1941, el llamado tribunal de responsabilidades políticas del régimen franquista le condenó a la confiscación total de sus bienes, comprendiendo en ella los de sus hijos, y una minuta de cincuenta millones de pesetas, inhabilitación absoluta, extrañamiento y pérdida de la nacionalidad, todo ello en virtud de un precepto retroactivo, singularísimo y exclusivamente personal, por no haber cometido el delito de golpe de estado, y haber observado lealmente la constitución, que había prometido guardar.
 Arribado a la Argentina en enero de 1942, después de una interminable odisea, que relató en su libro 441 días..., durante los siete años de su residencia en aquellas tierras desplegó en libros, artículos de prensa y conferencias una actividad infatigable.
 Académico de número de la de Ciencias Morales y Políticas desde 1920 y de la Española de la Lengua a partir de 1931, fue Presidente de la Academia de Jurisprudencia y Legislación durante los años 1930 y 1931. Poseía las más altas condecoraciones nacionales y extranjeras.
Fuente: www.mundofree.com

4.    Vicente Aleixandre Merlo (Sevilla, 1898 –1984)
Poeta
Hijo de una familia de la burguesía española, su padre fue ingeniero de ferrocarriles. Nace en Sevilla en 1898 pero pasa su infancia en Málaga, donde comparte estudios con el futuro escritor Emilio Prados.

Se traslada a Madrid donde cursa estudios de Derecho y Comercio. En 1919 se licencia en Derecho y obtiene el título de intendente mercantil. Ejerce de profesor de Derecho Mercantil desde 1920 a 1922 en la Escuela de Comercio.

En 1917 conoce a Dámaso Alonso en Las Navas del Marqués, lugar donde veraneaba, y este contacto supone el descubrimiento de Rubén Darío, Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez. Inicia de este modo una profunda pasión por la poesía.

Su salud empieza a quebrantarse en 1922. En 1925 se le declara una nefritis tuberculosa, que termina con la extirpación de un riñón, operación realizada en 1932. Publica sus primeros poemas en la Revista de Occidente en 1926. Establece contacto con Cernuda, Altolaguirre, Alberti y García Lorca.

Después de la Guerra Civil no se exilia, a pesar de sus ideas izquierdistas. Permanece en España, es galardonado con el "Premio Francisco Franco" 1949[sin referencias] y se convierte en uno de los maestros de los jóvenes poetas.


Su obra poética presenta varias etapas.

Poesía pura. Su primer libro, Ámbito, compuesto entre 1924 y 1927 y publicado en Málaga en 1928, es la obra de un poeta incipiente, que aún no ha encontrado su propia voz. Predomina el verso corto asonantado y la estética de la poesía pura juanramoniana y guilleniana, además de ecos ultraístas y de la poesía clásica española de la Edad de Oro, especialmente Fray Luis de León y Góngora.

Poesía superrealista. En los años siguientes, entre 1928 y 1932, se produce un cambio radical en su concepción poética. Inspirado por los precursores del surrealismo (en especial por Arthur Rimbaud y Lautréamont) y por Freud, adopta como forma de expresión el poema en prosa (Pasión de la Tierra, de 1935) y el verso libre (Espadas como labios, de 1932; La destrucción o el amor, de 1935, Sombra del Paraíso, de 1944). La estética de estos poemarios es irracionalista, y la expresión se acerca a la escritura automática, aunque sin aceptar la misma como dogma de fe. El poeta celebra el amor como fuerza natural ingobernable, que destruye todas las limitaciones del ser humano, y critica los convencionalismos con que la sociedad intenta apresarlo.

Poesía antropocéntrica. Tras la guerra, su obra cambia, acercándose a las preocupaciones de la poesía social imperante. Desde una posición solidaria, aborda la vida del hombre común, sus sufrimientos e ilusiones. Su estilo se hace más sencillo y accesible. Dos son los libros fundamentales de esta etapa: Historia del corazón, de 1954 y En un vasto dominio, de 1962.

Poesía de vejez. En sus últimos libros (Poemas de la consumación, de 1968, y Diálogos del conocimiento, de 1974), el estilo del poeta vuelve a dar un giro. La experiencia de la vejez y la cercanía de la muerte le llevan de vuelta al irracionalismo juvenil, aunque en una modalidad extremadamente depurada y serena. A estos dos títulos canónicos, esto es, de los publicados en vida por el propio poeta, podría añadirse un tercero, «En gran noche», de aparición póstuma, en 1991, y en la misma línea metafísica y reflexiva que los dos anteriores.


Obra en prosa Aunque menos conocida, Aleixandre también tiene una producción en prosa, tan interesante como breve. A ella pertenecen Vida del poeta: el amor y la poesía (1950, discurso de ingreso en la RAE), Algunos caracteres de la nueva poesía española (1955) y, sobre todo, Los encuentros (1958, colección de 39 evocaciones de escritores españoles, que luego fueron ampliadas hasta el número final de cincuenta y dos semblanzas). Recientemente se ha publicado una recopilación bastante exhaustiva, que incluye una muestra de su riquísimo epistolario: Prosas completas (Madrid: Visor, 2002).


 Bibliografía  [editar]Cano, José Luis, Los cuadernos de Velintonia: conversaciones con Vicente Aleixandre, Barcelona, Seix Barral, 1986, 1ª, 285 pp. Contiene una serie de "apuntaciones" tomadas por el autor, desde inicios de los años 50 hasta 1984, tras sus conversaciones con Vicente Aleixandre.

5.    Manuel Altolaguirre (Málaga, 1905 –1959)
Poeta
    Nació en Málaga en 1905. Cursó la carrera de Derecho, que ejerció brevemente. Desempeñó también otras profesiones, además de la de abogado, sobre todo de impresor, publicando colecciones tipográficas a mano de poesía en Madrid, París, Londres, La Habana y Méjico: Poesía, La tentativa poética, Héroe, Caballo verde para la poesía, 1916, La Verónica, El ciervo herido.

Por todo esto se puede dudar si en su persona es mas importante valorar su poesía o su colaboración inestimable como vehículo material y estético de la poesía de los demás, tal es su importancia como impresor. Aparte de la tan citada Litoral, de la que fue Cofundador con Prados, publicó otras revistas importantes y destacables, como su mujer -la poetisa Concha Méndez- editó, en la colección Héroe, libros fundamentales de poesía.

En 1933 obtuvo el Premio Nacional de Literatura por su libro La lenta Libertad. La guerra civil le llevó a expatriarse, marchando a América y residiendo principalmente en Cuba y posteriormente en Méjico, donde continuó su labor como editor,  si bien se va adentrando cada vez más en el mundo cinematográfico, como guionista, productor y director. Vuelto a España en 1959, halló la muerte ese mismo año, junto a su mujer, en un trágico accidente de automóvil.
Fuente: sapiens.ya.com
6.    Serafín Álvarez Quintero y Joaquín Álvarez Quintero (1871 – 1938) y (1873 – 1944)
Escritores
    Nacieron en Utrera y murieron en Madrid. Fueron ambos poetas, narradores, periodistas, pero, sobre todo, comediógrafos. Siendo todavía muy jóvenes, empezaron a escribir para el teatro, obteniendo innumerables éxitos y logrando una justa popularidad que rebasó las fronteras de España. Fueron miembros de la Real Academia de la Lengua. Colaboraron en varios periódicos y revistas tanto de España como de Hispanoamérica.

Sus poemas líricos, son agradables, alegres y llenos de ingenio, aunque fueron muy inferiores en calidad a su obra dramática. Poseyeron, ciertamente, indudable inspiración, emoción, garbo y también sentimentalismo, pero muy cercano a la sensiblería. Su modernismo es sumamente templado.
Fuente: http://www.los-poetas.com
7.    Juan Belmonte García (Sevilla, 1892 –1962)
Torero
    Belmonte nació en la sevillana calle Ancha de la Feria, donde su familia tenía una modesta tienda de quincalla. Con pocos años se trasladaron al barrio de Triana. Asistió a la escuela primaria solo entre los cuatro y los ocho años. Quedó huérfano de madre y se educó en las calles, con otros chicos de su edad, con los que formó una pandilla que, entre otras correrías adolescentes, se dedicaban a torear clandestinamente, por las noches, en cercados y dehesas de las afueras de Sevilla. El diestro trianero Antonio Montes era el ídolo de la pandilla, uno de cuyos miembros era el luego conocido líder anarquista Ángel Pestaña. Amigo de su padre fue Calderón, banderillero de Antonio Montes, que le apadrinó en las tertulias y le facilitó el camino para sus primeras actuaciones. También le enseñó a mejorar su técnica, ya que Belmonte fue completamente autodidacta. Posteriormente, Calderón sería miembro de su cuadrilla durante muchos años.

Vistió de luces por primera vez a los 17 años en la plaza de toros de Elvas. El 21 de julio de 1912 triunfó como novillero en la Real Maestranza de Sevilla y fue llevado a hombros hasta su casa. El riesgo que asume llama pronto la atención y comienza a forjarse la leyenda del Pasmo de Triana. Tomó la alternativa en Madrid el 16 de septiembre de 1913 con Rafael González Machaquito de padrino –ese mismo día se retiraba del toreo– y con Rafael el Gallo, hermano mayor de Joselito, como testigo.

La temporada de 1917 está considerada como la más brillante de su vida profesional. A finales de ese mismo año se presenta en Perú, donde permanecerá un año y conocerá a su futura esposa.

En 1922 anuncia su primera retirara en Lima. Reaparece en los ruedos en 1924.

Se convirtió en ganadero y continuó toreando hasta el inicio de la guerra civil española (1936).

8.    Gonzalo Bilbao Martínez (Sevilla, 1860 –1938)
Pintor
    Hijo de un pudiente propietario sevillano, se inicia desde niño en el dibujo alentado por José Jiménez Aranda.

Por exigencia de su padre, emprende los estudios de Derecho, que alterna con los de pintura así como con los de música (llegando a ser organista). En 1880 termina los estudios de leyes, y en premio por sus excelentes notas, su padre le costea un viaje a Italia y a Francia junto al pintor José Jiménez Aranda.

Durante su estancia en París, visitaron numerosos museos, galerías particualares y estudios de algunos artistas franceses y españoles que se hallaban pensionados en la capital francesa.

En Italia permaneció por espacio de tres años. Se estableció en Roma, donde estuvo trabajando en compañía del pintor José Villegas Cordero, y viajó por las diferentes capitales italianas (como Nápoles y Venecia), donde pintaba vistas urbanas y rurales.

En 1884 vuelve a España. Es entonces cuando entra en relación con Palmaroli, que le sirve de consejero. Dos años después vuelve a Roma para quedarse allí por espacio de un año.

De vuelta a España, su personalidad inquieta le impide acostumbrarse a la vida en Sevilla, de modo que se mueve constantemente por todo el territorio del país en busca de paisajes que pintar. Sus preferidos se encuentran en Toledo y Segovia.

No tarda en planear nuevos viajes, y emprende uno con Andrés Parladé para conocer Marruecos. De allí parte para París, donde quiere conocer las últimas tendencias artísticas y aprovecha para vender los cuadros que produjo en su estancia en Marruecos (también hizo venta de los mismos en Munich).


Gonzalo Bilbao - "Lavanderas en el río" (Antigüedades el Museo, Sevilla)A su regreso a España, continúa su actitud viajera, visitando Fuenterrabía, Toledo, Jerez de la Frontera y Sevilla entre otras ciudades.

Ejerció también de profesor de pintura, primero de modo particular y luego (1903) como sucesor de José Jiménez Aranda en la Escuela de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría en Sevilla, siendo discípulos suyos,entre otros, Vázquez Díaz y Eugenio Hermoso

También fue aprendiz de los copistas del Museo del Prado, reproduciendo obras de Velázquez, Francisco de Goya, etc.

A su muerte, su viuda donó al Museo de Bellas Artes de Sevilla una importante colección de sus obras, consagrándole de esta forma una sala permanente en el mismo.
Fuente: http://es.wikipedia.org

9.    Cecilia Böhl de Faber “Fernán Caballero" (Suiza, 1796 – 1877)
Escritora
    Cecilia nació en Morges (Cantón de Vaud), Suiza, un 24 de diciembre de 1796. Era hija del cónsul Juan Nicolás Böhl de Faber y de Frasquita Larrea, quien también escribiera utilizando el seudónimo de Corina.

Durante sus primeros años vivió en Alemania, regresando con su familia en el año 1813, a la edad de 17 años. Contrajo matrimonio el 30 de marzo de 1816, con el capitán de infantería don Antonio Planelles y Bardaxí. La pareja se mudó a Puerto Rico ya que su esposo había sido destinado a ese lugar, pero ese matrimonio duraría poco, debido al fallecimiento de don Antonio.

Se traslada a Hamburgo, al norte de Alemania, donde vivió con su abuela. Algunos años más tarde se mudó nuevamente a El Puerto de Santa María, España, en donde conoce a Francisco Ruiz de Arco, marqués de Arco Hermoso. El 26 de marzo de 1822, contrae segundas nupcias con el marqués, en Sevilla. En mayo de 1835 enviudó nuevamente.

Poco tiempo después conoció a Antonio Arrom de Ayala, con quien contrajo matrimonio en 1837. Pero Ayala estaba enfermo de tisis y con graves problemas económicos que hacen que se suicide en 1863.

Quedó así la escritora en la pobreza; los duques de Montpensier y la reina Isabel II, la protegen y le brindan una vivienda en el Patio de las Banderas del Alcázar de Sevilla. Pero la revolución de 1868, la obliga a mudarse debido a que las casas fueron puestas en venta.

Falleció el 7 de abril de 1877.
Fuente: http://es.wikipedia.org

10.    Edward Fitgerald Brenan “Gerald Brenan” (Malta, 1894- 1987)
Escritor e hispanista
    Hijo de militar, producto de la clase media alta británica y de un duro internado, la fina sensibilidad de Brenan era cercana a la que predicaba el grupo de Bloomsbury con cuyos próceres mantenía estrechas relaciones. Tuvo una infancia itinerante; tras nacer en Malta, estuvo en Sudáfrica, Inglaterra, Irlanda, en Malta otra vez, en la India y en Irlanda de nuevo. En 1902 su familia se instaló en Gloucestershire. En 1903 fue al colegio en Hampshire y entre 1908 y 1912 realizó estudios en Radley College, Oxfordshire.

Hombre fundamentalmente inquieto, en agosto de 1912 viajó por Francia, Italia y Dalmacia. Fue llamado a filas al estallar la Primera Guerra Mundial en 1914 y participó en la batalla de Yprés, en la del Somme y en la segunda batalla del Marne. En 1918 ganó la cruz militar y la croix de guerre francesa. Sus amigos Hope-Johnstone y Ralph Partridge le introdujeron en el Círculo de Bloomsbury; allí conoció a la pintora Dora Carrington, con la que tuvo un breve pero intenso romance en 1922, frustrado por el amor que ella tenía al escritor homosexual Lytton Strachey; también conoció a la escritora Virginia Woolf, a Roger Fry y al sinólogo Arthur Waley, quien luego le robaría unos cuantos libros al venir a visitarle, como era su costumbre.

Una herencia le dio suficientes medios económicos para marcharse a Andalucía, donde desde 1919 hasta 1936, residió largas temporadas y hacia donde había ido en busca de tranquilidad para dedicarse a sus pasiones favoritas, la lectura y las caminatas. Allí le conocieron como don Geraldo. En septiembre de 1919 embarcó para España y llegó a La Coruña. El 13 de enero de 1920 se instaló en el pueblo de Yegen, donde tuvo numerosos hijos fruto de sus relaciones con muchachas andaluzas del lugar. Esa misma primavera recibió en su casa la visita de sus amigos de Bloomsbury Ralph Partridge, Dora Carrington y Lytton Strachey. En 1923 le visitaron Leonard y Virginia Woolf.

Volvió a Inglaterra en 1924 y en mayo de 1926 se halla en Francia. Volvió a Yegen en abril de 1929; en octubre de ese año hizo un viaje a Sevilla, donde permaneció una temporada, y en mayo de 1930 volvió a su Inglaterra natal, donde se hizo amante de la poetisa y novelista norteamericana Gamel Woolsey (1895–1968), con la que se casó al fin en abril de 1931 en Roma; en junio vuelven a Inglaterra. En 1933 se edita su novela Jack Robinson. A Picaresque Novel. Por entonces concibe el proyecto de escribir una biografía de San Juan de la Cruz y pasa los años siguientes visitando los lugares en los que estuvo el santo y documentándose. En octubre de 1934 está otra vez en Yegen y un año después se instala en una nueva casa, en el pueblo de Churriana. Es testigo perplejo y reflexivo de la Guerra Civil Española y en 1943 publica El Laberinto Español, un estudio sobre los antecedentes sociales y políticos del conflicto fratricida; la obra fue prohibida en España, pero publicada en la editorial Ruedo Ibérico de París.

En 1946 escribe su artículo "Spanish Scene" en Current Affair Panphlets, además de bastantes artículos sobre el místico San Juan de la Cruz que publica en 1947 en la revista Horizon. En 1949 hace un recorrido turístico por España y como consecuencia publica en 1950 el libro de viajes La faz de España donde, en su capítulo sexto, desvela sus investigaciones sobre el asesinato de Federico García Lorca. En 1951 estuvo viajando por Italia y los Estados Unidos y publicó su muy personal Historia de la literatura Española. En 1953 vuelve a Churriana y publica Al sur de Granada, un extraño libro de viajes. En 1959 viaja por Marruecos y cae seriamente enfermo; logra curarse a duras penas y en 1961 reanuda sus incansables costumbres de viajero marchando a Grecia. En 1962 publica uno de sus primeros libros autobiográficos, Una vida propia. En 1966 viaja por Túnez, Argelia, Italia, Francia e Inglaterra y publica The Lighthouse always says yes.

El 18 de enero de 1968 muere su esposa Gamel Woolsey, que había traducido una novela de Galdós y publicado un libro de cuentos de hadas españoles, Spanish Fairy Stories (1944); conoce a Linda Nicholson-Price y se traslada a Alhaurín el Grande, provincia de Málaga. Entre 1968 y 1973 viaja por Grecia, Turquía e Italia; ese último año publica por fin su biografía de San Juan de la Cruz y al año siguiente su segundo libro autobiográfico, Memoria Personal (1920-1972). En 1977 publica en inglés Los mejores momentos. Poemas. En 1978, Pensamientos en una Estación Seca, un libro de aforismos fruto de sus lecturas, ya en aquel momento caudalosas. En 1982 se le hace un homenaje popular en Yegen y recibe la Orden de Caballero Británico de manos del cónsul británico. Sus bienes de fortuna, sin embargo, son cada vez más reducidos.

El 11 de octubre de 1983 es nombrado hijo adoptivo de Ugíjar (Granada). En mayo de 1984 se hacen patentes sus estrecheces económicas y es enviado a una residencia de ancianos en Londres. Sus admiradores realizan una campaña para que se le traiga de vuelta. Los gobiernos nacional y andaluz consiguen su vuelta a Alhaurín el Grande el 1 de junio de 1984 y se crea la Fundación Gerald Brenan. El 19 de enero de 1987 muere a la edad de 93 años, lega su cuerpo a la ciencia y es depositado en la Facultad de Medicina de la Universidad de Málaga. El 20 de enero de 2001 su cuerpo es incinerado y sepultado en el cementerio inglés de Málaga junto a su esposa Gamel. En total escribió unos cincuenta libros, la mayoría de ellos de viajes.

Parte del Archivo de Gerald Brenan está en la Universidad de Texas en Austin. Jonathan Gathorne-Hardy escribió una amplia y documentada biografía de Gerald Brenan: El castillo interior, publicada en castellano por la editorial El Aleph gracias al patrocinio del Servicio de Educación de la Diputación de Málaga. También se ha publicado un cuaderno para niños y un CD divulgativo sobre su vida, editado por el Servicio de Educación de la Diputación de Málaga.

11.    Victorina Bridoux y Mazzini de Domínguez (Manchester,1835 – 1862)
Escritora
    Victorina Bridoux y Mazzini de Domínguez nacida en Manchester el 9 de abril de 1835. Hija de Carlos Honor Bridoux y Lefebre, de Paris, comerciante al por mayor, y de Angela Mazzini, nacida en Cádiz, poetisa hermana del presbítero Antonio Mazzini y prima segunda del general José Mazzini.

A los tres años, huérfana de padre, llega a Cádiz con su madre, que se coloca como profesora de inglés, francés e italiano en el colegio de Religiosas Irlandesas de Gibraltar. Allí estudió Victorina hasta los trece años, siempre con salud delicada. Luego volvió a Cádiz, y fue junto a su madre a Sevilla y Santa Cruz.


Se casó el 15 de enero de 1855 con el capitán graduado de infantería Gregorio Domínguez de Castro. Al fallecer a los 27 años por la fiebre amarilla dejóun libro publicado, tres novelas sin terminar y cuatro hijos entre seis años y ocho meses.
Fuente: www.escritoras.com

12.    Carmen Burgos de Segui “Colombine" (Rodalquilar, 1867 – 1931)
Escritora
Carmen Burgos de Segui, que firmaba con el seudónimo de Colombine,también firmaba como Raquel,Honorine y Marianela, nace en Rodalquilar, Almería. Es considerada una de las primeras mujeres en defender el papel femenino en la vida social y en la literatura.

Casada en Almería, después de la muerte de su segundo hijo, deja al marido y se traslada a Madrid con su hija en brazos.Allí cursa los estudios de maestra y empieza a trabajar como tal en La Escuela Normal de Guadalajara y más tarde en la de Madrid.

Trabajó en el Diario Universal siendo la primera redactora de periódico, sus escritos iban firmados por el seudónimo de Colombine y colaboró en el Heraldo. Como primera mujer corresponsal de guerra cubrió la tragedia de Marruecos. Se dedicó en el movimiento femenino y dos de sus conferencias dieron la vuelta a España: La misión social de la mujer (1911) y la mujer en España.
Publicó novelas en las colecciones populares de   la época en El cuento semanal y La novela de hoy.
Algunos de sus escritos son: Los inadaptados, El anhelo, El abogado y El artículo 438. Cerca del final de su vida aparece Puñales de sangre, novela que relata un crimen pasional y que refleja sus ideales feministas.
Murió en 1931 a la edad de64 años tras haber intervenido en una reunión del Circulo Radical Socialista.
Fuente: www.webmujeractual.com


13.    Zenobia Camprubí Aymar (Malgrat de Mar,1887 – 1956)
Escritora
Zenobia Camprubí Aymar, nacida en la localidad catalana de Malgrat de Mar en 1887, contrajo matrimonio con Juan Ramón Jiménez en 1916, convirtiéndose desde ese momento y hasta su fallecimiento, 40 años más tarde, en compañera inseparable y decisiva colaboradora del poeta en todos sus proyectos literarios.
Única hija de una familia culta y adinerada, su madre portorriqueña y su padre catalán se casaron en Puerto Rico, país al que ella estaría unida toda su vida. Después de la boda, la pareja se instala en Barcelona. Allí nace Zenobia.
A los nueve años, viaja a Estados Unidos con su madre, lugar en el que residirá hasta 1909. Por eso, cuando regresa a España, la llaman «la americanita». Allí había comenzado sus estudios universitarios en Columbia, asistido a actividades culturales y clubes de mujeres. Había entrado en contacto con el feminismo americano, había viajado sola, había leído a los clásicos españoles e ingleses y había seguido un curso sobre literatura.

Desde su adolescencia, empezó a escribir cuentos en castellano y en inglés, y a desarrollar sus dotes literarias. Pronto se interesa por la obra del poeta y pensador indio Rabindranath Tagore, a quien traduce al inglés.

Entre 1909 y 1910 estuvo en La Rábida. Allí improvisó una escuela para enseñar a los niños de la aldea, escribió artículos que envió a diversas revistas norteamericanas y, sobre todo, se aficionó a la poesía popular española.
Desde 1910 Zenobia vivió en Madrid. Allí se relacionó fundamentalmente con norteamericanos, ya que le angustiaba no poder moverse sola con libertad, hasta que conoció a Susan Huntington, que dirigía el Instituto Internacional de señoritas, donde se alojaban extranjeros que asistían a los cursos de verano que se organizaban.
Asistió a numerosas conferencias, pero sólo podía hacerlo acompañada de un matrimonio norteamericano, los Byne. Este matrimonio organizaba fiestas y en ellas escuchó hablar de un arisco y extraño poeta huésped de la residencia que se quejaba del ruido, pero que pegaba el oído a la pared cuando oía la risa de Zenobia, a la que entonces no conocía. Zenobia conoció a Juan Ramón Jiménez en 1913, en una de esas conferencias celebradas en la Residencia donde él trabajaba.
En 1916 se casa con el poeta (diez años mayor que ella) en Nueva York. A partir de este momento, la vida de Zenobia se centró en dos aspectos: llevar adelante actividades socialmente comprometidas (en 1919, por ejemplo, funda en Barcelona la asociación "La Enfermera a Domicilio”, una especie de servicio social clínico sin fines lucrativos) y apoyar a su esposo (será su traductora, correctora de estilo, secretaria, agente…). Su ambición no residía en la literatura, sino en alcanzar un ideal e hizo de Juan Ramón Jiménez una razón de su vida.

Se puso al frente de pequeños negocios que compensaran los problemas económicos del matrimonio, templó el ánimo de su marido, alentó su pluma… y sorteó problemas tan importantes como abandonar España dignamente tras el estallido de la Guerra Civil. En agosto de 1936 el matrimonio inicia un periplo en el que recorrerán Cuba, Estados Unidos, Buenos Aires y Puerto Rico, donde Zenobia trabajó como profesora en la Universidad de Río Piedras. En 1951 se somete a una operación de cáncer en Boston. En 1954 se instalan en Puerto Rico, porque Juan Ramón no soporta los EE. UU. Zenobia no sólo deja atrás una vida intelectualmente interesante, sino también la posibilidad de someterse a un buen tratamiento en caso de que reaparezca la enfermedad, cosa que ocurre.

Zenobia Camprubí está considerada como una de las primeras grandes feministas de España, miembro destacado del Lyceum Club Femenino junto a Victoria Kent, desde el que reivindicó constantemente una mayor presencia de la mujer en todos los ámbitos de la sociedad. Entre sus muchas iniciativas de carácter humanitario, destacaron varias campañas a favor de los niños españoles víctimas de la Guerra Civil, realizadas desde su residencia en Nueva York.

De su actividad en el mundo de las letras, sobresalen las primeras traducciones al castellano de la obra de Rabrindranat Tagore y su constante difusión de la cultura y la lengua españolas, especialmente en los ambientes literarios de Estados Unidos, desde su puesto de profesora en la Universidad de Maryland.

 Zenobia morirá el 28 de octubre de 1956, dos días después de que su esposo recibiera el Premio Nobel de Literatura.
Al recibirse en Moguer la noticia de muerte de Zenobia, el mismo día 28 de octubre, que era domingo, la corporación municipal celebró una sesión extraordinaria en la que se acordó en primer lugar nombrar Hija Adoptiva de Moguer a Zenobia Camprubí, solicitándose además al Ministerio de la Gobernación la autorización correspondiente para el nombre de Zenobia Camprubí a la calle de las Flores.
El entonces alcalde de Moguer, Juan de Gorostidi, cursó al poeta en la mañana del lunes 29 un telegrama con el texto "todo Moguer comparte tu dolor por el fallecimiento de Zenobia" y, ya por la tarde, la corporación volvió a reunirse acordándose, por un lado, la celebración de un solemne funeral que tendría lugar el 5 de noviembre y, por otro, suspender todos los festejos organizados en señal de júbilo por la concesión del Nobel a Juan Ramón.
Fuente: http://www.juntadeandalucia.es

14.    José Carlos Cano Fernández “Carlos Cano” (Granada, 1946 – 2000)
Cantautor
Nacido en nuestra ciudad en 1946, en el barrio del Realejo, en la cuesta de Rodrigo del Campo, Carlos Cano es uno de los representantes más destacados de la canción andaluza, habiendo sido el creador de un nuevo tipo de copla popular, comprometida con la problemática social de Andalucía, que toma como base las raíces más profundas del propio folklore, como se refleja ya en su primer disco A duras penas aparecido en el año 1976.

Su popularidad creció rápidamente durante la transición a la democracia como consecuencia de la edición de títulos de contenido sociopolítico que alentaron la España de aquellos años inmersa en el marasmo de la recuperación de las libertades en el país. A esta época pertenecen títulos como La murga de los currelantes o El Salustiano, por citar algunos, que hizo muy populares.

En 1983 grabó, Si tuviera abiertas todas las puertas, una síntesis de la ejecutoria anterior. Con Cuaderno de coplas de 1985 se encamina hacia la copla popular andaluza, tendencia confirmada con Quédate con la copla de 1987, en el que recupera varios títulos populares como Ay, Maricruz o Falsa monéa, engarzándolos con obras propias como María la portuguesa. En esta última dirección editó Luna de abril en 1988, Ritmo de vida en 1989, En directo en 1990 y Mestizo en 1992. Además de los citados, no pueden olvidárse de su discografía, creaciones como Las crónicas granatensis, dedicadas a nuestra tierra, o las creaciones, más antiguas, realizadas en pos del que dio en llamarse "Manifiesto del Sur", firmado por otros creadores y cantautores.

En 1996 sufrió un peligroso accidente vascular, un aneurisma de aorta, que a punto estuvo de acabar con su vida. Hizo que lo trasladaran a la clínica Monte Sión de Nueva York donde salvó la vida. En diciembre de 2000, la misma enfermedad volvió a manifestarse y falleció en su Granada natal. Es uno de los personajes que encabezó "el manifiesto 2 de enero".
 Fuente: http://servicios.ideal.es


15.    Antonio Cánovas del Castillo (Málaga, 1828 – 1897)
Político
Hijo de don Antonio Cánovas y García, maestro de escuela, y de doña Juana del Castillo, Antonio Cánovas del Castillo nació en Málaga el 8 de Febrero de 1828 y dirigió desde muy joven sus estudios hacia las letras, destacándose prontamente su faceta literaria, aun oponiéndose con ello a los deseos de su padre, el cual quería que se dedicara a estudios mercantiles.
 Se quedó huérfano de padre a la edad de quince años, en 1843, se encamina hacia Madrid, donde será recibido bajo la tutela de Serafín Estébanez Calderón, primo de su
madre. Continua sus estudios en la capital de España, junto al trabajo en las oficinas del ferrocarril, licenciándose en Derecho en 1851.
 Rápidamente el joven Cánovas comienza a labrarse un prestigio como literato, apareciendo su primera novela, La Campana de Huesca en 1852, siendo continuada por Historia de la decadencia de España desde el advenimiento al trono de Felipe III hasta Carlos II; como bien se puede apreciar se decantó rápidamente por el genero histórico, fruto del mismo serán sus Estudios del reinado de Felipe V. Si bien Cánovas podía haber continuado con su faceta literaria en exclusiva, en la España que le toco vivir difícilmente podía escaparse de la influencia que la política ejercía sobre todos los jóvenes; en una situación de claro enfrentamiento entre moderados y progresistas, Cánovas no se dejo arrastrar por ninguna de las dos tendencias y busco una tercera línea apoyada en la conciliación, aunque con claro signo conservador; esta búsqueda del equilibrio entre ambas tendencias tendrían su fruto posteriormente en la Unión Liberal de O'Donnell.
 En buenas relaciones con este participó en las conversaciones previas a la revolución de 1854; su primera actividad pública, la lleva a cabo en su participación el día 30 de junio en la conocida Vicalvarada; así mismo redactó el Manifiesto de Manzanares el 7 de julio de 1854, autentico desencadenante del bienio progresista.
 Durante el Bienio, Cánovas es destinado a Roma, como Agente de Preces ante la Santa Sede; con el gobierno de Armero es nombrado Gobernador Civil de Cádiz, y con la nueva escalada al poder de O'Donnell en 1858 se ocupa de la subsecretaria de Gobernación. Aún cuando dedicado ya plenamente a la política, Cánovas no abandonará jamas sus estudios históricos y fruto de ello serán sus Apuntes sobre la historia de Marruecos, así como los estudios sobre Las Relaciones de España y Roma en el siglo XVI, que le supondrá su admisión en la Academia de la Historia.
 Los enfrentamientos con O'Donnell, en cuanto a política exterior, llevan a Cánovas a abandonar todos sus cargos públicos, y no será hasta la subida de Mon en diciembre de 1864, que vuelva a la arena del poder político, su vuelta no pudo ser más fuerte, desempeñando por primera vez el cargo de Ministro de Gobernación, logrando en esta etapa sonados éxitos como la ley de incompatibilidades parlamentarias o la ley de imprenta. Con la vuelta al poder de O'Donnell el 21 de junio de 1865, se le nombró Ministro de Ultramar, cargo que tuvo que compaginar junto a la cartera de Hacienda, tras la dimisión de Alonso Martínez.
 Desterrado a Palencia tras los sucesos del 22 de junio de 1866, retoma sus estudios historiográficos y escribe el Bosquejo histórico de la Casa de Austria.
 La revolución del 68 abrió los ojos a Cánovas que ve que la única solución posible para España esta en la renovación de la monarquía española, fuertemente desprestigiada por Isabel II, y en una restauración monárquica en la figura de Alfonso XII. En 1873, recibirá plenos poderes de Alfonso XII, para encaminar la corriente política española hacia la Restauración.
 Cánovas, siempre quiso que la vuelta a la monarquía fuera el fruto de un deseo intrínseco del pueblo español, y no el fruto de una imposición militar, y como tal se entiende en el Manifiesto de Sandhurst del 1 de diciembre de 1874.
 Con este manifiesto, Cánovas, pretendió articular una monarquía hereditaria y constitucional, intentando que el rey fuera deseado por los españoles y no que viniera precedido de un golpe militar, pero el pronunciamiento del general Martínez Campos en Sagunto el 18 de diciembre de 1874, dio al traste con estas pretensiones, y obligó a Cánovas a tomar el poder en el primer Ministerio-Regencia, del que también formaron parte, Castro, Jovellar, el marques de Molins, Salaverría, el marqués de Osorio, Cárdenas, Romero Robledo y López de Ayala, este último ocupando la misma cartera, Ultramar, que ocupaba el día antes con la República.
 El pronunciamiento de Martínez Campos, será el primero de la historia de España en que un golpe militar lleve al poder a un civil.
 Con su idea de una monarquía querida por el pueblo, e influido por las ideas liberales inglesas, se promulga en 1876 una Constitución con clara tendencia liberal. Durante dos meses y medio, deja Cánovas la presidencia del Gobierno, para ocuparse personalmente de la elaboración del proyecto constitucional; una vez aceptado ese proyecto retomó la presidencia y convocó elecciones generales, que se llevan a cabo el 23 de enero de 1876, y dieron una amplia mayoría a Cánovas y su política; la nueva Constitución se publicó en la Gaceta el 2 de julio.
 Cánovas, con su proyecto político, también se ocupó de inculcar a la nación un espíritu parlamentario y civil, para evitar la influencia de un ejército demasiado politizado. Cánovas, también será recordado como el instaurador del llamado sistema de turno de partidos; con este método aseguró una dinámica en la vida política del país e intentaba evitar el desgaste político del poder.
 Gobernó casi continuamente hasta 1881, con las únicas interrupciones del gobierno de Jovellar en 1875, para llevar a cabo las elecciones, y el gobierno de Martínez Campos en 1879.
 En 1879, Cánovas, vio como el partido constitucional de Sagasta, iba cogiendo cada vez mayor fuerza política, y le dio el paso a la alternancia del gobierno el 10 de febrero de 1881, hasta el 13 de octubre de 1883, en que un gobierno de la denominada Izquierda Dinástica sube al poder; el 18 de enero de 1884, Cánovas recupera el poder hasta la muerte de Alfonso XII el 25 de noviembre de 1885.
 Cuando se inicia la Regencia de María Cristina, llegó al acuerdo con Sagasta de un mutuo apoyo político en el Pacto de El Pardo, llevado a cabo el día anterior a la muerte del monarca, y que realmente se realizó en la Presidencia del Gobierno en la calle Alcalá, dejando el poder en manos de Sagasta; recuperado el poder el 8 de julio de 1890 a diciembre de 1891, en diciembre del año siguiente se produce su dimisión como jefe de la mayoría conservadora y la escisión entre los partidarios de Cánovas y los de Silvela. De nuevo en el poder el 23 de marzo de 1895, la situación exterior es insostenible para España, pero la interior también es muy difícil, los ajusticiamientos de los ocho anarquistas de Montjuich, se pueden considerar como los desencadenantes de los acontecimientos que acabarían con su vida. El 8 de Agosto de 1897 sufrió un atentado durante su estancia en el balneario de Santa Agueda (Guipúzcoa), del que resultó muerto tras los tres disparos que le efectuó el anarquista Angiolillo.
Fuente: http://www.mundofree.com


16.    Rafael Cansino Assens (Sevilla, 1882 – 1964)
Escritor y periodista
Hijo de Manuel Cansino de la Vega y Dolores Assens y Rodríguez. Fue bautizado el día 27 en la Parroquia de San Martín con el nombre de Rafael María Juan de la Cruz, Manuel, José Antonio de la Santísima Trinidad. Cuando fallece su padre, se traslada a Madrid. Cansinos fue colaborador en revistas modernistas, ultraístas y dadaístas. Fue autor de artículos de crítica que tuvieron gran audiencia. Sus ensayos críticos como Poetas y prosistas del novecientos (1919), Los temas literarios y su interpretación (1924) y los cuatro tomos de La nueva literatura (1927) exponen numerosos datos sobre la literatura española de comienzos de siglo. Otros ensayos como Ética y estética de los sexos (1920), Salomé en la literatura (1920), El amor en el Cantar de los Cantares (1930) y La Copla Andaluza (1936) tratan sobre aspectos literarios, musicales y de costumbres. Escribió, entre otras, las novelas La encantadora (1916), El eterno milagro (1918), La madona del carrusel (1920), En tierra florida (1921), La huelga de los poetas (1921), y la novela experimental titulada El movimiento VP (1922). Su primer libro fue El candelabro de los siete brazos (1914). Tras la Guerra Civil española, inicia un largo exilio interior, y se niega a colaborar en las publicaciones del régimen franquista, dedicándose casi por entero a traducir.

17.    Ramón Carande y Thovar (Palencia, 1887 – 1986)
Historiador
Insigne historiador, economista, profesor y escritor, Ramón Carande y Thovar es referencia obligada para todos los estudiosos de la historia de la Hacienda de las Indias. Su monumental obra "Carlos V y sus banqueros" sigue siendo un trabajo insuperado, de necesaria consulta para estudiosos de España e Iberoamérica.

Sus libros, sus numerosísimas colaboraciones en revistas especializadas, y su admirable labor docente a lo largo de toda su vida en la Universidad de Sevilla, le convierten en uno de los más importantes historiadores españoles contemporáneos.

Nacido en Palencia el 4 de mayo de 1887, hijo de una abogado, cursó los estudios de bachillerato en Santander para después ingresar en la Facultad de Derecho de la Universidad de Madrid, donde obtendría el doctorado.

Amplió sus estudios de economía entre los años 1911 y 1914, en Munich, Berlín, Viena y Londres, orientándose desde un primer momento hacia el terreno de la investigación histórico-económica. De regreso a España, gana por oposición la cátedra de Economía y Hacienda de la Universidad de Sevilla --de la que llegaría a ser rector--, asentándose en esta ciudad en 1918.

Amigo personal de Benito Pérez Galdós, de José María de Pereda y de Marcelino Menéndez Pelayo, sus relaciones con el Instituto Libre de Enseñanza fueron muy sólidas, y quizás de ahí le haya venido el talante liberal que le caracterizaría durante toda su vida.

En el año 1931, Ramón Carande fue designado Consejero de Estado de la República. Cuando Manuel Azaña quiso nombrarle ministro, no aceptó el cargo por considerar que al no ser diputado no le correspondía formar parte del Gobierno.

Durante la guerra civil española su casa madrileña fue ocupada, y desaparecieron tres mil manuscritos y numerosos resúmenes que había redactado durante sus investigaciones, utilizados por los ocupantes como combustible para combatir el frío.

Terminada la contienda, Ramón Carande, que había pertenecido a la Agrupación al Servicio de la República, fue víctima de represalias y apartado de su cátedra de la Universidad de Sevilla. Refugiado en el campo, pudo acabar su monumental obra en tres tomos, "Carlos V y sus banqueros" --"La vida económica de España en una fase de su hegemonía, 1516-1556, "La Hacienda Real de Castilla" y "Los caminos del oro y de la plata"--, con la que pronto alcanzaría renombre y prestigio internacionales.

Elegido académico de número de la Real Academia de la Historia en 1949, Carande fue también un pionero de los modernos estudios de historia económica y financiera española, así como un profundo conocedor de archivos nacionales y extranjeros. Durante años desarrolló una incesante labor de investigación en los archivos de Sevilla, Palencia, Santander, Badajoz, Salamanca, Madrid, Archivos de Indias y de Simancas, Amberes, Viena, Florencia y Roma.

Gracias al extraordinario esfuerzo que aplicó al estudio de la dimensión histórica de la economía, mediante la utilización de nuevos sistemas de análisis proyectados sobre las fuentes documentales originarias, consiguió mostrar por primera vez, de modo sistemático, la compleja realidad de la economía y la hacienda de la España de los siglos XV y XVI, contribuyendo de un modo decisivo a forjar las bases historiográficas de la ciencia económica contemporánea.

Además de la obra ya citada, Ramón Carande es autor de los libros: "Sevilla, fortaleza y mercado", "Las tierras, las fuentes y la Administración de la ciudad en el siglo XIV", "Siete estudios de la Historia de España" y "Galería de raros", obra presentada en el año 1982 y que constituye un libro de memorias en el que el autor recuerda a una toda una serie de personajes que conoció en el transcurso de su larga vida.

Doctor "honoris causa" por las Universidades de Lille, Colonia, Berlín, Complutense de Madrid, Valladolid y Salamanca, fue nombrado en 1983 Hijo Predilecto de Andalucía.

El doctor Ramón Carande y Thovar falleció el 1 de septiembre de 1986 en la localidad extremeña de Almendral, a la que se había trasladado con sus familiares para descansar y recuperarse de una operación de cadera a la que había sido sometido algunos meses antes.
Fuente: http://www.fundacionprincipedeasturias.org

18.    Julio Casares Sánchez (Granada, 1877 – 1964)
Filólogo
El nombre de Julio Casares es sobradamente conocido como miembro de la Real Academia Española y autor de un Diccionario que, aparecido en 1942, ha llegado hasta hoy a través de numerosas reediciones. Lo que algunos ignoran, es que su labor desborda el marco de lo académico y de su faceta como investigador de la lengua, para encaminarse hacia derroteros que van desde lo musical a la actividad diplomática. Y lo que se desconoce en la mayor parte de los casos, es que Julio Casares era granadino, nacido en la parroquia de San Gil el 26 de septiembre de 1877.

No es excesivamente larga su etapa granadina, que coincide con sus primeros estudios. Para final del siglo, ya se encuentra en Madrid, estudiando Derecho en la Universidad. Es el reinado de Alfonso XIII el marco en que comienza a desarrollar su actividad. Polifacética. La música, en su interpretación y composición. Trabajos de ebanistería. Estancia en París para perfeccionar su conocimiento de lenguas orientales. Por ello, será nombrado agregado a la Delegación española en Tokio.

Pero es, sin duda, el campo filológico, lingüístico y literario donde su nombre alcanza los perfiles más netos y donde hoy sigue teniendo plena vigencia. El forma parte indiscutible, de esa "Edad de Plata" de la cultura española, que había de cerrarse con el inicio de la guerra.

Pertenece Julio Casares a una generación de eruditos e investigadores, dedicados a una labor callada, pero perseverante. Para demostrarlo, ahí están sus múltiples publicaciones. Al lado de ello, las numerosas colaboraciones en prensa, divulgadoras, que cultivó asiduamente a lo largo de toda su existencia. Julio Casares moría en Madrid en 1964, tras una larga vida.
Fuente: servicios.ideal.es



19.    Emilio Castelar y Ripio (Cádiz, 1832 – 1899)
Político. Presidente de la 1ª República española.
Nació en Cádiz en 1832. Cursó las carreras de derecho y filosofía y letras en la universidad de Madrid (1852-1853). Actuó en la vida política defendiendo las ideas democráticas; fundó el periódico La Democracia, en 1863, y apoyó el republicanismo individualista, oponiéndose al federalismo socializante de Pi y Margall. A causa de un artículo contrario a Isabel II (El rasgo), fue separado de su cátedra de historia de España de la universidad central, lo que provocó las manifestaciones estudiantiles y la represión de la Noche de san Daniel (10 abril 1865). Castelar conspiró contra Isabel II y tuvo que exilarse a Francia, donde permaneció hasta la revolución de septiembre (1868). Vuelto a España hizo proselitismo en favor de la república. El partido republicano le nombró triunviro junto a Pi y Margall y a Figueras. Diputado por Zaragoza a las cortes constituyentes de 1869, pronunció numerosos discursos de un estilo retórico y florido que en su época fueron considerados modelos de elocuencia. Partidario de la lucha legal en el parlamento, desautorizó la sublevación republicanofederal de septiembre-octubre de 1869. Al proclamarse la I república ocupó la cartera de Estado en el ministerio Figueras, y posteriormente, después de la dimisión de Salmerón, la presidencia del poder ejecutivo. Gobernó con las cortes cerradas y combatió simultáneamente a carlistas y cantonales. A la reapertura de las cortes, su gobierno fue derrotado, lo que provocó el golpe de estado del general Pavía (3 enero 1874). Disuelta la república y restaurada la monarquía borbónica, representó a Barcelona en las primeras cortes de Alfonso XII. Defendió el sufragio universal, la libertad religiosa y un republicanismo conservador y evolucionista (el posibilismo), frente al republicanismo revolucionario de Ruiz Zorrilla. Al implantarse el jurado y el sufragio universal consideró alcanzados los objetivos por los que había luchado y propugnó la disolución del partido posibilista aconsejando a sus miembros que ingresaran en el partido liberal (mayo 1893). Murio en 1899 en San Pedro del Pinatar.
Fuente: www.geocities.com


20.    Manuel Castillo Navarro (Sevilla, 1930 – 2005)
Músico

Estudió en el Colegio San Francisco de Paula, centro del que llegaría a ser profesor y que le otorgó en un homenaje su nombre al Salón de actos del colegio.
Inició sus estudios de música en el Seminario Metropolitano de Sevilla (donde estudió para sacerdote) con Norberto Almandoz y en el Conservatorio con Antonio Pantión. Más tarde los amplió en Madrid con Conrado del Campo, y en París con Nadia Boulanger.
Residió siempre en Sevilla, donde fue catedrático en el Conservatorio Superior de Música, impartiendo las asignaturas de Historia y Estética de la Música, Piano y Composición. Fue director del Conservatorio desde 1964 a 1978.
Falleció de un infarto en su domicilio de Sevilla el 1 de noviembre de 2005, a los 75 años de edad.
Se ha querido ver en él un continuador de Joaquín Turina, aunque su estilo es bien diferente, sin tanta carga nacionalista ni regionalista. Se le clasifica en la llamada "Generación del 51". También se le ha calificado de conservador y neoclásico porque no se adscribió a ninguna de las corrientes de vanguardia de entre los años 50 a 70. En realidad creó un estilo propio, tomando lo mejor de la modernidad y sin renunciar a los logros del pasado.
Fuente: www.sevillapedia.org

21.    Luis Cernuda Bidón (Sevilla, 1902 – 1963)
Poeta

Perteneció a una familia acomodada donde respiró una atmósfera de estricta disciplina y desafecto reflejada en su carácter tímido, introvertido y amante
de la soledad.
Estudió Derecho y Literatura Española. Lírico exquisito, fue encasillado entre los representantes de la «Poesía pura». En 1925 comenzó a frecuentar el ambiente literario, haciendo amistad con los más destacados poetas de su generación:
Alberti, Aleixandre, Prados, y García Lorca entre otros.
Exiliado después de la guerra civil, fue profesor de Literatura en Glasgow, Cambridge, Londres, Estados Unidos y México, donde falleció en 1963.
Fuente: amediavoz.com

22.    Antonio Chacón García (Jerez de la Frontera, 1869 –1929)
Cantaor
Cantaor excepcional, designado en la historia del cante como uno de los pilares más importante. Dejó una huella de creatividad personal en casi todos y supo recoger los estilos que por su sensibilidad y rajo podía interpretar mejor.

Nutriéndose de los colosos como Silverio y Enrique "el mellizo" asimiló las enseñanzas y experiencias de éstos fundiendolas en una creación de estilo propio.

Don Antonio Chacón, tenía una innata misicalidad, buen oído y un falsete espléndido. Los cantes de levante los perfeccionó y engrandeció, de la granaína y la media granaína se tienen noticias de que prácticamente casi las creo, pero donde su genio brilló con todo resplandor, fue en las malagueñas. La popularidad de los caracoles también se debe a su genial interpretación.

Recibió los cumplidos y alabanzas de Silverio, El Mellizo y Juan Breva, grandes maestros a lo que Chacón correspondió siempre con respecto y deferencia.

 Don Antonio Chacón nos puede servir como nexo de unión entre dos épocas bien definidas del arte flamenco: la clásica, la Edad de Oro, y la teatral, en que el cante avanzó un paso más hacia la conquista de públicos mayores. Esta fue la tarea de Chacón; antes, Silverio Franconetti había sacado al cante de la taberna para llevarlo al café cantante; después, Pepe Marchena cerraría el ciclo llevando el flamenco a una total vulgarización con el operismo. Tres payos protagonizaron estas tres operaciones decisivas en la evolución del flamenco: ¿casualidad?, ¿Coincidencia en una forma de ver el arte, quizás en una mayor visión de futuro?...

Con el apadrinamiento de Enrique el Mellizo, Antonio Chacón actuaba por primera vez en Cádiz en 1885. Desde Cádiz la fama del muchacho comenzó a extenderse rápidamente por toda Andalucía, y los aficionados hablaban de su arte y no paraban. Silverio Franconetti, que entonces regentaba su café cantante en Sevilla, no podía mostrarse insensible al nuevo valor de quien todos se hacían lenguas y envió a un hombre de su confianza para contratarlo. En Sevilla Chacón armó el taco. Fue el primer cantaor que allí cobró veinte pesetas de sueldo, el doble del de los más notables cantaores que por aquella época actuaban.

Coincidió, en el año 86, que mientras Chacón cantaba en el Café de Silverio, en el del Burrero lo hacía Fosforito, y a ruegos de la afición tuvieron que entenderse las dos empresas y arreglar los turnos de los dos cantaores, de forma que pudiera el público salir de escuchar a uno y llegar a tiempo de escuchar al otro.

Francisco Lema "Fosforito" era de Cádiz, donde había nacido en 1869, y el sobrenombre le vino por su altura y extrema delgadez. Discípulo del Mellizo, comenzó a cantar a los catorce años en el jerezano café del Palenque, propiedad de Junquera, y su éxito fue tal que en el mismo local lo contrataron de inmediato para cuarenta actuaciones, a razón de 6,25 pesetas por noche. Después de afirmarse como cantaor por toda Andalucía llegó a Madrid en 1891, donde tuvo su momento de mayor esplendor. A mediados de los años 20 dejó de cantar, muriendo en la mayor pobreza en una pensión de la calle madrileña Mesón de Paredes, en los primeros años cuarenta. Su malagueña, dice Fernando de Triana, que "hacía sudar al público, por creer que no podían llegar los pulmones del formidable cantador a coronar el penúltimo tercio, que era de una esplendidez maravillosa por sus variadísimas modulaciones, tan raras como bien acopladas".

A partir de aquella temporada primera en el café de Silverio, a Chacón se lo disputaron ya todas las empresas. De él pasó al local de Manuel el Burrero, en la misma Sevilla, donde lo contrataron para el legendario Café de Chinitas malagueño. Allí fue cuando alternó con el viejo Juan Breva, que se sintió superado por el joven cantaor.
Suya fue la frase dirigiéndose a Manuel Torre que decía: Manuel, cuando cantas, eres como Castelar cuando hablaba.
Murió el día 21 de enero de 1929 en Madrid.
Fuente: http://www.eup.us.es

23.    Antonio Cruz García “Antonio Mairena" (Mairena del Alcor, 1909 – 1983)
Cantaor
Antonio Cruz García. Mairena del Alcor (Sevilla), 1909 - Sevilla, 1983. Cantaor. Se le llamó en los comienzos de su carrera, sucesivamente, Niño de Rafael y Niño de Mairena. Pertenecía a un linaje gitano y fragüero que se había asentado en Mairena en los tiempos de Carlos III. Su personalidad es una de las más relevantes en la historia del flamenco, capital en la segunda mitad del siglo XX, distinguiéndose como uno de los más completos y grandes cantaores e investigador y divulgador de su arte, lo que se plasmó, además de en conferencias, artículos y otros escritos, en dos libros: Mundo y formas del cante flamenco, que escribió en colaboración con el poeta y flamencólogo Ricardo Molina, y Las confesiones de Antonio Mairena, cuya edición preparó Alberto García Ulecia. Mereció los más altos honores que, seguramente, haya obtenido jamás un artista flamenco. Entre los principales: Director Honorario de la Cátedra de Flamencología y Estudios Folclóricos Andaluces de Jerez de la Frontera (1959), III Llave de Oro del Cante (1962), Medalla al Mérito al Trabajo (198), Medalla de Oro de las Bellas Artes (1983), Hijo Predilecto de Andalucía (a título póstumo). En 1962 se convocó el tercer Concurso de Córdoba y puso en juego la III Llave de Oro del Cante. Hay serias evidencias de que esta Llave tenía un ganador predestinado, Mairena, por entonces ya en estrecha relación con Ricardo Molina, pieza clave en la organización del concurso. No es que hubiera algún tipo de amaño inconfesable, sino que el premio se planteó como el respaldo consagratorio de la indudable clase de Mairena. Los hechos demostraron las previsiones, puesto que él fue quien mejor cantó y el fallo del jurado lo reconoció por unanimidad. Antonio Mairena se consideró desde joven legítimo heredero del arte de Manuel Torre, a quien proclamaba su primer maestro junto a Joaquín el de la Paula; también frecuentaba las fiestas gitanas a que le llevaba su padre, gran aficionado aunque no cantaba. Cantaor extraordinario, su labor investigadora es un rasgo que le distingue del común de los cantaores. A veces pasaba años estudiando un cante, que luego comenzaba a cantar él desentrañado y reconstruido como creía que debía haber sido. Hoy permanecen en el acervo cantaor estilos y formas de cantes que sin su mediación estarían perdidos. Mairena creía que el cante estaba hecho. En una entrevista con el autor le confió: "El cante está hecho. El cante puede desarrollarse, ha llegao a un grado de desarrollo, pero lo que yo no pueo es crear cante, como no creo que lo cree nadie ni lo ha creao nadie. Desarrollarlo, engrandecerlo y dulcificarlo, sí señor. Pero el cante está hecho, y tal como es así seguirá siempre (...) El cante flamenco está hecho y hay que grabarlo tal y como está hecho, con su engrandecimiento, con su desarrollo y su dulcificación. Esta es la obra que yo creo que he hecho, y de ahí no quiero pasar." Vivió el flamenco integralmente, en cuerpo y alma. Acuñó conceptos como "arte gitano-andaluz", "razón incorpórea", "mairenismo"... Creía en el duende: "Yo he tenido momentos de trance, eso que se llama también momentos de éxtasis, de creerte que estás en otro mundo, de palpar con tus sentidos la grandeza del más allá. Cosa grande esta. Después es como si te diera miedo o rabia. Después te quedas como prendido de hilos que se suspenden en algo que no conocemos, porque yo cuando canto no abro los ojos, porque para cantar tengo que soñar, tengo que no ver y cuando despierto del letargo si lo he hecho bien mi espíritu es como si hubiera estado en un lejano cautiverio. Después quedo libre de mi cautiverio, al haber dado rienda suelta a mis íntimas satisfacciones". Cantó en la película Duende y misterio del Flamenco.
Fuente: https://www.flamenco-world.com

24.    Gustavo Adolfo Bécquer (Sevilla, 1836 – 1870)
Poeta
Gustavo Adolfo Bécquer nació en Sevilla el miércoles 17 de febrero de 1836, en el número 9 de la calle Ancha de San Lorenzo (actual Conde de Barajas), en una casa que en la actualidad no existe. Fue bautizado el jueves 25 del mismo mes en la parroquia de San Lorenzo Mártir, oficiando de madrina Manuela Monnehay, hija de un perfumista francés instalado en Sevilla y discípula del padre pintor del poeta.
    Los Bécquer, nobles flamencos, llegaron a Sevilla a finales del siglo XVI para comerciar, y pronto alcanzaron una próspera situación entre las familias sevillanas más altas, con capilla propia en la catedral hispalense.
    El padre, don José Domínguez Bécquer, pintor de costumbres, casó con doña Joaquina de la Bastida y Vargas, y de este matrimonio nacieron ocho hijos. Don José tuvo éxito pintando para los ingleses viajeros que compraban entusiasmados sus cuadros costumbristas, lo que le permitió mantener holgadamente a su familia.
    La infancia del poeta fue dichosa hasta los cinco años, en que murió su padre. Después, a los once, moriría su madre, mientras el niño estudiaba para marino en el colegio de San Telmo en condición de pobre pero de familia noble.
    Protegido por su madrina y por su tío Joaquín Domínguez Becquer, importante pintor sevillano, el poeta aprende pintura y humanidades y estrecha relaciones en especial con su hermano Valeriano, que andando el tiempo se convertirá en importante pintor y protegera al poeta en momentos difíciles. Progresa el niño rápidamente, como demuestra su Oda a la muerte de don Alberto Lista, escrita en 1848.
    En 1853, Bécquer es ya un joven poeta que publica versos en revistas y periódicos locales, y que conoce a otros incipientes escritores que han de tener importancia en su vida, como Narciso Campillo, futuro editor póstumo de sus obras, o Julio Nombela, autor de unas importantes memorias que reconstruyen gran parte del periplo vital becqueriano. Los tres poetas forman una sociedad literaria y recogen sus poemas con la ilusión de publicarlos en Madrid y alcanzar fama.
    Su educación literaria, dirigida en el Instituto sevillano por Francisco Rodríguez Zapata, discípulo del gran ilustrado Alberto Lista, es clasicista, con especial aprecio a los poetas latinos y españoles del Siglo de Oro, en especial, Fray Luis de León, Herrera o Rioja. A la búsqueda del ritmo musical, de la expresión ajustada y noble, se une una inclinación prerromántica hacia lo sublime: la emoción ante la noche, la muerte, la fragilidad humana, etc., tal y como habían cantado Young, Rousseau o Chateaubriand.
    La familia Bécquer, en arte y en política, se identifica con la Sevilla conservadora. Así, mientras en Madrid, en 1854, triunfa la intentona liberal-popular de O'Donnell, la «Vicalvarada», el poeta exhibe su espíritu satírico frente a la revolución en unos dibujos que se conservan en un álbum denominado Los Contrastes, o Álbum de la Revolución de Julio de 1854, por un Patriota. Un retrato de 1853 nos muestra al Bécquer de gusto clásico, fino y esmerado.

El sueño madrileño
 
    El romanticismo lo invade todo, y pronto Gustavo Adolfo se deja ganar por el sueño de conquistar gloria y fortuna en Madrid. Abandona Sevilla y, con la ayuda de su tío, llega a la Corte en octubre de 1854. Nombela lo espera, y Campillo ha de llegar en breve. El primero da detalles de la lóbrega pensión en que ha de hospedarse, donde, en cambio, la patrona doña Soledad, andaluza así mismo, lo protegerá.
    Hasta 1860, en que gracias a otro de sus grandes amigos y editores de su obra póstuma, Rodríguez Correa, le consiga un empleo fijo de redactor en un gran periódico centrista español, El Contemporáneo, Bécquer conocerá las privaciones y la forzosa bohemia que han sufrido la mayoría de  escritores en España. Para ganar el pan tuvo que hacer de todo: biografías de políticos a destajo, traducciones, chupatintas en una oficina pública, dibujos, zarzuelas, etc.
    La estética becqueriana, formada de un cierto clasicismo entreverado de romanticismo medievalista, encontrará en Madrid un nuevo ambiente poético del que saldrán, finalmente, las Rimas becquerianas. El romanticismo desarrolla una faceta desatendida anteriormente: la intimista, y se concentra en las verdades del corazón a través del poema breve, directo, o de la balada germánica, imaginativa y sugerente. Interesan ahora el Byron de las Hebrew Melodies, o el Heine del Intermezzo a través de la importante traducción que Eulogio Florentino Sanz realiza en 1857 en la revista El Museo Universal.
    En 1857 emprende una obra importante, la Historia de los Templos de España. Se trataba, siguiendo a Chateaubriand, de estudiar el arte cristiano español uniendo el pensamiento religioso, la arquitectura y la historia: «La tradición religiosa es el eje de diamante sobre el que gira nuestro pasado. Estudiar el templo, manifestación visible de la primera, para hacer en un sólo libro la síntesis del segundo: he aquí nuestro propósito.» El proyecto, inacabado pero que reunió a grandes especialistas, muestra las dotes organizativas del poeta «soñador».
    Para ganar algún dinero el poeta escribe, en colaboración con sus amigos, comedias y zarzuelas como La novia y el pantalón (1856), en que satiriza el ambiente burgués y antiartístico que le rodea; o, entre otras,  La venta encantada, basada en el Quijote.
    En 1858, cansado y debilitado por el trabajo y las penurias, cae el poeta gravemente enfermo. Le asisten su hermano Valeriano y su amigo Rodríguez Correa, quien, para encontrar recursos, rebusca entre los papeles de Gustavo Adolfo y encuentra la primera de las leyendas publicadas, El caudillo de las manos rojas, de ambiente hindú y de un exotismo orientalista bastante nuevo en España.


Fuente:   http://www.xtec.es


25.    Antonio Domínguez Ortiz (Sevilla, 1909 –2003)
Historiador
Nacido en Sevilla el 18 de octubre de 1909. El 23 de septiembre de 1932 con la calificación de Sobresaliente y Premio Extraordinario se licencia en Filosofía y Letras, sección de Historia. El 10 de Septiembre de 1940 se hace Catedrático numerario de Instituto. Es Doctor en Historia por la Universidad Complutense. Fue catedrático de enseñanza media en Granada entre 1940 y 1967 y de historia universal en Madrid. Ha impartido cursos de Historia en las universidades de Sevilla, Granada, Madrid, Menéndez Pelayo y en la delegación española de la Universidad de California. Académico de número de la Real Academia de la Historia. Director del Boletín de dicha institución desde 1975 a 1979, cesó a petición propia por su traslado de residencia a Granada. Académico correspondiente de la British Academy, Academia de Historia de Venezuela, Buenas Letras de Sevilla, Ciencia, Bellas Artes y Nobles Artes de Córdoba y otras. Miembro del instituto de Estudios Madrileños. Presidente de Honor del Centro de Estudios Históricos de Granada y su Reino. Orador visitante en el III Congreso de Estudios Españoles y Portugueses celebrado en Rutgers (New Yersey, 1972). Conferenciante en varias universidades europeas y americanas. Ponente en numerosos congresos históricos en España y el extranjero. Ha publicado más de cuatrocientos trabajos: artículos, libros de texto, ponencias, reseñas bibliográficas, prólogos, artículos de prensa, etc. Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales en 1982 e Hijo Predilecto de Andalucía en 1985. Murió el 21 de Enero de 2003, a los 93 años.
Fuente: http:// es.wikipedia.org

26.    Joaquina Eguaras Ibáñez (Orbaiceta, 1897 –1981)
Intelectual
Joaquina Eguaras fue una de las primeras mujeres intelectuales de la Granada contemporánea.

Nacida en el pueblo navarro de Orbaiceta el 10 de enero de 1897, a los dos años de edad, su familia, debido al destino militar de su padre, se instaló en el granadino barrio del Realejo. Tras superar la enseñanza primaria, hizo Magisterio e inició en 1918 la carrera de Filosofía y Letras, lo que la convirtió en la segunda mujer universitaria de Granada. Alumna brillante, que, sin embargo, hubo de entrar los primeros días a la Facultad por la puerta de atrás, concluyó su Licenciatura en 1922 con Premio Extraordinario y Matrícula de Honor en todas las asignaturas.

En 1925 entró como Profesora Ayudante en la Facultad de Letras, lo que la convirtió en la primera mujer profesora de la Universidad de Granada, siendo la única hasta 1935. Tras un breve paso por la enseñanza secundaria, en 1930 ingresó por oposición en el Cuerpo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos, y el 15 de noviembre de ese mismo año fue nombrada Directora del Museo Arqueológico de Granada. De este modo, se convertía, a los 33 años de edad, en la mujer española más joven en un puesto directivo de este rango, cargo que desempeñó durante 37 años. Bajo su dirección, el Museo tomó un enorme impulso, ya que multiplicó por diez el número de piezas, promovió excavaciones arqueológicas por toda la provincia y publicó las principales obras y colecciones existentes en él. De este modo, a su jubilación, fue nombrada Directora Honoraria.

Paralelamente, trabajó en la Escuela de Estudios Árabes, situada en la Casa del Chapiz, como profesora desde su inauguración en 1932, y después como Secretaria hasta 1972. Desde 1940 impartió de nuevo clases en la Facultad de Letras, ya como Profesora Titular, de Árabe y Hebreo. Experta en Lengua, Historia y Arte de la Granada musulmana, fueron numerosas las publicaciones que realizó sobre este tema. En 1967, ya jubilada, fue nombrada Profesora Adjunta Honoraria, en premio a sus méritos docentes e investigadores.

Además de estos nombramientos, Joaquina formó parte de las instituciones más prestigiosas nacionales e internacionales relacionadas con su labor de arqueóloga

y arabista: Miembro de la Junta Conservadora del Tesoro Artístico de Granada, Miembro Correspondiente de la Real Academia de la Historia de Madrid, Miembro y Secretaria de la Comisión Provincial de Monumentos, Delegada Provincial del Servicio Nacional de Excavaciones Arqueológicas en Granada; Miembro de Número de la Real Academia de Bellas Artes Ntra. Sra. de las Angustias de Granada, Miembro Correspondiente de «The Hispanic Society of America», Miembro de Honor de la Asociación Española de Orientalistas, etc. Se le otorgaron numerosas distinciones, como la Encomienda de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio, Medalla de Plata al Mérito en las Bellas Artes, Orden de la Mehdawiya. Joaquina Eguaras volcó toda su vida en el trabajo científico y en el desarrollo de su carrera profesional. A sus méritos intelectuales, cabe agregar su proyección humana. Mujer sencilla, amable, simpática y bondadosa, querida en todas partes, fue un personaje entrañable de la sociedad granadina y una inigualable guía turística de la ciudad.

Murió el 25 de abril de 1981. Cuatro días después, el Ayuntamiento de Granada acordó dedicarle una calle. Pionera en tantas cosas, Joaquina Eguaras logró labrarse su propio espacio en el ámbito profesional y científico en una época que pretendía devolver a las mujeres a la casa.
Fuente: www.granada.org
27.    Serafín Estébanez Calderón "El Solitario" (Málaga, 1799 – 1867)
Escritor
Estudió la carrera de Leyes y Humanidades en Granada, con tal éxito que a los veinte años obtenía la cátedra de Griego de aquella Universidad y en 1882 la de Retórica en el Seminario de Málaga. Aquí alternó el ejercicio de la abogacía con los versos. Hombre liberal, sus primeros versos claman contra los tiranos y opresores. Por cuestiones políticas pasó a Gibraltar en 1824, y más tarde en 1830, con el seudónimo de El Solitario en acecho, comienza en Madrid su colaboración en el Correo Literario y Mercantil. En julio de 1831, y junto con Mesonero Romanos, fundó la revista literaria Cartas Españolas, en la que publicó numerosos artículos. En el año 1834, el general Zarco del Valle le nombró auditor general del Ejército del Norte, y pese a que por su cargo no tenía necesidad de demostrar sus méritos militares, tomó parte en varios combates, y tanto fue su arrojo y valentía que se le concedió la Cruz de San Fernando. En 1837, año del suicidio de Larra, es nombrado profesor de árabe en el Ateneo de Madrid. Un año más tarde funda en Sevilla el Museo de Pintura y Escultura, y una Biblioteca Provincial. En 1839 se casa con una malagueña, Matilde Livermoore y Salas. Fue diputado de las Cortes en diversas legislaturas. Llega a ser académico de la Historia, ministro, consejero de Estado, senador y auditor. Serafín Estébanez Calderón murió el 15 de febrero de 1867.

El costumbrismo de Estébanez sigue una línea intermedia entre el tono burlón de Mesonero Romanos y la amarga sátira de Larra. Los personajes de las Escenas andaluzas son hampones alegres, mozas descocadas y traviesas, etc. Todo ello con una simpatía no exenta de ternura y compasión. Sus personajes y tipos pertenecen -salvadas las posibles distancias- a la misma familia que Rinconete y Cortadillo.

Es Estébanez un escritor romántico. Es Estébanez un escritor costumbrista. Costumbrismo romántico. Otros dos escritores, Larra y Mesonero Romanos, forman con Estébanez la trinidad costumbrista del romanticismo español.

El Solitario, El Pobrecito hablador, El Curioso parlante, son tres escritores peregrinos. Son espectadores del paisaje, de la vida popular, de las ciudades y de las cosas acostumbradas; en suma, de toda clase de costumbres. Tratan de reflejarlas en sus escritos. Su ambición es la del espejo. Andalucía reflejada en el espejo del costumbrismo de Estébanez se nos aparece como si fuera de verdad.

Estos artículos de El Solitario son harto conocidos y leídos para que tratemos ahora de descubrirlos. Son claros, evidentes, transparentes; y hasta diríamos que mediterráneos, pues andamos en época de tener que hacer tales descubrimientos todavía.
Los críticos de Estébanez han debatido suficientemente sobre la originalidad de su ingenio. No insistamos en ello, El Solitario, como todo escritor verdadero, no es original por aquello en que se parece a otros, sino por aquello en que se diferencia de todos. La originalidad de El Solitario, es en este sentido, indiscutible; y una de las más poderosas, de las más agudas y resaltadas del costumbrismo español.

Han pasado dos siglos del nacimiento de El Solitario. ¿Dónde está buena o mala la Andalucía vista en el espejo del costumbrismo romántico de El Solitario? ¿Dónde está bueno, bueno o malo, el pensamiento, tan andaluz, del costumbrista romántico malagueño? Al cabo de tantos años, el bien y el mal de Andalucía, ¿dura todavía? ¿O estamos más allá de aquel bien y de aquel mal, que El Solitario subrayara irónicamente con la sombra de su palabra?
Fuente: www.islabahia.com

28.    Manuel de Falla Matheu (Cádiz, 1876 – 1946)
Músico

Su madre, intérprete del piano y su abuelo, lo introducen en las primeras nociones de música, que a los 9 años de edad continúa con una profesora de piano, Eloisa Galluzo. Además su nodriza le enseñó nanas y canciones populares que dejaron huella en él. En 1889 continúa sus estudios de piano con Alejandro Odero, y aprende armonía y contrapunto con Enrique Broca.

A los quince años sus intereses parecen ser principalmente la literatura y el periodismo. Con un grupo de amigos funda una revista literaria, "El Burlón" , y en 1890 participa en una segunda titulada "El Cascabel" , que termina dirigiendo. En 1893, asistiendo a un concierto en Cádiz donde se interpretan, entre otras, obras de Edvard Grieg[1] siente, según sus propias palabras, que su "vocación definitiva es la música". Orientado en esa dirección, a partir de 1896 comienza a viajar a Madrid, donde asiste al Conservatorio . Allí se perfecciona en piano con José Tragó [2] , logrando en 1899 obtener un primer premio en un concurso de intérpretes del instrumento. Por esta época, el joven músico empieza a usar el apellido "de Falla"[3] ,con el que será conocido. En 1897 se traslada a Madrid definitivamente, donde al año siguiente termina con honores sus estudios en el Conservatorio, y en 1901 conoce a Felipe Pedrell , quien tendrá notable influencia en su posterior carrera. Tras algunas zarzuelas, hoy perdidas u olvidadas, como Los amores de Inés, los años de estudio en la capital española culminaron con la composición de la ópera La vida breve, que se hizo acreedora del primer premio de un concurso convocado por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Aunque las bases del concurso estipulaban que el trabajo ganador debía representarse en el Teatro Real de Madrid, Falla hubo de esperar ocho años para dar a conocer su partitura, no en Madrid sino en Niza.

La siguiente etapa de su formación tiene lugar en Francia: afincado en París desde 1907, por consejo de Turina y Mirecki, entró en relación con Claude Debussy, Maurice Ravel, Dukas y Albéniz, cuya impronta sería perceptible en varias obras posteriores como Noches en los jardines de España, obra en la que, a pesar del innegable aroma español que presenta, está latente cierto impresionismo en la instrumentación. En París también conoció y trabó amistad con Pablo Picasso. La madurez creativa de Falla empieza con su regreso a España, en el año 1914.

Es el momento en que compone sus obras más célebres: la pantomima El amor brujo y el ballet El sombrero de tres picos (compuesto para cumplimentar un encargo de los célebres Ballets Rusos de Sergei Diaghilev), las Siete canciones populares españolas para voz y piano, la Fantasía bética para piano y la ya citada Noches en los Jardines de España, estrenada en el Teatro Real en 1916. Su estilo fue evolucionando a través de estas composiciones desde el nacionalismo folclorista que revelan estas primeras partituras, inspiradas en temas, melodías, ritmos y giros andaluces o castellanos, hasta un nacionalismo que buscaba su inspiración en la tradición musical del Siglo de Oro español y al que responden la ópera para marionetas El retablo de maese Pedro, una de sus obras más alabadas, y el Concierto para clave y cinco instrumentos.


En 1919 se transladó a Granada viviendo en una casa cercana a la Alhambra donde llevó una vida retirada, rodeado de un grupo de amigos entre los que se encontraba Federico García Lorca. En 1936, Falla intentó por todos los medios salvar a Lorca del fusilamiento a manos de las tropas insurrectas del ejército nacionalista, aunque no lo consiguió.

Mientras que en sus obras anteriores Falla hacía gala de una extensa paleta sonora, heredada directamente de la escuela francesa, en estas últimas composiciones, su estilo fue haciéndose más austero y conciso, y de manera especial en el Concierto. Los últimos veinte años de su vida, Manuel de Falla los pasó trabajando en la que consideraba había de ser la obra de su vida: la cantata escénica La Atlántida, sobre un poema del poeta en lengua catalana Jacint Verdaguer, que le había obsesionado desde su infancia y en el cual veía reflejadas todas sus preocupaciones filosóficas, religiosas y humanísticas.

El 28 de septiembre de 1939, después de la guerra civil española y en puertas de la Segunda Guerra Mundial, Manuel de Falla se exilió en Argentina, a pesar de los intentos de los gobiernos del general Franco, que le ofrecen una pensión si regresa a España, vive en su exilio argentino gracias a la ayuda de algunos mecenas, entre ellos la familia Cambó. Vive de forma tranquila en una casa en las montañas, donde su hermana cuida de él, ya que casi siempre estaba enfermo. Finalmente muere en 1946, sin que hubiera podido culminar su última obra. La tarea de finalizarla según los esbozos dejados por el maestro correspondió a su discípulo Ernesto Halffter.

En 1947 sus restos fueron trasladados desde Buenos Aires a Cádiz a bordo del minador Marte. En Cádiz fueron recibidos por su familia, por José María Pemán y por diferentes autoridades eclesiásticas, civiles y militares, entre las que se encontraba el Ministro de Justicia, Raimundo Fernández Cuesta, en representación del Jefe del Estado, General Franco. El cortejo fúnebre se dirigió del muelle a la Catedral, donde se celebró un solemne funeral. Con autorización expresa del Papa Pío XII, los restos fueron enterrados en la Cripta de la Catedral de Cádiz, donde se encuentran actualmente junto a los de José María Pemán.[4]
Es la personalidad mas destacada del momento; con él se llega a la esencia del nacionalismo musical español. Con Falla, de nuevo nuestra musica comienza a tener presencia en el contexto mundial. Gaditano de nacimiento, entre sus obras destacamos: El Amor Brujo y El Sombrero De Tres Picos, impregnadas de folclore andaluz y, posteriormente, El Retablo De Maese Pedro; Y, sobre todo: El Concierto De Clave, donde aparece un Falla mas evolucionado y ascético.
Fuente: http://es.wikipedia.org

29.    Mariano Fortuny Madrazo (Granada, 1871 – 1949)
Pintor y fotógrafo
Su padre, el gran Fortuny Marsal, “una de las dos últimas victorias de España sobre Europa” a decir de Ortega y Gasset, fue responsable junto con su esposa de la introducción de Mariano en una variada actividad artística. Actividad que abarcó la pintura y el dibujo, la creación de telas, lámparas, vestidos, sus innovaciones escenográficas en cuanto a modos de iluminación, sus figurines y escenografías; y como no, su participación en el moderno arte de la fotografía. Una espiritual inquietud por un nuevo arte total, tan cercano al del maestro alemán.
Fortuny Madrazo fue discípulo de su propio tío Raimundo quien se ocupará durante su infancia de su formación artística. El Fortuny joven, tuvo así oportunidad de conocer en su taller a los artistas admiradores y amigos de su padre; Meissonier, Bandry, Tissot, Gérône, y el que fuera fundamental en su vida, Rogelio de Egusquiza. De la mano de éste llegará al teatro y a la música.
Dado lo limitado del espacio disponible y lo extenso de la obra de Mariano Fortuny, nos limitaremos estrictamente al aspecto wagneriano de ésta.

En 1890, contando unos impresionables y receptivos diecinueve años, viaja por primera vez a Bayreuth en compañía de su madre y de su hermana. Al regreso de este viaje, nuestro artista ya es un enamorado del ideal wagneriano, del que como tantos otros, será deudor. Su segundo viaje en 1892 a la meca del wagnerismo, supone la comprensión de la cuestión escenográfica como parte de la clave del drama musical, causándole un efecto inmejorable el nuevo teatro construido con la inestimable ayuda de Luis II de Baviera.
No sabemos con seguridad quién lo introdujo en la técnica del grabado, aunque sus primeros aciertos están fechados de forma ligeramente posterior a los de Egusquiza, e igualmente dedicados al tema de la obra wagneriana. En este momento de su vida creativa, y tras su tercer viaje a Bayreuth en 1893, vive inmerso en el nuevo concepto del arte. Resultado de esta pasión son el aguafuerte “Camino del Grial”, y su pintura “Las muchachas en flor”, alusivo al “Parsifal”, con la que obtuvo en la exposición de Munich de 1896 la medalla de oro. Durante este periodo, destaca también su labor en el temple sobre cartón con títulos como: “Funeral de Titurel”, “Baño de Amfortas” y “Batalla”.
En total realizó 16 grabados dedicados a la obra de Richard Wagner, en ellos no es difícil encontrar las mismas composiciones solucionadas con distintas técnicas. Son como la transposición en blanco y negro, de las que fueron coloristas escenografías tan magistralmente iluminadas.

Fortuny Madrazo pone todo su excepcional dominio de la técnica del grabado, al servicio de la poesía, la filosofía, la música y la genialidad romántica, del gran maestro alemán.
Interesado desde su adolescencia en los adelantos técnicos de la época, estudió las reformas técnicas de la escena en relación con el uso de la electricidad en la iluminación escénica, y su incidencia en el color. Esta actividad le llevó en 1900 a trabajar, por encargo de Giacosa a la sazón director de la Scala de Milán, en los bocetos para la obra “Tristán e Isolda”. Al año siguiente, registró en París un sistema de iluminación escénica por luz indirecta, que perfeccionó entre 1903 y 1907; mientras que al tiempo, en 1905, efectuó la maqueta para el 2º acto de “La Valquiria” dirigido por Appia. Su calidad como técnico e innovador escenógrafo queda de manifiesto con el éxito de su cúpula para Teatro con el sistema arriba citado. Dado lo avanzado de su técnica y el éxito obtenido, se instaló en el teatro Kroll y en el Lessingtheater de Berlin, así como en el Schauspielhaus de Dresde, en el Deutsches Operthaus de Charlottenburg, en el Neue Freie Volksoütire y en el Schauspielhaus, ambos también de Berlin. El reconocimiento a su esfuerzo desde una perspectiva wagneriana le llegará en 1920 al instalar la cúpula Fortuny en el teatro de la Scala para la representación de “Parsifal”. Tras un largo paréntesis de once años dirigió en Roma la escenografía de “Los Maestros Cantores de Nuremberg”, siendo éste su último trabajo wagneriano cara al público.
Fuente: http://archivowagner.info
 
30.    Silverio Franconetti y Aguilar (Sevilla, 1823 – 1889)
Cantaor
Existe cierta discrepancia sobre la fecha de nacimiento de este famoso cantaor. Mientras Demófilo escribe en su biografía que nació el 10 de junio de 1831, el investigador flamenco José Blas Vega[1] ofrece como fechas probables los años 1829, 1831 y 1834. Más recientemente, Daniel Pineda Novo[2] se basa en la partida de bautismo de Silverio para afirmar que nació en Sevilla el día 6 de octubre de 1823.[3]

Sus padres fueron Nicolás Franconetti, natural de Roma y antiguo jefe de la Guardia Valona, y María Concepción Aguilar, natural de Alcalá de Guadaira. Siendo niño su familia se trasladó a vivir a Morón de la Frontera, donde accedió a estudios elementales y comenzó a dedicarse al oficio de sastre en la tienda que regentaban su padre y su hermano mayor. A la temprana edad de 10 años, Silverio frecuentaba las fraguas de los gitanos, donde recibió la influencia de sus cantes, especialmente del cantaor conocido como "El Fillo".

Posteriormente se trasladó a Sevilla y Madrid, donde se dedicó profesionalmente al cante flamenco en una época en la que este arte se encontraba relegado a los más bajos extractos sociales. Silverio fue el precursor de los conciertos flamencos. En esta etapa hizo famosa la ‘seguirilla de Silverio’, una variación de la seguirilla gitana.

En 1855 viajó a Buenos Aires, donde trabajó como picador de toros, y a Uruguay, donde inició una carrera militar que terminó con la graduación de oficial. En 1864 regresó a España, momento en el que el folclorista Demófilo, biógrafo y amigo de Silverio, recogió su actuación acompañado a la guitarra por el maestro Patiño. Según cuenta Demófilo, un Silverio de incógnito fue reconocido por la concurrencia gitana al comenzar a cantar por seguirillas. Teniendo en cuenta los años de ausencia en América, la anécdota da una idea de la originalidad y relevancia de su estilo.[4]

A partir de su regreso de América, Silverio desarrolló su etapa de mayor actividad, dirigiendo y fundando cafés cantantes y contratando a otros artistas para sus locales. Silverio realizó su actividad entre Sevilla, Jerez de la Frontera y Cádiz, ciudad ésta donde se le proclamó como "Rey de los cantaores", según la biografía de Demófilo. Además, consiguió sacar al arte flamenco de su humilde entorno social original y llevarlo a foros distintos. Los días 12 y 19 de mayo de 1866 Silverio actuó en Madrid ante la Corte de Isabel II.

En 1870 dirigió el salón "El Recreo" de Sevilla, y posteriormente, en asociación con Manuel "El Burrero" y Frasquito "El Manga", amplió el local y lo rebautizó como "Café de la Escalerilla". Tras la ruptura con sus socios, fundó en 1881 el "Café de Silverio" en la Cuesta del Rosario de Sevilla, que pronto se convirtió en punto de referencia del Flamenco y lugar de reunión de lo más granado de este arte a finales del siglo XIX: D. Antonio Chacón, La Serneta, Fosforito, Miguel Macaca, Dolores «La Parrala», La Mejorana, etcétera. Tras el cierre del salón, Silverio continuó su actividad como cantaor en solitario hasta su muerte en 1889.
Fuente: http://es.wikipedia.org

31.    Miguel Frías "Miguel de Molina" (Málaga, 1908 – 1993)
Cantaor
Nació en Málaga en 1906, en el seno de una familia humilde. Tan sólo cursó estudios primarios, en el Colegio de los Salesianos, del cual es expulsado. Se unió a una compañía de gitanos “robagallinas” con los que subió a los escenarios de las primeras capitales españolas. Pasó a vender pescado con los pregones que recordaba de la niñez , cantando y bailando en tablaos y compañías de poca monta.

Aprendió a diseñar y confeccionar el vestuario de sus espectáculos y entabló amistad con los personajes más importantes de la época en el mundo del espectáculo: Benavente, Lorca, Rafael de León, Pastora Imperio, La Argentina, Sánchez Mejías...
Cuando se inició la Guerra Civil estaba en Barcelona, desde donde se desplazó a Valencia para actuar en teatros y, más tarde, en el frente, en hospitales... Pronto es tachado de cantante republicano. Actuó en el Rialto. A partir de ese momento, se inicia una persecución sin límites contra su persona rompiendo espectáculos, deteniéndole frecuentemente, hasta terminar con un “paseíllo” al cual sobrevivió.
En 1942 decidió marchar. Se dirigió a Lisboa y embarcó hacia Buenos Aires. Allí, arrojó al mar dos pesetas que le quedaban en el bolsillo. Entró en círculos de gente inteligente y triunfó en la capital bonaerense. Al poco tiempo, llegó de nuevo la persecución a través de la Embajada española y tuvo que salir de la Argentina, empeñando todo lo que poseía.
En 1943 se trasladó a México y se repitió la historia, creándose un frente encabezado por Cantinflas y Jorge Negrete para desprestigiarle. Volvió sin embargo a alcanzar el éxito, pasando a ser primera figura de toda América Latina.
En 1957, y tras el fallecimiento de su madre, regresa a España. Actúa en las fallas valencianas y en Madrid.
A pesar de las ofertas, vuelve a su palacio de Belgrano en Buenos Aires, para retirarse de los escenarios en 1966. Con la llegada de la democracia en España, es reclamado, ofreciéndole la medalla de la Villa de Madrid, una plaza con su nombre y casa en Málaga, la creación de un museo del traje, exhibiendo los que donara para tal fin.
Falleció en Buenos Aires el 4 de Marzo de 1993.
Fuente: http://www.dpm-cultura.org



32.    Ángel Ganivet García (Granada, 1865 – 1898)
Escritor
Nacido en una familia de clase media, su padre muere cuando tiene nueve años. A la edad de diez años, una fractura le lleva a punto de perder una pierna; poniendo en riesgo su vida, se niega a la amputación y, tras años de rehabilitación, consigue no quedarse cojo.

Con retraso por esa convalecencia, inicia sus estudios cursando entre 1880 y 1890 el bachillerato y las carreras de Derecho y Filosofía y Letras, consiguiendo siempre notas de sobresaliente.

En 1888 empieza el doctorado en Madrid; se doctora, con sobresaliente y premio extraordinario, con La importancia de la lengua sánscrita, tras no serle aceptada otra tesis titulada España filosófica contemporánea.

Se presenta a las oposiciones al Cuerpo de Archivos, Bibliotecas y Museos, que gana, y es destinado a la biblioteca del Ministerio de Fomento en Madrid.

Se integra poco a poco en el mundo literario madrileño, asistiendo al Ateneo y a diversas tertulias literarias. Inicia una relación de amistad con Miguel de Unamuno en 1891, cuando estudian juntos para las oposiciones cátedra de griego (que Unamuno conseguiría por Salamanca y Ganivet perdería por Granada).

En 1892 conoce a Amelia Roldán Llanos, de la que se enamora aunque no terminan casándose por razones desconocidas. De su relación, nacen dos hijos: Natalia, que muere al poco de nacer, y Ángel Tristán.

En mayo de ese mismo año, Ganivet gana con el número uno unas oposiciones al cuerpo consular y es nombrado vicecónsul de Amberes, tomando posesión en julio; pasará cuatro años en la ciudad belga. Durante ese tiempo, se desarrolla intelectualmente: lee, aprende idiomas, aprende a tocar el piano y empieza a escribir. Por otro lado, su relación con Amelia se deteriora.

En 1895 es ascendido a cónsul y destinado a Helsingfors (Helsinki). En los dos años y pico que pasa en Finlandia produce la mayor parte de su obra literaria. Su estancia termina cuando el cuerpo diplomático suprimer el consulado por escasa actividad comercial.

Toma posesión del consulado de Riga en 1898. Allí, fruto de una crisis espiritual, sin su mujer, solo, cae en una profunda depresión que lo llevará a suicidarse tirándose al agua desde un barco (tras haber sido salvado en una primera intentona).

33.    Emilio García Gómez (1905 – 1995)
Arabista
Emilio García Gómez, considerado el maestro de los arabistas españoles actuales, nació en Madrid el 14 de junio de 1905, donde cursó estudios de Filosofía y Letras, especializándose en árabe. Posteriormente se doctoró en las universidades de El Cairo y Bagdad y fue el primer director, desde 1932, de la Escuela de Estudios Arabes de Granada. También ha sido director de la revista de investigación literaria sobre lengua árabe "El Andalus".

Es catedrático de Lengua y Literatura Árabe en la Universidad Complutense y director del Instituto "Miguel Asín", del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Es autor de una extensa bibliografía que comprende numerosas ediciones, traducciones y estudios sobre literatura árabe.

En 1930 publicó su libro "Poemas arabigoandaluces", sobre la lírica musulmana, por el que se le reconoció mundialmente como una de las primeras autoridades en la materia. Como traductor es probablemente el primero en nuestro país que vertió al castellano tres obras maestras: "El collar de la paloma", "Todo Ben Guzmán" y "El filósofo autodidacta". Otras obras suyas son "El libro de las banderas de los campeones", "Las jarchas romances" y "Foco de antigua luz sobre la Alhambra".

En 1958 presidió en París el Comité Consultivo de la UNESCO para el Proyecto Mayor Oriente-Occidente. Ese mismo año, Emilio García Gómez fue nombrado embajador de España en Bagdad, y su carrera diplomática prosiguió después en Beirut y Ankara. Es asesor sobre asuntos árabes y forma parte del séquito de los jefes de estado árabes que visitan España.

García Gómez es miembro numerario de la Academia del Reino de Marruecos, de la Real Academia Española de la Historia y de la Academia de la Lengua, y ha sido investido doctor "Honoris Causa" por varias universidades europeas y árabes. Está en posesión de la Legión de Honor francesa y de otros numerosos galardones y premios, como el Internacional Menéndez Pelayo (1988) y el Nacional de Historia (1989).
34.    Federico García Lorca (Fuentevaqueros, 1898 – 1936)
Poeta
Hace casi 60 años, el 19 de agosto 1936, murió uno de los más grandes poetas y dramaturgos de le primera mitad del siglo XX, una de las más famosas víctimas de la guerra civil española. 38 años antes, el mismo año que dos otras grandes figuras de la literatura mundial, el Americano Hemingway y el Alemán Brecht, nació en el pueblo de Fuentevaqueros en la provincia de Granada en Andalucía, Federico García Lorca.

La influencia de su región natal se encuentra en toda su obra, desde las "Primeras Canciones" hasta "La casa de Bernarda Alba", combinación de tradición secular y de modernismo del siglo XX. Un ejemplo de su interés es la Fiesta del Cante Jondo (cante tradicional del Sur de Andalusía) que organizará en 1922 con otro Andaluz, su amigo, el compositor Manuel de Falla, nacido en Cádiz. 11 Años después García Lorca participará en los representaciones de la obra maestra de Manuel de Falla, "El amor brujo", obra muy influencida por la tradición andaluz y española.

En 1914 empieza sus estudios (derecho, filosofía y letras) en la Universidad de Granada. Con su profesor Martín Domínguez Berrueta viaja por toda España y descubre los tesoros culturales del país. Cinco años después, comienza su 'carrera' de estudiante en Madrid (será estudiante aquí hasta 1928). Aquí conoce al gran poeta Juan Ramón Jiménez y al cineasta famoso Luis Buñuel. Aquí nacen sus primeras obras literarias, el "Libro de poemas" y su primera obra de teatro "Mariana Pineda". Durante ese período, intima también con el maestro catalán del surrealismo, Salvador Dalí. Se forma el aspecto moderno de la obra de García Lorca. Crea en 1928 en Granada una revista literaria: "Gallo". No habrá más que dos números, pero armarán mucho ruido en el mundo artístico español. El secundo número contiene por ejemplo un "Manifesto anti-artístico catalán" firmado por... Salvador Dalí.

Después de sus estudios en España, viaja por los Estados Unidos. Allá estudia y da conferencias en la "University of Columbia" en Nueva York. Sale también por Cuba que le impresiona mucho. Los obras de ese período están reunidas en el libro de poemas "Poeta en Nueva York". Al volver en España crea el teatro universitario ambulante "La Barraca" con lo que montan obras de los grandes maestros españoles (Calderón, Cervantes, Lope de Vega,...) por toda España. Durante un viaje por America del Sur, obtiene un verdadero triunfo en Buenos Aires en 1933. En ese momento Federico García Lorca es conocido por todo el mundo y los éxitos siguen los éxitos por sus obras de teatro: "Yerma" será representada más que cien veces.

Federico García Lorca no fué nunca de algún movimiento literario, como el dadaismo de Tristan Tzara y Guillaume Apollinaire o el surrealismo de André Breton y Salvador Dalí. Siempre negó el título de surrealista, aunque algunas características del surrealismo se encontraran en su poesía, como los asociaciones estrañas de palabras. En cambio, no usó la escritura automática como la propuso el teórico del surrealismo André Breton. En eso, se puede comparar Federico García Lorca con el autor francés, nacido en Montevideo, Jules Supervielle, que también siempre rehusó el título de surrealista. Pero, lo dijé, hay también un aspecto tradicional en su obra. Sus temas se inspiran a menudo de la tradición andaluz y española. Un tema que por ejemplo se encuentra en todas sus obras dramáticas mayores ("Yerma", "Bodas de sangre",...) y en una gran parte de su poesía (en el "Cancionero gitano", el "Poema del cante jondo",...). Dos poemas del cante jondo ("De profundis" y "Malagueña") serán utilizados por el compositor russo, Dmitri Shostakovich, en su diecicuarta sinfonía, un ciclo de canciones sobre la muerte. Su más hermoso libro de poemas también es inspirado por la muerte. En 1934 muere en su traje de luces Ignacio Sánchez Mejías, torero muy famoso, amigo del poeta y mecenas del mundo artístico de Madrid, matado por una cogida del toro. Algunos meses después, García Lorca compone el "Llanto por Ignacio Sánchez Mejías".

Desde 1933 Federico García Lorca conoce muchos éxitos. Pero en el mismo período nubes plomizas se forman en el cielo de la política internacional. Desde hace 11 años Musolini gobierna en Italia, y en Alemania ha caído la frágil república de Weimar. El nuevo canciller se llama Adolf Hitler. La primera deflagración de violencia ocurrirá en España.

El 13 de julio 1936, José Calvo Sotelo, líder del partido monárquico "Renovación Española" es sacado de su casa y matado en un camposanto de Madrid. Comienza la insurrección de una gran parte del ejército. Federico Garcia Lorca es de ningún partido político, pero un artista moderno es, por definición (se piensa al concepto del 'arte degenerado'), un enemigo para un régimen autoritario, para ellos que interrumpirán el discurso del rector de la Universidad de Salamanca, Miguel de Unamuno, por gritos "¡Muera la inteligencia! ¡Viva la muerte!". García Lorca huye de Madrid por Granada más tranquila. Después de una denunciación anónima es arrestado por milicias nacionalistas. El 19 de agosto es matado y su cuerpo echado en algún barranco de la Sierra Nevada.

El mismo año también muere el filósofo Miguel de Unamuno, preso en su propia casa, renegado por republicanos y franquistas, solo en el ambiente bárbaro. La guerra civil continuará tres años, causará un milion de víctimas, el exilio de centanas de millares de españoles, de casi toda la 'inteligencia' del país. El compositor y amigo de García Lorca, Manuel de Falla, lleva en 1939 por America del Sur. Morirá 7 años después en Buenos Aires sin ver su país natal de nuevo.
Fuente: users.fulladsl.be

35.    Francisco Giner de los Ríos (Ronda, 1839 –1915)
Filósofo
Nace en la ciudad de Ronda en el seno de una familia acomodada, lo cual le permite acceder a una correcta formación universitaria. Estudió Filosofía en Barcelona y Granada, trasladándose a Madrid en 1863, donde entraría en contacto y recibiría la influencia del profesor Sanz del Río, como se sabe introductor en España del ideario krausista (Karl Christian Friedrich Krause (1781-1832) ); las ideas e influencia del krausismo marcarán para siempre tanto el pensamiento como la obra de Ginerde los Ríos. Obtiene la cátedra de Filosofía del Derecho y de Derecho Internacional de la Universidad de Madrid. Su carácter profundamente crítico, sus modos de enseñar y su ilimitada ilusión docente convertirán a Giner en una de las figuras obligadas del Madrid universitario. No dudará en enfrentarse abiertamentea ciertas ordenanzas atentatorias a la libertad de cátedra que habían sido adoptadas por el Ministro de Fomento, Marqués de Orovio, en 1875.

       Como consecuencia de sus opiniones contrarias a las disposiciones del gobierno es expulsado de su cátedra, junto con amigos y discípulos, buena parte de los cuales compartirán desde ese instante los sueños transformadores de Giner de los Ríos. A raíz de los acontecimientos anteriores, pone en marcha una de las iniciativas que más han marcado la Educación de nuestro país.


Don Francisco en Cercedilla
       Cierto que destacó como jurisconsulto y como pensador, pero será con la fundación de la INSTITUCION LIBRE DE ENSEñANZA cuando salga a relucir el genial pedagogo que Giner llevaba dentro. Desde ese instante y hasta el final de sus días, don Francisco Giner de los Ríos se dedicará en cuerpo y alma a poner en práctica las líneas pedagógicas que definen la Institución: formación de hombres útiles a la sociedad, pero sobre todo hombres capaces de concebir un ideal; coeducación y reconocimiento explícito de la mujer en pie de igualdad con el hombre; racionalismo, libertad de cátedra y de investigación, libertad de textos y supresión de los exámenes memorísticos.En una palabra, una Escuela activa, neutra y no dogmática, basada en el método científico, que abarca toda la vida del hombre y que pretende la formación de hombres completos, abiertos a todos los ámbitos del saber humano. Giner opuso la libertad a la autoridad.

       En 1881 es restituido a su cátedra. La Institución Libre de Enseñanza, bajo la dirección de Giner, continuará su andadura como modelo de calidad de enseñanza, no tardando en adquirir renombre nacional e internacional. Fundaciones de la I.L.E. serán el Museo Pedagógico Nacional, las Colonias Escolares, la Junta para la ampliación de estudios e investigaciones científicas, la Residencia de Estudiantes, la Dirección General de Primera Enseñanza, las Misiones Pedagógicas...




Alumnos en La Colonia agosto 1930

       Esos eran los sueños de Giner y su contribución a la consecución de un país de hombres libres dirigidos por hombres libres y con preparación adecuada. Aunque la nómina de personalidades, alumnos y profesores en algún momento relacionados con la I.L.E. o formados directamente en ella sería interminable, basten los nombres de Azaña, Bestéiro, Ortega, Lorca, Dalí, Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez, Buñuel, Unamuno, o Bosch Gimpera , para comprender la trascendencia que la iniciativa de este rondeño ha tenido en la historia reciente de España.
        Tenemos que recordar en esta página a Antonio Jiménez-Landi , Premio Nacional de Historia, recientemente fallecido (Marzo 1997), que dedicó 40 años de su vida a una grandiosa obra, que ocupa 4 volumenes, La institución Libre de Enseñanza y su ambiente.
       Entre las muchas obras y escritos de Giner de los Ríos destacan Lecciones sumarias de psicología (1874), Estudios sobre educación (1886), Educación y Enseñanza (1889) y Pedagogía universitaria ( 1905)
Fuente: www.colectivoginer.com

36.    José Gómez Ortega "Joselito el Gallo" (Gelves, 1895 – 1920)
Torero
Hijo, hermano y nieto de toreros, de la famosa dinastía taurina de los Gallo, fue considerado en su época un niño prodigio del toreo. Los ganaderos se lo disputaban para los tentaderos. Asistió a la escuela, al aire libre, de La Alameda de Hércules, donde toda los chicos del barrio jugaban al toro. Antes de cumplir 13 años mató un eral y se le impidió matar otro que se consideraba ya muy desarrollado para la edad del niño. Se cuenta que lloró de rabia porque se sentía seguro de poder cumplir con este segundo astado.

Debutó el 13 de junio de 1908 con menos de 13 años de edad, en Jerez de la Frontera, matando becerros de Cayetano de la Riva, junto con José Puerta y José Gárate. De inmediato impactó por su estilo, capacidad de manejo de las dificultades de la lidia y su capacidad de entender las virtudes o limitaciones de los toros que le correspondiesen.


Corte de torero largo en su trazo, poderoso y dominador de todas las suertes, se le consideraba muy capaz con el capote, facultad esta última que continuó mejorando a lo largo de su carrera. Así le describe la enciclopedia de Cossío: "Banderillero de facultades prodigiosas, con una muleta que imponía condiciones a los ejemplares y un matador fácil por su efectividad. Torero completo de los pies a la cabeza".

Su trayectoria de novillero fue dinámica y meteórica. Su mejor año en 1912, cuando debutó en Madrid, el 13 de junio, en la plaza de la carretera de Aragón. Era una corrida de toros y dejó pasmados a todos por su competencia lidiadora. Ese mismo año lo hizo en Sevilla, días después, el 23 de junio. En los dos importantes escenarios alcanzó alturas insospechadas, causando sensación.


 Juventud y madurez
Toma la alternativa con 17 años el 28 de septiembre de 1912 de manos de su hermano Rafael Gómez "El Gallo", a quien también llamasen el Divino Calvo. El toro del doctorado se llamó Caballero y pertenecía al hierro de Moreno Santamaría.

El título lo confirmó en Madrid, ese mismo año, el 1 de octubre, unos días después. También su hermano le cedió los trastos al joven Joselito para que matase al burel bautizado como Ciervo de la ganadería del Duque de Veragua, un ejemplar de la rara pinta, jabonero claro, bien armado y con cara rizada.

Ya de matador de toros empiezan a surgir las competencias en principio, con Bombita, Machaquito, Vicente Pastor, en cierta forma con su hermano Rafael "El Gallo" y posteriormente con el Califa Leonés (de León de los Aldamas, México), Rodolfo Gaona y, desde luego, con su paisano El Pasmo de Triana Juan Belmonte García.

Se formó una trilogía que acaparó la atención popular. Tres reconocidos artistas con disímiles estilos, cuya rivalidad dio margen a una controversia impregnada de pasión.

Hubo temporadas como las de 1914 a 1917, en que la fiesta brilló intensamente y floreció entonces lo que los aficionados taurinos han llamado la edad de oro del toreo. Se convirtieron en esta época Sevilla y Madrid en los escenarios determinantes de las contiendas de Joselito y Belmonte por la atracción que las mismas generaba.

A manera de anécdota se cuenta el pasaje de la despedida de Bombita en Madrid, quien estuvo muy bien, y después de matar a su segundo toro esa tarde se acercó a Joselito para decirle: "Yo ya he terminado mi vida de torero. No me ofrezcas banderillas en el último toro". Joselito hizo caso omiso a la advertencia y en el sexto le ofreció los garapullos no quedándole otra opción al diestro que aceptar el reto, colocando de mala manera las banderillas, lo opuesto a Joselito quien, se dice, colocase un muy buen par.

En su intensa trayectoria Joselito inmortalizó una serie de toros que se recuerdan todavía como lecciones de buen torear, como al toro Almendrito de Santa Coloma en Sevilla, mismo escenario en la que inmortalizó al burel Napoleón. Así también el 30 de septiembre de 1915, en una de las muchas encerronas en solitario que protagonizó, se le concedió por vez primera en la Real Maestranza de Sevilla y tras una inigualable faena, la oreja del toro Cantinero de Santa Coloma (inaugurándose así dicha costumbre), en parte por el recuerdo de su magistral actuación el día anterior ante un toro de Miura. Sentó un precedente que se sigue mencionando hasta la fecha.

Bajó un poco su actividad en 1918 debido, principalmente, a una cornada que le infiriese un toro en Zaragoza; enfermando por esta causa en San Sebastián y tardando en sanar.

Precisamente, la temporada de 1920 la inició en la Real Maestranza el 4 de abril. Después fue a Madrid, en una de las pocas tardes en que no tuvo suerte. Como ocurre en otras profesiones, a los toreros, cuando alcanzan la cúspide, suelen verse circunstancialmente bajo la crítica de detractores, lo que ha ocurrido en muchas oportunidades a otros matadores y a lo que no escapase Joselito a pesar de su reconocida calidad.



Su muerte

La tarde del 16 de mayo de 1920 no figuraba Joselito en la programación de Talavera de la Reina, una plaza de tercera categoría. El cartel original lo integraban Rafael Gómez "El Gallo", Ignacio Sánchez Mejías y Larita. Joselito, enojado por lo que consideraba un trato ingrato por parte de la afición madrileña, había roto su contrato para torear ese mismo día en Madrid. Fue incluido a última hora para el festejo talaverano, en un mano a mano con su cuñado Ignacio Sanchez Mejías, en una corrida apadrinada por su amigo el crítico Gregorio Corrochano. El quinto toro, «Bailaor», pequeño y burriciego (sólo veía de lejos), lo embistió, causándole una cornada en el vientre que le produjo la muerte.

En el medio taurino, acostumbrado entonces a los rumores sobre falsas cogidas, reinó el desconcierto y luego la estupefacción al conocerse la noticia de que un toro había matado a Joselito el Gallo, considerado ya entonces un monstruo sagrado y un genio de la fiesta. Su relevancia quedó ilustrada en el pésame que enviase el gran torero cordobés, ya retirado, Rafael Guerra "Guerrita" a su hermano Rafael Gómez "El Gallo": «Impresionadísimo y con verdadero sentimiento te envío mi más sentido pésame. ¡Se acabaron los toros!»

Nuestra Señora de la Esperanza Macarena vistió de luto por su muerte, por primera y única vez. Desde entonces, es costumbre interpretar en las plazas el pasodoble Gallito (aunque se compuso originalmente en honor de su hermano mayor) cada aniversario de la cogida. Muñoz Seca le dedicó unas quintillas ese mismo año, que menciona Cossío y que se convirtieron en un pasodoble, recientemente descubierto.

Joselito se encuentra enterrado en el Cementerio de San Fernando de Sevilla, donde tiene un mausoleo financiado por suscripción popular y realizado por el escultor valenciano Mariano Benlliure.
Fuente: http://es.wikipedia.org

37.    Aníbal González Álvarez-Ossorio (Sevilla, 1876 – 1929)
Arquitecto
Aníbal González Álvarez Ossorio, nació en Sevilla el 10 de junio de 1876, esta considerado como uno de los principales artífices de la Arquitectura Regionalista. Fue vicepresidente del Ateneo de Sevilla y arquitecto jefe de las obras de preparación de la Exposición Iberoamericana de 1929, aunque no llegó a cumplir su mandato y dimitió en 1926.

Entre sus edificios destacan el Pabellón de la Asociación Sevilla de Caridad, esquina a la calle Arjona, la fachada de la Capilla de los Luises, la capilla del Carmen y la casa de Luca de Tena en el Paseo de la Palmera. Sin embargo todo son obras menores en comparación con los edificios que componen la Plaza de América: el Pabellón Mudéjar (1914), el Pabellón Real (1916) y el Museo Arqueológico (1919) o la Capilla de Ntra. Sra del Carmen (1928) del Puente de Triana. Su obra magna fue la Plaza de España (1929). Cuenta la leyenda que las construcciones para la Exposición del 29 le llevaron a la extenuación física y con ellos a su fallecimiento.

38.    Joaquín Guichot y Parody (Sevilla, 1820-1906 )
Escritor e historiador

Nace en Madrid, hijo de un francés progresista instalado en España en tiempos de la invasión napoleónica y de una malagueña. Ejerció como cronista, escritor y periodista y colaboró con el movimiento que había llevado a los Madrazas, a Amador de los Ríos y a Serafín Estévanez Calderón, entre otros, a investigar y reconstruir la historia de Andalucía.
El rescate de antiguos documentos olvidados y el estudio de las manifestaciones artísticas de los diferentes pueblos que poblaron el sur de la Península Ibérica darían sus frutos en éste, su Cicerone del viajero en Sevilla: breve noticia histórico-descriptiva de las curiosidades arqueológicas, monumentales y artísticas que encierra la ciudad. Compendio de la cultura sevillana, fue escrito con la intención de recobrar la identidad de esta ciudad, reavivando y perpetuando su pasado.
39.    Jorge Guillén Álvarez (Valladolid, 1893 – 1984)
Poeta
Nació en Valladolid en 1893. Padre del escritor y académico Claudio Guillén. Su vida transcurre paralela a la de su amigo Pedro Salinas, a quien sucedió como lector de español en La Sorbona desde 1917 a 1923. Fue también catedrático de las universidades de Oxford (1929-1931). Exiliado, se establece en los Estados Unidos y prosigue allí su docencia universitaria. Al jubilarse reside en Italia, donde contrae segundas nupcias. Después se traslada a Málaga. En 1976 se le concede el premio Miguel de Cervantes, máximo galardón para escritores de lengua española. Muere en Málaga en 1984.

Hijo Predilecto de Andalucía, 1983

 Análisis de su obra  [editar]Por su inclinación a la poesía pura, algunos críticos lo consideran el discípulo más directo de Juan Ramón Jiménez. Guillén se introduce tardíamente en el terreno literario: a los treinta y cinco años publica su primer libro, Cántico, que será ampliado en diversas ediciones.

Cántico fue editado por primera vez en 1923 en la Revista de Occidente y constaba sólo de 75 poemas. La versión final, publicada en 1950 en Buenos Aires, tiene 334 poemas divididos en cinco partes: «Al aire de tu vuelo», «Las horas situadas», «El pájaro en la mano», «Aquí mismo» y “Pleno ser”. En esta obra exalta el goce de existir, la armonía del cosmos, la luminosidad, plenitud del ser y la integración del poeta en un universo perfecto donde muchas veces se funden amada y paisaje. El optimismo y la serenidad presiden los diferentes poemas que componen el libro.

A causa de la experiencia de la Guerra Civil española, en su siguiente libro poético, Clamor, Guillén toma conciencia de la temporalidad y da entrada a los elementos negativos de la historia: la miseria, la guerra, el dolor, la muerte... Si Cántico es el agradecimiento del poeta por la perfección de la creación, en Clamor se cuartea la creencia en la perfección del cosmos. Sin embargo, no es un libro angustioso o pesimista pues en él domina el deseo de vivir. Esta obra se compone de tres volúmenes Maremágnum (1957), cuyo núcleo central -«Luzbel desconcertado» y «La hermosa y los excéntricos»- presenta la falta de armonía; Que van a dar en el mar (1960), donde desarrolla la idea de la continuidad que proporciona la muerte, y A la altura de las circunstancias (1963), donde aparece la lucha por restablecer el equilibrio.

Homenaje fue publicado en 1967. Como indica su título, Guillén exalta a personas destacadas del mundo de las artes y las ciencias usando las técnicas del monólogo dramático y del retrato.

Con Aire nuestro tituló la compilación de sus tres grandes libros de poesía hasta 1968. Todavía publicaría Y otros poemas (1973) y Final (1982).
Fuente: www.es.wikipedia.es


40.    Blas Infante Pérez (Casares, 1885 – 1936)
Padre de la patria andaluza
Político andaluz. Realizó sus primeros estudios en su malagueña localidad natal, pero en 1896 se trasladó a Archidona como alumno interno del Colegio de los Escolapios, donde permaneció hasta finalizar el bachillerato en 1900. Se matriculó por libre en la Universidad de Granada y obtuvo la licenciatura en derecho en 1906 y tres años más tarde ganó las oposiciones para notario. Recién graduado, empezó a frecuentar el Ateneo de Sevilla, donde escuchó un discurso nacionalista pronunciado por Mario Méndez Bejarano, que significó el comienzo de su reflexión andalucista, cuya primera manifestación fue «El ideal andaluz» (1915). Un año más tarde rompió con el Ateneo y organizó los Centros Andaluces, que en 1918 convocaron a la asamblea de Ronda, en la cual se restituyó la bandera nacional andaluza, se elaboró un himno y se envió un alegato a la Sociedad de Naciones. Tras la asamblea realizada en Córdoba el año siguiente, redactó el «Manifiesto andalucista», más radical que el surgido de Ronda. Se presentó como candidato por Democracia Andaluza en 1919, pero, durante la dictadura de Primo de Rivera, los Centros Andaluces fueron clausurados y se refugió en Madrid durante nueve meses.
Regresó a Andalucía para hacerse cargo de la notaría de Isla Cristina, en Huelva, donde se dedicó a investigar las raíces culturales andaluzas, parte de las cuales expuso en «Orígenes de lo flamenco y secretos del cante jondo». De vuelta a la política, fue candidato por República Revolucionaria Federal Andaluza, que quedaría en segundo lugar, y fue acusado de complot; en descargo de esa acusación, escribió su célebre «La verdad sobre el complot de Tablada» y el «Estado Libre de Andalucía». Durante la segunda República los Centros Andaluces fueron sustituidos por las Juntas Liberalistas de Andalucía. En julio de 1936 fue nombrado presidente de honor de la Junta Regional pro Estatuto, pero el 19 de ese mes Queipo de Llano ordenó su detención, y fue fusilado la madrugada del 11 de agosto.


41.    Mateo Inurria Lainosa (Córdoba, 1867 – 1924)
Escultor
Nace en Córdoba el 25 de marzo de 1867, comenzó sus estudios en la Escuela de Bellas Artes de Córdoba, creada y dirigida por Rafael Romero Barros, padre de Julio Romero de Torres, continuándolos en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando en Madrid.
La primera obra escultórica que envió a la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1890, titulada "Un náufrago", un desnudo de hombre a tamaño natural, asido a un madero, resultó tan impresionante su realismo que se le acuso de ser un simple vaciado.
Con su obra "La edad de bronce", adquirida después por suscripción popular con destino al Museo Provincial de Bellas Artes de Córdoba, Inurria demostró que sabía modelar como nadie.
En la misma línea, de realismo, que las anteriores obras obtendría una Segunda Medalla en la Nacional de 1895 la escultura de "Lucio Anneo Séneca". En la Nacional de 1899 volvería Inurria con otra obra fuertemente realista de contenido social, alto-relieve de grandes dimensiones titulada "La mina de carbón", con ella obtendría una Primera Medalla.
Una etapa decisiva para el escultor cordobés fue el viaje que realizó por toda Francia e Italia. Toma contacto con toda la estatuaria de la edad clásica, medieval, renacentista, egipcia, bizantina y de los siglos XVIII y XIX.
Vuelve a España impregnado de idealismo, se traslada a su ciudad natal, donde vivirá quince años alternando su trabajo de profesor de la Escuela de Artes y Oficios, la restauración de la Mezquita y las excavaciones de Medina Azahara. Su concepción de la escultura ha cambiado y prueba de ello es una producción de línea idealizadora en cuatro grupos, desnudos femeninos, esculturas religiosas, los bustos retratos y el grupo de los monumentos.
La obra cumbre del grupo monumental ésta dedicada al Gran Capitán, que en 1920 había obtenido la Medalla del Honor de la Exposición Nacional de Bellas Artes, hasta ese momento en la larga historia de la estatuaria ecuestre occidental, se había olvidado la entidad del caballo, para esculpir pesados caballos percherones, casi más de tiro que de montura. Mateo Inurria hizo cabalgar al Gran Capitán sobre un fino caballo andaluz.
Fue Mateo Inurria un escultor que supo romper la rutina en la que había caído la escultura nacional en los últimos años del siglo XIX y comienzos del XX.
Falleció repentinamente el 21 de febrero de 1924.
42.    Dolores Jiménez Alcántara "Niña de la Puebla" (Puebla de Cazalla, 1909 – 1999)
Cantaora
Dolores Jiménez Alcántara "Niña de lo Puebla", nacida en La puebla de Cazalla (Sevlla), hizo del cante su vida profesional comenzándola a la tempranisima edad de 10 años. Un solo cante fue suficiente para hacerla famosa y admirada en toda España. "En los pueblos de mi Andalucía", campanilleros. Con él llenó muchas años de canción andaluza y la propagó por España e Ibero América.

La Niña de la Pueblo ha destacado —aporte sus companilleros— en tonadillas, fandangos y malogueñas. Es una cantaora de ritmo compás, y en sus discos hay Cantes por soleá, seguiriyas, malagueñas, villancicos, tarantas, granainas, etc. Ha formado parte de las más importantes compañías de espectáculos flamencos. propagando el sentimiento andaluz o través de su cante y mereciendo el reconocimiento general más allá de nuestros Fronteras.

43.    Juan Ramón Jiménez (Moguer, 1881 – 1958)
Escritor
Juan Ramón Jiménez Mantecón nace en Moguer (Huelva) el 23 de diciembre de 1881, a las 12 de la noche, según consta en el Registro Civil de Moguer, libro 15, folio 76 vuelto, número 192. Su nacimiento se produce en la casa de sus padres, sita en la calle de la Ribera, esquina con la calle de las Flores. Al poeta siempre le gustó decir que había nacido el día 24 y fue el tercer hijo del matrimonio formado por Víctor Jiménez Jiménez y Purificación Mantecón López-Parejo.
La infancia de Juan Ramón transcurre por viñas, olivares y pinares, y por las bodegas, huertos y corrales de Moguer. Infancia vivida en contacto casi permanente con la naturaleza, escasa de juegos, rica de soledad y rodeada por el bienestar y los cuidados que le prodigaba su familia. Juan Ramón guarda pocos recuerdos de su primera casa, como queda reflejado en la carta escrita a "Caracola" de Málaga, pues a los pocos añosse trasladan a la calle Nueva, a una casa que había mandado construir su tío Gregorio y que éste nunca ocupó. Esta segunda casa (hoy día Casa-Museo) es la que mayores y mejores recuerdos tiene para el poeta, como queda reflejado en buena parte de su obra.
A Juan Ramón le afectó el enorme cambio que se produjo en su vida por este internamiento, la falta de libertad, la disciplina y verse alejados de sus padres y hermanos, de los que recibía todo el cariño. Aunque mantuvo siempre algunos buenos recuerdos, sobre todo por las travesuras vividas junto a Fernando Villalón, sus evocaciones sobre esta etapa de su vida, no son muy gratas.

Es en este Colegio donde se manifiestan sus primeras inclinaciones artísticas como queda reflejado en sus libros y cuadernos, con algunos poemas y dibujos. El ambiente y las lecturas religiosas dejan también huella en él, especialmente la "Imitación de Cristo", de Tomás de Kempis, que le produce una honda impresión, que recordará toda su vida.

En 1894, 1895 y 1896 se examina de los cursos correspondientes, obteniendo a su vez buenas calificaciones y en ese último año obtiene el Título de bachiller y regresa a Moguer.

Ese verano de 1896 será feliz para el poeta que se enamora por primera vez e inicia un noviazgo con Blanca Hernández-Pinzón Flores, próxima a su familia pues Victoria, su hermana, era novia de José Hernández-Pinzón, hermano de ella. queda reflejado en sus libros y cuadernos, con algunos poemas y dibujos.
Los meses de septiembre y octubre de 1946 los pasaron Zenobia y Juan Ramón descansando en el Washington Sanitarium and Hospital, de Takoma Park. El poeta había pasado el verano algo abatido y pensaron que su estancia allí le resultaría beneficiosa. Por ese tiempo compraron una casa en Riverdale, aunque no se mudaron a ella hasta noviembre de 1947. Era una casita sencilla, de dos pisos, con un pequeño porche y una buhardilla donde Juan Ramón podía guardar sus montones de libros y papeles. Sobre el césped que la rodeaba se erguían docenas de olmos y robles. Allí escribió Juan Ramón su libro inédito Los olmos de Riverdale.
En agosto de 1948, la revista Anales de Buenos Aires invitó a Juan Ramón a dar una serie de conferencias en la Argentina. El viaje resultó una sucesión ininterrumpida de emociones. Fue recibido con un cariñoso flamear de pañuelos y gritos de alegría de los jóvenes, y por el fervor unánime de un grupo de escritores argentinos y españoles que les esperaban en el puerto. Juan Ramón leerá cuatro conferencias en el teatro Politeama, de Buenos Aires. La presencia y la palabra del poeta, recibidas siempre con cálido aplauso, se extendió a otras ciudades: Córdoba, La Plata, Rosario, Santa Fe y Paraná. Durante este viaje, Zenobia y Juan Ramón pasaron una semana en Montevideo, donde el poeta leyó, en el teatro Solís, dos conferencias, y donde el Senado uruguayo celebró una sesión especial para tributarle un sentido homenaje. En Buenos Aires ofreció Juan Ramón una lectura de poemas de Animal de fondo, el libro que había comenzado a escribir a su salida de Riverdale. En noviembre regresaron a los Estados Unidos.

A su regreso de la Argentina, Juan Ramón había recobrado la salud, se sentía optimista respecto al porvenir y se mostraba interesado en realizar nuevos proyectos. Traía el compromiso de entregar a un editor español el primer tomo de su obra completa, un libro inédito a Pleamar, de Buenos Aires, y tres más de Losada, que para entonces había reimpreso todos los de su segunda época. Empezó a trabajar en todos esos libros al mismo tiempo, sin advertir que su salud podía resentirse por su total dedicación, y llegó a ver publicado Animal de fondo, pero de repente sufrió una grave recaída. Posiblemente, la confrontación de que la tarea que se había propuesto excedía a sus fuerzas y requería más tiempo del calculado, exacerbó su neurosis, hundiéndole en una prolongada depresión. En agosto de 1950, Juan Ramón ingresó en el Washington Sanitarium and Hospital, de Takoma Park, Maryland.

Los esposos habían pensando volver ese año a la Argentina. Juan Ramón estaba invitado a leer conferencias en Puerto Rico, Chile, Brasil, Perú, Guatemala, Colombia y Méjico. Tan bellas expectativas no le ayudaron a vencer su decaimiento. Durante el otoño, Zenobia empezó a pensar en la posibilidad de un viaje a Puerto Rico, imaginando que el viaje por el mar y el volverse a encontrar en un país de habla hispana devolverían a Juan Ramón la salud perdida. En noviembre desembarcaron en San Juan. Los médicos del Hospital Presbiteriano que reconocieron al poeta diagnosticaron padecimientos nerviosos que requerían tratamiento adecuado. Tras descansar algunos días al aire libre, los esposos regresaron decepcionados a Riverdale.

Antes de acabar el año el poeta volvió al Washington Sanitarium. Las últimas semanas de enero de 1951 las pasó internado en el Ugene Leland Memorial, hasta ser trasladado al pabellón psiquiátrico del hospital George Washington. La falta de tiempo para atender a Juan Ramón, y la diversidad de sus ocupaciones y la celeridad con que debía resolverlas diariamente hicieron que Zenobia empezara a derrumbarse moral y físicamente. Mientras Juan Ramón no mejoraba, Zenobia seguía pensando en volver a Puerto Rico o a otra parte donde él pudiera reponerse. En marzo de 1951, los esposos regresaron definitivamente a Puerto Rico. Se instalaron en una pensión del barrio del Condado, donde vivían otros exiliados y donde no faltaban bueno médicos, médicos españoles en los que Juan Ramón confiaba plenamente. En agosto Zenobia empezó a trabajar en la Facultad de Estudios Generales de la Universidad de Puerto Rico, y días después el matrimonio de mudó al Sanatorio Psiquiátrico Insular, donde el doctor García Madrid, que atendía a Juan Ramón, había habilitado un pabellón para vivienda de los tres. Juan Ramón empezó a mejorar lentamente.

En noviembre de ese año 1951 los doctores diagnosticaron a Zenobia un cáncer de matriz. Se operó en Boston el 31 de diciembre en el Massachussets General Hospital, y tras una semana de convalecencia en el Women´s City Club, regresó al lado de Juan Ramón el 1 de febrero. Juan Ramón pareció sanar de repente de todos sus males, pero en seguida recayó, y hasta agosto no acabó de sentirse totalmente curado. Reanudó su vida intelectual leyendo sendas conferencias en la Universidad de Puerto Rico y en la Escuela de Medicina, y colaborando en las revistas La Torre y Asomante. En agosto de 1953, los esposos se mudaron a una casita de dos plantas en la barriada de Floral Park, de Hato Rey. Casi al mismo tiempo, Juan Ramón comenzó a dictar un curso sobre el modernismo en la Universidad. Alternaba ese trabajo con la tarea de escribir nuevos poemas y ordenar y corregir los ya publicados. Estaba terminando Dios deseado y deseante, y preparaba tres nuevos libros: En el otro costado, Una colina meridiana y De ríos que se van. Reanudó también su colaboración con revistas y periódicos americanos, y empezó a enviar versos y prosas a las revistas de España que se los solicitaban.

En marzo de 1953, la Universidad de Puerto Rico había celebrado el cincuentenario de su fundación inaugurando una magnífica biblioteca. Juan Ramón se sumó a la efeméride donando la suya completa: más de seis mil volúmenes. Dos años después, la Universidad agradeció tan generosa donación cediendo al poeta y a su esposa una gran sala para que sirviera de lugar de trabajo y a su muerte quedara convertida en centro de investigación encargado de honrar su memoria y custodiar los libros donados por Juan Ramón. Esa sala fue bautizada, por deseo del poeta, con el nombre de Sala Zenobia-Juan Ramón Jiménez.

Durante el primer semestre de ese año de 1953, el cáncer obligó a Zenobia a someterse a sesiones de rayos X. Al comenzar 1954, Zenobia volvió a recaer, y Juan Ramón sufrió una nueva depresión, tan grave que a veces rompía a llorar. desesperado. Al llegar el otoño, una nueva recaída le llevó de nuevo a los hospitales: primero al Hospital Municipal de Río Piedras, y después a Auxilio Mutuo. Al comenzar 1955, como la mejoría no llegaba, fue trasladado a la Clínica Psiquiátrica de Hato Tejas, cerca de su casa. A mediados de febrero recayó de nuevo, y con él Zenobia. Convencida de que volver a su tierra y reencontrarse con sus familiares y con su lengua devolverían a Juan Ramón la salud perdida, Zenobia empezó a pensar en un eventual regreso a España.

El año 1956 empezó para los esposo con buenos augurios. Juan Ramón parecía calmado y contento, y Zenobia, mejorada y deseosa de vivir. Pero antes de acabar febrero Zenobia volvió a recaer. Al mes siguiente, los doctores confirmaron la reaparición del cáncer. Intuyendo que esta vez el mal no podría ser atajado se desesperaba Zenobia, pensando que no conseguiría terminar la Tercera antolojía del poeta, comprometida con un editor de Madrid. En junio voló a Boston, para someterse a un severo reconocimiento en el Massachussets General Hospital. El diagnóstico no pudo ser peor. Tal vez no lograría sobrevivir mucho tiempo. Sólo tras recuperarse de las terribles heridas que le habían producido las prolongadas sesiones de rayos, podría esperar el milagro de una nueva intervención que le devolviese la vida por unos años más. En septiembre, volvió a Boston. Allí se desvanecieron todas las esperanzas. Su muerte era sólo cuestión de tiempo: unas semanas, quizás unos meses. Regresó a Puerto Rico y fue internada en la Clínica Mimiya, de Santurce. Casi al mismo tiempo va a llegar a la isla Francisco Hernández-Pinzón Jiménez, el sobrino predilecto de Juan Ramón, llamado a Puerto Rico por Zenobia para que se ocupe del poeta en los días que sigan a su muerte. El 25 de octubre, la Academia Sueca concedió a Juan Ramón el Premio Nobel de Literatura. El 28 murió Zenobia. Su cuerpo se expuso, cubierto de flores amarillas, en la Sala que llevaba el nombre de los esposos, en el mismo sitio donde ella solía sentarse a ordenar los papeles del poeta. El 29 sus restos recibieron cristiana sepultura en el cementerio de Porta Colei, de Bayamón, cerca de San Juan.

Tras las honras fúnebres por el alma de su mujer, Juan Ramón se encerró en una habitación de su casa para vivir en la oscuridad con su dolor y su tristeza. Se negó a comer, descuidó su higiene personal, se aisló de todo el mundo. Desnutrido y en un estado verdaderamente lamentable, en agosto de 1957 fue ingresado en el Hospital Psiquiátrico de Hato Tejas. Un mes después, volvió, de nuevo, a la Universidad. En febrero de 1958, el poeta sufrió una aparatosa caída y se fracturó la cadera derecha. Operado, para colocarle una férula de acero, se restableció con rapidez, pero no volvió a andar. La familia, encarnada de nuevo en su sobrino Francisco Hernández-Pinzón, y atenta a los deseos de Zenobia, trata de traerlo a España. En los últimos días de mayo, Juan Ramón cayó enfermo de bronconeumonía, con síntomas alarmantes. Trasladado a la Clínica Mimiya, de Santurce, no respondió al tratamiento de choque que se le impuso. El 29 de mayo la vida de Juan Ramón se apagó para siempre. Los cuerpos de Zenobia y Juan Ramón, acompañados de su sobrino Francisco Hernández-Pinzón y de su fiel enfermera, Mª Emilia Guzmán, llegaron al aeropuerto madrileño de Barajas. Después de unas breves paradas en la plaza de Neptuno y ante el colegio de Nuestra Señora de Loreto, en la calle O´Donnell, donde residía su sobrina Victoria, continuaron su viaje hacia Moguer, parando en Sevilla, donde sus cuerpos fueron expuestos en la Universidad. Finalmente el 6 de junio recibieron sepultura en Moguer.
Fuente: www.juanramonjimenez.com

44.    Victoria Kent Siano  (Málaga, 1898 – 1987)
Abogada y política
En una época en la que las mujeres apenas tenían intervención en la vida pública española, Victoria comenzó a romper las barreras al estudiar Derecho en la Universidad de Madrid, hacerse abogada (fue la primera mujer en ingresar en el Colegio de Abogados de Madrid en 1924, en plena dictadura de Primo de Rivera) y asumir la defensa de Álvaro de Albornoz ante el Tribunal Supremo de Guerra que le juzgó en 1930 por firmar un manifiesto republicano (fue la primera mujer del mundo que ejerció como abogada ante un tribunal militar).

Tras proclamarse la Segunda República (1931) se presentó a las elecciones por el Partido Radical Socialista y obtuvo un escaño de diputada en las Cortes constituyentes. El gobierno de Azaña le nombró directora general de Prisiones (1931-34), cargo desde el cual introdujo reformas para humanizar el sistema penitenciario: mejora de la alimentación de los reclusos, libertad de culto en las prisiones, ampliación de los permisos por razones familiares, creación de un cuerpo femenino de funcionarias de prisiones.

Paradójicamente, a pesar de sus convicciones democráticas y feministas, Victoria Kent se opuso a la concesión del derecho de voto a las mujeres, pues creía que lo emplearían en un sentido conservador; y sostuvo una polémica al respecto con otra representante feminista en las Cortes republicanas, Clara Campoamor.

45.    Rafael Lasso de la Vega, “Marqués de Villanova” (Sevilla, 1890 –1959)
Poeta y escritor

46.    Rafael de León y Arias de Saavedra (Sevilla, 1908 – 1982)
Letrista
Nació, Rafael de León y Arias de Saavedra, en Sevilla el 6 de febrero de 1908 en el seno de una familia de alta burguesía. En la misma ciudad y en la misma calle donde unos años antes había nacido otro gran poeta, Manuel Machado.

Fue el primogénito del matrimonio de José de León y Manjón y de María Justa Arias de Saavedra y Pérez de Vargas, condes de Gómara. Fue bautizado en la iglesia de la Magdalena, y le fueron impuestos los hombres de Rafael María, José, Jerónimo, Doroteo, Alberto, Melchor.

Desde niño estudió en colegios privados de órdenes religiosas, en 1916 ingresa en el internado del colegio jesuita "San Luis Gonzaga" del Puerto de Santa María (Cádiz), y en 1926 ingresó a la Universidad de Granada para iniciar sus estudios de Derecho, trabando amistad allí con Federico García Lorca, cuyo estilo poético marcó toda su carrera. (Aunque no se conoce que haya ejercido nunca su título. Vivió de las rentas dejadas por sus padres).

En el año 1931 con la caída de la monarquía, se instala en España la II República, y el joven Rafael no parece que la recibe con hostilidad, a pesar de su procedencia de linajes propicios a la monarquía. Lo que sí quedó claro y se trasluce a través de su obra poética, la distancia crítica con la que observa al mundillo de la nobleza. Se cuenta de él -aunque no está bien confirmado- que llegó a escribir un himno a la República.

La obra poética de Rafael de León, está dividida en dos grandes apartados: poesías propiamente dichas, y letras para canciones. En casi toda su obra, inspirada en ambientes muy típicos de Andalucía, se refleja el gracejo popular andaluz.

Colaboró con el letrista Antonio García Padilla, alias "Kola", -padre de la conocidísima actriz y cantante Carmen Sevilla-, y de aquella relación surgieron algunas canciones conocidas.

Años más tarde repetiría con el autor teatral Antonio Quintero; y con los letristas Xandro Valerio y Ochaíta; los cuales co-firmaron muchas letras de canciones y algunas poesías con Rafael de León. También colaboró con Salvador Valverde, un poeta de calidad nacido en Buenos Aires en el 1895 y muerto en esa misma capital en el 1975.

Mientras cumplía el servicio Militar en Sevilla, conoció a Conchita Piquer, mientras ella actuaba en el Teatro Lope de Vega. Esta conocida intérprete de la canción andaluza/española, puso voz a muchas de sus mejores creaciones de letras de canciones.
Al año siguiente, 1932, Rafael de León se traslada a Madrid bajo la influencia del gran músico sevillano Manuel Quiroga, que junto con el autor teatral Antonio Quintero, llegarían a formar el prolífico trío "Quintero, León y Quiroga" con el que tienen registradas más de cinco mil canciones.

Al comenzar la guerra civil española, Rafael de León, que se encontraba en Barcelona, es encarcelado allí, como tantos otros del mundo de la farándula, toreros, cantantes, etc. acusado de monárquico o derechista. Y allí en la cárcel, quizás para hacer valer su condición de neutral o tal vez de simpatizante de la causa republicana; quizás por estricto sentido de la verdad, declara tener una buena amistad con destacados poetas republicanos como León Felipe; Federico García Lorca y Antonio Machado.

Durante los años de posguerra, de nacionalismo a ultranza y bloqueo internacional, practicó un género muy influenciado del tipismo andaluz y que dio en llamarse "folklore español". El régimen dictatorial acogió de mil amores este género que ensalzaba con arte y exageración todo lo español. Es de aquella época triste y gris para la mayoría de los españoles, cuando el poeta-letrista empieza a colaborar con los guiones de una cinematografía ramplona e impregnada también de un excesivo ensalzamiento del españolismo que tanto gustaba a la España oficial.

Años más tarde, con la llegada del aperturismo, cae la barrera del aislamiento cultural y otros aires musicales invadieron España, muchos jóvenes aceptan la nueva corriente musical extranjera y parecen desconocer casi toda la música española e hispanoamericana y con ella el conocido estilo de la copla y de la canción andaluza que tan bien había representado el sello "Quintero, León & Quiroga". Rafael de León comenzó a ser olvidado, como muchos otros intérpretes de la música de su tierra. Falleció en la ciudad de Madrid, el 9 de diciembre de 1982, sin el real homenaje de cariño y reconocimiento a su obra.



47.    Alejandro Lerroux García (La Rambla, 1864 – 1949)
Político
Lerroux García, hijo de un veterinario militar, comenzó la carrera de las armas, pero la abandonó enseguida. Se licenció en Derecho, y desde su juventud militó en los partidos republicanos, siguiendo a Manuel Ruiz Zorrilla. Se dedicó al periodismo, desarrollando un estilo agresivo y populista; dirigiría varias publicaciones, entre ellas El País, El Progreso, La Publicidad, El Intransigente y El Radical. Varias veces detenido y preso, impenitente duelista a la usanza romántica, se estableció en Barcelona, donde fue nombrado director del diario La Publicidad. Con sus campañas, duramente anticlericales y populistas, se ganó al ambiente obrero, y llegó a ser llamado el Emperador del Paralelo, sector barcelonés de alegre vida nocturna. Las campañas de su periódico produjeron disturbios de carácter antimilitarista y anticatalanista, contrarrestados por fuertes reacciones de otros sectores opuestos.

Electo diputado por primera vez en 1901 por la Unión Republicana, entre cuyos fundadores se había contado, repitió en 1903 y 1905, hasta que el cofundador Nicolás Salmerón abandonara el partido para incorporarse a la coalición Solidaridad Catalana en 1906; Lerroux decidió entonces separarse, descontento con el creciente nacionalismo catalán, para lo que formó en 1908 el Partido Republicano Radical.

La condena contra uno de sus artículos lo llevó por primera vez al exilio en 1907; volvería a abandonar el país escapando de las represalias gubernamentales tras la Semana Trágica de Barcelona en 1909. A su regreso ingresó en la Conjunción Republicano-Socialista, y recuperó en 1910 su escaño de diputado; sin embargo, los escándalos de corrupción que se sucedieron lo alienaron de su electorado barcelonés, y en 1914 la falta de apoyo lo llevó a presentarse en Córdoba. Participó en política aún durante la dictadura de Miguel Primo de Rivera, aún cuando la secesión de los Radical-Socialistas de Marcelino Domingo en 1929 debilitó su partido; formó parte del comité revolucionario que preparó el derrocamiento de Alfonso XIII, y participó en la proclamación de la Segunda República Española en 1931.

Apoyó las reformas del gobierno de Manuel Azaña durante su primer bienio, y como ministro de Estado formó parte de la coalición de izquierda que apoyó a éste. Sin embargo, se aproximó a las posiciones de la derecha y en 1933 pactó con los conservadores que obtuvieron el poder. Entre 1933 y 1935 ocupó tres veces la cabeza del gobierno, además de carteras en Guerra (1934) y Estado (1935). Su definitivo derrumbe político vendría dado por su implicación en el escándalo del estraperlo, que motivó su alejamiento de la coalición gobernante. No obtuvo éxito en las elecciones de 1936, y se exilió en Portugal al inicio de la Guerra Civil Española. Regresó a España en 1947, habiéndose reconciliado con los líderes del alzamiento militar del año 1936.
Fuente: http://es.wikipedia.org
48.    Antonio Machado Ruiz (Sevilla, 1875 – 1939)
Poeta
Poeta español nacido en Sevilla en 1875 y fallecido en Collioure, Francia, en 1939.
Doctor en Filosofía y letras, fue catedrático de francés en los Institutos de Soria, Segovia, Baeza y Madrid. En 1927 fue elegido Académico de la Real Española, cuyo discurso de ingreso no pronunció nunca.
Está considerado como uno de los grandes poetas de la lengua castellana. Su vasta obra poética se caracteriza por la sencillez y precisión en el lenguaje. Cantó a la tierra, al mar, a los olivos, y en diversos tonos a la gloria del amor. En su poesía se refleja la visión dolida de su patria y la recreación de la belleza que encierran las pequeñas cosas.
Entre sus obras publicadas se destacan «Soledades, galerías y otros poemas» en 1903, «Campos de Castilla» en 1912, «Nuevas canciones» en 1925 y «La guerra» en 1938.
Fuente: http://amediavoz.com

49.    Manuel Machado Ruiz (Sevilla, 1874 – 1947)
Poeta
Primeros años
Manuel era hijo de Antonio Machado Álvarez, conocido folclorista sevillano de sobrenombre «Demófilo» y de Ana Ruiz. Su hermano fue otro poeta de talla similar y de trayectoria paralela: Antonio Machado.

De su padre heredó el amor a lo auténtico del carácter popular andaluz. También su infancia debió transcurrir, como versa su hermano Antonio, en un patio de Sevilla, en donde habría un alegre huerto con -al menos- un limonero, en el seno del Palacio de las Dueñas, en donde su padre trabajaba como administrador de la ilustre casa ducal de Alba. Pero cuando Manuel tenía 9 años, Sevilla se les había quedado pequeña y hubo que buscar fortuna en la capital de España.


 Juventud
La familia se trasladó a Madrid y allí fue donde desarrolló lo importante de sus estudios que llegaron hasta la licenciatura de Filosofía y Letras. A partir de esos años, la familia Machado volvería a Sevilla en muy escasas ocasiones pero lo sevillano y lo andaluz siempre fue para él una referencia viva, aunque distante, por la nostalgia y el amor que derramaban sus padres hacia la tierra que les vio nacer.

En Madrid, el joven Manuel empieza a dar a conocer sus primeras poesías y colabora en diversos proyectos de la vida literaria madrileña junto con escritores como Francisco Villaespesa y Juan Ramón Jiménez.


Madurez
Con el transcurrir de los años, llegó a ser director de la Hemeroteca y Museo Municipal. Creó varias revistas literarias de escasa duración, y colaboró en periódicos diarios de Europa y América.

Contribuyó fervientemente a la poesía modernista, entendida en su vertiente más colorista, decadente y cosmopolita, dándole un matiz andalucista que hace de su poesía algo único.

A menudo se ha contrapuesto esta vertiente modernista a la Generación del 98.

En el año 1938 —en plena guerra civil— fue designado para ocupar un sillón en la Real Academia Española.


Colaboración con su hermano
Manuel y Antonio, dos poetas hermanos que despuntaban en aquel Madrid de principios del siglo XX, llegaron a colaborar en la creación teatral, siempre impregnada de situaciones que recordaban al típico ambiente andaluz. La obra cumbre de su creación teatral es, sin duda, «La Lola se va a los Puertos», de la cual se han hecho un par de versiones cinematográficas.

Otras obras teatrales en cooperación fraternal fueron: «La duquesa de Benamejí» , «La prima Fernanda» , «Juan de Mañara» , «Las adelfas» , «El hombre que murió en la guerra» , «Desdichas de la fortuna o Julianillo Valcárcel». Después, los dos hermanos poetas se encaminan por senderos separados que les conducen, hacia el final de sus vidas, a abrazar los dos diferentes bandos en los que desembocó España por culpa de la guerra civil.

Manuel y Antonio, a pesar de recorrer caminos separados en la creación poética, siempre conservaron un paralelismo en sus obras, cualquiera que las observe con algún detenimiento descubrirá, en cada una de ellas, algunos retazos o matices que delatan la fuente común de la que bebieron y vivieron. Tiene Manuel Machado una poesía titulada «Adelfos» que bien pudiera llevar el subtítulo de "Autobiografía". En ella, el poeta describe con bellos florilegios, una argumentación muy paralela a la contenida en la poesía «Retrato» de su hermano Antonio. Ambas poesías están construidas con versos alejandrinos; ambas poesías se componen de serventesios, -nueve serventesios la de Antonio, uno menos la de Manuel-; y ambas poesías describen las autobiografías poéticas respectivas.


Franquismo
Al llegar triunfante a Madrid la sublevación de Franco, en el año 1936, Manuel dedicó al militar golpista una poesía de panegírico titulada «Al sable del Caudillo». Esto le valió a Manuel el reconocimiento y el salvoconducto para poder vivir dentro del régimen.

Cuentan sus biógrafos que poco tiempo después de publicada, sintió Manuel un gran arrepentimiento por escribir y publicar la poesía, máxime cuando se enteró de la muerte de su madre y su hermano, en el exilio francés. El 19 de enero de 1947 falleció en Madrid Manuel Machado.


Repercusión
Después vino el aperturismo español de los años 60 y 70 en donde ya se vislumbraba el final de la dictadura franquista. Aquella juventud que militaba en el antifranquismo, dio de lado a todo poeta amparado por la dictadura, y empezó a abrazar a esos otros que murieron -o aún vivían- en el exilio.

La obra de Manuel Machado fue dada de lado, y su vacío se llenó con la obra poética de su hermano Antonio. La figura de Manuel Machado quedó, pues, eclipsada por la de Antonio Machado.


Crítica
Pero nuestro poeta es el gran conocedor y divulgador de letras de los cantes flamencos, que a decir con el gracejo típico andaluz, ha quedado bajo el conocido nombre de "cante hondo". No es nada raro que parte de su inspiración la hubiera tomado de la enorme colección de letras de cantes flamencos, que su padre fue recopilando a lo largo de muchos años, tomadas directamente de los anónimos cantaores andaluces y que publicó en un libro titulado «Cantes flamencos».

Manuel Machado fue un gran estudioso de todos los estilos del cante flamenco y escribió poesías idóneas, que bien pudieran ser adaptadas para la música de una garganta y una guitarra española. Su estilo poético incluye estrofas de coplas, seguidillas, y soleares. Dentro de este último estilo, el poeta innovó una variante de soleá en la que el verso central tenía un número desproporcionado de sílabas (9, 10, 11, ó más sílabas) que él mismo bautizó como soleariyas. También escribió romances octosílabos, cuartetos, serventesios y sonetos.

Bajo el estilo de soneto, escribió como nadie los sonetos octosílabos, denominados sonetillos; y dentro de estos sonetos de arte menor, véase la filigrana que borda con el sonetillo trisílabo titulado «Verano». Cuando el poeta reproduce literalmente esas palabras típicas del decir andaluz, para mejor dar a entender al lector que no pertenecen al correcto lenguaje español, van escritas en letra cursiva. Ahora por medio de estos modernos métodos, se expone una de sus mejores antologías, para que sea apreciado y valorado con serena neutralidad; con ello, hacemos un agradecido homenaje al fino y gran poeta del alma andaluza.

Su verso es ingenioso, ágil, expresivo, muy influido por el parnasianismo. Verlaine y Rubén Darío son destilados por Manuel Machado para darles una personalidad única.
Fuente: www.es.wikipedia.es


50.    Diego Martínez Barrio (Sevilla, 1883 – 1962)
Político
El político sevillano Martínez Barrio, llegó a ser Presidente de la II República Española en el exilio. Pese a ello y a su trabajo al frente de varias carteras ministeriales y como jefe del gobierno, es desconocido para la mayoría de los andaluces.

Diego Martínez Barrio nació en Sevilla en 1883 en el seno de una familia humilde, trabajó desde los diez años en una panadería y más tarde de aprendiz de tipógrafo, y en el bufete de un procurador. Luego lograría ser dueño de su propia imprenta donde se imprimía el semanario republicano "El Pueblo". Se incorporó con 20 años al grupo que lideraba el cordobés Alejandro Lerroux dentro de la Unión Republicana que éste fundara junto con Salmerón. Al abandonar Lerroux la Unión Republicana y fundar en 1908 el Partido Radical, Martínez Barrio le sigue formando el partido en Sevilla donde logra ser concejal en dos ocasiones, desde 1910 a 1913 y desde 1920 a 1923.

Complicado en la sublevación de Jaca, tiene que huir brevemente al extranjero (1930) pero ya ha  representado a los republicanos andaluces en el Comité Revolucionario reunido en San Sebastián y presidido por Alcalá Zamora,  donde se ha logrado el llamado Pacto de San Sebastián que facilita la proclamación de la II República Española el 14 de abril de 1931.
Nombrado Ministro de Comunicaciones en el gobierno provisional, en 1933 es nombrado Ministro de Gobernación y después sustituye a Lerroux  como Presidente del Consejo de Ministros desde el cual convocó las elecciones de noviembre, cuyos resultados, dieron el triunfo a las derechas.
Nombrado Ministro de Guerra el 16 de diciembre de 1934, el 14 de enero de 1934 pasó de nuevo a Gobernación. Su dimisión el 1 de marzo provocó una crisis total en el gobierno presidido por Lerroux y apoyado por la C.E.D.A.,  dos meses después abandonó el Partido Radical de Lerroux por la política moderada que este llevaba logrando ser seguido por muchos militantes andaluces y por trece diputados  con los que funda el grupo parlamentario denominado Radical-demócrata. Con la llegada de militantes del disuelto Partido Radical Socialista, constituyó uno nuevo llamado Unión Republicana.
Disueltas las Cortes tras la revolución de Asturias y la unión Lerroux-Gil Robles, Martínez Barrio forma una coalición con la Izquierda Republicana de Azaña y los partidos marxistas: el Frente Popular, que vence en las elecciones de febrero de 1936 y es elegido Presidente de las Cortes, ejerciendo interinamente de Presidente de la República desde el 7 de abril al 10 de mayo de 1936 por la caída de Alcalá Zamora.
Destacado miembro de la Masonería española, el 18-19 de julio del 36 intenta con su prestigio personal, sus grandes dotes organizativas y políticas, y sobre todos su humanidad y moderación, formar un gobierno de concentración que agrupara a todos los partidos para anular la rebelión franquista, pero fracasa en su intento pese a que con sus constantes llamadas telefónicas logra la adhesión de los generales de la región de Valencia.
A la caída de la República Martínez Barrio se refugia en Francia, de ahí huye a México donde sucede a Manuel Azaña como presidente de la República en el exilio, y finalmente regresa a Francia donde muere modestamente en París, a comienzos de 1962.
Fuente: www.andalucia.cc

51.    Cipriano Martínez Rücker (Córdoba, 1861 – 1924)
Músico
Nació el 20 de diciembre de 1861 en Córdoba, Martínez Rücker es uno de los compositores cordobeses más importantes de los tiempos modernos del tardío romanticismo musical español junto al polifonista Infantas y al malagueño Eduardo Ocón (1833-1901). De joven, realizó sus estudios musicales en Madrid, pensionado por la Diputación, y luego en Francia, Italia, Alemania y Portugal.

Gracias a su talento musical, Rücker era apreciado por músicos como Tomás Bretón y Enrique Granados, pudiendo haberse establecido como músico en Madrid y haber gozado quizás de una mayor gloria; sin embargo, prefirió volver a su ciudad natal y dedicar a ella su talento y trabajo. Así, realizó una gran labor pedagógica en la Escuela Provincial de Música como director de la misma y como profesor de piano, un instrumento que, pese a dominar, apenas tocaba en público.

En 1902 fundó el Conservatorio cordobés, centro del que sería catedrático de Armonía y Composición, así como director. En reconocimiento a toda esta labor y a la categoría de su actividad artística e intelectual recibió numerosos nombramientos y distinciones: miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, numerario de la de Córdoba y Títulos honoríficos en instituciones musicales de España, Italia, Francia y Portugal. Murió el 16 de julio de 1924.

Su obra
La obra de Martínez Rücker está impregnada de elementos propios de la música andaluza, aunque no por ello deba ser considerada como típicamente nacionalista. Comparte con la de Eduardo Lucena la sencillez y la naturalidad del melodismo, lejos de toda retórica o artificio, y unos procesos armónicos que proceden también de la tradición clásico-romántica, muy alejados de las nuevas tendencias que empiezan a emerger en la música europea.

Obras para piano
Sin duda son sus composiciones a piano las más destacadas de su obra, las cuales ofrecen una muestra de su arte creador, asentado en la estética del Romanticismo que se da en España entre los siglos XIX y XX. Algunas de estas composiciones son:

Bocetos líricos
Melodías orientales
Cantos de mi tierra
Serenata andaluza
Serenata española
Seguidilla cordobesa
Obras para orquesta
Su producción de piezas para orquesta fue muy diversa, componiendo sinfonías, valses, poemas, páginas con coro; entre las que cabe destacar se encuentran:

Adiós a Boabdil
Serenata andaluza
Noches de Córdoba, premiada con la medalla de oro en el certamen musical celebrado en Valencia en 1915
Capricho andaluz
También escribió música religiosa y teatral como:

La zarzuela Quítese usted la ropa
La opereta El peluquero de la condesa
Y trabajos de divulgación musical:

La música de Wagner
Algo de música
A través del arte
La herencia de Wagner.
Fuente:  http://wikanda.cordobapedia.es

52.    Juan Martínez Vilchez "Pericón de Cádiz" (Cádiz, 1901 – 1980)
Cantaor
Nombre artístico de Juan Martínez Vílchez. Cádiz, 1901-1980. Cantaor. Empezó su vida artística cantando en los pescantes de los coches de caballos, a los diez años de edad, dado que en aquella época se estilaba la costumbre de organizar fiestas flamencas recorriendo las calles en los citados vehículos.

Su primera actuación fue en Puerto Real. Después actuó en el Café X, de San Fernando, y en una venta gaditana, para pasar seguidamente al Olimpia de Sevilla. Su primera gira artística, antes de 1936, la realizó con la compañía de Pepe Marchena, que terminó con una actuación en la plaza de toros de Cádiz, alcanzando, según apreciación propia, una de las mejores de su vida. En 1936, se presentó al concurso celebrado en el Circo Price de Madrid, obteniendo el premio de siguiriyas y soleares, dotado con mil pesetas. Después realizó una gira por las provincias de Cádiz y Sevilla, con el elenco formado por los destacados en el citado concurso. La guerra civil le sorprendió en su ciudad natal y al terminar la contienda formó parte del espectáculo Las calles de Cádiz, con Conchita Piquer, y junto a La Niña de los Peines, Pepe Pinto, La Macarrona, La Malena, La Ignacia, La Albaicín, Mari Paz, Luis El Compare, Pepe El Limpio, Pablito, Rafael Ortega, Caracolillo, Josele, Melchor de Marchena y Niño Ricardo, entre otros artistas, recorriendo toda España.

De regreso a Cádiz, se dedicó a cantar en reuniones y fiestas íntimas, y en el 1 Concurso Nacional de Alegrías obtuvo el segundo premio. En 1952 se trasladó a Madrid, frecuentando el Colmao Villa Rosa, dedicándose también a cantar en fiestas y reuniones, hasta que firmó un contrato para actuar en el Tablao Zambra, durante un mes, con motivo de su inauguración, pero que se fue extendiendo hasta un total de trece años, realizando con su elenco viajes a diversas capitales europeas. Ganó, en 1948, el premio de siguiriyas del Concurso Nacional de Arte Jondo, que tuvo lugar en el Monumental Cinema, y en 1976, la Cátedra de Flamencología y Estudios Folklóricos Andaluces te concedió el Premio Nacional a la Maestría.

Sus primeras grabaciones discográficas datan de los años cuarenta, destacándose, posteriormente, las que realizó para la histórica antología de la firma Hispavox, siendo su discografía de gran interés en su totalidad. En 1969, organizado por el Ayuntamiento de Cádiz y la Tertulia Flamenca de la Cadena SER, se le tributó un homenaje en el Teatro Municipal José María Pemán, consistente en un festival flamenco, cuya recaudación en un generoso gesto destinó a beneficio de los niños subnormales, en el que actuaron José Menese, El Chocolate, Fernanda y Bernarda de Utrera, María Vargas, Curro Malena, Luis Caballero, La Perla de Cádiz, Merche Esmeralda, El Farruco, Manolo Caracol, Pedro Peña, Manuel Morao y Parrilla de Jerez; realizando la presentación del homenaje el escritor Manuel Barrios; seguidamente se descubrió una lápida en la casa donde nació, en la calle Vea Murguía, 5.
Fuente: http://www.jerez2020.com/


53.    Juan José Mingolla Gallardo "Pasos Largos" (Ronda, 1873 – 1934)
Bandolero
Juan Mingolla Gallardo, de apodo "Pasos Largos", fue el último bandolero andaluz. Nació en El Burgo, muy cerca de Ronda, en el año 1.874. El mote le viene de su padre, así llamado por sus convecinos desde que se trasladó de Setenil, su pueblo, donde le llamaron antes "Tobalillo sin Pena". Juan Mingolla fue el menor de los tres hermanos que procreó el matrimonio.

La familia vivía en relativo bienestar. cultivando unas tierrecillas en el Puerto de los Empedrados, camino de El Burgo a Ronda, donde también explotaban un ventorrillo frecuentado por los arrieros que circulaban entre Ronda, Algodonales, Zahara, Setenil, etc.

Así vivió la familia hasta que Juan cumplió los catorce años, sin que el niño pudiera frecuentar la escuela, muy lejana del lugar de su residencia.

Después se trasladaron a la Romerosa, donde, siempre ocupado en los cuidados del campo, aprendió a leer y a escribir, utilizando con otros compañeros los servicios de los maestros ambulantes de los cortijos.
 
Al entrar Juan en quintas murió su padre, y él fue a Cuba, como soldado, en 1.895, regresando a su Andalucía en 1.898 al terminar la última campaña colonial contra los rebeldes y Estados Unidos, que sufrió en todos sus rigores.

Su madre murió en 1.901, de sus dos hermanos, uno había fallecido también, y otro, casado, se había ausentado lejos.

Soltero y solo, tuvo una vida laboriosa, trabajando en el campo y dedicando a la caza sus jornadas y sus horas libres. Así se convirtió en cazador furtivo, viéndose denunciado y perseguido por los civiles.

En estas condiciones sobreviene el incidente fatal que le lanza al monte: doble muerte, a tiros de escopeta, de un padre y un hijo que le habían denunciado a las autoridades. Vagó por la Serranía durante cerca de cuatro meses, sin que lograra prenderle la Guardia Civil, con la que sostuvo diferentes encuentros.

En 1.916 es detenido en Ronda cuando cumplía los cuarenta años. El 1º de Mayo de 1.917 el Consejo de Guerra le condenó a cadena perpetua por el Secuestro de Don Diego Villarejo Moreno, en su cortijo Zahonilla, y a seis años de prisión por insulto a la Fuerza Armada.

En el Penal de Figueras, donde se le envió a cumplir la pena, guardó buena conducta hasta 1.925, en que se señaló, juntamente con el Niño de los Brillantes, Caraquemada y otros presidiarios, en una violenta tentativa de fuga en que se vio muy comprometido el personal penitenciario.

Enfermo de tuberculosis pulmonar, se le trasladó a principios de 1.932 a la Penitenciaria del Puerto de Santa María, en la provincia de Cádiz, a donde van a parar los tísicos y los ancianos. A medida que el tiempo avanzaba se esperaba que Pasos Largos no saldría vivo, siendo para él consuelo la copla carcelera que entonan, desesperados, los reclusos, impregnada de tan negra melancolía:

— Mejor quisiera estar muerto que estar pasando la vía en este Penal del Puerto, Puerto de Santa María. —

En ese mismo año, favorecido por varios indultos de la República, alcanza la libertad. Le faltó tiempo para regresar a El Burgo, su pueblo, buscar un rifle, adueñarse de él, echarse con él al monte, y dedicarse de nuevo a la caza furtiva.

Muere tiroteándose con la Guardia Civil, el 18 de Marzo de 1.934, porque éste, en efecto, era todo su destino y el secreto de su vida.
Fuente: www.museobandolero.com

54.    José Monge Cruz "Camarón de la Isla" (San Fernando, 1950 – 1992)
Cantaor
Nació el 5 de diciembre de 1950 en San Fernando (Cádiz). Fue el sexto de una familia gitana muy humilde de ocho hijos que vivía en la Isla de León, San Fernando, a escasos kilómetros de Cádiz. Su tío Joseíco fue quien le llamó camarón, porque además de rubio y delgado, que parecía transparente, siempre andaba saltando de un lado para otro. Su padre murió joven y Juana, su madre, apenas daba abasto para sacar adelante tan numerosa familia. Camarón ya ganaba algunas pesetas cantando por la calle con tan solo siete años. Viaja a Madrid y actúa en el tablao Torres Bermejas. En los billares de la plaza de Callao se junta con un guitarrista que había llegado de Algeciras, Paco de Lucía. De esta forma el destino unió a los dos mayores genios renovadores del flamenco. Su primer trabajo conjunto aparece en 1968. La trayectoria de Camarón se puede definir en tres etapas: hasta el año 1968 sigue la tradición; hasta 1978, inicia la renovación de su cante; a partir de 1979, refuerza sus aspectos más revolucionarios con el disco "La leyenda del tiempo". En total publicó 19 LPs y grabó 176 cantes: 43 bulerías, 20 tangos, 18 fandangos... unos 50 palos, unos 500 estilos. De todos ellos sólo hay 27 firmados por él, lo que ha ocasionado lamentables litigios tras su muerte. Su fe religiosa ha sido siempre notoria, especialmente devoto del Nazareno, cuya imagen se venera en la Iglesia Mayor de San Fernando. "Allí acudió Camarón justo después de la boda para casarse él sólo" -explica Manuel Ruiz, quien le acompañó aquel día- vino a decírselo al Nazareno y le habló: "... Me he casado ¿te parece bien? Vengo pa que me de tu bendición" y él me comentó que el Nazareno se la había dado..." Tuvieron cuatro hijos. El genial cantaor adoraba a su familia. El día 2 de Julio de 1992, José Monge Cruz, Camarón de la Isla, dejaba de existir. "Me gustaría que me enterraran en San Fernando" había declarado Camarón. Su deseo se cumplió. Aquí, por fín, descansa en paz
En 1992 fue nombrado Hijo Predilecto de San Fernando.
Es Medalla al Mérito Artístico del Ayuntamiento de Madrid.
La Junta de Andalucía le otorgó su Medalla de Oro.
El Gobierno de la Nación le concedió la Medalla de Oro en las Bellas Artes.
Es Hijo adoptivo de la ciudad de La Línea de La Concepción.

Fuente: www.buscabiografias.com


55.    José Moreno Villa (Málaga, 1887 –1955)
Poeta, historiador y pintor
Nació en una familia malagueña acomodada dedicada al comercio de vinos, por lo que su padre le envió a estudiar química en Alemania (1904-1908). A su vuelta fundó en su ciudad natal la revista Gibralfaro, única animadora del panorama cultural de la ciudad durante muchos años hasta la llegada de Litoral, editada por Manuel Altolaguirre. En Madrid tuvo una intensa participación en las actividades de la Institución Libre de Enseñanza y la Residencia de Estudiantes. Aunque es más conocido por su faceta literaria, participó en las Exposiciones de Artistas Ibéricos, y fue uno de los introductores en España de la Vanguardia artística, especialmente del Surrealismo. Su compromiso con la República le llevará al exilio, primero en Estados Unidos y luego en México donde, como él mismo admite, su producción se "mexicaniza". Sobre este país escribió su Cornucopia mexicana. Habitualmente, se le considera un "poeta de transición", ya que puede ser considerado en cierto sentido un precursor de la generación de 1927. Pero su obra de madurez pertenece de lleno a la poética del grupo. En cuanto a su obra artística, el Museo de Málaga conserva cuarenta y nueve de sus obras, realizadas en técnicas diferentes y que abarcan distintos estilos.

Se suele dividir su poesía en tres periodos, en los que se acercó a lo que Ortega y Gasset definió como <>.

En el primero, hasta 1920, se percibe la huella de la Generación de 1898. Es visible la tendencia al simbolismo filosófico, el afán de densidad ideológica, la supervaloración del paisaje y cierto folklorismo. A este período pertenece, por ejemplo, Garba.

En el segundo, entre 1920 y 1936, el autor se sumerge en el espíritu del Grupo el 27. Escribe, entre otras obras, Colección (1924) y Jacinta la pelirroja (1929), su mejor libro.

En el tercero, desde 1936 hasta su muerte, los poemas están dominados por la nostalgia, la soledad, y remiten al primer período. De esta última etapa destacaremos La noche del verbo (1942).

De su producción en prosa, señalaría Velázquez (1920, crítica de arte), Los autores como actores (1951, colección de ensayos de literatura) y Vida en claro (1944, autobiografía).
Fuente: www.wikipedia.org

56.    Segismundo Moret (Cádiz, 1833 – 1913)
Político
Nació el 2 de junio de 1833 en Cádiz (España). Fue catedrático de Hacienda Pública en la Universidad Central de Madrid. Estuvo en colaboración con la redacción de la Constitución de 1869. En el año 1870 le nombraron ministro de Ultramar, y de Hacienda al año siguiente. Tras la Restauración Borbónica (1875) fundó el Partido Democrático-Monárquico, que acabó integrándose en el Partido Liberal Fusionista (Partido Liberal). Cerca de 1902 colaboró en la creación del Instituto de Reformas Sociales, embrión del futuro ministerio de Trabajo. Ejerció cargos importantes en los gobiernos liberales de José Posada Herrera (ministro de Gobernación en 1883) y de Práxedes Mateo Sagasta (ministro de Estado, 1885-1888 y 1893-1894; de Fomento, 1892-1894; de Ultramar, 1897-1899 y de Gobernación, 1888 y 1901-1902) y, a la muerte de éste, participó en las luchas por la dirección del partido. En diciembre de 1905 consiguió la presidencia del gobierno, pero se vio forzado a dimitir en julio del año siguiente al no contar con la mayoría suficiente en las Cortes, aunque volvió a desempeñar brevemente tal cargo en noviembre de ese mismo año. Tras los dramáticos sucesos de la Semana Trágica en 1909, de nuevo alcanzó la jefatura del gobierno, al tiempo que desempeñaba la cartera de Gobernación, pero nuevamente hubo de dimitir en febrero del año siguiente al no conseguir la disolución de las Cortes para obtener una mayoría que respaldara su proyecto. En 1912 fue elegido presidente del Congreso de los Diputados. Falleció el 28 de 1913 en Madrid.
Fuente: www.buscabiografias.com


57.    Josefa Navarro Zamora (Aracena, 1897 – 2002)
Maestra
Doña Josefa Navarro nació en la aldea de Jabuguillo, en el municipio de Aracena (Huelva), el día 20 de julio de 1897. Terminó sus estudios de magisterio en el año 1920, y aprobó las oposiciones en 1921. Trabajó brevemente como maestra en Cartaya (Huelva) y luego en Huertas de Benamahoma, Ubrique (Cádiz). En 1926 fue nombrada para la plaza de maestra de párvulos en Coria del Río, tercera plaza de esta naturaleza que se creó en toda Andalucía.

En esta plaza estuvo Dª Josefa cuarenta años como titular. En ella se jubiló en el año 1966, casi con 70 de edad. Desde entonces se trasladó a vivir a su aldea natal de Jabuguillo donde falleció en el mes de julio de 2002, a punto de cumplir ciento cinco años de edad.

Gran conversadora, perfectamente ordenada en sus charlas, y muy didáctica en sus ejemplos, hasta los últimos momentos de su vida conservó una memoria prodigiosa, una mentalidad clara y ágil y una facilidad de palabra que asombraba a quienes hablaban con ella. Pero si Dª Josefa fue extraordinaria no se debió a su dilatada vida, ni a su asombrosa memoria y capacidad verbal, sino a otros dos rasgos de su personalidad que marcarán su magisterio y su labor social. Por un lado, su entrega a los demás, especialmente a las personas más pobres y débiles, y por otro a su profesionalidad, que la impulsó a estar al tanto siempre de los últimos adelantos en la enseñanza y a poner en práctica los métodos pedagógicos más modernos. Esta forma de ser y de actuar se tradujo en unos resultados profesionales que fueron reconocidos por las autoridades de entonces.

Desde sus comienzos, Dª Josefa empleó en la escuela las ideas y métodos de la pedagoga Italiana María Montessori, metodología revolucionaria en esos momentos, lo que le valió hasta nueve “Votos de Gracia” que le concedió la Inspección Educativa de aquella época.

Y, como premio a toda la labor social y escolar que había realizado en Coria del Río con varias generaciones de niños, niñas y personas adultas y a los méritos relevantes de su pedagogía, le fue concedida la Cruz de Alfonso X el Sabio el mismo año de su jubilación por el Sr. Ministro de Educación en persona.

Cuando se abrió la escuela de párvulos en Coria, sólo contaba con un local del Ayuntamiento y un banco de madera “que no cabía en él ni a lo largo ni a lo ancho”; los aseos estaban muy lejos del aula, sólo tenía seis alumnos, pues la escuela de párvulos estaba muy mal vista socialmente, “la escuela de los cagones” se le llamaba despectivamente; era considerada una cosa propia de gente muy pobre, casi de asistencia social o caridad, por eso los hijos e hijas de las familias ricas no iban a esta escuela. Con su trabajo y su tesón, consiguió en pocos años tener hasta ciento veinte alumnos y alumnas, que atendían, en tres aulas, ella, como maestra titular y otras dos monitoras más, “las chachas,” como se llamaban entonces. Impuso medidas de higiene, que eran desconocidas en aquellos años, como el baby blanco para todos los niños y niñas, actividades al aire libre, aprender cantando,  aprender manipulando sensorialmente letras y números, etc. En poco tiempo consiguió elevar muy alto la consideración social de la escuela de párvulos, lo que hizo que padres y madres de todos los estamentos sociales acudieran a matricular a sus hijos en la escuela de Dª Josefa. Su escuela se convirtió en ejemplo y referencia de un trabajo bien hecho.

Los inspectores iban a visitarla y quedaban asombrados de la prontitud con que los niños y niñas aprendían a leer y de los métodos pedagógicos que Dª Josefa practicaba: muchas canciones, muchos juegos, grandes dibujos en las paredes del aula, láminas de colores para cada niño, argollas de alambre, paneles, etc.

Pero la faceta por la que más se la recuerda en Coria del Río y por la que varias generaciones de todas las edades le han dedicado su cariño es la de su entrega generosa y su capacidad de ayuda a los más desfavorecidos. Desde el principio comenzó ayudando más que imponiendo. Daba las camisas casi nuevas de su marido para que las madres “que no tenían posibles” les confeccionasen el “baby” a sus hijos e hijas. En su casa, a veces, daban parte de la cena o el almuerzo a las vecinas que tenían niños pequeños y no tenían bastante

para darles de comer. Un año tuvo la suerte de que le tocara el Gordo de la Lotería Nacional: 18.000 pesetas. Con ese dinero y un poco más que puso el Ayuntamiento le dio un desayuno a todos los niños a base de chocolate con leche y pan frito para mojar.

Esta capacidad de entrega hizo que los naturales de Coria le reconocieran su ejemplar labor a lo largo de cuarenta años en el pueblo con la dedicatoria de una calle: “Calle maestra Josefa Navarro Zamora”, también con el nombre de un centro educativo, el C.E.I.P. “Josefa Navarro”, y con el nombramiento de “Hija Adoptiva de Coria del Río”. Tanto reconocimiento da idea de cuánta sería su labor social y pedagógica en este pueblo en donde hay muchos vecinos y vecinas que guardan muy gratos recuerdos de su maestra de párvulos.

Pero su entrega no se circunscribió solamente al pueblo de Coria. En Jabuguillo, desde su jubilación ha practicado la ayuda a todo el que lo ha necesitado en la aldea y en otras aldeas cercanas. Costeaba muchas veces los libros o el material escolar de los niños de algunas familias, atendía a los enfermos, hacía regalos puntuales todos los años por Navidad a una legión de sobrinos y a su descendencia. Era en la aldea como una madre de todos y así la reconocían todos los vecinos y vecinas.

La Delegación Provincial de Educación y la Diputación Provincial de Huelva le rindieron un homenaje merecido en 1998. Posteriormente, el Ayuntamiento de Aracena le hizo un nuevo homenaje y le dedicó una calle en Jabuguillo: “Calle Dª Josefa Navarro”. Asimismo fue entrevistada por periodistas para varios programas de radio y de la televisión autonómica, e igualmente una entrevista suya fue publicada en la revista “Andalucía Educativa”, nº 2.

“Doña Josefa”, como era conocida en las aldeas de Aracena, falleció el día 8 de julio de 2002 a punto de cumplir los ciento cinco años de una vida completamente llena de experiencias vitales
Fuente: www.andalucia.cc

58.    Magdalena Nile del Río "Imperio Argentina" (1906 – 2003)
Cantante y actriz
Magdalena Nile del Río nace el 26 de diciembre de 1906 en Buenos Aires, en el barrio de San Telmo. Hija de padres españoles y de ascendencia inglesa debuta en el teatro de la Comedia de aquella ciudad con el nombre artístico de Petit Imperio, apadrinada por la bailarina y cupletista española Pastora Imperio.
Estudia danza en España donde adoptará el nombre artístico de Imperio Argentina y debutará en el teatro Romea de Madrid en 1924. Recorre diversos teatros de variedades de la Península y graba sus primeros discos.

Florián Rey, director cinematográfico, la escoge para interpretar "La hermana San Sulpicio" (1927), película muda basada en la novela de Armando P. Valdés.

En 1928 marcha a Alemania para filmar "Corazones sin rumbo", de la cual sólo se conservan algunos minutos. También interpretó "Los claveles de Virginia", filmada en España.

Su repertorio artístico incluye tangos arrabaleros, valses criollos, habaneras, canciones y melodías cubanas.

La llegada del cine sonoro y el éxito de las primeras películas musicales la lleva a instalarse en París, donde es contratada como primera estrella y filma en los estudios de Joinville: "El profesor de mi mujer" (1930), "Cinépolis" (1931) y otros filmes. Obtiene un especial éxito en el film "Su noche de bodas", dirigida por Louis Mercanton y Florián Rey, donde canta el vals "Recordar", a dúo con Manuel Russell, que llegó a ser el éxito discográfico del momento. Después siguió "Lo mejor es reír", versión española de "Rive gauche", que dirigió Alexander Korda. Junto a Imperio Argentina aparecen Manuel Russell y Rosita Díaz, entre otros. Luego: "¿Cuándo te suicidas?" y los cortometrajes: "El cliente seductor" (1932), junto a Maurice Chevallier.

La Paramount decide contratar a Imperio Argentina para filmar con con Carlos Gardel las películas "La casa es seria" (1930) y "Melodía de arrabal" (1932), film con el que llegó al estrellato en las pantallas americanas.
Imperio graba canciones con el guitarrista y vocalista Rafael Medina para el sello Parlophone y también melodías cubanas diversas y la versión de un éxito del cine americano, "Carioca", baile de moda que popularizaron en 1933 Fred Astaire y Ginger Rogers, en el film "Volando a Río".



Preferentemente, graba tangos que Tania y Libertad Lamarque cantaban con América, rivalizando en España sólo con Carmencita Aubert, la popular tanguista y actriz catalana, que en 1935 adoptaría el nombre de Carmelita Aubert. Los temas "Danza maligna", "Hacelo por la vieja" lo cantan al mismo tiempo una y otra, Carmencita para Odeon e Imperio para el sello Parlophone y es asunto de coleccionistas y melómanos opinar cual de las dos cantaba mejor.

En 1934, Imperio filma "El novio de mamá", dirigida por Florián Rey con Enrique Guitart y Miguel Ligero, y en julio de ese año contrae matrimonio con Florián, que había obtenido la separación de su mujer Pilar Torres, al aplicarse la ley del divorcio aprobada por las Cortes de la República.

Luego filma "La hermana San Sulpicio", versión sonora, y un cortometraje titulado "Romanza rusa", musicalizado por Manolo Salinger, músico y crítico de jazz, posteriormente director artístico de "Voz de su amo" en los años cuarenta. En este film, Imperio interpretaba la famosa melodía rusa "Ojos negros", popularizada por el mítico Al Jolson.

En 1935, Imperio y Florián llevan a la pantalla "Nobleza baturra", comedia musical costumbrista que les dará una gran popularidad y llenará las salas de cine de todo el país. Luego filman "Morena clara", comedia andaluza de Quintero y Guillén, también con gran éxito.

La guerra le sorprendió en París, donde preparaban la película "La casta Susana", al suspenderse la producción decidieron marchar a Miami, luego a Cuba, Puerto Rico y México, donde eran muy populares. De regreso a Europa filmó un par de películas en Alemania en 1938.

Imperio Argentina trabajaría posteriormente en otros films, en teatro, radio y televisión.

Fuente: www.todotango.com

59.    Antonio Ortega Escalona “Juan Breva" (Vélez-Málaga, 1844 – 1918)
Cantaor
Su verdadero nombre fue Antonio Ortega Escalona. Nació en Vélez-Málaga a mediados del siglo XIX y falleció en Málaga en 1918. Fue cantaor y guitarrista. La historia lo contempla como uno de los pilares básicos del cante por malagueñas, de manera que pronto se convirtió en profesional, heredando el nombre de su abuelo, que vendía brevas cantando un pregón. Su gran éxito, como a muchos cantaores de la época, le llegó en Madrid. Como curiosidad, hay que decir que en 1884 cantaba en tres espectáculos diferentes al día: en el teatro Príncipe Alfonso, en el café del Barquillo y en el café del Imparcial. Rubén Darío dejó constancia de que en los dos primeros locales le pagaban cinco duros, y en el Imparcial le daban la misma cantidad además de casa para la familia. Fue el único cantaor de aquellos tiempos que actuó con frecuencia para los Reyes, hasta tal punto que Alfonso XII le regalaba con asiduidad alfileres de corbata durante sus actuaciones palaciegas. Sin embargo, pese a que fue un artistas de amplio reconocimiento, los últimos años de su vida fueron duros, ya que vivió casi en la ruina e incluso hubo que hacer una colecta para pagar su entierro. No obstante, antes de su fallecimiento tuvo tiempo de descubrir en el malagueño Café de Chinitas al que él mismo vaticinó como la gran figura del futuro: Antonio Chacón.

Fuente: www.andalucia.org

60.    Manuel Ortega Juárez “Manolo Caracol" (Sevilla, 1909 – 1973)
Cantaor
Manuel Ortega Juárez, más conocido como Manolo Caracol; Sevilla, 1909 - Madrid, 1973) Cantaor español. Fue el último representante de una gran dinastía gitana de mucho peso en el mundo del flamenco y de los toros.

Era biznieto de Curro el Dulce, tataranieto, según dicen, del Planeta, y sobrino de Enrique el Mellizo; además, estaba emparentado a través de Enrique Ortega el Gordo con una buena saga de matadores taurinos. De hecho, su padre se dedicó a los toros en vez de al cante, aunque conocía los palos básicos y de vez en cuando los cantaba en reuniones familiares. También el Fillo se cuenta entre sus ancestros.

Triunfó cuando todavía era un niño, en el famoso Concurso de Cante Jondo de Granada en 1922, en el que participó como el "Niño de Caracol". Ganó el primer premio (1.000 pesetas y un diploma acreditativo del premio que luego colgó en su tablao madrileño de Los Canasteros) ex aequo con el Tenazas de Morón, que era ya un anciano. Los dos vencedores del concurso tuvieron desigual evolución. El Niño del Caracol, que contaba con doce años, se convirtió en el célebre Manolo Caracol, volcán de la pasión gitana y cantaor de los más aclamados por público y crítica.

Debutó muy pronto y pudo escuchar a los grandes: Torre, Chacón, Pastora Pavón (la Niña de los Peines), Tomás Pavón. Trabajó en diversos espectáculos de variedades e hizo giras por varias ciudades. En 1935 se estableció en Madrid y en la capital se ganó la vida como antes en Sevilla: actuando en juergas flamencas pagadas por señoritos y terratenientes.

Pero el estallido de la Guerra Civil provocó el fin de este tipo de fiestas, y entonces Manolo Caracol trató de sobrevivir con el teatro. Hizo equipo con la Niña de los Peines y Pepe Pinto, y entre los tres diseñaron una idea que llevaron a la práctica tras la contienda civil y que tuvo éxito instantáneo: la estampa escenificada, donde se mezclaban baile, cante y teatro junto con una orquestación completa o, si el presupuesto no daba para más, con piano sólo.

En 1944 coincidió con Lola Flores en Sevilla, y fruto de ese encuentro surgieron una serie de planes comunes relacionados con sus ideas de estampas escenificadas. Caracol había hecho varias con éxito, sobre todo La Romería del Rocío, y le propuso a Lola Flores trabajar en ese ámbito. Debutaron en Valencia con Zambra en 1944 y obtuvieron un éxito arrollador. Recorrieron España de punta a punta hasta 1950, año en que se separaron. En ese tiempo, las estampas sirvieron de inspiración para realizar varias películas, como Embrujo, de 1946, o La niña de la venta, de 1951, dirigida por Cesáreo González.
Fuente: www.biografiasyvidas.com

61.    Manuel Otero Luna  (Sevilla, 1925 – 2002)
Empresario
Nació en Sevilla en 1925, donde comenzó a ejercer su profesión de empresario. Fue presidente de Sevillana de Electricidad y vicepresidente de Endesa hasta 1998, y en su vida desempeñó una importante labor en los cargos de representación empresarial que ha ocupado. En este sentido, fue presidente de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME), de 1990 a 1998; vicepresidente de la CEOE, de 1994 a 1998; presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía, de 1984 a 1996 y delegado ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT), entre otros.

Además, tuvo una etapa política al fundar el histórico Partido Social Liberal Andaluz (PSLA), que presidiera el ex ministro Manuel Clavero Arévalo, y que más tarde se integró en Unión de Centro Democrático (UCD).
Fuente: www.abc.es

62.    Isabel Oyarzábal Smith (Málaga, 1878 – 1974)
Periodista y escritora
Periodista, escritora, dramaturga, traductora, folklorista, actriz y diplomática. Nació en Málaga el día 12 de junio de 1878. Su padre se llamaba Juan Oyarzábal y Bucelli y su Madre Ana Smith y Guithrie. La madre supo educar a su hija con una libertad y perspectiva impensables para la mayoría de la clase social a la que pertenecían.

Su padre era un hombre más conservador, aunque tolerante, debido quizás a su educación en el extranjero. A Isabel, la conciencia de clase se le despertó a una edad muy temprana. Alumna de las monjas de la Asunción, daba clases en la «escuela de las niñas pobres», hijas de las familias que vivían en las barracas del monte Gibralfaro. A cambio, los padres debían asistir a misa para corresponder a este servicio y a las ayudas de víveres y ropas que la burguesía les proporciona.

Este chantaje no es admitido por Isabel y así se lo hace saber a su padre.

Su primer trabajo fue como profesora de español para una familia en Sussex. Isabel calificó este trabajo como «llave del futuro». Por entonces murió el padre e Isabel, más unida que nunca a su madre, soñaba con ser actriz. No iba a tardar en cumplirse ese deseo. En un homenaje a la actriz María Tubau, en Málaga, Isabel conoció a Ceferino Palencia, hijo de la actriz y futuro marido suyo. Contó sus deseos a la actriz, quien decidió hacerle una prueba. A pesar del escándalo social que produjo esta decisión, Isabel marchó en compañía de su madre a Madrid, donde debutó por primera vez en la obra Pepita Tudó, Pero su nuevo trabajo de actriz no la impidió seguir escribiendo. Con su amiga Raimunda Avecilla, y con su hermana Ana, editó una revista, La Dama y la Vida Ilustrada. Fue corresponsal de la revista inglesa Laffan News Bureau y colaboradora del periódico The Standard. Se inició como conferenciante en el Ateneo madrileño hablando de la influencia de Sir Henry Irving en el teatro inglés.

En 1909 se casa con Ceferino Palencia, de quien adopta el apellido. El matrimonio tuvo un hijo y una hija. Sus colaboraciones crecen en las revistas españolas Blanco y Negro, El Heraldo, Nuevo Mundo, La Esfera.

En 1918 comienza su militancia feminista en la Asociación Nacional de Mujeres Españolas (ANME), de la que llegó a ser presidenta. En 1920 asistiría como delegada al Congreso de la Alianza Internacional para el Sufragio de la Mujer

(Ginebra), como Secretaria del Consejo Supremo Feminista de España. Su sección del diario El Sol, «Crónicas Femeninas», las firmaba como Beatriz Galindo. A esta faceta de mujer triunfadora se le oponía su fracaso matrimonial. A los adulterios del marido respondió con la intensificación de su trabajo feminista. Por primera vez, tuvo la oportunidad de conocer un ateneo obrero cuando la invitaron a dar una conferencia sobre la educación de las mujeres en la Casa del Pueblo, sorprendiéndose de la inteligencia natural de la clase trabajadora.

Muy lejos de esta actividad son sus conferencias sobre folklore y moda en ciudades como Montreal, Miami, Nueva York o San Francisco, recogidas en un libro titulado E l traje re g i o n a l de España (1926). Su sensibilidad también la llevó a publicar y dar c o n f e rencias sobre los problemas de la infancia: El alma del niño (1921). En 1926 es vicepresidenta, con Victoria Kent,del Lyceum Club Femenino. A finales de 1920 su participación en la vida política se intensifica. En 1929 preside la Liga Femenina Española por la Paz y la Libertad y se especializa en Derecho Internacional. Fue la única mujer que formó parte de la Comisión Permanente de la Esclavitud en las Naciones Unidas. En 1930, consiguió entrar en la cárcel y fotografiar al Comité Revolucionario Republicano. Sus fotografías se publicaron en el D a i l y H e r a l d de Londres.

En 1931 su candidatura aparece en las listas del Partido Socialista. Su implicación con la República es total: Consejera Gubernamental de la XV Conferencia Internacional del Trabajo (Ginebra, 1931), vocal del Consejo del Patronato del Instituto de Reeducación Profesional, delegada en la Sociedad de Naciones... En 1933 gana por concurso-oposición una plaza de Inspectora Provincial y re p re s e n t a al gobierno de la República en la Sociedad de Naciones. Actuó como ministro plenipotenciario (hecho insólito para una mujer) en nombre de la República, en el seno de las Naciones Unidas. Se implica también en el Comité Mundial de Mujeres contra la Guerra y el Fascismo. En 1935 asiste como representante de los trabajadores a la Conferencia Internacional del Trabajo, en Ginebra (no quiso aceptar re p re s e n t a r

a un Gobierno «autoritario»). Declarada la guerra, en 1936, pasa a formar parte de la Comisión de Auxilio Femenino. En Octubre de ese año es nombrada Ministro Plenipotenciario de segunda clase y se le destina a Estocolmo. Su labor durante esos meses se desarrolló en una febril actividad en pro de la República.

En abril de 1939 abandona la embajada y se dispone, con toda su familia, liberada ya de los campos de concentración franceses, a iniciar su exilio en México.

Continuó con su actividad creativa y su militancia activa feminista. Murió en México, en 1974, un año antes que el dictador. Durante todos los años que duró su exilio conservó como un talismán tres cintas con los colores republicanos que quedaron prendidas de sus manos cuando embarcó en el puerto noruego que la llevaba a su destino de exiliada, junto a tantos españoles.
Fuente: http://www.andalucia.cc

63.    Pastora María Pavón Cruz “Niña de los Peines" (Sevilla, 1890 – 1969)
Cantaora
Nació en Sevilla el 10 de febrero de 1890, falleció en esa misma ciudad el 26 de noviembre de 1969. Hija de un matrimonio gitano de tradición cantaora, su padre fue Francisco Pavón Cruz, conocido como "El Paiti", natural del Viso del Alcor, su madre fue Pastora Cruz natural de Arahal, y sus dos hermanos Tomás y Arturo Pavón, también cantaores. Aunque era ciega, no le impedia disfrutar de la cultura del flamenco.

A los ocho años realizó su primera actuación pública, cuando es contratada en una caseta de la Feria de Sevilla para sustituir a su hermano mayor.

En 1901 debuta en Madrid, en el cafe del Brillante, donde conoce a Ignacio Zuloaga que la convence para actuar en Bilbao en el Café de las Columnas.

A partir de entonces comienza a conocérsela como La Niña de los Peines por unos tangos que interpretaba frecuentemente y que sin embargo jamas grabó en disco a pesar de las insistencias de las casas discográficas

"Péinate tú con mis peines,

que mis peines son de azúcar,

quien con mis peines se peina,

hasta los dedos se chupa".


"Péinate tú con mis peines,

mis peines son de canela,

la gachí que se peina con mis peines,

canela lleva de veras".


En junio de 1922 participó como miembro del jurado en el I Concurso de Cante Jondo, celebrado en Granada, en el que el gran Antonio Chacón ofició como presidente.

Fue amiga de Manuel de Falla, Julio Romero de Torres, que la pintó en uno de sus lienzos y Federico Garcia Lorca a quien conocio en casa de La Argentinita. Lorca la citó poeticamente en sus escritos. "Jugaba con su voz de sombra, con su voz de estaño fundido, con su voz cubierta de musgo".

Viaja por toda la geografía española compartiendo escenario con los artistas flamencos más famosos del momento, Manolo Caracol, Pepe Marchena, Don Antonio Chacón o el guitarrista flamenco Ramón Montoya entre otros muchos.

Poseedora de una gran inteligencia natural a pesar de carecer de cualquier tipo de estudio, profetizó ya en 1934 el cambio en los gustos del público; "No me puedo quejar del público, pero veo que el cante va por mal camino. A la gente ahora no le gusta más que el cante malo".

Tras el paréntesis de la guerra civil continúa su actividad con diversos espectáculos como "Las calles de Cádiz" de Concha Piquer o "España y su cantaora" que se estrenó en Sevilla con gran exito.

En 1961 se le rinde un homenaje nacional en Cordoba con la participación entre otros de Antonio Mairena y Juan Talega.

En 1968 fue inaugurado un monumento en su honor, situado en la Alameda de Hércules (Sevilla), obra del escultor José Illanes. Mas tarde se realizó otro como reconocimiento de la ciudad de Arahal, localidad a la que estuvo vinculada por su madre.

Falleció en Sevilla el 26 de Noviembre de 1969, poco despues que su marido el también cantaor Pepe Pinto.


Obra
Destacó principalmente por sus seguiriyas, tangos, peteneras, bulerías y soleás, aunque realmente fue una cantaora muy completa que dominó todos los palos del flamenco y creó estilos nuevos como la bambera.

Dentro de las distintas modalidades de soleás que interpretaba es preciso destacar la de Mercé la Serneta, a quien había conocido en su juventud.

La Junta de Andalucía ha declarado su voz bien de interes cultural, un hecho sin precedentes. Entre 1910 y 1950 grabó 258 cantes en discos de pizarra que en 2004 se han publicado en forma de 13 discos compactos. La labor de recuperación fue posible gracias al Centro Andaluz de Flamenco, dependiente de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, que tiene su sede en Jerez de la Frontera. En ella trabajaron un grupo de 30 personas (12 investigadores) durante ocho meses.

Estas grabaciones son un autentico tesoro musical y cuentan con el acompañamiento a la guitarra de Ramón Montoya, Niño Ricardo, Manolo de Badajoz, Antonio Moreno, Luis Molina, Currito de la Jeroma y Melchor de Marchena.
Fuente: www. http://es.wikipedia.org

64.    Mariana Pineda Muñoz (Granada, 1804 – 1831)
Heroína
Heroína de la libertad, su vida dramática y su personalidad excepcional la han convertido, sin duda, en la granadina más celebre y que ha inspirado la mayor cantidad de literatura. Hija natural de María de los Dolores Muñoz y Bueno, de una familia humilde de labradores de Lucena (Córdoba), y de Mariano Pineda y Ramírez, nacido en Guatemala y perteneciente a una noble familia, vino al mundo en Granada el 1 de septiembre de 1804. Ante el rechazo de su amante a contraer matrimonio, María Dolores decidió huir; pero Mariano le arrebató la criatura cuando sólo tenía ésta cuatro meses. Un año después, él murió, y Mariana fue entregada a su tío, José Pineda, administrador de su herencia, quien, tras despojar a la niña de todos sus bienes la dio en custodia al confitero José Mesa y su esposa Úrsula de la Presa. En este hogar, donde recibió una educación esmerada, permaneció Mariana hasta los catorce años.

Se casó a los quince años, el 9 de octubre de 1819, con Manuel Peralta, un joven
de Huéscar, militante del partido liberal. Tuvo el matrimonio pronto un hijo, José María. Movido por las dificultades económicas, Manuel quiso averiguar el paradero de la herencia de su esposa, pero su silencio fue comprado por la entrega al matrimonio de un mayorazgo. Tuvieron otra hija, Úrsula María, y, poco después, murió el esposo, quedando Mariana viuda a la edad de dieciocho años. Para entonces, ya estaba comprometida con las ideas liberales.

Cuando en octubre de 1823 es proclamado rey Fernando VII, que restaura el absolutismo, la casa de Mariana Pineda se convierte en un centro clandestino de amparo y ayuda para los liberales. En 1828, en medio de una sangrienta represión, tiene lugar un hecho trascendental. Su tío, el presbítero Pedro de la Serrana, es encarcelado por sus ideas. Mariana acude a visitarlo a la cárcel y allí conoce a otros liberales, entre otros, el capitán Fernando Álvarez de Sotomayor. Condenado éste a muerte, Mariana idea un plan para rescatarlo. Entró en la cárcel el 26 de octubre, disfrazada de fraile capuchino y logró sacar a Fernando confundido entre otros religiosos que habían acudido al presidio aquel día.

Mariana continuó ayudando a los liberales y colaborando en la infraestructura de la resistencia, sirviendo de enlace entre los presos y sus familias, gestionando mejores condiciones y tramitando escritos en solicitud de indultos. Su actividad acabó levantando las sospechas del juez Pedrosa, que se afanó en encontrar pruebas que inculparan directamente a la joven. Arrestada, ésta se negó a confesar y a delatar a sus compañeros, por lo que, a falta de indicios claros, fue puesta en libertad. Pedrosa estrechó el cerco de vigilancia y la volvió a arrestar y liberar.

Detrás de este acoso se ha querido ver el despecho de un hombre enamorado y rechazado, pero también la consternación porque una mujer encabezara un movimiento político de protesta.

En aquella época murió su padre adoptivo, pero la pena no logró mermar su actividad antiabsolutista, así como sus contactos con Torrijos y otros revolucionarios, exiliados en Gibraltar. A comienzos de 1831, el poder real acomete una represión aún más radical e indiscriminada, al hilo de los rumores sobre levantamientos liberales.

Pedrosa encontró entonces la prueba incriminatoria de Mariana. A través de una delación, el juez supo que dos bordadoras del Albaicín estaban confeccionando, por encargo de la joven, una bandera con el lema «Igualdad, Libertad y Ley».

Pedrosa consiguió de las bordadoras la tela y logró que ésta acabase en la casa de Mariana. En el momento de su detención, el 13 de marzo de 1831, se hallaba en la casa de su madre adoptiva. Tras un arresto domiciliario de diez días, del que intentó infructuosamente huir disfrazada, fue confinada en el beaterio de Santa María Egipciaca, el llamado Convento de las Arrecogidas, donde pasó los últimos dos meses de su vida. Al amparo de una resolución real que le otorgaba plenos poderes en la causa contra Mariana Pineda, Pedrosa pidió la pena capital.

Todo el proceso fue un cúmulo de ilegalidades, de apaños e incumplimientos de las escasas garantías jurídicas sobre las que se sustentaba el poder. El juez le ofreció repetidamente el perdón a cambio de delatar a sus cómplices, pero siempre obtuvo la negativa de Mariana. Tres días antes de su ejecución, fue trasladada a la Cárcel Baja. Serena, ratificada en su firme resolución de no delatar a nadie, encomendó el cuidado de sus hijos. Escribió allí mismo a su hijo una carta en la que le decía que moría «en aras de la patria, de la libertad y de la santa causa de los derechos del pueblo». El día 26 de mayo de 1831 fue conducida a lomos de mula al Campo del Triunfo, donde fue ejecutada mediante el método del garrote vil. Al mismo tiempo, fue quemada ante sus ojos la bandera causante de su detención.

Mariana se convirtió en símbolo de la lucha por la libertad. Concluido el período absolutista, después del silencio forzoso que cayó sobre su nombre, en 1937, a propuesta de los diputados granadinos, las Cortes le decretaron una fiesta anual, que se celebró durante mucho tiempo. Tras errar por diversos lugares, sus restos fueron finalmente inhumados en la Iglesia del Sagrario. Hoy día lleva su nombre una plaza y su estatua está situada en uno de los lugares más representativos políticamente de Granada.
Fuente: http://www.andalucia.cc

65.    Emilio Prados Such (Málaga, 1899 – 1962)
Escritor
Nace Emilio Prados en Málaga, en 1899, en el seno de una familia acomodada que por aquel entonces vivía en el número 3 de calle Strachan. Sus primeros conocimientos los adquiere en el conocido colegio de párvulos de Don Ventura, al que también acudió Vicente Aleixandre. Posteriormente, cursará estudios medios en la Residencia de Estudiantes de Madrid, donde contacta con Lorca y Juan Ramón Jiménez. Su labor literaria tuvo comienzo durante 1920, en el sanatorio suizo de Davos, donde estuvo un período de tiempo restableciéndose de su deteriorada salud. Recuperado, vuelve a la Residencia donde comienza los estudios de Filosofía y Letras, y Farmacia, pero muy pronto marcha a la Universidad alemana de Friburgo para continuar aquellos estudios de Filosofía.

En su constante peregrinar conoce a Picasso en París, y tras una breve estancia en Madrid, vuelve a su ciudad natal donde recibirá de su padre la imprenta Sur, y de cuyas máquinas surgirá la revista “Litoral” que dirigió con su íntimo amigo Manuel Altolaguirre, a los que se les unirá posteriormente los también poetas malagueños José Moreno Villa y José María Hinojosa. Es en esta emblemática imprenta malagueña, cuando entre los años 25 al 30 surgirá la poesía más genuina de la Generación del 27. Hacia 1930 sufre una profunda crisis que se agudiza en 1934 con la muerte de su padre, más tarde y tras el levantamiento militar del 18 de julio, se dedica con entusiasmo a la causa republicana y a la defensa de Madrid donde leyó en la radio su conocido poema "Ciudad Sitiada".

Con posterioridad, ya en Valencia, edita “Homenaje al poeta Federico García Lorca” y “el Romancero general de la guerra española”, siendo galardonado en 1937 con el premio Nacional de Literatura. Después de colaborar durante un tiempo con Antonio Machado en Barcelona, se exilia en 1939 en París y luego a México. Es en esta etapa, y hasta su muerte, cuando desarrolla su mejor poesía, y el libro más representativo "Jardín Cerrado", en que pese a ser un poeta no siempre fácil, según sus estudiosos y analistas, profundiza fundamentalmente en tres temas capitales, la soledad, la muerte y la nostalgia.

Durante su etapa final mexicana será acogido en la casa de Octavio Paz, escribiendo poesía y reeditando Litoral. Trabajará además como un modesto maestro, al estilo de la Institución Libre de Enseñanza en el colegio Luis Vives, pero con grandes privaciones. No quiso volver a su recordada y amada Málaga, aunque era constantemente reclamado por sus familiares y amigos hasta que muere el 24 de abril de 1962. Pese a ello y en palabras suyas, logró criar a un huérfano español abandonado en la calle y de los peligros más horribles, ¡hoy es mi hijo!.

En definitiva, fue Emilio Prados uno de los poetas más representativos de la Generación del 27, junto a su inseparable amigo Manuel Altolaguirre, siendo desde joven una persona muy comprometida socialmente, con una rebeldía que utilizó al servicio de su compromiso político y republicano, a pesar de que nunca se afilió a ninguna facción o partido político. Loables actitudes y méritos personales reconocidos en vida, a los que se han unido póstumamente otros muchos en forma de actos, conferencias, exposiciones, lecturas poéticas o premios de poesía que llevan su nombre, además de diferentes distinciones públicas como ser nombrado “Hijo Predilecto de la Provincia de Málaga” por parte de la Diputación Provincial en acuerdo tomado el 15 de junio de 1998, acto celebrado en el Palacio Provincial el 14 julio de ese mismo año.
Fuente: http://www.malaga.es

66.    Fernando de los Ríos Urruti (Ronda, 1879 – 1949)
Político
Dirigente e ideólogo socialista español, considerado como una de las más destacadas figuras del pensamiento socialista español destacando su propuesta de un socialismo humanista, desde una perspectiva no revolucionaria y deudora de la vanguardia de la socialdemocracia política y ética europea, y de un socialismo dentro del marco político de la democracia liberal, sin concesiones a cualquier tipo de aspiraciones totalitarias.
Huérfano a los cuatro años, realizará los estudios de bachillerato en Córdoba y tras finalizarlos la familia se instala, en 1895, en Madrid donde Fernando de los Ríos continuará sus estudios en la Institución Libre de Enseñanza, dirigida por otro ilustre rondeño Francisco Giner de los Ríos.

En la capital de España realiza los estudios de Derecho obteniendo la licenciatura en 1901 tras lo que comenzó su labor como profesor en la Institución Libre de Enseñanza. Tras doctorarse en 1907, obtuvo en 1911 la cátedra de en la Universidad de Granada.

En 1919 se afilia al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y participará en la elecciones de ese mismo año, resultado elegido diputado por la circunscripción de Granada. En 1920 es elegido miembro de la Comisión Ejecutiva del PSOE y como tal viajará a Rusia para ver las posibilidades de ingreso del partido en la Tercera Internacional. La percepción que obtuvo del rumbo totalitario de la Revolución Soviética hizo que De los Ríos se opusiera al ingreso del partido en la citada Internacional, lo que provocaría la escisión de un sector pequeño del partido que habría de fundar el Partido Comunista de España.

En 1923 es elegido nuevamente diputado a Cortes, en esta ocasión por la circunscripción de Madrid y es testigo de excepción del golpe militar del general Miguel Primo de Rivera. Inmediatamente, y en contra de la opinión de destacados dirigentes de PSOE, se opone a la colaboración con la dictadura participando, en 1930, en el Pacto de San Sebastián que desembocará en la fracasada Sublevación de Jaca y su encarcelamiento.

Liberado en 1931, justo antes de la proclamación de la Segunda República Española participará en las elecciones que se celebran en junio y obtendrá nuevamente un escaño por Granada, pasando a formar parte, como ministro de Justicia, del gobierno provisional que entre el 14 de abril y el 14 de octubre formará Niceto Alcalá Zamora. Cartera que ocupará nuevamente entre el 14 de octubre y el 16 de diciembre de 1931 en el primer gobierno del Bienio reformista bajo la presidencia de Manuel Azaña.

Tras la aprobación, el 9 de diciembre de 1931, del nuevo texto constitucional, De los Ríos volverá a formar parte del nuevo gobierno, nuevamente bajo la presidencia de Manuel Azaña, ostentando la cartera de Instrucción Pública y Bellas Artes hasta el 12 de junio de 1933 en que pasó a ostentar la cartera de Estado que mantuvo hasta la dimisión, el 12 de septiembre de ese mismo año, de Manuel Azaña y la elección de un nuevo gobierno bajo la presidencia de Alejandro Lerroux.

Fue nuevamente elegido diputado por la circunscripción de Granada en las elecciones de 1933 y 1936, y al estallar la Guerra Civil fue enviado como embajador de la República a Francia y posteriormente a Estados Unidos permaneciendo al frente de la legación republicana hasta el final de la guerra en 1939, pasando entonces a ejercer como profesor en la New School for Social Research de Nueva York, ciudad en la fijó su residencia hasta su muerte.

Entre sus obras destacan: La crisis actual de la democracia (1917), Mi viaje a la Rusia soviética (1921) escrito tras el citado viaje a la Rusia bolchevique y en el que cuenta que al preguntarle a Lenin cuándo se iba a establecer la libertad en la Unión Soviética revolucionaria, este le contestó con su famosa pregunta "¿Libertad para qué?", El sentido humanista del socialismo (1926) y Religión y Estado en la España del siglo XVI (1927).
Fuente: http://es.wikipedia.org

67.    Antonio Rodríguez Martínez "El tío de la Tiza" (Conil de la Frontera, 1833 – 1912)
Letrista.
Antonio Rodríguez Martínez, "El Tío de la Tiza", nace en Conil de la Frontera el 18 de enero de 1833. Su infancia y adolescencia las pasa en su pueblo natal, donde aprende a tocar el clarinete, demostrando una predisposición especial para los instrumentos tanto de cuerda como de viento. En el año 1853, recién cumplidos los veinte años, se desplaza a Cádiz para realizar el servicio militar, que efectuó en el Regimiento de Artillería y de cuya banda de música formó parte tocando el clarinete. Una vez terminado el servicio militar, decide instalarse definitivamente en Cádiz al ofrecerle mayores horizontes que los estrechos límites de su pueblo natal. Durante años trabajaría en labores comerciales, desde vendedor a despachador de mercancías. Su hermano Manuel tenía una panadería en la calle Sacramento número 90, además de una recova en el Mercado Central.


El día 25 de octubre de 1875 contrae matrimonio con la señorita Luisa Martínez Armelín en la parroquia de San Lorenzo. De casado sigue con sus negocios. Dos años antes, 1873, contempla por primera vez en los días de Carnaval un grupo de gente cantando en un barco, su nombre "La Goleta Terrible", preludio de lo que sería la comparsa gaditana, hoy llamado coro.


Cádiz sufre los vaivenes políticos y sociales y la patente decadencia de la ciudad hace que se agudice el ingenio. Ingenio que afecta incluso al sustento de los gaditanos. Una genovesa llamada Pauleta, que regentaba con su marido una freiduría en la calle Soperanis, inventa las "Tortillas de camarones". Mientras tanto, un gallego llamado Santiago, que abrió una freiduría en la misma calle Soperanis esquina a San Juan de Dios, le hace la competencia inventado el pescado en sobreúsa. ¡Y vaya si estaban ricos estos inventos!


El Tío de la Tiza cuenta 35 años cuando tiene lugar en Cádiz la Revolución de septiembre de 1868, conocida como la Gloriosa, y años después tiene lugar la insurrección cantonalista de Salvochea y la República posteriormente.


La situación económica hace que El Tío de la Tiza busque un trabajo más estable y se coloca en la Fábrica de Gas. Este empleo le facilita desarrollar sus inquietudes artísticas, literarias y culturales, participa en las tertulias de la tienda de vinos La Lonja, situada en la calle Columela número 2 bajo. En la misma, participan también diversos periodistas, ensayistas y escritores satíricos, los cuales le animaron a escribir para las agrupaciones carnavalescas. Al principio pone letra y música, pero no aparece como autor. Es a partir de 1889 con "Los Viejos Cooperativos" cuando oficialmente aparece su nombre. Rodríguez sigue con sus creaciones hasta 1905 en que marcha a Sevilla por motivos laborales.


Al fallecer la primera esposa de Antonio Rodríguez, éste se casa en segundas nupcias con Doña Josefa Pérez García. Fruto de esta unión nace su hijo Francisco.


En Sevilla escribió sus cinco últimas agrupaciones, tres para la capital hispalense y dos para Cádiz: "Los tontos" en 1908 y "Los boticarios" en 1911.


Pero Rodríguez, padecía una lesión de corazón que se le acentuó a fines de 1911, lo que unido a su avanzada edad pusieron en peligro su vida en varias ocasiones. Estando la mañana del 19 de agosto de 1912 en el Café Sevillano antes de entrar a su trabajo en la Empresa Catalana de Gas y Electricidad, se sintió repentinamente enfermo, por cuyo motivo fue trasladado a una Casa de Socorro, donde falleció.


El Tío de la Tiza era un guitarrista formidable, y la guitarra componía sus tangos y músicas para el popurrit. Su aportación fundamental a nuestros carnavales ha sido la codificación del tango, además de hacer evolucionar la antigua comparsa de Carnaval hasta culminar en la comparsa de "Los Claveles" 1896, que cantó en carroza adornada, abandonó los antiguos güiros y utilizó instrumentos originales para dar la entrada al tango. Asimismo, hizo acompañar el tango con guitarras, bandurrias y a partir de "Los Luceros" 1900, con el laúd. Sus agrupaciones se superaban unas a otras, hasta tal punto que puede decirse que llegaron a alcanzar la perfección.
Fuente: http://losnuevosanticuarios.iespana.es


68.    Julio Romero de Torres (Córdoba, 1874 – 1930)
Pintor
Nació y murió en Córdoba, donde pasó gran parte de su vida. Hijo del también pintor y conocido Rafael Romero Barros, director del Museo de Bellas Artes de Córdoba, comenzó su aprendizaje a las órdenes de su padre en la Escuela de Bellas Artes de Córdoba a la temprana edad de 10 años. Gracias a su afán por aprender, vivió intensamente la vida cultural cordobesa de finales del siglo XIX y conoció ya desde muy joven todos los movimientos artísticos dominantes de esa época.

En 1890 Pinta los que sería su primera obra conocida La huerta de los Morales

Julio Romero de Torres participó con intensidad en todos los acontecimientos artísticos de Córdoba y España. Ya en el año 1895 participó en la Nacional en Madrid, donde recibió una mención honorífica. También participó en las ediciones de 1899 y 1904, donde fue premiado con la tercera medalla. En esta época inició su experiencia docente en la Escuela de Bellas Artes de Córdoba.

En 1906, el Jurado de la Nacional rechazó su cuadro Vividoras del Amor, lo que provocó que el Salón de Rechazados fuera más visitado que las salas de la Exposición Nacional. Ese mismo año marchó a Madrid, para documentarse y satisfacer su inquietud renovadora. Después realizó viajes por toda Italia, Francia, Inglaterra y los Países Bajos.


Alegrías.En 1907 concurrió ya con los pintores más renombrados de la época a la exposición de los llamados independientes en el Círculo de Bellas Artes. Poco después obtuvo por fin su primera medalla en la Nacional del año 1908 con su cuadro Musa gitana. También recibió el primer premio en la Exposición de Barcelona de 1911 con el Retablo de amor, y dos años después en la Internacional de Munich del año 1913. En la Exposición Nacional de 1912, cuando Romero de Torres aspiraba a la medalla de honor, su obra no fue reconocida, lo que provocó que sus admiradores le entregaran una medalla de oro cincelada por el escultor Julio Antonio. Cuando sus cuadros tampoco fueron premiados en la Exposición de 1915 con la medalla de honor decidió retirarse definitivamente de las Exposiciones Nacionales.


La chiquita piconera.En 1916 se convirtió en catedrático de Ropaje en la Escuela de Bellas Artes de Madrid, instalándose definitivamente en la capital. A partir de aquí, su obra comenzó a representar el pabellón español en diversos certámenes internacionales, convocados en París, Londres, etc. Sin embargo, el gran momento de éxito se produjo en Buenos Aires, el año 1922. En agosto de ese mismo año Julio Romero de Torres había viajado a la República Argentina acompañado de su hermano Enrique, y en los últimos días de este mismo mes se inauguró la exposición, que fue presentada en el catálogo por un espléndido texto de Ramón Valle-Inclán. La muestra constituyó un éxito sin precedentes. Fue miembro de la Real Academia de Córdoba y de la de Bellas Artes de San Fernando. También exhibió su obra en la Exposición Iberoamericana de Sevilla en 1929, y en múltiples exposiciones individuales en nuestro país y en el extranjero.

A principios de 1930, Julio Romero de Torres, agotado por el exceso de trabajo y afectado de una dolencia hepática, volvió a su Córdoba natal para tratar de recuperarse. Pintando en su estudio de la Plaza del Potro, realizó entre los meses de enero y febrero la que sería su obra final y más célebremente conocida, La chiquita piconera.

El 10 de mayo de 1930 moría Julio Romero de Torres en su casa de la Plaza del Potro en Córdoba, hecho que conmocionó a toda la ciudad. Las manifestaciones de duelo general que produjo su muerte, en las que participaron en masa desde las clases trabajadoras más humildes hasta la aristocracia cordobesa, dejaron patente la inmensa popularidad de que gozaba el pintor cordobés.
Fuente: http://es.wikipedia.org

69.    Jesús de la Rosa (Sevilla, 1948 – 1983)
Músico y rockero
El tiempo pasa, pero el sentimiento queda. Una prueba de ello es Jesús de la Rosa: mito, maestro, predecesor, etc... Una de las personas más representativas de nuestra reciente historia musical (junto a Paco de Lucía, Camarón, Pepe Roca, Serrat, y no mucha gente más) viajó por última vez hacia su Sevilla natal (o quizás se quedó en la calle Feria para siempre) la madrugada del 14 de octubre de 1983. Fue cerca de Burgos, en dirección a Madrid, cuando la tarde del día anterior su destino se cruzó con un contratiempo regresando de entregar su arte por una buena causa; unas recientes inundaciones en el norte de España habían provocado ciertas necesidades económicas. La época de Triana estaba llegando a su fin mientras Jesús planeaba su carrera en solitario...

Nace el 5 de marzo de 1948 en la ciudad de Sevilla, siendo el menor de 8 hermanos (7 de ellos varones). De joven trabajó de platero, fue aprendiz de mecánico, y aprovechaba cualquier ocasión para cantar (como espontáneo o como vocalista ocasional), sustituyendo a su hermano Manuel, en la Orquesta Macarena, o de forma ocasional, casi siempre, para actuar en ferias de la zona.

Así estuvo hasta la formación de la banda Nuevos Tiempos, junto a Manolo Rosa (futuro bajista tanto en Triana como en Alameda), Rafael Marinelli (futuro teclista de Alameda), Gualberto (futuro guitarrista de Smash), etc... Esta formación que vería su final con el cumplimiento del servicio militar.

Durante el tiempo que Jesús estuvo en Madrid debido a la obligación militar, tuvo una primeriza incursión en "Los Bravos", pero su voz sonaba excesivamente sevillana para los propósitos comerciales, así que fue rechazado. Una vez libre del compromiso, pasaría una temporada en Granada prestando su voz a formaciones orquestales hasta que volviendo a Madrid (Barajas) forma "Tabaca"; junto a Emilio Souto y el guitarrista de "Los Payos", Eduardo Rodríguez, hacía experimentos musicales sin una orientación clara. Se trataba de mostrar el arte sin ningún tipo de pensamiento impuesto o sonidos pretendidos... la aventura musical duró apenas un año. Mucho arte en una formación que vería su final con el cumplimiento del servicio militar. Quedaron en el recuerdo temas como "Cansado me encontré", único tema en castellano puesto que los demás se ejecutaban en lengua inglesa. La CBS, su discográfica, intentaba establecer formas a un arte excesivamente libre respecto a parámetros establecidos. Emilio Souto decidió irse al norte a formar la "Desde Santurce a Bilbao blues band". Jesús y Eduardo se fueron a Sevilla, donde también vivía Telesforo, que compartió anteriormente escenario con Eduardo siendo el batería de "Los Payos". Ellos tres junto a Lole y Manuel empezarían pronto a ensayar un nuevo proyecto rockero con esencias flamencas... pero tanto arte junto no pudo compartirse. Finalmente Lole y Manuel seguirían su carrera por un lado y los otros tres terminarían formando "Triana", que adoptaron tal nombre debido a que Tele era oriundo del citado barrio.
Fuente: http://es.wikipedia.org

70.    Pablo Ruiz Picasso (Málaga, 1881 – 1973)
Pintor
Pablo Ruiz Picasso, que una vez consagrado como pintor firmaría sólo con el apellido materno nació en Málaga en una familia vinculada a la pintura. Su padre, José Ruiz Blasco, se ganaba la vida como profesor de dibujo, primero en Málaga y luego en La Coruña y Barcelona. Aunque ya en la ciudad gallega empieza sus estudios de Bellas Artes, será Barcelona, adonde la familia llega en 1895, el lugar en el que completa su formación y comienza su carrera de pintor. La excepcionalidad de sus dotes artísticas se manifiesta pronto, y la Mención honorífica obtenida por Ciencia y Caridad en 1897 parece augurarle un brillante futuro como pintor académico.


Años de bohemia

Lejos de seguir ese camino, Picasso se sumerge en la bohemia barcelonesa de principios de siglo. La capital catalana era entonces un centro artístico de gran vitalidad, donde el modernismo de la arquitectura y las artes decorativas convive con las grandes tendencias de la escena artística europea: el gusto poético del simbolismo, encarnado en pintores como Modest Urgell, y la nueva pintura clara y plenairista, que Casas o Rusiñol han importado de París. Picasso frecuenta la cervecería "4 Gats", donde conoce a todos los artistas catalanes del momento. En 1900 viaja a París con su amigo Carles Casagemas. Un año después celebra su primera exposición francesa y en 1904 se instala en el mítico Bateau-Lavoir de Montmartre. A caballo entre Paris y Barcelona discurre la primera etapa de su obra, los llamados períodos azul y rosa, que se extienden hasta 1906. Son cuadros en los que la figura, trazada con el dominio virtuoso del dibujo que siempre le caracterizó, se erige sobre fondos monocromos de los colores citados. Predomina la influencia de pintores catalanes como Nonell y su gusto por escenas alegóricas que aluden a los aspectos más desolados de la existencia.

El cubismo



El interés por la escultura ibérica y las máscaras africanas del Museo del Trocadero, apunta un nuevo giro en sus obras de 1906 (Autorretrato con la paleta en la mano, Retrato de Gertrude Stein) Entre ese año y el siguiente trabaja en Las señoras de Avignon, punto de partida del cubismo. En las pinturas realizadas en 1908 en Horta de Ebro los volúmenes se geometrizan y facetan a lo largo de la superficie del cuadro, con lo que los primeros pasos del nuevo movimiento estarían ya dados. Su desarrollo se produce entre 1909 y 1914, período en el que trabaja. Estrechamente vinculado a Georges Braque, hasta entonces en las filas del fauvismo y al que conoce en 1907 a través del poeta Apollinaire. Ese trabajo en común va depurando el nuevo lenguaje e incorporando procedimientos como el collage y el papier collé, que Picasso comienza a practicar desde 1912. Estas técnicas establecen una nueva relación entre cuadro y realidad percibida hasta constituir uno de los episodios fundacionales de la pintura moderna.
En la simplificación y desarrollo del nuevo método, que suele conocerse como cubismo sintético, tiene gran importancia la colaboración de Picasso con los ballets rusos de Diaghilev. En 1916, por mediación de Jean Cocteau, diseña la escenografía del ballet Parade, con música de Erik Satie, punto de partida de una cierta dimensión decorativa del cubismo. También conoce por entonces a Olga Koklova, con quien se casa en 1918 y que le da su primer hijo. Picasso había mantenido antes relaciones con Fernande Olivier y Marcelle Humbert, la Eva de los primeros cuadros cubistas.

Un siglo de guerras

Durante el período de entreguerras sigue ahondando en el cubismo a través de la pintura, el collage y la escultura, retornando eventualmente a una figuración clasicista y mediterránea (Tres mujeres en la fuente, 1921) La introducción de temas fantásticos llama la atención de los surrealistas, que siempre consideraron su figura con respeto. La guerra civil española marca un nuevo hito en su vida y su obra: Picasso abraza la causa de la República y acepta la dirección del Museo del Prado, desde la que contribuye a la salvaguardia del patrimonio artístico español. En 1937, la aviación alemana, aliada de los sublevados, bombardea Guernica provocando una verdadera matanza de población civil. La profunda sacudida que el horror provoca en Picasso se traduce en Guernica, exhibido en el Pabellón Español de la Exposición universal de París de ese año y que, con el tiempo, se convierte en el cuadro más famoso y reproducido del siglo XX. La estela del Guernica tiñe toda la obra de los años treinta de un peculiar expresionismo, en el que se otorga una nueva dimensión al tratamiento cubista de la figura humana. Son los años de su relación con Dora Maar, que sucede a Marie-Thérése Walter, madre de su segunda hija.

Los últimos años

Tras la Segunda Guerra Mundial, Picasso se instala en el sur de Francia, que viene frecuentando desde los años veinte. Su vitalidad artística le lleva a la cerámica y la escultura, que practicó con continuidad a lo largo de toda su carrera hasta el punto de contarse entre los grandes escultores de nuestro siglo. También su abundante obra gráfica merece por sí sola un lugar de privilegio en la historia del arte moderno. Sus dos últimas relaciones amorosas, con Francoise Gilot, que le daría dos hijos más, y con Jacqueline Roque, con la que se casa en 1961 y permanece hasta su muerte, le dan la estabilidad que hace posible el asombroso despliegue de su obra de vejez. Picasso utiliza entonces todos los recursos que ha ido descubriendo a lo largo de su carrera para hacer una pintura de extraordinaria libertad, que filtra de forma oblicua aspectos de su propia vida personal. Su legendaria vitalidad dionisíaca no lo abandona hasta su muerte
Fuente: http://www.imageandart.com

71.    Nicolás Salmerón (Alhama la Seca, 1838– 1908)
Político. Presidente de la 1ª República española.
Catedrático de Metafísica y político español, que ocupó en 1873, durante mes y medio, la presidencia de la República española. Nació en Alhama la Seca (Almería), el 10 de abril de 1837 –en 1932, inicios de la Segunda República, se cambió en su honor incluso el nombre del pueblo: Alhama de Salmerón–. Su padre era médico, y su hermano mayor el jurista y político español Francisco Salmerón (1822-1878). Estudió el bachillerato en el Instituto de Segunda Enseñanza de Almería (fundado en 1845, perteneció Salmerón a la primera promoción del Instituto que hoy lleva su nombre). En Granada cursó Derecho y Filosofía y Letras, siendo condiscípulo de Francisco Giner de los Ríos. En Madrid sufrió la influencia del krausismo a través de Julián Sanz del Río, que fue profesor suyo. En 1858 era profesor de Filosofía en el Instituto San lsidro de Madrid, y al año siguiente fue designado profesor auxiliar de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Central. En 1863 ganó por oposición la cátedra de Historia Universal de la Universidad de Oviedo, a la que renunció, obteniendo el 13 de julio de 1869 la cátedra de Metafísica de la universidad madrileña. Sus artículos en los periódicos La Discusión y La Democracia le dieron renombre, y en 1867 fue detenido por sus actividades revolucionarias dentro del Partido Demócrata, junto a Pi y Margall, Figueras y Orense, sufriendo cinco meses de cárcel. Durante el sexenio democrático (1868-1874) fue uno de los adalides del republicanismo (a pesar de las discrepancias doctrinales que tenía con el federalismo de Pi y Margall). Diputado por Badajoz en 1871, cuando las ocupaciones políticas se lo impedían era sustituido en la cátedra de Metafísica por Urbano González Serrano, su discípulo más cercano.

Al proclamarse en 1873 la República se le nombró Ministro de Gracia y Justicia con Estanislao Figueras. Intentó reformar el sistema judicial y establecer una legislación laica. Sucedió a Francisco Pi y Margall en la presidencia de la República, que desempeñó del 18 de julio al 7 de septiembre de 1873. Por entonces se generalizaron las sublevaciones cantonalistas (Málaga, Sevilla, Cádiz, Cartagena...), que combatió con energía, viéndose obligado a pactar con los militares antifederalistas y finalmente a dimitir, cuando no llevaba todavía dos meses en la presidencia, para no seguir cediendo a las exigencias de los conservadores: en su monumento funerario se recuerda que dimitió por no firmar unas sentencias de muerte, dictadas para restablecer la disciplina del ejército. Durante su presidencia su hermano Francisco ocupó la presidencia de las Cortes. El 9 de septiembre fue elegido presidente del Congreso y, desde ese puesto, inició una dura campaña contra Emilio Castelar, que le sucedió como presidente de la República, y del que se había enemistado a raíz de la provisión que éste había hecho de las sedes vacantes en numerosos obispados. Por este enconado enfrentamiento, en la noche del 3 de enero de 1874 se negó a dar un voto de confianza al gobierno de Emilio Castelar, por lo que triunfó el golpe de estado del general Pavía, y Salmerón se desprestigió como político al precipitar el final de la República.
Fuente: http://www.filosofia.org

72.    Fermín Salvochea y Álvarez (Cádiz, 1842 – 1907)
Político
Nació en la calle Fernando García de Arboleya, de una familia de origen navarro. Su abuelo paterno se había establecido en Cádiz procedente de Navarra, para dedicarse al comercio. Su madre, Pilar Álvarez, era prima de Juan Álvarez Mendizábal.

A los 15 años su padre, siguiendo las tradiciones de la burguesía mercantil gaditana a la que pertenecían, le envía a Inglaterra para que se familiarice con las técnicas comerciales, permaneciendo Fermín en Londres y Liverpool cinco años. Pero al parecer se dedicó más a estudiar los problemas sociales de la época que los mercantiles. Leyó las obras de Owen, Paine y Berdlow. Regresa a Cádiz con 21 años, con ansias de reformar la sociedad, influido por las doctrinas del socialismo utópico. Se hace conocer por su tolerancia y generosidad.

Después de La Gloriosa, es nombrado jefe de uno de los Batallones de los Voluntarios de la Libertad de Cádiz. Participa activamente en los tristes sucesos del 68, por lo que es encarcelado. Puesto en libertad el 69, organiza partidas armadas contra el gobierno en la Sierra de Cádiz, siendo derrotadas por las tropas gubernamentales, por lo que se refugia en Gibraltar. En 1871, gracias a la amnistía promulgada por Amadeo de Saboya, regresa a Cádiz. Se cree que es en esta época cuando se alista al movimiento internacionalista (anarquista), aunque sigue apoyando las ideas republicano-federales.

Líder indiscutible del Cantón de Cádiz, al finalizar el episodio del cantón, es apresado por las tropas del General Pavía, juzgado en Sevilla y condenado a cadena perpetua, permaneciendo varios años detenido en La Gomera y en Ceuta. Renuncia al indulto que le ha conseguido el ayuntamiento gaditano en 1883, escapándose a Marruecos.

Al fallecer Alfonso XII es nuevamente amnistiado, y vuelve a Cádiz, donde funda el periódico El Socialista, en el que publica artículos del conocido anarquista Kropotkin. Implicado en los juicios de la Mano Negra, vuelve a ser encarcelado, pero recupera pronto la libertad, participando en le huelga general de 1902 y en actividades anarquistas en Madrid.

Fallece el 28 de septiembre de 1907, siendo su entierro una gran manifestación de duelo popular. Durante el entierro, empezó a llover a cántaros cuando la comitiva pasaba al lado del ayuntamiento. El alcalde ordenó que entrasen en el ayuntamiento diciendo Esta es su casa. Que no salga de ella hasta que no acabe la lluvia.
Fuente: http://es.wikipedia.org

73.    Manuel Soto Loreto “Manuel Torre” (Jerez de la Frontera, 1878 – 1933)
Cantaor
Manuel Soto Loreto. Jerez de la Frontera (Cádiz), 1878 - Sevilla, 1933. Cantaor. Figura gigantesca del cante, a quien Fernando de Triana llamó "cantador de leyenda". Gitano analfabeto -el hombre "con mayor cultura en la sangre" para García Lorca-, pero en posesión de una singular sabiduría para todo lo relacionado con su arte. Escuchó a los maestros jerezanos anteriores a él, pero seguramente quien más le influyó fue Enrique el Mellizo, con quien tuvo mucho trato en su etapa juvenil. La primera vez que el joven oyó cantar al viejo maestro, Manuel, llorando, se quería tirar por la ventana. Hizo toda su vida profesional en Sevilla, requerido muy joven por los cafés cantantes, aunque la noche de su presentación en el Novedades concluyó que le daba miedo ver tantas luces. Fue entonces cuando conoció a una guapa bailaora, Antonia Torres Vargas la Gamba, con quien se casó y tuvo dos hijos. Y ha contado Manuel Barrios que, en la casa en que vivía, "ocurre, cada noche, algo sorprendente, y es que las vecinas esperan, hasta altas horas, porque cuando Manuel llega, 'a las tantas', les susurra la nana a sus niños". Fue, probablemente, el cantaor con más duende de la historia, y también el más sometido a la tiranía de esa misteriosa fuerza inspiradora de lo jondo. "Tó lo que tiene soníos negros tiene duende", decía. En torno a sus dichos, y sus hechos, se ha construido casi toda la inquietante teoría sobre el duende flamenco. Nadie como él conoció la angustia de buscar y no tener esa fuerza sin igual de inspiración, en noches negras que se hicieron famosas porque no podía cantar y la gente pedía la cárcel para él. Más memorables fueron sus noches de gloria. "Se te metía el sonío suyo en el oído y ya no lo perdías en tres semanas" (Pericón de Cádiz). Pepe de la Matrona fue testigo de una de aquellas noches negras en Madrid, en que el jerezano había estado para matarlo. Ya clareando el día salieron a la terraza a tomar un café, y entonces Manuel le dijo al guitarrista: "Oye, coge la bajañí que voy a cantar dos veces, ahora que me ha cogío bien". Y decía el de la Matrona que había cantado de manera absolutamente memorable: "Puso el pie en uno de los veladores aquellos, el otro tocándole, y cantó tres coplas por seguiriyas que el suelo temblaba. Yo no he visto otra cosa igual. Lo tengo metío en la cabeza y no se me olvida, no se me pué olvidar..." Manuel Torre fue un cantaor largo, que hizo casi todos los estilos y en todos -en unos más y en otros menos- dejó la firma de su personal genialidad. Pero en algunos fue verdaderamente único. La saeta, que elevó a una excepcional categoría, dotándola de un dramatismo y un sentimiento que lastimaban. "Salía Manuel rabiando, salía medio templao, con la saeta como hablá, como hablándola, como hablá, para aluego le daba un arto a la saeta y aluego se la traía p'abajo y después p'arriba..., y se venía aquello abajo, la calle entera, un palmeterío, un vocerío que quitaba er sentío" (Tía Anica la Periñaca. Una impresionante saeta de Manuel Torre, en Sevilla, hizo llorar por segunda vez al ganadero Eduardo Miura una mañana de Viernes Santo: "Cuando cierra el pellizco del último ¡ay!, la gente que asiste, pasmada, al acontecimiento no aplaude ni vitorea. Todos sacan los pañuelos, en silencio, y la plaza de la Encarnación se convierte en un inmenso aletear de palomas blancas que piden una nueva saeta a aquel hombre fabuloso a quien un gitanillo, que le acompaña, dice, señalando a don Eduardo Miura: - Fíjate, primo, con la mala uva que se gasta criando toros y ahí lo tienes, que me lo has hecho llorar" (Manuel Barrios). Saetas que fueron recordadas como espeluznantes, y a las que se adjudica la costumbre sevillana de mecer rítmicamente los pasos, pero sin avanzar, a partir de la ocasión en que el capataz de los costaleros dio orden de avanzar cuando este cantaor iniciaba una saeta; fue obedecido el mandato, los costaleros elevaron sobre sus hombros el paso, pero se limitaron a moverlo rítmicamente sin avanzar, mientras Torre cantó cuanto quiso. "El más firme y primer puntal que sostiene el monumento saetero es, sin duda, Manuel Torre, puesto que a él se deben muchos de los vértices flamencos que se aprecian en la saeta moderna. El cante por saetas de Torre sobrepasó la línea de su personalidad humana y se evaporizó dentro de la mítica flamenca. Las saetas de Torre, son puras creaciones, consecuencia de su intenso y vigoroso fluir flamenco, más que como preconcebida idea. A partir de él, se transforma y se reviste con un eco profundísimo, lleno de matices peculiares. Torre marca un hito, y si históricamente no podemos hablar de quién fue el que inventó la primera saeta, sí podemos afirmar que el mundo saetero está dividido en dos grandes mitades: antes y después del coloso jerezano" (Melgar y Marín ). Portentoso siguiriyero, de una personalidad que marcó decisivamente todas las formas que recreó. Declaraba Juan Talega al autor: "El cante bueno duele, no alegra, sino duele. Yo no he oído, que me duela a mí fuerte, a nadie en el mundo más. Manuel hacía unas cosas, Manuel Torre hacía unas cosas que no tienen explicación. Todo lo que diga la gente es mentira. Hacía una cosa tan propia que no se parecía a nada, ni a nadie. Manuel barajaba cuatro o cinco cantes por soleares, ¡na más!, cuatro o cinco cantes, ¡chiquillo, pero los decía de una manera que te volvías loco! Lo oías una vez y no te se quitaba de la cabeza. Un eco, un ¡ay! tan raro, una cosa, no se parecía a nadie... Un sonido, un sonido... Mi padre lo trajo a casa y lo tuvo siete días en casa, a Pastora, y a él, a Arturo, a mi tío Joaquín... Y estuvieron en casa y yo le decía a mi padre: 'Papá, ¿pero Manuel canta mejor que Tomás el Nitri?' Porque a mi padre no se le podía discutir Tomás el Nitri. 'Es otra cosa diferente -decía-. Tomás el Nitri es el mejor cantaor que yo he oído, pero no me ha levantao del asiento como Manolo'." En 1996 ha salido el primer volumen de sus grabaciones completas, y habrá un segundo.
Fuente: https://www.flamenco-world.com

74.    Joaquín Turina Pérez (Sevilla, 1882 – 1949)
Músico y compositor
Joaquín Turina Pérez nació en Sevilla el 9 de Diciembre de 1882. Nacido en el seno de una familia de clase media acomodada, se rodeó de un ambiente artístico que tuvo una gran influencia en el futuro músico. Con cuatro años, recibió como regalo una acordeón y sorprendió a todo el mundo con su velocidad y facilidad con que aprendió a tocarla.

En 1894 Joaquín Turina empezó sus estudios formales armonía, teoría y contrapunto. Casi inmediatamente empezó a componer pequeñas piezas, su debut fue el 14 de Marzo de 1897, en el que interpretó La Fantasía de Thalberg, un tema de Moisés, de Rossini, que le impulsó en su carrera hacia ser un completo concertista. En 1902 se trasladó a Madrid donde rápidamente se vio envuelto por la escena musical del lugar, y realizó la premier de su zarzuela La Sulamita. En 1905 fue, como muchos otros compositores españoles de la época, a Paris. Estudió piano con Moszkowsky y teoría bajo la tutela de Vincent d'Indy, en la Schola Cantorum. Se hizo gran amigo de Albéniz y Falla, y fue Albéniz quien le animó a encontrar inspiración en la música popular de España y Andalucía. Su quinteto, que tuvo su estreno en Paris, fue considerada su Op.1 como el principio de una nueva forma de ver la música y pocas veces volvió a recordar los trabajos realizados hasta el momento.

En 1914 regresó a Madrid y dividió su vida entre la composición, la enseñanza y la interpretación. Turina murió en Madrid el 14 de Enero de 1949.
Fuente: http://www.macmcclure.com

75.    Juan Valera y Alcalá Galiano (Cabra, 1824 – 1905)
Escritor
Juan Valera y Alcalá Galiano nació en Cabra, Córdoba (España), el 18 de octubre de 1824 en el seno de una familia aristocrática. Sus padres, ambos de origen aristocrático, eran el marino José Valera Viaña y la Marquesa de la Paniega Dolores Alcalá Galiano. Los años de su niñez transcurrieron en el mundo rural andaluz, que después se reflejará en muchas de sus novelas.

Antes de iniciar sus estudios de Filosofía y Derecho en la Universidad de Granada, estudió Lengua y Filosofía en el seminario de Málaga entre 1837 y 1840 y en el colegio Sacromonte de Granada en 1841.

Ingresó en el cuerpo diplomático y desempeñó diversas funciones diplomáticas en varias embajadas (Nápoles, Lisboa, Río de Janeiro, Dresde y Rusia) y, más tarde, fue ministro plenipotenciario en diversas capitales europeas y en Washington. Fue diputado y ocupó importantes cargos en la administración. En 1861 ingresó en la Academia de la Lengua. La última etapa de su vida transcurrió alejada de toda actividad pública, a causa de su ceguera.

Valera fue un hombre de mundo, elegante, distinguido y refinado, de gran cultura y brillante ingenio, y con cierta dosis de escepticismo e ironía distanciadora.
Fuente: http://www.rinconcastellano.com

76.    Daniel Vázquez Díaz (Nerva, 1882 – 1969)
Pintor
Daniel Vázquez Díaz es uno de los grandes pintores españoles del siglo XX.

Nació en Nerva, Huelva, en 1882. Estudió en Sevilla la carrera de Comercio y al mismo tiempo comenzó su formación artística de forma autodidacta. Se introdujo en los ambientes artísticos de la ciudad y se relacionó con Francisco Iturrino, con Ignacio Zuloaga y con Juan Ramón Jiménez entre otros.



En 1903 se traslada a Madrid para estudiar en la Academia de San Fernando y aunque no lo consigue, acude al Museo del Prado para observar la obra de los grandes maestros, en especial, la de Zurbarán.

En 1906 decide marchar a París. Durante el viaje, Vázquez Díaz permaneció casi cuatro meses en Fuenterrabía, un pueblecito del País Vasco. Esta estancia fue de gran interés para su aprendizaje artístico, ya que el descubrimiento del paisaje del País Vasco le impresionó tanto que comienza a desarrollar la pintura de paisaje.

Pintó Impresiones del Atlántico, también llamado Azul desde el castillo de San Servando, donde el verdadero tema es el color, el azul, que va desde el azul blanquecino hasta al azul intenso.

De 1906 a 1918 se encuentra en París. Allí conoce la obra de los impresionistas, de los postimpresionistas, de los nabis y de los simbolistas. Descubre, además, el cubismo, que se convertirá en una referencia constante en su obra, pero a diferencia de otros artistas como Juan Gris, no será un cubista intelectual, sino que utilizará las formas cubistas para crear su propio lenguaje.

De regreso a Madrid en 1918, participa en diversas exposiciones y su obra alcanza un gran éxito. Crea su propio taller donde compagina la docencia con la creación artística. Algunos de sus discípulos son José Caballero, Díaz Caneja y Rafael Boti.

Sus obras, paisajes y retratos, estructuradas con gran simplicidad de líneas y con un colorido muy sobrio de grises, están marcadas por la influencia del cubismo y en concreto por la herencia de Cezanne.
Fuente: http://www.arteespana.com

77.    Francisco Villaespesa Martín (Laujar de Andarax, 1877 – 1936)
Poeta
Francisco Villaespesa Martín nace en Laujar, Almería, el 14 de octubre de 1.877. A los ocho años ya hace versos. Estudia el bachillerato en Almería, iniciando los estudios de Derecho en la Facultad de Granada que abandonó para seguir la carrera literaria. Su primer libro "Intimidades" es de 1.898; le sigue "Luchas". En 1.890 publica "Copa del Rey Thule", consagrándose como poeta modernista con él. La muerte prematura de se esposa presentida en sus obras: "El alto de los bohemios", "Rapsodias",  "La Musa enferma", marca su obra poética posterior publicada a partir de 1.906: "Tristia rerum", "Vieja sentimental" e "Inmemoriam". Tras un viaje por Europa se traslada a vivir a Madrid donde se incorpora a la vida literaria de la Villa y Corte, funda revistas, colabora en otras, hace sus incursiones en los campos de la prosa en forma de novelas y cuentos obteniendo en 1.911 un resonante éxito en el estreno de la leyenda trágica en cinco actos "El Alcázar de las Perlas" presentada en Granada por la compañía Guerrero-Díaz de Mendoza.

Posteriormente éxitos fueron "Doña María de Padilla", "Aben Humeya", "La leona de Castilla" y otras.

Nunca abandona la poesía pura de la que publica varios libros, pasa a América haciéndose empresario con compañía propia, recorriendo centro y Sudamérica. "Hernán Cortés", "Bolívar" y "El Sol de Ayacucho" son títulos de algunas de sus obras de esta etapa.

El valor de su poesía y su lirismo podemos encontrarlo principalmente en las poesías: "La Hermana", "La Rueca", o "Las Fuentes de Granada".

Es un gran poeta con una gran personalidad y grandeza de espíritu. La letra del himno Oficial de Almería es suya.
Fuente: http://personales.ya.com


78.    Rafael Zabaleta (Quesada, 1907 – 1960)
Pintor
En el realismo expresionista de su obra se unen la visión formal del cubismo, la violencia cromática del fauvismo y la deformación del expresionismo.

Nació en Quesada, Jaén, y en 1924 inició sus estudios artísticos en la Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid. En 1934 viajó a París y conoció las obras de los principales pintores de vanguardia. Realizó su primera exposición en la galería Biosca de Madrid en 1942, por la que recibió una crítica favorable de Eugenio D’Ors, que llegó a calificarlo como el pintor más importante de su época.

Un extraño surrealismo ‘provinciano’ puebla sus primeras obras, que va depurando a medida que crece el interés por representar su pueblo natal, Quesada, con fuerte cromatismo y aire geometrizante que le acercan al fauvismo y también al aire ingenuo del arte naïf. Sus obras de madurez poseen un lirismo rústico y profundo que permite hablar de una pintura humanista, dotada de un optimismo multicolor, con mujeres de formas rotundas y carnales y un color jubiloso que refleja el gozo con el que están pintadas.
Fuente: http://es.encarta.msn.com

79.    María Zambrano (Vélez-Málaga, 1904 – 1991)
Filósofa
María Zambrano nace en Vélez-Málaga en 1904. Se traslada a Madrid a los cuatro años y de allí a Segovia donde reside hasta 1924. En Madrid cursa estudios de Filosofía, asistiendo, durante los años 1924-27, a las clases de Ortega y Gasset, de García Morente, de Julián Besteiro y de Zubiri, integrándose en los movimientos estudiantiles y colaborando, a partir de 1928 en distintos periódicos. Vive muy de cerca los acontecimientos políticos de aquellos años, de cuya vivencia será fruto un primer libro: Horizonte del liberalismo, aparecido en 1930. En 1932 firmó el manifiesto fundacional del movimiento denominado Frente Español, inspirado en gran medida por Ortega, movimiento que ella misma disolvió, "por ser leal a Ortega", como escribió ella misma, al ver que ciertas tendencias cercanas a José Antonio Primo de Rivera iban a tergiversar la naturaleza del programa que se habían trazado. Había sido nombrada, desde el año 31, profesora auxiliar de metafìsica en la Universidad Central. En el 32 sustituyó a Xavier Zubiri y comenzó a colaborar en la Revista de Occidente, luego en Cruz y Raya y en la revista Hora de España, desde su primer número, aparecido en 1936. En aquellos años que precedieron su exilio, conoció y entabló amistad con Bergamín, con Luis Cernuda, Jorge Guillén, Rafael Dieste, Emilio Prados y también a Miguel Hernández. Se casa en septiembre del 36 con Alfonso Rodríguez Aldave, recién nombrado secretario de Embajada de España en Santiago de Chile, con quien emprende un primer viaje a La Habana, de donde vuelven al año siguiente, él para incorporarse a filas, ella para colaborar con la República

Perdida la causa, María Zambrano sale de España el 28 de enero de 1939. Deja atrás todo lo suyo, incluida una caja con los apuntes de las clases de Ortega y de Zubiri que había preparado para llevarse. Fue, escribió, un acto de renuncia que le permitió recuperar, desde el fondo de la memoria, de manera necesaria, el contenido que tanto le había marcado. París, e inmediatamente México, luego de nuevo La Habana, son los primeros hitos del exilio. En Morelia es nombrada profesora en la Universidad San Nicolás de Hidalgo. Conoce y entabla amistad con Octavio Paz y León Felipe. También en ese año publica Pensamiento y Poesía en la vida española, y Filosofía y Poesía, a lo que seguirá una intensa actividad literaria. En 1942 es nombrada profesora de la Universidad de Río Piedras, en Puerto Rico. Progresivamente, se va dibujando en ella la necesidad de atender a eso que empieza a denominar "razón poética", una razón que diera cuenta de la recepción vital de los acontecimientos y se elaborara por la palabra, una razón siempre "naciente".

En 1946, viaja a Paris, donde encuentra a su hermana Araceli, torturada por los nazis, al borde de la locura. Se quedará con ella hasta la muerte de ésta. En París entabla amistad con Albert Camus y con René Char. En 1948 se separa de su marido y vuelve a La Habana ahora acompañada de Araceli, donde habrán de quedarse hasta 1953, fecha en la que viajan a Roma. Por aquel entonces escribirá algunas de sus obras más importante: El hombre y lo divino, Los sueños y el tiempo, Persona y democracia, entre otros. En 1964 abandona Roma (detalle curioso: es expulsada de Italia por la denuncia de un vecino fascista; causa: los muchos gatos que tenía en su apartamento. A veces los detalles son esas ineludibles circunstancias que provocan un giro en la existencia. Los gatos le acompañaron en su salida de aquel país hacia Suiza.) Siempre acompañada de su hermana, se instala en el Jura francés. Araceli muere en 1972 y María sigue en su retiro de La Pièce, con algún intervalo en Roma. Escribe Claros del bosque y empieza De la aurora. El giro hacia la mística se ha efectuado.

Mientras tanto, en España poco a poco se empieza a conocer a la escritora. En 1981 se le otorga el Premio Príncipe de Asturias. Desde Ginebra, donde se había instalado en 1980, regresaría por fin a Madrid en el 1984, después de cuarenta y cinco años de exilio. En 1988 le fue concedido el premio Cervantes de Literatura. Falleció en la capital española el 6 de febrero de 1991.
Fuente: http://www.ensayistas.org





80.      JOSÉ MARÍA IZQUIERDO Y MARTÍNEZ (Sevilla, 1886- 1922)
           Ateneísta, profesor y escritor.
Escritor y humanista sevillano, nació el 19 de agosto de 1886 en la casa número 59 de la calle Castellar, la misma calle en la que había nacido a finales del siglo XVI el poeta Francisco de Rioja. Cursó la carrera de Derecho en la Universidad de Sevilla, en la que llegó a ser Profesor de Derecho Canónico. Pasó su corta vida muy entregado a la investigación jurídica, la creación literaria, la labor periodística y la participación en la vida cultural de Sevilla, a la que prestó notable impulso desde el Ateneo de la ciudad, institución a la que se dedicó con especial intensidad. Su labor intelectual estuvo vinculada a la mentalidad regeneracionista de principios del siglo XX y al andalucismo cultural desarrollado en la Sevilla de la época en torno a las revistas Bética y La Exposición, en un momento de eclosión de los ideales regionalistas. En 1910 publicó su estudio sobre El Pragmatismo y en 1914 El Derecho en el Teatro, dos monografías que reflejaban su doble vocación por las cuestiones jurídicas y literarias. Fue también autor de un texto titulado Por la parábola de la vida, "producción ingeniosa-escribe Méndez Bejarano- donde lucen la originalidad y el serio impresionismo que caracterizan su personalidad literaria", y de una Divagación dantesca enviada por el autor desde Roma y leída en el Ateneo sevillano por el escritor José Andrés Vázquez. Pero su obra más conocida y valiosa fue, sin duda, Divagando por la ciudad de la Gracia, que publicó en la imprenta sevillana de Joaquín L. Arévalo en 1914. Conocido en Sevilla bajo el seudónimo literario de "Jacinto Ilusión", Izquierdo fue hombre de amplios y variados saberes culturales, muy entregado al estudio y muy señalado en los ambientes de la ciudad por su personalidad ensimismada y soñadora, por su melancólica tristeza, por el aire silente y enigmático de su talante y por su declarado amor por Sevilla, a la que, al decir de todos, entregó lo mejor de sí mismo. Fue sin duda uno de esos sevillanos finos, de profunda vida interior y escasa locuacidad. en la línea de Bécquer, de Cernuda, de Romero Murube, que nada tienen que ver con el falso estereotipo folklorista. Murió prematuramente en 1922, a la temprana edad de 36 años, dejando tras de sí un aura de misterio y un sentimiento de pérdida que contribuyeron poderosamente a su inmediata mitificación.
Fuente: www. Ateneodesevilla.org

81.      FRANCISCO RODRÍGUEZ MARÍN (Osuna, 1885- 1943)
           Catedrático, miembro de la Real Academia  Española y Folklorista.
El venerable patriarca de las letras españolas, D. Francisco Rodríguez Marín, Director de la Real Academia Española, Presidente honorario del Patronato «Menéndez Pelayo», del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, murió en Madrid, a los primeros días del mes de junio del pasado año, en vísperas de un solemne homenaje nacional que por iniciativa del Ministerio de Educación Nacional se le iba a tributar.
Nacido en Osuna, año de 1855, D. Francisco Rodríguez Marín contaba ochenta y ocho años cuando, poco antes de su fallecimiento, redactaba su discurso de gracias para el acto de homenaje, que tuvo caracteres de funeral y duelo, en vez de la significación jubilar que sus organizadores habían buscado. Para merecer este homenaje –escribía D. Francisco, a modo de testamento literario– que sólo encontraba dos cualidades en su larga existencia: su españolismo y su espíritu de trabajo.
Bien se conocía a si mismo el insigne anciano, porque, además de sus relevantes dotes de escritor, de su sazonada labor de poeta y de su intuición y tino de investigador erudito, poseía en grado sumo las cualidades que se atribuía, y podemos decir de él que fue un apasionado de España, constante, leal, infatigable en su empeño.
Cuando todavía cursaba la carrera de Leyes en las aulas de la Universidad hispalense, Rodríguez Marín comenzó a penetrar la belleza de los cantos populares españoles. El acervo folklórico fue, la primera cantera de donde, hábil operario, extrajo depurados y numerosos materiales para sus trabajos de investigación. Mas no pudo el joven abogado andaluz dedicarse por entero a esta tarea, y hasta 1904 fue Rodríguez Marín un brillante hombre de toga.
Un suceso que hubiera podido anular a un hombre con menor sentido cristiano de la vida cambió el destino intelectual de Rodríguez Marín. Perdió la voz casi por completo D. Francisco, y su afición a las letras se convirtió en quehacer cotidiano.
Había publicado ya treinta y nueve obras, número que creció hasta las ciento cincuenta que dejó a su muerte. Descuellan, y son de todos conocidas sus publicaciones cervantistas: ediciones críticas del Quijote y otras obras de Cervantes y colecciones de documentos cervantinos inéditos, así como las colecciones de cantos y refranes españoles, copiosísimo tesoro de la poesía e ingenio de nuestro pueblo. También fue concienzudo biógrafo de Pedro de Espinosa, Luis Barahona de Soto y Mateo Alemán.
Pertenecía D. Francisco a muchas Sociedades literarias; era miembro de la «Hispanic Society of America».
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas posee dos insignes recuerdos del gran investigador: su biblioteca, adquirida para la Biblioteca General, donde figurará en la sala que ha de llevar el nombre de D. Francisco Rodríguez Marín, y sus papeletas inéditas, donadas por los hijos del maestro, que ocupó en el Consejo un alto puesto de honor.»
Fuente: www.filosofia.org

82. MATILDE CANTOS FERNÁNDEZ (Granada, 1898-1987)

La sin par luchadora Matilde Cantos nació bien situada y murió paupérrima. En su largo y penoso camino desarrolló una incansable labor por la justicia social y por la libertad. Nació en la calle Alhóndiga de la capital granadina el 20 de septiembre de 1898.

Tuvo, en el señorial barrio de la Magdalena, una infancia y una juventud regaladas; pero las ideas izquierdistas del padre pudieron más en su formación ideológica que las comodidades y los placeres. Fue rompedora de moldes trasnochados y contestataria de los privilegios reservados a los varones. Tras un matrimonio fallido, su espíritu activo y progresista la lleva a Madrid para independizarse. Hizo Psicología, especializada en Criminología, y se graduó en Ciencias Penales. Afiliada al Partido Socialista Obrero Español, desplegó durante la Segunda República una incesante actividad informativa y propagandística en favor de la libertad y la democracia.

En 1933 se integró en el Comité Nacional de Mujeres contra la guerra y el fascismo y luchó denodadamente al lado de mujeres como Dolores Ibárruri y María Lejárraga. En 1938, en plena guerra civil, fue nombrada Directora del Instituto de Estudios Penales y desde ese puesto ejerció también de Directora General de Prisiones. En 1939 se exilió y vivió en Méjico, en donde desempeñó una gran labor social. Volvió a Granada en abril de 1968 y vivió pobremente en humildes pensiones. Murió en Fuentevaqueros el 24 de noviembre de 1987.
Antonio Machado

83. ANTONIO MACHADO RUIZ (Sevilla, 1885 – 1936)

Nació en Sevilla, el 2 de julio de 1875, en el Palacio de las Dueñas. Segundo hijo varón (el primero fue Manuel, también poeta) del matrimonio formado por Antonio Machado Álvarez y Ana Ruiz Hernández.

Antonio Machado, poeta y prosista español, perteneció al movimiento literario de la Generación del 98; probablemente sea el poeta de su época que más se lee todavía. Hermano de otro ilustre literato, Manuel Machado, junto al que escribe obras de teatro como "La Lola se va a los puertos", de 1929, y "La duquesa de Benamejí", de 1931. Se casó con Leonor Izquierdo, quien muere en 1912. En 1893 publicó sus primeros escritos en prosa, mientras que sus primeros poemas aparecieron en 1901.

Antonio Cipriano José María Machado Ruiz, conocido universalmente como Antonio Machado, nació el 26 de julio de 1875 en Sevilla. Fue el segundo de cinco hermanos de una familia liberal progresista: su padre, Antonio Machado Álvarez era un conocido folclorista de la época y su madre, Ana Ruiz Hernández, una sencilla mujer hija de un confitero de Triana. La familia paterna de Machado pertenecía desde hacía algunas generaciones a la burguesía liberal andaluza. Su abuelo, Antonio Machado Núñez era médico y profesor de Ciencias Naturales y hombre de profundas convicciones liberales, motivo que le indujo a unirse a la Junta Revolucionaria de Sevilla; el padre, Antonio Machado Álvarez, amigo de Joaquín Costa y de Francisco Giner de los Ríos, colaboró con la prensa republicana, dirigió la Biblioteca de Tradiciones Populares y publicó numerosos estudios sobre folclore andaluz y gallego.

La infancia sevillana de Antonio Machado duró, sin embargo, sólo ocho años, pues en 1883, tras ser el abuelo nombrado profesor de la Universidad Central de Madrid, toda la familia se traslada con él a la capital de España. Allí, Antonio completará su formación intelectual, liberal y progresista, al entrar como alumno en el Instituto Libre de Enseñanza.

Antonio no fue un poeta precoz, ni siquiera un buen estudiante e interrumpió varias veces sus etapas escolares, afectadas por los vaivenes económicos de su familia, uno de ellos cuando su padre muere en 1893 de tuberculosis; pero el influjo del mundo familiar y del centro de estudios señalará para siempre el camino intelectual que seguirá el poeta, penetrado de racionalismo idealista, de progresismo político y de una evidente ética civil.

Viajó a París en 1899, sin olvidar la herencia de la literatura popular y del folclore tradicional, presentes luego en su poesía del principio a fin. Con todo, no es hasta el año 1900, con veinticinco años de edad, cuando logra acabar el bachillerato. Por entonces, Antonio era un joven ocioso que frecuentaba tertulias literarias en cafés y ambientes teatrales y escénicos, donde comienza a relacionarse con algunas figuras destacadas de la juventud intelectual y artística de su tiempo y a sentir la influencia de Unamuno, Juan Ramón Jiménez y Rubén Darío, destacados escritores con los que mantuvo una estrecha amistad.

En 1899, tras el desastre del 98, Antonio viaja a París, donde vive su hermano Manuel, y ambos trabajan en la editorial Garnier. Allí conoce a Oscar Wilde, Pío Baroja y al guatemalteco Gómez Carrillo. Vuelve a España y trabaja como actor -casi meritorio- en la compañía Díaz de Mendoza, mientras alcanza el título de bachiller. Sus primeros poemas, que datan de 1898, comienzan a publicarse en algunas revistas de la época poco tiempo después.

En 1902 vuelve a París, donde Gómez Carrillo le ofrece un empleo en el consulado, pero le hace dimitir casi inmediatamente ante las incapacidades del joven poeta para la labor diplomática. Es entonces cuando conoce a Rubén Darío, quien con el tiempo le dedicaría la célebre "Oración". De vuelta a Madrid, entabla amistad con Juan Ramón Jiménez y a finales de ese mismo año publica su primer gran libro poético, "Soledades".

A partir de entonces proliferan sus colaboraciones en periódicos y revistas hasta que en 1907 gana las oposiciones al puesto de profesor de francés, eligiendo la vacante del instituto de Soria, donde conoce a la joven Leonor Izquierdo Cuevas, hija de la dueña de la pensión donde se alojaba el poeta. Dos años más tarde se casan. Mientras tanto se publica una nueva edición de "Soledades, galerías y otros poemas", y en 1911 obtiene una beca para ampliar estudios en París, a donde el matrimonio se traslada en enero; Machado sigue cursos de Bédier y asiste a conferencias del filósofo de moda: Bergson, que le inspirará fuertemente en su concepción de la poesía como "Palabra en el tiempo". Pero en el mes de julio, Leonor cae enferma de tuberculosis y han de regresar precipitadamente a España por prescripción médica; la joven, fallecería en Soria el 1º de agosto del año siguiente. La desaparición de Leonor sume al poeta en una profunda depresión y entonces solicita el traslado a Baeza donde residirá durante un lustro con su madre dedicado a la enseñanza, al estudio y a la meditación.

En 1917 conoce a un joven poeta granadino, Federico García Lorca, durante un viaje colectivo de éste a Baeza y en 1919 fue trasladado a Segovia donde residirá hasta 1931, cuando se le concedió la vacante de profesor en el instituto Calderón de la Barca en la capital de España. Machado no tuvo nunca una clara vocación pedagógica, para él la enseñanza no era más que un medio de ganarse la vida y era un profesor bastante blando y poco respetado por sus alumnos, ya que no suspendía casi nunca a nadie. A estas alturas, Machado es ya considerado un maestro de la poesía por las nuevas generaciones, sobre todo por el grupo poético del 27 -Lorca, Salinas, Guillén, Alberti- y era famoso por su labor en prosa, que publicaba en periódicos y revistas y que luego recogerá en sus libros sobre los 'apócrifos' "Abel Martín" y "Juan de Mairena".

En 1924 edita otro libro de poemas, "Nuevas canciones", y entre 1926 y 1932 estrena seis obras de teatro escritas en colaboración con su hermano Manuel, que ya para entonces era una de las máximas figuras del modernismo español. Su teatro, con raíces modernistas, folclóricas y románticas fue bastante menos apreciado que su obra poética, adquiriendo un cierto renombre posterior: "La Lola se va a los puertos".

En 1927 es elegido miembro de la Real Academia de la Lengua. Ese mismo año estrena "Juan de Mairena". Desde 1928 hasta el estallido de la Guerra Civil, Machado mantiene una secreta relación amorosa con una mujer casada, también poeta, que él llama en sus versos Guiomar y cuyo verdadero nombre -Pilar Valderrama- no sería conocido hasta muchos años después.

La guerra separaría para siempre a los dos enamorados, que ya no se volvieron a ver nunca más; Machado marchó con su familia a Valencia y Pilar de Valderrama con la suya a Lisboa. El poeta se adhirió a la Alianza de Escritores Antifascistas y participó en el II Congreso Internacional en Valencia. En 1937 publicó su último libro, "La guerra", con ilustraciones de su hermano José.

El 22 de enero de 1939 Machado emprende con algunos miembros de su familia el último éxodo: de Barcelona a Gerona, y de ahí a Francia; ya muy enfermo se refugió con su madre en el hotel Bougnol-Quintana del pueblecito de Coulliure, donde murió el 22 de febrero; tres días después fallecía su madre, siendo ambos enterrados en un panteón en el cementerio de Coulliure, donde reposan desde entonces.

Sus obras completas aparecieron por primera vez en México en 1940, mientras en España circulaba una edición de su "Poesía completa", pero que no lo era del todo. Su fama no dejó de crecer, tanto dentro del país, pese al silencio del Régimen, como fuera. La primera edición de su obra al completo aparece en 1964 en Buenos Aires, recopilada por Aurora de Albornoz y Guillermo de la Torre. Hoy se cuentan a cientos las ediciones de sus poemas y los libros dedicados al estudio de su obra.

El 26 de Julio de 2000 y coincidiendo con el 125 aniversario del poeta sevillano, Joan Manuel Serrat fue galardonado en Sevilla con el I Premio Internacional Antonio Machado por su contribución a la divulgación y conocimiento ético y estético del poeta gracias a su inmortal álbum "Dedicado a Antonio Machado".

La obra de Antonio Machado:

Soledades, Revista Ibérica, Madrid, 1903; Soledades, galerías y otros poemas, Pueyo, Madrid,1907; Campos de Castilla, Renacimiento, Madrid, 1912; Páginas escogidas, Calleja, Madrid, 1917; Poesías completas, Residencia de Estudiantes, Madrid, 1917; Nuevas canciones, Mundo Latino, Madrid, 1924; Juan de Mairena, Espasa Calpe, 1936; La guerra, Espasa Calpe, 1937; Obras, Séneca, México, 1940; Juan de Mairena (nueva edición en dos volúmenes), Losada, Buenos Aires, 1943; Abel Martín, Cancionero de Juan de Mairena, Losada, Buenos Aires, 1943; Obra poética. Con epílogo de Rafael Alberti, Pleamar, Buenos Aires, 1944; Obras completas de Manuel y Antonio Machado, Plenitud, Madrid, 1947; Campos de Castilla (2ª edición), Afrodisio Aguado, Madrid, 1949; Canciones, Afrodisio Aguado, Madrid, 1949; Los complementarios y otras prosas póstumas, Losada, Buenos Aires, 1957; Aurora de Albornoz: Poesías de guerra de A. Machado, Asomante, S. Juan de P. Rico, 1961; Obras: poesía y prosa, Losada, Buenos Aires,1964. Edición completa de Aurora de Albornoz y Guillermo de la Torre. Prosas y poesías olvidadas. Recogidas por Robert Marrast y Ramón Martínez López, Centre de recherches de L´Institut d´Études Hispaniques, Paris, 1964; Los complementarios, Edición crítica y facsímil con transcripción, al cuidado de Domingo Yndurain, Taurus, Madrid, 1971; Campos de Castilla. Edición de Rafael Ferreres, Taurus, 1970


84. ANTONIO MACHADO NUÑEZ (Cádiz, 1815-1896)   (Suprimido)


85. Enrique Morente Cotelo  (Granada, 1942- )
Cantaor.

86.    Carmen Amaya Amaya (Barcelona, 1913- 1963)
Bailaora y cantaora.

87.    Encarnación López Julve “Argentinita” (Buenos Aires, 1895-1945)
Cantaora y bailaora.

88.    Hermenegildo Casas Jiménez  (1892- 1967)
Presidente de la Diputación de Sevilla y Diputado a Cortes en la Segunda República. Impulsor del Estatuto de Andalucía en 1933.

89. Dolores Montoya Rodríguez y Manuel Molina Jiménez “Lole y Manuel”
(Sevilla,1954- y Ceuta, 1948- )
 Cantantes.

90.JOSE PAUL Y ANGULO (Jerez, 1838- 1892)

Nace en Jerez de la Frontera, en 1838. Perteneciente a la burguesía, en su juventud se dedica a colaborar en los negocios familiares de exportación de vinos y licores procedente del marco jerezano. Actividad, ésta, que le obliga a viajar, afianzando su formación progresista, fruto de sus contactos con las ideas que se desarrollaban en Inglaterra, en favor de una transformación en las relaciones sociales e industriales.
Amigo personal de Ramón de Cala Barea y de los progresistas gaditano, es pieza clave en la preparación de la Revolución Gloriosa de 1868. Por su posición política y sus conocimientos es encomendado para que organice el viaje de retorno del exiliado General Prim. A quién acompaña a Cádiz para que se sume al pronunciamiento. Forma parte activa en la organización civil e interviene en las barricadas de Cádiz con que dan comienzo el movimiento cantonal y revolucionario.
Contrario a la política moderada y continuista desarrollada por Prim se convirtió pronto en su más enardecido y radical enemigo. Desde las hojas escritas de El Combate atacó despiadadamente a Prim y su gobierno. Formulando una línea editorial que trataba de poner de relieve la traición de Prim hacia los ideales que originaron la revolución de septiembre. Crítica que continuaba permanentemente desde la tribuna del Parlamento.
Dejó escrito dos de los hechos en que por una u otra razón fue protagonista: Memorias intimas de un pronunciamiento; Los asesinos del General Prim y la política en España.
Después del asesinato de Prim se exilió para no volver más a España. Murió en Paris en 1892


91. Roque Barcia Martí (Sevilla, 1823- 1888).
Lexicógrafo y político demócrata, editor del periódico gaditano “El Demócrata Andaluz” durante el Sexenio Democrático.


Hay en la parte meridional de nuestra Península un hermoso país cubierto por un cielo tan puro, tan encantador, que causa la admiración de todos y la envidia de no pocos.

Este país tan bello, y en el que la Providencia se ha complacido en derramar con pródiga mano las más ricas galas de una naturaleza siempre florida, siempre riente, se llama Andalucía.

¡Andalucía! Patria de muchos hombres ilustres; fecundo suelo donde nacen a millares mujeres tan hermosas como seductoras; emporio, en fin, de la riqueza española, cuando los galeones cargados con los tesoros que nos producían nuestras conquistas de América, surcaban orgullosos el Guadalquivir hasta la Torre del Oro, donde depositaban los inmensos caudales que traían del Nuevo Mundo.

En la capital, pues, de este privilegiado país, en la hermosa Sevilla; en la grandiosa ciudad, cuna que fue de Lope de Rueda, Hispaleto, Murillo, Lista y tantos otros hombres célebres, así en las armas y las letras como en las ciencias y las artes, vio la luz primera, hacia el año de 1823, el profundo filósofo, el incansable propagandista republicano Roque Barcia.

Hay casos en que la naturaleza, caprichosa como ella misma, nos ofrece tan raros fenómenos que, a no verlos, a no tocarlos, nos sería imposible creer en ellos. Uno de estos casos nos presenta en los primeros años del diputado cuya biografía vamos a escribir.

Queriendo sus padres, que ocupaban una posición desahogada, darle una carrera digna de ellos, a la edad de siete años le mandaron a la escuela, la que frecuentó por espacio de seis años, sin que en todo este largo período le fuera posible aprender una sola letra. Tanto, que su padre solía decir a su esposa con el mayor dolor.

«Paciencia, querida mía, paciencia; Dios ha querido castigarnos dándonos un hijo idiota.»

Un día el padre de nuestro diputado, que a la sazón se hallaba en Madrid, recibió la siguiente carta, escrita y firmada por la mano de su hijo Roque: «Mi querido papá: Deseo estudiar en Madrid al lado de Vd. y de mi hermano.» La sorpresa que esta carta causó al padre de Barcia fue tan grande como grande había sido su dolor al ver la nulidad de su hijo para aprender los primeros rudimentos de la primera enseñanza.

¿Cómo se había operado un cambio tan súbito como inesperado en la parte intelectual de Roque Barcia? ¿Cómo en tan pocos meses sabía ya lo que en muchos años no le había sido posible aprender?

He aquí lo que no sabemos; lo que no nos podemos explicar. Lo único que podemos decir, porque nos consta, es que a los catorce años, solo, sin maestros, sin la ayuda de nadie, en fin, aprendió a escribir sobre las playas del Océano, cuyas olas iban a morir a sus pies exhalando un débil quejido al deshacerse en la arena que le servía de tablero para sus ensayos.

Cumpliendo el deseo manifestado en su carta, el joven Barcia fue dedicado nuevamente al estudio, para cuyo objeto vino a Madrid, ingresando en el Instituto de San Isidro.

Estudiando lógica en este Instituto, consultó con su [448] profesor sobre la generación de las ideas, suponiendo que debía existir una idea simple que fuese generadora de todos los hechos mentales. Con grande asombro recibió el profesor la consulta de su joven alumno.

A fuerza de perseverancia y estudio halló la idea de ser, de donde derivó un sistema completo, llegando de este modo a la formación de un tratado sumamente sencillo, de erudición universal, cuyo epígrafe era el siguiente: «El universo es una grande idea y una grande palabra.»

Duélenos en gran manera que una obra tan trascendental, y que tal vez sea el anuncio de todas las ciencias venideras, sea tan poco conocida en España.

Terminada su educación viajó algunos años por el extranjero, hallándose en 1848 en Montpellier y Liorna, y en 1849 en Roma y en Ferrara, consultando las bibliotecas de Francia e Italia para escribir más tarde El progreso y el cristianismo, y en la que trabajó por espacio de diez años con una energía y asiduidad dignas del mayor elogio. Esta magnífica obra, que no han podido menos de elogiar hasta los más implacables enemigos de Barcia, le valió a su autor su primera emigración a París, y más tarde, en 1858, no solamente que se le prohibiera dicha obra, sino que muchos miles de ejemplares fueran quemados públicamente.

Vuelto ya a su patria, escribió cuatro tomos de viajes, y un libro titulado Un paseo por París, que fue muy bien recibido.

Poco después dirigió el periódico El Círculo científico y literario, en Madrid, hasta la revolución de 1854, en la que vino trabajando con gran fe y energía, propagando las ideas democráticas, de que es ardiente y fogoso partidario. También dio a luz por entonces La cuestión pontificia y La verdad social, cuyos escritos produjeron honda sensación en todos los hombres políticos, teniendo también el honor de ser prohibidos ambos folletos.

Tiempo hacia que venía trabajando en su Diccionario de la lengua, que publicó después, dando a luz sucesivamente, y con esa laboriosidad que tanto le distingue, La filosofía del alma humana y dos tomos de Sinónimos castellanos como complemento de su Diccionario.

Sus nuevas obras Historia de los Estados-Unidos y el Caton político, que tan brillante aceptación tuvieron por parte del público, que cada día aceptaba más y más los libros de Barcia por la verdad de sus doctrinas y la energía de sus convicciones, fueron también prohibidas.

Mas no por esto se desanimó nuestro infatigable propagandista, porque poco después daba a la estampa Las armonías morales y el nuevo pensamiento de la nación, que apenas dadas a luz sufrieron la misma suerte que las anteriores.

Puede decirse muy bien que se había entablado una lucha sin tregua ni descanso entre Roque Barcia y el gobierno español: aquel escribiendo incesantemente obras para educar al pueblo, este prohibiéndolas para que el pueblo no se ilustrara y permaneciera siempre en la oscuridad de las ideas de regeneración social. De modo que no sabemos qué admirar más, si la constancia de Barcia en ilustrar al pueblo, o la oposición constante de aquel gobierno en condenar sus escritos.

El 1º de Enero de 1864 Castelar fundó el periódico La Democracia. Roque Barcia fue el primer redactor de tan notable diario, en el que concluyó de conquistarse las simpatías de todos sus admiradores por sus fogosos artículos en pro de la democracia. Poco después abandonó la redacción de La Democracia y se trasladó a Cádiz, donde fundó El Demócrata Andaluz, en cuyo periódico sostuvo por espacio de cinco meses las doctrinas democráticas en toda su pureza, no sin valerle, por parte del obispo de Cádiz, el ser excomulgado, como asimismo a todos los que leían dicho periódico. A esta excomunión Barcia contestó más tarde con su Teoría del infierno.

Durante los graves sucesos de 1866, Roque Barcia, que se hallaba en la isla Cristina, supo que su casa había sido allanada cuatro veces, y después de haberse practicado varios registros, se había dictado contra él auto de prisión y se le buscaba por todas partes. Así que se vio precisado a emigrar, pudiendo ganar, no sin graves peligros, la frontera de Portugal, en cuyo vecino reino estuvo preso por dos veces en los pontones portugueses.

Al formarse en Portugal la Junta revolucionaria de emigrados españoles, Barcia fue nombrado presidente de ella; entonces escribió varias proclamas e importantes documentos, ayudando con todas sus fuerzas al movimiento revolucionario que se efectuó en Setiembre.

Llegado a España, después de dos años mortales de trabajos y penalidades, dio a luz sucesivamente Las cargas de justicia, El Evangelio del pueblo y la Teoría del infierno, cuyos folletos se han reimpreso ya muchas veces.

Para dar una idea de la popularidad que Barcia ha sabido conquistarse entre el pueblo, bastará decir que en las elecciones para diputados a Cortes de la presente legislatura diez y seis circunscripciones le ofrecieron sus votos. Son las siguientes: Alcoy, Alicante, Badajoz, Béjar, Burgos, Ecija, Montilla, Granada, Málaga, Cádiz, Jerez, Ronda, Villanueva y Geltrú, la Mancha, Huelva y Soria.

Ruda fue la oposición que en todas ellas le hizo el gobierno; pero quizás por esto mismo su triunfo ha sido mayor y más completo.

Diputado al fin por Badajoz, ha tomado asiento en la Asamblea, permaneciendo firme en su puesto hasta que la presentación del proyecto de Constitución le decidió a abandonar la Cámara, dirigiendo con este motivo un notable manifiesto a sus electores, que ha llamado la atención de todos los hombres políticos.

Tenemos entendido que durante su estancia en Lisboa los duques de Montpensier manifestaron deseos de conocer a Barcia. Barcia contestó: «Me he entendido con quien debía entenderme, que es el desgraciado pueblo español.» Lo mismo dijo al Sr. Rancés en un almuerzo que tuvo con él en el Hotel Central, al que asistió en compañía de Martos.

El mismo duque de Montpensier le envió dinero para que socorriera privadamente a los demócratas. Barcia contestó: «Cuando tengo dinero, socorro a los demócratas y no demócratas de mi bolsillo. Cuando no lo tengo, no socorro, porque yo no soy ni puedo ser limosnero de nadie.»

Cuando el capitán Lagier fue a Lisboa con el vapor Buenaventura, le dijo repetidas veces. «Tengo las arcas llenas y traigo orden del general Prim de dar a Vd. lo que me pida.» Barcia respondió: «De nada necesito, nada quiero; y si necesitara, nada querría tampoco.»

No puede darse ni más abnegación ni más patriotismo al rechazar de un modo tan noble como enérgico las ofertas que por todas partes le asediaban.

Siendo ministro de la Gobernación el Sr. Vaamonde, se le hicieron grandes ofertas si escribía cuatro artículos sin firma en favor de la reforma constitucional, cuya cuestión mató al gobierno en el Senado. Barcia le dijo a la persona que llevó el mensaje: «Lo que Vd. me propone es una fealdad vergonzosa, porque es una traición. Mi pobreza no da derecho a nadie para insultarme de este modo. Sepa Vd. que el Banco de Londres no sería bastante para pagar un solo estímulo de mi conciencia, un solo latido de mi corazón.»

Cuando publicaba los Sinónimos castellanos, un elevado personaje fue a decirle que el rey quería subvencionar la obra con la suma de diez mil duros, que se imprimiese en la imprenta Nacional y que el autor entrara en la Academia. Barcia respondió sin vacilar: «Diga Vd. al rey de mi parte, que es muy estúpido para que yo pueda recibir dinero de sus manos. Dígale Vd. que nada le he pedido y que nada me debe.»

Vuelto a Madrid con Cristino Martos, fue individuo de la Junta central revolucionaria, negándose a firmar el acuerdo que revistió del poder supremo al actual regente. Asistió a dos sesiones, y viendo que los acuerdos de la Junta no estaban en armonía con sus ideas, exclamó como tiene costumbre hacerlo siempre que no quiere asentir a lo que no es útil y provechoso para el pueblo: «Yo no estoy bien aquí; yo me vuelvo a mi oficio; me vuelvo a mi casa.»

Con efecto, así lo hizo. Desde aquel día no pareció más por la Junta.

Hoy su casa es la imprenta, y su oficio el ser propagandista.


92. SALVADOR TÁVORA (Sevilla, 1934-)
Dramaturgo y director teatral.
Soldador eléctrico. En los años setenta se vincula al mundo del espectáculo con Teatro Estudio Lebrijano. Monta la compañía La Cuadra, en el local del que toma el nombre y   crea su primera obra “Quejío”. Medalla de Oro al Mérito en Bellas Artes. Premio Andalucía de Teatro. Andaluz del año 93. Hijo Predilecto de Andalucía. Medalla de Plata de Andalucía.
Actualmente  dirige su compañía de teatro.

93. José Andrés Vázquez Pérez    (1884- 1960) 
Andalucista
94. José Díaz Ramos  “Pepe Díaz” (Sevilla, 1896- 1942)
Político e Ideólogo

95. Joaquín Costa Martínez (Huesca,  1846-1911)
Economista. Notario. Una de las figuras principales del Regeneracionismo.

Nació en Monzón en 1846 y falleció en Graus el 8 de Noviembre de 1911. Se autodefinió como "un labriego aragonés forrado en intelectual". Joaquín, fué el primero de los muchos hijos del segundo matrimonio de un labrador. Desde la infancia demostró una clara inteligencia y una gran afición a los libros, que le porporcionaría ciertos calificativos entre sus compañeros. Su extrema pobreza causó muchas interrupciones en su educación. Estudió en el Instituto de Huesca, ganándose el sustento trabajando con un pariente lejano suyo que era maestro de obras. Entonces notó los primeros síntomas de su enfermedad: la distrofia muscular progresiva.

En la Exposición de París de 1867 fué elegido artesano discípulo observador, y allí concibió ideas para su primer libro: Ideas apuntadas en la Exposición Universal de 1867 para España y para Huesca. Tras lograr el bachillerato en Huesca y hacerse maestro y agrimensor, consiguió brillantemente en la Universidad de Madrid la Licenciatura de Derecho (1872) y la de Filosofía y Letras (1873); así como el doctorado en Derecho (1874) y en Filosofía y Letras (1875). Su intención de conseguir plaza en Madrid se vió truncada cuando, en un breve viaje a Huesca, se enamora de una joven oscense de buena familia (neocatólica a la sazón). Consiguiría plaza en Huesca, pero por sus tendencias krausistas, sería rechazado por la joven. Desde entonces, solo se dedicó a la vida intelectual.

En el terreno de la Historia, combinó su conocimiento de Leyes con su comprensión de las costumbres, de las que recogió datos no solo de Aragón, sino de toda España. Sus trabajos fueron apreciados por Hinojosa y luego por R. Altamira. De siempre sostuvo que el remedio a los males del país, vendría de la mano de la revitalización y continuación de las costumbres antiguas y organizaciones sociales, lo que le valdría la consideración de romántico, facilitándole la vinculación a otros movimientos, como por ejemplo, la Institución Libre de Enseñanza donde explicó Historia y derecho Administrativo. Allí editó "El Boletín", desde 1880 a 1883. También fue representante de la Institución para el Congreso Pedagógico de 1882. Su pasión por la educación, le mantuvo en contacto con la Extensión Universitaria y el Ateneo de Madrid, del que fué Presidente de la sección de Ciencias Históricas en 1895. Desde los añoa 1896 al 1897, disertó sobre Derecho consuetudinario en la Escuela de Estudios Superiores, organizando después encuestas, como la famosa de la "Oligarquía y Caciquismo".

Uno de los últimos actos de su vida, fué la adhesión al Centro de Estudios Históricos (Marzo de 1910) proyectado por Giner, Hinojosa y Castillejo. Dirigió su esfuerzo a mejorar la vida interna del país y a que éste, participase en el Movimiento Colonial de Europa desde 1882 al 1887, extendiéndose esta inquietud a los intereses españoles en África y a la participación de la labor propagandística de la Sociedad Abolicionista. Fué uno de los primeros en pedir autonomía para Puerto Rico y representación parlamentaria a Filipinas; deseó la unión Hispano-Portuguesa en un bloque ibérico respecto de África. Ejerció influencia en la Sociedad de Africanistas y Colonialistas, que evolucionó hasta convertirse en la Sociedad de Geografía Comercial, cuya "Revista" fundó y redactó él solo. Por esta actividad tuvo contacto con cartógrafos (Coello y Beltrán y Rózpide). Los acontecimientos políticos le hicieron apartarse de todo afán colonialista. En 1899 escribió casi proféticamente que "debían venderse o regalarse estos territorios, Fernando Poo inclusive".

Criticó el sistema de turno de los partidos y el mal uso de las elecciones, pero fundó la Liga de Contribuyentes de Ribagorza desde la que propugnó mejoras sociales y especialmente su POLÍTICA HIDRÁULICA, siendo candidato a elecciones en 1895-96, pero sin éxito. No desesperó y a raíz del desastre de 1898 crea la Liga Nacional de Productores para seguir con su plan de reformas agrarias, municipales, económicas y administrativas. A la Liga, se unieron otros grupos formándose la Unión Nacional, de la que fué presidente y aliado con Basilio Paraíso y Santiago Alba. Fracasó esta Unión en 1900-1901, pero Costa no abandonó su vocación política y en un discurso dado en el Frontón Central de Madrid, se declaró republicano. Fué elegido a Cortes por Gerona, Zaragoza y Madrid, pero sin ocupar escaño. En 1904 comunicó su dimisión al partido causando baja en 1906, al parecer, por su quebrantada salud.

Su último acto político fué en 1908 con su informe acerca de la Ley Antiterrorismo. Siempre mantuvo actividad académica, pero jamás recibió el reconocimiento universitario. En 1880 fué miembro de la Real Academia de la Historia y también ponente en el Congreso de Juriconsultos Aragoneses de Zaragoza; en 1884 es vocal de la Comisión de Legislación Extranjera y en 1887 invitado a ser profesor de la real Academia de Jurisprudencia y Legislación. Se le admitió en 1901 en la Academia de Ciencias Morales y Políticas. Por su tendencia krausista no cumplió nunca su ambición: ser catedrático de Universidad; aunque fué propuesto, en varias ocasiones, a la cátedra de Historia de España. Como abogado y notario, aportó su `Reforma de la fé pública' que le costó enemigos. En 1895-1904, se vió envuelto en el famoso pleito de La Solana, de trágicas consecuencias en 1930.

Ya en su madurez, mantuvo relación con una culta viuda, de quien tuvo una hija que adoptó, antes de que ésta se casara. Costa murió en Graus (localidad que conocía desde los 6 años de edad), el 8 de Noviembre de 1911. Fué enterrado en el Cementerio de Torrero de Zaragoza. Para Aragón, es el foco por el que entiende, explora y defiende a la Nación. Así, manifestó "Soy dos veces español, porque soy aragonés".

Aparte de articulos, discursos, manifiestos y prólogos, dejó 42 libros; entre ellos: Estudios Ibéricos (Madrid, 1891-95); Colectivismo Agrario en España (Madrid, 1898); Oligarquía y Caciquismo (Madrid, 1902); Reconstitución y Europeización de España (Barcelona, 1902); La vida del Derecho (Madrid, 1876). Además, existen otros muchos escritos recogidos póstumamente en la "Biblioteca Costa".


96. Ramón Lamoneda Fernández (Begijar, 1892-1971)
Diputado a Cortes durante la Segunda República.

(Begíjar,1892-Méjico,1971)  Presidente del sindicato de impresores y miembro de la comisión ejecutiva de la Unión General de Trabajadores (UGT) en 1920.  Vicesecretario del Partido Socialista (PSOE) y miembro del Partido Comunista de España (PCE) desde 1921, al cual volvió a dejar, para retornar al PSOE durante la dictadura de Primo de Rivera.  Entre 1933 y 1939 fue diputado socialista por Granada y secretario de las Cortes.  Entre 1936 y 1949 fue secretario general del PSOE y representante español en la Internacional Socialista entre 1939 y 1940.  Al acabar la guerra se exilió a Méjico.


97.    José Manuel Puelles de los Santos  (Sevilla, 1894- 1936)
Médico. Presidente de la Diputación de Sevilla.

Nació el 16 de enero de 1894. El 5 de agosto de 1936 le fue aplicado el bando de guerra de la Autoridad Militar que había dado el golpe de estado el 18 de julio. Fue asesinado con 42 años, siendo Presidente de la Diputación Provincial de Sevilla, cargo para el que fue elegido por primera vez en febrero de 1934 y en el que fue repuesto tras el triunfo del Frente Popular en las elecciones de febrero de 1936.

Médico de profesión, “pertenece el Dr. Puelles de los Santos a esa clase de médicos filántropos, de finales del siglo XIX y principios del XX, procedentes del movimiento regeneracionista que se proponían mejorar las condiciones de vida de las clases populares a través de la divulgación de las medidas de higiene y de salubridad, por medio de campañas de vacunación contra la tuberculosis, desde artículos en los periódicos progresistas hasta conferencias en Ateneos o Escuelas de Adultos.” (1)

Su padre era gaditano y su madre sevillana. Heredó de su padre la vocación por la medicina, que era radiólogo e investigador, una magnífica persona. Cuando él tenía apenas un año, su padre empezó a manifestar los síntomas de la radiación prolongada cuyos efectos no se conocían hasta ese momento. El Dr. Puelles de los Santos escribía sobre su padre en El Liberal de Sevilla, el 30 de agosto de 1929: “...la morfina, administrada a dosis altísimas, es insuficiente para calmar los dolores que tales lesiones provocan y, sin embargo, aquel buen hombre y lloradísimo padre, cuando ya no tenía necesidad de haberse enfrentado más con aquellos destructores rayos, porque nosotros podíamos procurarle su bienestar, con sus manos mutiladas y sus agudísimos dolores.... pasábase horas y horas de las noches haciendo experimentos con aquellos aparatos que tan rápidamente consumían su vida... ¡Para lograr el medio de hacerlos inofensivos para los demás...!” El Dr. Puelles Ruíz ejerció en Santiponce, Puebla de Cazalla, Morón de la Frontera y en Sevilla capital.

En 1912 concluye el Bahillerato e ingresa en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Sevilla, donde termina de estudiar Medicina en 1920. Ya en la Facultad participa activamente en la creación del Ateneo Médico-Escolar, con Manuel Sánchez Pizjuán, Pepe Murga, Pepe Fernández Berges, García y Bravo Ferrer... Crean un movimiento de médicos para optimizar los recursos instando al Ministerio de Instrucción Pública a fomentar los aspectos docentes de la carrera de medicina.

Simultáneamente a sus artículos en El Liberal de Sevilla sobre cuestiones relacionadas con su profesión, D. José Manuel Puelles publicaba también poemas que le hacen alcanzar cierto prestigio como poeta. Fue médico del Sevilla F.C. En 1922-23 y de la Asociación de la Prensa, así como fue nombrado Director de la revista “Archivos Sevillanos de Medicina y Cirugía”.

Su preocupación por mejorar la salud y las condiciones de vida de los ciudadanos le lleva durante toda su intensa y sesgada vida a simultanear la profesión de médico con la actividad política, utilizando así los mejores cauces para ello.

El 11 de febrero de 1926 aparece por primera vez en un acto público de caracter político, en la Tertulia Republicana. “El Liberal” reflejaba al día siguiente: “... por las ideas liberales, anoche se celebró un acto de gran transcendencia política en la Tertulia Republicana, se inició la unión de las fuerzas democráticas sevillanas...”

Durante la Dictadura de Primo de Ribera, el Dr. Puelles empezó a canalizar sus inclinaciones políticas y acude asiduamente a la Tertulia Republicana. Miembro del Partido Republicano, es elegido en junio de 1929 vocal de la Junta Municipal Central, presidida por D. Diego Martínez Barrios.

En las Elecciones municipales del 12 de abril de 1931, D. José Manuel Puelles de los Santos es elegido concejal del Ayuntamiento de Sevilla por la coalición republicano-socialista. Y será Teniente de Alcalde, Presidente de la Comisión de Asistencia Pública Sanitaria y vocal de la Comisión Especial de Aeropuerto.

De su artículo “Los creadores de ruínas” publicado en El Liberal el 10 de enero de 1931, se extrae un párrafo referido a una intervención pública de los conservadores Bugallal, Cambó y el Conde de Romanones, ante la inminencia de la disolución de las Cortes, que define su ideología progresista:

“... Nosotros escuchamos con el mayor respeto la palabra de estos varones defensores del poder moderador; pero una vez informados del espíritu momificado del uno, de los malabarismos del otro y del pretendido maquiavelismo del tercero, nos creemos obligados a recordarles: “Todo estará muy bien si el pueblo a quien pretendéis atraer os lo estima; pero no olvidad que cometer el crimen y quedar tranquilo, y aun arrogante de haberlo cometido.... y lo que vosotros cometísteis al entregar el Gobierno de la nación a la Dictadura, fue un crimen, y lo que ahora pretendeis realizar retardando el porvenir moral de una salvadora República y tratando de confundir y engañar a nuevas generaciones, es un crimen aun mayor” ¿No merece el presidio un hombre que diga, en los momentos que vivimos, que el verdadero bien es el orden estático y pasivo, abdicando los grandes fines a que está llamada nuestra nación en el papel que le señala la Historia? No hay un solo discurso de ellos en que no se encuentre el veneno capaz de emponzoñar las fuentes de la vida social y pública... Y ello, hecho por unos hombres que, no contentos con haber derrochado todo el bien que recogieron de las generaciones pasadas, pretenden hoy destrozar el porvenir de las generaciones futuras sembrando sus ruínas...”.

Parte de un artículo del Dr. Puelles el 24 de marzo de 1931, en El Liberal, que fue censurado, dice: “...Uno de los principales fines sociales y políticos, es producir al hombre cada vez más capaz de gobernarse social y políticamente por sí mismo..., lo que es imposible lograr cegando las fuentes de conocimiento, desvirtuando la Historia y maniatando el pensamiento.”

Formó parte de la Comisión de Propaganda del Partido Republicano Radical en enero de 1933. El día 3 de febrero de 1934 es elegido por primera vez Presidente de la Diputación Provincial de Sevilla, cargo que ostentaría en esta ocasión durante ocho meses -hasta septiembre de 1934- en que fue cesado como consecuencia de su adhesión al nuevo partido que se denominaría más tarde “Unión Republicana”, liderado por D. Diego Martínez Barrio, y fruto de la escisión del Partido Republicano Radical presidido por D. Alejandro Lerroux. Las elecciones generales de noviembre de 1933 habían escorado demasiado hacia la derecha al PRR y su pacto con la CEDA para acceder al gobierno provocan la ruptura definitiva entre ambos líderes republicanos. Los sevillanos, mayoritariamente avalan la opción del Sr. Martínez Barrio y el Dr. Puelles, por supuesto, se afilia al nuevo partido y cesa, por tanto, de su cargo institucional.

El 25 de febrero de 1936, D. José Manuel Puelles toma posesión, de nuevo, del cargo de Presidente de la Diputación de Sevilla, al haber ganado las elecciones generales el Frente Popular, del que él formaba parte como representante de Unión Republicana.

Preconiza la creación de una Junta Ejecutiva Regional que asuma los trabajos conducentes a hacer realidad la Autonomía Andaluza. En ese sentido, el 11 de junio convoca una reunión en la Diputación invitando a D. Blas Infante y a los miembros de la Junta Liberalista de Sevilla, para coordinar los trabajos. El domingo 5 de julio, a las 11 de la mañana, en el salón de actos de la Diputación Provincial de Sevilla, se celebra una reunión preliminar para “examinar la posibilidad de organizar a Andalucía en régimen autónomo”.

El mismo 18 de julio de 1936, tras presidir una sesión plenaria en la Diputación cuyo único punto del orden del día fue el nombramiento del nuevo Interventor Provincial -D. Ricardo Morales Montoya- que había aprobado el concurso convocado al efecto para cubrir la vacante producida, D. José Manuel Puelles se dirige al Hotel Majestic donde se reune con otros compañeros del Partido. Allí recibe una llamada telefónica ofreciéndole un avión para salir de Sevilla, ofrecimiento que él rechaza alegando su total inocencia que le hace no tener nada que temer.

En el mismo Hotel Majestic fue detenido y conducido a Capitanía junto con todos los componentes del Ayuntamiento, el resto de la Diputación y el Gobierno Civil. A las 7 de la tarde, según narración del comandante Cuesta Monereo, ya se habián tomado todos los edificios oficiales y rendidas todas las autoridades, con más de 600 guardias de asalto, 16 ametralladoras y 3 carros de asalto. Triana y San Julián, San Marcos y la Macarena seguirán resisitendo 4 o 5 días más.

El 19 de julio fue conducido el Dr. Puelles de los Santos a la prisión provincial donde queda encarcelado. El 5 de agosto fue fusilado a la altura del Km. 4 de la Carretera de Carmona, junto con los señores Relimpio, Álvarez Gómez y Benavente en un primer acto macabro y cruel que repetirían tantas veces, también el 11 de agosto, en el mismo sitio, con D. Blas Infante y el 29 de septiembre con D. Horacio Hermoso, el Alcalde de Sevilla. Hasta el 3 de septiembre de 1937 no se inscribe su defunción.

Las numerosas publicaciones en los periódicos de la época sevillanos, ayudan a conocer, admirar y valorar la sensibilidad, sentido solidario y gran humanidad de D. José Manuel Puelles de los Santos. Son estremecedoras las siete cartas que dirige el Dr. Puelles a su familia desde la prisión. Estuvo casado con Dª Purificación Codes y Díez de la Cortina, y tuvo ocho hijos: José, Esperanza, Purificación, Manuel, Julio, Alejandro, Bienvenido y Ramón.

Nota Bibliográfica: Todos los datos están extraídos del libro de D. Alberto Máximo Pérez Calero “Aire de libertad” que editó la Diputación Provincial de Sevilla en 1996 sobre la vida de D. José Manuel Puelles de los Santos.

(1)    Prólogo de Alfredo Sánchez Monteseirín al libro “Aire de libertad”.


98. Ignacio Sánchez Mejías (Sevilla, 1891- 1934)
Torero y escritor.

Nació el 6 de junio de 1891, en la sevillanísima Calle de la Palma. Era hijo de un médico acomodado y adusto que se empeñó en que siguiera sus pasos. pero nunca llegó a estudiar Medicina, ni siquiera a terminar el Bachillerato cuando le correspondía. Lo hizo en un solo examen y de todas las asignaturas, cuando ya era mayor. Mientras tanto, en los Escolapios hacía novillos y se iba al Arenal a jugar a los toros con otros críos, entre ellos, José Gómez, llamado a ser unos años después, con el sobrenombre de Joselito, el torero más grande de todos los tiempos y, sin duda, el hombre más influyente en la vida de Ignacio Sánchez.

A los 17 años se embarcó con otro mozalbete como polizón en un barco a Nueva York. Detenidos en la aduana, la policía los tomó por anarquistas dinamiteros, pero su hermano Aurelio, que vivía en México, consiguió rescatarlos. Ignacio comenzó a trabajar en Veracruz, pero se acordaba de cuando jugaba al toro en el Arenal, junto a la Torre del Oro, y se estrenó como banderillero, en Morelia, en 1910. Se presentó en Madrid en septiembre de 1913, y el 21 de junio del año siguiente en su Sevilla. Al entrar a matar recibió una cornada terrofírica, que le partió la femoral. Si no murió fue por su juventud y su excepcional fortaleza física, pero el percance y sus secuelas lo alejaron por unos años de llegar a ser matador de toros.

Siguió como banderillero superior por los adentros. Lo fue de Belmonte, de Rafael El Gallo y, por fin, del menor, y sin embargo mayor, de los Gallos, su amigo de la infancia Joselito, con el que había emparentado en 1915 al casarse con Lola Gómez Ortega. En los tres años siguientes se consagró en la cuadrilla de Joselito como el primer banderillero español, con permiso de su cuñado, excepcional también con los garapullos. Es un lugar común que la técnica de Joselito como lidiador es la más perfecta que se ha conocido. Y en esa escuela se formó, como matador, Ignacio Sánchez Mejías

En 1919 tomó la alternativa en Barcelona de manos de Joselito y con Belmonte de testigo. La confirmó en Madrid al año siguiente, en abril, ya bajo los signos de su carrera toda: muy técnico, muy valiente, muy popular, con fama de antipático o favorecido por su cuñado y capaz de entusiasmar a cualquier público con su valor y su arrogancia. Contrató para 1920 más de un centenar de corridas y sólo dos cornadas le impidieron alcanzarlas. Pero antes le esperaba Talavera. El 16 de mayo alternaba allí con Joselito cuando el toro Bailaor le pegó a su cuñado un cornalón imprevisto. Mientras lo llevaban a la enfermería, Ignacio mató al toro. Al terminar la lidia, cuando entró a ver al herido, era ya cadáver. Lo veló esa noche y lo lloró siempre. La fotografía de Ignacio abrumado por el dolor, sosteniendo con una mano abierta la cara mientras con la otra acaricia la cabeza de Joselito yacente, tranquilo ya en su gloria, es quizás la más emocionante de la historia de la Tauromaquia.

Algo así como el recuerdo de José buscó enncontró entonces Ignacio en la novia del torero muerto, Encarnación López, La Argentinita. Era una mujer inteligente, atractiva, folclorista excepcional y gran bailarina, como su hermana Pilar. Aunque Ignacio tuvo amores abundantes, tempestuosos y anecdóticos, como aquél de México en que un marido lo pilló en la cama con su legítima y salió a tiro limpio de la casa, sólo por Encarnación llegó a abandonar a Lola: la hermana por la novia. En 1925 su relación se hizo oficial, pero ya duraba tiempo. Los dos eran famosos, ricos, inteligentes, guapos y, encima, se querían. Como no había divorcio pero sí dos hijos y él los adoraba, se instaló en una alcoba aparte en su finca de Pino Montano y siguió haciendo vida familiar. En Madrid tenía habitación en el Palace, aunque vivía en casa de La Argentinita. Por ella se hizo muy amigo de García Lorca, que le había musicado Los cuatro muleros y otras piezas populares. Por ella conoció a grandes músicos como Falla, y trató a los amigos de Lorca: Guillén, Alberti, Bergamín, Dámaso Alonso, Gerardo Diego... En 1923 no toreó. En 1924, tras recobrar su cartel, se enfrentó a los empresarios taurinos, que llegaron a un acuerdo para no pagar a ninguna figura más de 7.000 pesetas. Ignacio defendía el libre mercado, la ley de la oferta y la demanda, con la vida de por medio. En represalia, lo quitaron de la Feria de Sevilla en 1925. Pero él, de acuerdo con el matador, se tiró como espontáneo, impecablemente vestido, y le puso tres pares excepcionales a un Santa Coloma. El público lo aclamó pero los empresarios azuzaron contra él a los críticos venales, que eran casi todos.

Ignacio se convirtió entonces en crítico de sus propias faenas en La Unión. Aguantó en esa guerra de nervios y de imagen, pero tras varias cogidas graves se cansó y se marchó de los ruedos en 1927. Ese año pagó el viaje a Sevilla y reunió luego en su finca a los jóvenes poetas que querían rendir homenaje a Góngora en su tricentenario. Ahí nació la famosa Generación del 27, en cuya foto más conocida aparece Ignacio con el sempiterno sombrero ladeado, elegante, sonriendo.

Escribió varias obras de teatro: Sinrarzón, de corte psicoanalítico, que estrenó María Guerrero con gran éxito de crítica y se tradujo a varios idiomas; Zaya, taurina, metafísica y autobiográfica; Ni más ni menos, farsa poética muy 27; Soledad, un esbozo, y Las calles de Cádiz, gran musical para La Argentinita, con golfillos de La Isla y que incluía las canciones populares de Lorca. También dio una conferencia sobre tauromaquia en la Universidad de Columbia (Nueva York), fue actor de cine, jugador de polo, automovilista, novelista, poeta, amigo del general Sanjurgo, promotor fallido de un aeropuerto en Sevilla, presidente del Real Betis Balompié, de la Cruz Roja... El no va más.

Pero en 1934 volvió a los toros. Antes había tenido un tórrido romance con la hispanista francesa Marcelle Auclair, a la que conoció en casa de Jorge Guillén. El flechazo fue tan claro que Lorca quiso llevársela, porque estaba convencido de que La Argentinita los iba a matar a los dos. Ignacio la siguió a París, se topó con el marido, ella se asustó y no llegó a comprometerse. Volvió al año siguiente, a tiempo para verlo torear y triunfar en Santander. La historia no continúo porque a Ignacio le esperaba ya su destino, seguramente el que buscaba. Domingo Ortega tuvo un accidente de coche y su apoderado, Dominguín, le pidió que lo sustituyera en Manzanares, el 11 de agosto. Le venía muy mal, pero como los toros eran grandes no quiso que pareciese que los huía. Se quedó sin coche, sin hotel, sin cuadrilla. Por primera vez en su vida acudió al sorteo y sacó él mismo las dos papeletas con los números de los toros de Ayala que le correspondían. El primero, número 16, Granadino, manso, astifino y badanudo, lo cogió junto al estribo. El se agarró a los cuernos y llegó hasta los medios con el asta dentro, dirigiendo el quite de Alfredito Corrochano. No quiso que lo operaran en la mísera enfermería y pidió volver a Madrid, pero la ambulancia tardó varias horas y el viaje fue muy malo. A los dos días se declaró la gangrena. Murió, sufriendo y delirando, en la mañana del 13.

Esa misma tarde empezó Lorca a escribir el Llanto, que hoy suele leerse como premonición de su propia muerte trágica, dos años después. Pero no, no era él. Ignacio Sánchez Mejías bien merece, acaso como nadie en este siglo, esos versos mágicos: «Tardará mucho tiempo en nacer, si es que nace, un andaluz tan claro, tan rico de aventura...».

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99. Francisco Moreno Galván (Puebla de Cazalla, 1925- 1999)
Pintor y flamencólogo.

II.-EL AUTOR Y SU OBRA.

Nació en La Puebla de Cazalla, (Sevilla) el día 1 de Enero de 1.925. Cursa estudios de Bellas Artes en Sevilla entre los años 1.941 a 1.946. En 1.951 se traslada a Madrid, donde ha vivido hasta 1.977 en que regresa a su pueblo natalen el que desde entonces reside.

En los últimos años del franquismo se compromete con el movimiento obrero al que presta su decidido apoyo, llegando, en la transición democrática, a obtener escaño de Concejal (P.C.A.) en el municipio de su nacimiento, desarrollando una espectacular labor de transformación y rehabilitación de la arquitectura tradicional y popular del entorno urbano de La Puebla de Cazalla.


Fco. Moreno y Santiago Carrillo

A su llegada a Madrid, tomó contacto con un grupo de pintores entre los que se encontraba, Carlos Lara, José Vento, Mampaso, etc., grupo del que surge un movimiento muralista en el que se contabilizan numerosas obras de este carácter en iglesias, fabricas y centros docentes.

Coincidiendo también con este movimiento, se convocanconcursos para decoración de lugares como paradores de turismo, navieras, etc.; en los que obtiene varios premios.

Su primera exposición tiene lugar en Sevilla, en el año 1.949, cuando ya era algo conocido en los ambientes artísticos de la ciudad, dado que el año anterior, la Diputación Provincial le había otorgado la beca Murillo.

Luego participa en la Primera Bienal Hispanoamericana de Arte, en Madrid, en la segunda de la Habana y también en la Segunda Bienal del Mediterráneo celebrada en Alejandría.

En 1.960 realizó una serie de cuadros sobre temas históricos y bíblicos por encargo de la productora cinematográfica americana, Samuel Broston, para películas como Rey de Reyes o El Cid.

Con cierta asiduidad ha colaborado con empresas editoriales de Madrid y Barcelona, realizando ilustraciones y cubiertas para diferentes ediciones de bolsillo.

Su obra pictórica se encuentra esparcida por numerosas colecciones particulares, en los mas diversos puntos de la geografía, española, europea e incluso americana.

La pintura de Moreno Galván se da la contemplación desde una expresividad siempre fresca y espontánea, llena de densidad espiritual y de sensaciones impactantes, bajo cuyas pinceladas alientan ecos de las mejores experiencias estéticas de nuestro siglo que el artista asume con la fuerza de su propia personalidad.

100.    José María Moreno Galván  (Puebla de Cazalla, 1923- 1981)
Crítico de Arte.
 Intelectual y crítico de arte nacido el 10 de noviembre de 1923 en La Puebla de Cazalla (Sevilla), el mayor de cuatro hermanos, hijo de José Moreno Galván y María Galván Jiménez. Desde muy joven se sintió atraído por el arte, y a los catorce años comienza a trabajar en el Ayuntamiento de La Puebla como meritorio. En 1942 se traslada a Sevilla, donde trata con los artistas jóvenes y se interesa por el arte que viene de fuera. Entre 1944 y 1946 realiza el servicio militar en El Pardo, lo que le permite visitar el Museo del Prado y las salas de exposiciones de Madrid. Por estos años descubre la crítica de Eugenio D’Ors, y de su mano la de Berenson, Wölflin y Walter Pater. Vuelve a Sevilla, influyendo en la pintura que su hermano Francisco estaba realizando.

Fue precisamente Francisco Moreno Galván (1925-1999) quien logró para José María un trabajo dentro de la Bienal de Arte Iberoamericano celebrada en Madrid en 1952, que le facilitó volver a Madrid, integrarse en los círculos artísticos y observar «desde fuera» la vida universitaria de la capital. Iba a cumplir los treinta años y era un autodidacta que carecía de cualquier título académico, como reconoce en el escrito que presenta en septiembre de 1952 ante la Escuela de Periodismo, solicitando el ingreso y una beca, dada su precaria situación económica; peticiones que le son concedidas y le permiten formarse en la institución organizada por Juan Aparicio López, quien en esos años era de nuevo Director General de Prensa del régimen. En 1954 se casa con Carola Torres y en 1955 termina los estudios de periodismo. Entre 1953 y 1955 escribe ya en revistas como Mundo Hispánico, Correo Literario y Cuadernos Hispanoamericanos, y al poco se convierte en crítico de arte de las revistas Teresa y Goya (en la que colabora asiduamente entre 1955 y 1961). Durante la década del cincuenta colaboró también en las revistas Papeles de son Armadans, Gaceta Ilustrada, Arte y Hogar, Destino y Actualidad Cultural, así como en los diarios El Alcázar y Ya. En 1960 la editorial oficial, Publicaciones Españolas, publica su primer libro: Introducción a la pintura española actual (Madrid 1960). En la década de los sesenta publica otros dos libros: Autocrítica del Arte (Ediciones Península. Madrid 1965) y La última Vanguardia (Magius Ediciones de Arte, Madrid 1969).

El 22 de febrero de 1962 se desplazó José María Moreno Galván desde Madrid a Collioure, el hermoso pueblo costero francés bañado por el Mediterráneo a los pies de los Pirineos, en cuyo campo de concentración había fallecido el 22 de febrero de 1939 el poeta Antonio Machado, para participar en el homenaje al poeta organizado por la editorial Ruedo ibérico, que hacía unos pocos meses había comenzado su actividad, y aprovechaba aquella reunión de intelectuales antifranquistas para fallar unos premios que sirvieran para dar a conocer el proyecto. Aquellas ceremonias reunieron, entre otros, a José Martínez y Manuel Tuñón de Lara (que representaban aquella editorial francesa de impulso español), Vicente Girbau (llegado desde Londres), José Angel Valente y Eugenio de Nora (desde Ginebra), Manuel Lamana (desde Buenos Aires), Carlos Barral, José María Castellet y José Agustín Goytisolo (desde Barcelona), Manuel Millares y José María Moreno Galván (desde Madrid), y permitieron fortalecer los lazos de aquella oposición poética y literaria al régimen.

En junio de 1965 se publicó en París el primer número de la revista Cuadernos de Ruedo ibérico. Y el primer artículo de ese primer número, firmado por Juan Triguero, lleva por título «La generación de Fraga y su destino». Fraga ocupaba entonces el Ministerio de Información y Turismo, y aquel artículo caracterizaba «desde dentro» la generación de quienes rondando entonces los cuarenta años de edad se habían formado en Alférez, La Hora y Alcalá. Gracias a una carta (fechada el 20 de julio de 1965) de Eduardo García Rico (que firmaba en el mismo número con el pseudónimo Juan Claridad) al editor de Cuadernos de Ruedo ibérico, el anarquista José Martínez Guerricabeitia, disponemos de un testimonio de primera mano del impacto que causó el primer número de aquella revista en Madrid: «La revista ha caído como una bomba y ha sido recibida a bombo y platillo en todas partes. En la Universidad se cree que CRI es lo más importante que se ha hecho en 25 años (...) He recibido dos ejemplares: uno de ellos lo he regalado a un colaborador. El otro lo tiene –asómbrate, si todavía no estás curado de espantos– ¡un ministro! y se está regocijando con él. Un ministro liberal, el más liberal sin comillas. (...) El del personaje aludido (Manuel Fraga Iribarne) su reacción ha sido de indignación rayana en el paroxismo. Esto, a la vez que para nosotros es un motivo de satisfacción, lo debe ser de guardia (...) la revista la han leído con inmensa satisfacción –que yo sepa– un director de periódico importante, un subsecretario, un catedrático, un director general y, ya te lo he dicho, ¡un ministro! Parece una ingenuidad anotar esto, pero prueba muy claramente el impacto causado.» (cita literal tomada de Alberto Forment, José Martínez: la epopeya de Ruedo ibérico, Anagrama, Barcelona 2000, páginas 275-276, a quien se debe el extracto de los fragmentos publicados de esa carta). El autor de aquel artículo que había logrado enfurecer a Fraga, que tenía que ocultarse necesariamente bajo el pseudónimo de Juan Triguero, era José María Moreno Galván. En el segundo número de la revista el artículo de «Triguero» fue respondido, entre otros, por Alfonso Sastre y por José Angel Valente, directamente implicados.

Durante los años sesenta y setenta Moreno Galván se convirtió en uno de los críticos de arte progresistas más influyente, como autor de numerosos catálogos de exposiciones de arte y colaborador habitual de las revistas Artes, Triunfo y Nuestro Tiempo.

En marzo de 1971 participó en Santiago de Chile en el encuentro de intelectuales que se llamó «Operación Verdad». Moreno Galván propuso en aquella reunión crear un museo internacional en apoyo al Gobierno que presidía Salvador Allende. Una comisión compuesta por el historiador y crítico de arte brasileño Mario Pedrosa, afincado en Chile, el italiano Carlo Levi y el mismo Moreno Galván visitaron al Presidente Allende y le propusieron crear tal Museo, proyecto que contó con el beneplácito oficial. Se creó entonces un Comité Internacional de Solidaridad Artística con Chile, donde participan Moreno Galván, Carlo Levi, Dore Ashton, Jean Lemarie, de Wilde, R. Penrouse, Rafael Alberti y Mario Pedrosa, que lo preside, y entre 1971 y 1973 se reciben más de 400 obras entre pinturas, grabados, esculturas, dibujos, tapices y fotografías. Tras el golpe militar de 11 de septiembre de 1973 esas obras quedaron discretamente depositadas durante 17 años en las bodegas del Museo de Arte Contemporáneo, y restaurada en Chile la democracia pudo inaugurarse el 4 de septiembre de 1991 el Museo de la Solidaridad Salvador Allende. Pero de esto no puedo enterarse quien había lanzado la idea, pues José María Moreno Galván falleció el 23 de marzo de 1981, a los 57 años de edad.

El Ayuntamiento de La Puebla de Cazalla (Sevilla) decidió en 1982, el año del triunfo electoral en todo España de un partido socialista capitaneado por ilustres sevillanos, transformar el edificio que en los años treinta había servido para albergar la Escuela Nacional en la que estudiaron los hermanos Moreno Galván, edificio que luego se había convertido en un almacén, en sede del Museo de Arte Contemporáneo José María Moreno Galván, hoy adherido al Sistema Español de Museos dependiente del Ministerio de Cultura. El Ayuntamiento de Sevilla también ha dedicado una calle a José María Moreno Galván.

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101.PLACIDO FERNANDEZ VIAGAS (Tánger, 1924- 1982)
Presidente de la Preautonomía de Andalucía. Magistrado.

Nació el 29 de marzo de 1924 en Tánger cuando esta ciudad formaba parte del Protectorado español de Marruecos. Cursó sus estudios de bachillerato en el colegio del Sagrado Corazón de Tánger y la carrera de Derecho en la Universidad de Sevilla. Ejerció la judicatura en varias ciudades. Formó parte de Justicia Democrática, grupo clandestino de funcionarios que luchaba contra el Franquismo desde el interior, así como de Coordinación Democrática en Andalucía. Fue suspendido en sus fuciones de juez por unos meses en 1976 por participar en una manifestación a favor de la amnistía para los presos políticos.
En las primeras elecciones democráticas del 15 de junio de 1977 fue elegido senador por la provincia de Sevilla por el PSOE, siendo el senador más votado de toda Andalucía para la legislatura constituyente. Posteriormente fue también elegido senador para la primera legislatura constitucional, durante el periodo comprendido entre marzo de 1979 y abril de 1980.[1]
Fue elegido presidente de la Junta Preautonómica de Andalucía el 27 de mayo de 1978, en el salón de actos de la Diputación Provincial de Cádiz, en detrimento del candidato centrista Jaime García Añoveros, manteniéndose en el puesto hasta su dimisión en junio de 1979.
Fuente: Gran enciclopedia de Andalucía. Ediciones Anel, S.A

102.RAFAEL ESCUREDO (Estepa, 1944- )
Abogado. Primer presidente de la Junta de Andalucía.

Nacido en Estepa, Escuredo se licenció en derecho por la Universidad Hispalense en 1967, donde daría clases de Derecho del Trabajo. hasta 1976. El año que comenzó a dar clases se afilió al PSOE, y el año siguiente fundó un despacho laboralista junto a Felipe González y otras personalidades políticas en ciernes. Fue diputado tras las elecciones de 1977 (repetiría dos años más tarde), período durante el que negociaría las condiciones de la preautonomía andaluza. El 2 de junio de 1979, Rafael Escuredo es elegido presidente de la Junta de Andalucía, cargo que ocuparía hasta 1984, desde cuando ejerce como abogado.

103.JOSÉ RODRÍGUEZ DE LA BORBOLLA (Sevilla, 1947- )
Profesor. Presidente de la Junta de Andalucía.

José Rodríguez de la Borbolla presidió la Junta de Andalucía desde 1984 hasta 1990. Nacido en Sevilla en 1947, se doctoró en Derecho por la Universidad Hispalense especializándose en Derecho Laboral por la Universidad de Bari. Tras fundar el Partido Socialista del Interior de Sevilla ingresa en el PSOE en 1972, ocupando diversos cargos de responsabilidad tanto a nivel regional como nacional.

Senador por Sevilla en la legislatura 1979-1982, siendo presidente del Grupo Socialista Andaluz en el Senado llevó a cabo paralelamente una intensa labor en el proceso autonómico. Fue elegido parlamentario andaluz por Sevilla en las primeras elecciones autonómicas, y forma parte del primer Consejo de Gobierno de la Junta como consejero de Gobernación, cargo que posteriormente compartió con la Vicepresidencia. Tras la dimisión de Rafael Escuredo es nombrado presidente de la Junta en 1984, siendo reelegido en el cargo en las elecciones autonómicas de 1986 en las que se presenta como cabeza de lista del PSOE por Sevilla.
Fuente: www.andaluciajunta.es

104 .MANUEL CHAVES (Ceuta, 1945 -)
Profesor. Presidente Junta de Andalucía

Manuel Chaves Manuel Chaves nació en Ceuta el 7 de julio de 1945 y ha residido la mayor parte de su vida en Sevilla y Cádiz. Casado y con dos hijos, es licenciado en Derecho por la Universidad de Sevilla, donde ejerció como profesor no numerario antes de aprobar su tesis doctoral, "El accidente de trabajo por acto de tercero", y obtener plaza de profesor titular, primero en Bilbao (1975-77) y después en la Facultad de Derecho de Córdoba.

El inicio de su actividad política coincidió, mediada la década de los 60, con el comienzo de sus estudios de Derecho en la Universidad de Sevilla, donde fue delegado de curso y de Facultad. En esa época y en ese ámbito universitario conoce a destacados militantes antifranquistas sevillanos como Amparo Rubiales, Javier Pérez Royo, Rafael Escuredo o Felipe González.

Es presidente de la Junta de Andalucía desde el 27 de julio de 1990, tras las elecciones autonómicas celebradas el 23 de junio de ese mismo año. Parlamentario por Cádiz en el Parlamento andaluz desde 1990, ha sido también diputado por Cádiz en el Congreso desde las primeras elecciones democráticas, en 1977, hasta la primavera de 1990, y Ministro de Trabajo y Seguridad Social entre 1986 y 1990.

Militante del PSOE y la UGT desde 1968, participó en la reconstrucción del PSOE-A y de la UGT Andalucía. Entre 1981 y 1986 fue miembro de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE, siendo reelegido en 1990 y 1994. Desde abril de 1994 ocupa la Secretaría General del PSOE andaluz y en julio de 2000 fue elegido presidente del PSOE, desempeñando ambos cargos en la actualidad.

En su faceta sindical destaca su labor como miembro de la Comisión Ejecutiva Confederal de UGT desde 1976 hasta 1986, año en que dimitió al ser nombrado ministro.

Miembro del Comité de las Regiones de Europa desde su constitución en 1994, Chaves ha presidido la Delegación Española en este órgano, además de pertenecer a su Buró. En el marco de su actividad europea, está promoviendo la constitución de un lobby de regiones mediterráneas, liderado por Andalucía y Toscana (Italia), al objeto de reforzar el papel de estos territorios en la Unión Europea y fomentar la cooperación con la ribera Sur del Mediterráneo, aprovechando el modelo pionero desarrollado por la Junta de Andalucía con el Reino de Marruecos.

Desde la Presidencia de la Junta de Andalucía, Chaves está impulsando el avance y la modernización de la comunidad autónoma andaluza, teniendo como referentes la convergencia con Europa y la incorporación en la Sociedad de la Información y el Conocimiento.

El presidente andaluz está abanderando, asimismo, la defensa del Estado del Bienestar a través de propuestas que garantizan su viabilidad en las próximas décadas, sobre todo en aspectos tan importantes como la educación y la sanidad públicas, la atención a niños y mayores, la integración social de los sectores más desfavorecidos y la garantía de unas pensiones justas mejorables en tiempos de bonanza económica.

Bajo su presidencia, Andalucía ha intensificado, además, la cooperación con América Latina y el Magreb que, junto a la Unión Europea, representan los vértices del triángulo que dibuja la vocación exterior de esta Comunidad Autónoma.

Chaves ha sido el primer gobernante que ha aplicado en España la jornada laboral semanal de 35 horas en la Administración pública, incentivando su implantación en la empresa privada como una iniciativa más en la búsqueda de fórmulas innovadoras para combatir el paro. Firme defensor de la cohesión social y territorial, tanto en Andalucía como en el conjunto de España, el presidente de la Junta apuesta porque todo el entramado social se beneficie de las ventajas de la globalización económica, primando la democracia sobre el mercado a través de gobiernos regionales, nacionales y supranacionales fuertes.

En su etapa al frente del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, periodo en el que el número de ocupados aumentó en España en más de 1.700.000, Manuel Chaves impulsó decisivamente el proyecto de la Carta Europea de los Derechos Sociales Fundamentales de los Trabajadores. Durante su mandato se aprobaron normas como la Ley de Cooperativas, la Ley de Aplicación del Descanso por Maternidad, la Ley de Infracciones y Sanciones en el Orden Social, la Reforma de la Financiación de la Seguridad Social y la Ley de Prestaciones no Contributivas, entre otras.

El pasado 14 de marzo, los andaluces depositaron de nuevo su confianza en Manuel Chaves y en su ambicioso proyecto denominado Segunda Modernización de Andalucía, dirigido a incorporar plenamente a la comunidad en la nueva sociedad del siglo XXI en los mismos índices de progreso y bienestar que el resto de regiones del entorno europeo.

Cinéfilo empedernido, Manuel Chaves compagina las visitas a las salas de proyección con la lectura y la práctica diaria del deporte -sale a correr cada día- dentro de sus aficiones. Le gusta escuchar a los Beatles y pasar los vacaciones estivales en algún rincón de la costa onubense o gaditana. Cuando abandone la política, le gustaría volver a su plaza de profesor de Derecho en la Universidad de Córdoba y participar en la formación de las nuevas generaciones, algo que considera de gran valor para una sociedad moderna.




105.PASCUAL CARRIÓN Y CARRIÓN  (Sax, 1891-1976)
Ingeniero Agrónomo. Autor de la Reforma Agraria de la Segunda República. Miembro de Centro Andaluz de Córdoba.

Fue un ingeniero agrónomo español que destacó a principios del siglo XX por ser uno de los más activos promotores de la Ley de Reforma Agraria de la Segunda República, integrando la Comisión Técnica encargada de elaborar el anteproyecto.

Residió en Madrid con su familia desde joven, cursando ingeniería agrícola en el Instituto Agrícola Alfonso XII. Sus ideas liberales le llevaron a trabar contacto rápidamente con la Institución Libre de Enseñanza y la Residencia de Estudiantes. En ellas conoció a Francisco Giner de los Ríos, Manuel Azaña, José Ortega y Gasset y Luis Araquistáin entre otros. Las obras de Joaquín Costa sobre el colectivismo agrario produjeron una notable influencia en Carrión. Siguió con avidez la lectura de las obras de los regeneracionistas y del fisiócrata Henry George. No tardó en establecer contacto con las Juntas Liberales de Andalucía, conociendo allí el nacionalismo andaluz de la época e integrándose plenamente en el movimiento andalucista. Al terminar sus estudios e ingresar en el Cuerpo de Ingenieros, no dudó en solicitar y obtener como destino Sevilla para continuar su actividad.

Defensor de una reforma agraria en profundidad en Andalucía que eliminase los latifundios, participó junto a Blas Infante (al que le unía una profiunda amistad personal), Francisco Largo Caballero, Joaquín Guichot y otros en la asamblea de Córdoba de 1919 que realizó un manifiesto en favor de la reforma completa del campo andaluz. Carrión empezó a ser conocido gracias a los artículos que escribía para diarios andaluces y que eran dados a conocer en Madrid, entre otros, por Ortega y Gasset, en los diarios El Sol y El Debate. Trasladado a Valencia en 1921, desarrolló una intensa labor entre los viticultores valencianos para la mejora del campo levantino. Volvió a Madrid en 1927, destinado en el lugar donde se formó, el Instituto Agrícola de Alfonso XII.

Con la llegada de la Segunda República se trasladó a Andalucía, donde trabajó intensamente para el anteproyecto de Ley de reforma agraria, que fue aprobado en Consejo de Ministros en julio de 1931 pero que no se convirtió en Ley finalmente, aunque sí un proyecto modificado que entró en vigor en 1932: la Ley de Reforma Agraria de España.

Firme partidario de la incautación de tierras ociosas, defendía no obstante la legitimidad de la propiedad de aquellos que mantuvieran activas las mismas. Fue crítico con los procesos desamortizadores del siglo XIX, que habían llevado la propiedad de la tierra de la mano de la Iglesia a la de los terratenientes, sin que ello hubiera supuesto un cambio en su productividad. También criticaba con dureza que los procesos desamortizadores se hubieran saldado dejando en manos de unos pocos los antiguos bienes comunales que explotaban las ciudades y pueblos para beneficio de todos sus habitantes.

Tras la finalización de la Guerra Civil, fue detenido, depurado e inhabilitado, y se le envió destinado a Requena.

Entre sus obras más influyentes en el periodo republicano se encuentra La Ley de Reforma Agraria y, después, La Reforma agraría de la II República y la situación actual de la agricultura (Barcelona, 1973) y Los latifundios en España: su importancia, origen, consecuencias y solución (Barcelona, 1975).
Descendiente de familia de labradores, sus limitaciones económicas no le impidieron estudiar bachillerato en el Instituto Provincial de Córdoba (I.E.S. Luis de Góngora) y continuar sus estudios en la Universidad de Sevilla, matriculándose en Filosofía y Letras y Derecho y licenciándose en 1891 y 1893 respectivamente. En la misma Universidad permanece de profesor adjunto hasta 1898 en que cesa para incorporarse a la actividad de notario en Bujalance. En ésta última consiguió con la máxima calificación el grado de doctor, con su tesis sobre «La familia castellana en el siglo XIII» y en un tribunal compuesto por Marcelino Menéndez y Pelayo y Nicolás Salmerón entre otros. Sin embargo, profesionalmente se dedicó al derecho consiguiendo por oposición una plaza de notario en su localidad natal.


106. JUAN DIAZ DEL MORAL (Bujalance, 1870-1948)
Historiador y Notario. Diputado independiente de la Asamblea de Córdoba

Díaz del Moral es un intelectual de espíritu inquieto que lo mismo estudia poemas de Homero o Virgilio que inicia la Biblioteca Científico Literaria para la que traduce obras del alemán y francés. Formado bajo la influencia del krausismo y con inclinaciones hacia el movimiento regeneracionista de Joaquín Costa no deja de reconocer la influencia que en él ejerció su maestro Francisco Giner de los Ríos a quien dedica su principal obra Historia de las Agitaciones Campesinas Andaluzas. De talante progresista sigue y estudia las agitaciones que se producen en Andalucía desde 1918, de aquí la recogida de datos, análisis de la realidad y profunda reflexión que le llevaría a escribir su obra. Convencido demócrata, participa en las primeras elecciones republicanas a las Cortes Constituyentes por la Agrupación al Servicio de la República. Obtiene el acta de diputado por Córdoba en 1931 y como tal defiende, con su voto particular, la ponencia elaborada por la Comisión Técnica Agraria (creada en 1931). Convencido de la necesidad de terminar "con el único problema social" mediante la Reforma Agraria, concibe ésta como una redistribución de la propiedad, de manera que la tierra cumpla una función social y no sea sólo fuente de renta de una determinada clase. En 1936 apoya al Frente Popular. Este protagonismo político causó su traslado forzoso a Caravaca (Murcia) una vez acabada la Guerra Civil, donde ejerce de notario de 1942 a 1945, fecha en que se jubila. Fallece en Madrid el 7 de noviembre de 1948.


107. FEDERICO DE CASTRO FERNANDEZ (Almería, 1834- 1903)
Catedrático. Krausista. Fundador de la Sociedad Antropológica de Sevilla. Miembro fundador del Ateneo de Sevilla.

Federico de Castro fue sin duda el krausista más fiel de la escuela de Sanz del Río. Para empezar, fue el heredero fideicomisario del maestro. Por eso, cuando el Abad Jobit estudiaba el krausismo español, leía en la biblioteca sevillana de Castro las obras manuscritas de Sanz del Río. Don Federico fue el exponente por antonomasia de la metafísica del maestro. Publica en 1877 el Análisis del pensamiento racional de Sanz del Río, que cita ampliamente en la Propedéutica de su Metafísica (vol. I, Sevilla, 1888). A pesar de que la mayoría de los krausistas viraron hacia el positivismo, Castro se mantuvo fiel a la metafísica panenteísta y a su analítica idealista, y para 1896 podía ser considerado como el único representante del krausismo en Sevilla [3]. Esto no quiere decir en absoluto que fuese un mero repetidor de las doctrinas de su maestro. Por el contrario -como advierte su hijo [4] - fue anatemizado en varias ocasiones por la "iglesia krausista española". Su misma heterodoxia u originalidad explican el aprecio que le profesaron sabios tan antikrausistas como Marcelino Menéndez Pelayo, quien le consideró "hombre de más lectura que otros krausistas y no tan despreciador como ellos de la ciencia nacional de las pasadas edades" [5].

En su monografía sobre el gran pensador krausista, Juan López Álvarez lamenta, con mucha razón, el olvido que pesa sobre su obra. Ya sucedió así en el pasado: Joaquín Sama y Vinagre será uno de los poquísimos krausistas que se ocupen de la obra de Federico de Castro [6]. Salvo contadas alusiones a su Discurso de Apertura de la Universidad de Sevilla de 1891 en que habló de la filosofía andaluza, sus trabajos sobre «Cervantes y la filosofía española», sobre D. Xavier Pérez y López, sobre el positivismo, sobre Las escuelas visigodas, sus traducciones con estudios preliminares y anotaciones críticas sobre la Historia de los musulmanes españoles; sobre el Vedanta, sobre La fuente de la vida de Ibn Gabirol y, finalmente, su Historia de la Filosofía contenida en la primera parte de su Metafísica siguen inasequibles para la mayoría de los estudiantes y estudiosos, sumidas en el más completo olvido. Sorprende que J. L. Abellán no le cite como importante tratadista del pensamiento español, al contrario que el abad Jobit; Méndez Bejarano creyó que el primer tomo de la Metafísica de Castro contiene "el mejor tratado de historia de la filosofía que haya visto la luz en España" [7].

Biografía intelectual

Federico de Castro y Fernández era hijo de José de Castro y Alarcón (capitán de infantería) y de Mª Carmen Fernández y Gálvez. Nació en Almería el 30 de diciembre de 1834. Da idea de la precocidad de su inteligencia la anécdota de que al ser examinado de ingreso al bachillerato a los nueve años, el Gobernador propusiese al examinado y consiguiese para él título de Maestro de Escuela. Inició sus estudios de bachillerato en el Colegio de S. Alberto de Sevilla. Dominó rápidamente el latín, tan bien que durante su vida traduciría para su propio uso a los clásicos. Concluidos los estudios de Bachillerato en Filosofía, inicia hacia 1850 estudios de Derecho y continúa los de Filosofía y Teología. En 1852 prosigue en Madrid dichos estudios. Allí entra en contacto con el círculo krausista de la Universidad Central, en la que tiene como maestros a Fernando de Castro en Historia y a Amador de los Ríos en Literatura; en Filosofía, a Julián Sanz del Río, del que reconoce fue quien más influyó en "la formación científica de su espíritu". Durante su estancia en Madrid tiene como amigos y condiscípulos a otros andaluces como Nicolás Salmerón, González Garvín y Francisco de Paula Canalejas. Comentando este hecho escribe L. Araquistain:

«Sorprende que buen número de los primeros krausistas y de los sucesores más importantes fueron oriundos de Andalucía, una tierra donde la cultura semita, árabe o judaica, echó hondas raíces»[8]

En 1856/57 consigue la licenciatura en Filosofía con premio extraordinario, y en Derecho al mismo tiempo que Canalejas, quien pondrá la política universitaria en manos de los krausistas a partir de la revolución del 68. Su primer trabajo docente lo desempeña en Logroño como profesor sustituto de Elementos de Retórica y Poética, transladándose en 1859 al Instituto de Huelva, donde desempeñará la cátedra de Psicología, Lógica y Ética hasta 1861. Compagina su labor docente con la investigación y defiende en 1861 en Madrid su tesis doctoral, cuyo título es todo un manifiesto: «El progreso interno de la razón mediante el método científico, y el de la libertad mediante el arte moral, influyen en la Historia, según crece el respeto de los hombres al dictamen de la Razón y al dictado de la Conciencia». Expresa así la confianza ilustrada en la ciencia y la libertad, y el énfasis mayúsculo en la Historia, regida por la Razón y la Conciencia. El tribunal estaba integrado por Sanz del Río, Fernando de Castro y Amador de los Ríos.

El mismo año gana la Cátedra de Metafísica de la Universidad de Sevilla, con un tribunal formado por Juan Valera y Ramón de Campoamor. Toda su vida académica transcurrirá ya en esta Universidad donde será también Catedrático de Historia de España y de Historia Crítica de España. Según Méndez Bejarano, fue también profesor de sánscrito. Será nombrado Rector y Decano de la Facultad de Filosofía bajo el rectorado de su inseparable colaborador y amigo Machado y Núñez, abuelo del poeta de Soledades y filósofo del Juan de Mairena. Muere el 10 de abril de 1903, "junto a su mesa de trabajo y teniendo por almohada los últimos boletines de la Real Academia de la Historia", en viernes santo. Sus alumnos se disputaron el honor de llevar su féretro desde la casa mortuoria hasta el cementerio de San Fernando.

Rigurosamente socrático, Castro no aspiró en su vida a ningún cargo político, a ninguna gloria literaria. No obstante, se trasladó brevemente a Madrid para la redacción de leyes para Ultramar, tiempo durante el cual le sustituirá provisionalmente en la Cátedra Antonio Machado y Álvarez, padre del poeta y filósofo de Los Complementarios. Cuando la República intentó obligarle a aceptar un cargo político, huyó a Antequera. Sólo tomó parte en política para defender la libertad de cátedra. Para Castro, la cuestión política significaba, sobre todo, una cuestión moral y por tanto una cuestión de educación. Y en este sentido, triunfó plenamente, pues a pesar de que sus obras fueron escritas -como dice el más fiel de sus discípulos, Méndez Bejarano- de mal grado [9] y plagadas de erratas, su pasión por la docencia hizo que en todas las aulas de Andalucía y Extremadura se repitiesen fieles ecos de sus enseñanzas [10]. Alumnos de Castro fueron los catedráticos del instituto de Huelva, Joaquín Sama y Vinagre, y luego de la ILE, Romualdo Álvarez Espino (Cádiz), José Sánchez Mora (Huelva), Antonio López Muñoz (Madrid) y Leopoldo Urquía (Baeza), así como el propio Méndez Bejarano, catedrático del Instituto Cardenal Cisneros de Madrid.

Gracias a su trabajo, la Universidad de Sevilla fue, después de la madrileña, la más influida por el krausismo [11], movimiento que produjo una extraordinaria simbiosis entre la universidad y la sociedad. Bajo su iniciativa se creó el Ateneo Hispalense (1879) [12] al que había precedido una excelente revista. Ayudado por dos colegas, Francisco Barnés y M. Sales y Ferré, D. Federico editó algunos manuscritos de Sanz del Río. Su inventiva contra la Facultad de Teología al iniciarse el curso 1865-66 le valió una ácida polémica del canónigo Mateos Gago, amigo de Menéndez Pelayo, según aquél, Castro, "sibila del krausismo" y paladín del "racionalismo armónico", contaba con un grupo de alumnos entre los cuales esparcía la semilla de aquel "diluvio de mortíferos vapores que nos vienen de la Germanía". La misma reacción la había acaudillado en Madrid el giennense Ortí y Lara, y, en Cádiz, el "neocatólico" Adolfo de Castro contra el discípulo de don Federico: Romualdo Álvarez Espino [13]. Tomás Romero de Castilla, discípulo predilecto de Castro en Sevilla y catedrático en el Instituto de Badajoz se esforzó denodadamente por conectar el krausismo con el catolicismo, sosteniendo una famosa polémica con el canónigo de la catedral de Badajoz, Fernández Valbuena. Todas estas discusiones públicas pueden enmarcarse en lo que se llamó la campaña de los "textos vivos".

La campaña reaccionaria de los "textos vivos" fue desencadenada por Francisco Navarro Villoslada desde las páginas de El Pensamiento Español. Valera, que había criticado con buen humor la jerga krausista en 1860, defenderá, ante la reacción de los neoescolásticos, la permanencia en su cátedra de los krausistas, amenazada por las denuncias de los "neos". A pesar de ello, la depuración del profesorado se iniciará en el otoño de 1864, casi un año después de la publicación del Syllabus de Pío IX, donde se condenaban todas las especies de liberalismo y de racionalismo. El 26 de septiembre de 1865 se incluía el Ideal de la Humanidad de Sanz del Río en el Índice de libros prohibidos [14].

Como buen andaluz, Castro era un hombre de paz. A partir de aquella agria polémica del 65-66, renunciaría a cualquier proselitismo agresivo. Hay que decir que para Castro, como para otros profesores krausistas, la revolución del 1868 supuso una profunda desilusión. Los estudiantes entendieron la libertad ganada como inasistencia a clase y proliferaron las inútiles algaradas y manifestaciones callejeras.

Ideario educativo

En una circular que como rector envió en 1870 a los Decanos, Federico de Castro expone sus ideas sobre educación y docencia en los siguientes requisitos:

a) el profesor no debe imponer sus propios criterios, sino ayudar a que el alumno descubra la verdad, desarrollando sus propias facultades.
b) la ordenada lectura y meditación de los autores clásicos en la materia (función de la Biblioteca)
c) la seria y prudente discusión del propio y ajeno pensamiento (función de la Academia).
Se trata de desarrollar en el alumno un espíritu crítico, reflexivo, dialogante que le conduzca a pensar no con ajeno sino con pensamiento propio.

Don Federico jamás faltó a clase, resultaba sugestivo de modo que los estudiantes al acabar la clase le rodeaban y acompañaban en paseo hasta su casa o entraban con él en el café. Dejaba a los escolares que le preguntaran, interrumpieran, contradijeran y expusieran y defendieran opiniones opuestas, prolongando el aula en libre conversación libre de todo artificio y pedantería.

En 1871, Castro fundó junto con Machado y Núñez y el hegeliano F. Escudero Perosso la Sociedad Antropológica Sevillana, articulada en las secciones de Antropología Física, Psíquica y Social.

Sales y Ferré y Machado y Núñez, también Machado y Álvarez [15], se encaminarían hacia el positivismo, no el de Comte, sino el iniciado por Bacon y puesto en práctica por Cuvier. Castro polemizaría respetuosamente con ellos manteniéndose fiel al idealismo romántico. En 1869 y por iniciativa de Castro se creará una de las revistas más prestigiosas del país, la Revista mensual, que durará hasta 1875, fecha de la Segunda Cuestión Universitaria. En febrero de 1875 se publica un real decreto sobre libros de texto y programas y se envía una circular a los Rectores para que ejerzan de policías en orden a que no se enseñe nada contrario al dogma católico o la monarquía constitucional. Los profesores que protestaron en nombre de la libertad de cátedra fueron suspendidos de empleo y sueldo, expedientados, deportados y encarcelados, entre ellos el rondeño don Francisco Giner de los Ríos, futuro maestro de maestros en la Institución Libre de Enseñanza. El Gobierno de la Restauración se pasó porque quería hacer saber que no estaba dispuesto a transigir. Sin caer en el desánimo, dos años después, en 1877, aparece la Biblioteca Científico-Literaria, entre cuyos impulsores encontramos de nuevo a Castro, Sales y Ferré y al polémico Barnés y Tomás. Finalmente, en 1879 patrocinaría El Ateneo, en colaboración con algunos escogidos discípulos.

En 1880, con motivo de la celebración del Centenario del nacimiento de Krause, encontramos a D. Federico suscribiendo una petición para el establecimiento de una Institución de Krause destinada ha propagar a todo el mundo los resultados de sus investigación filosófica, mientras que la mayoría de los antiguos krausistas se pasaban al krauso-positivismo o al positivismo. Aunque la metafísica del almeriense nos pueda resultar hoy algo retórica e ingenua [16], hay que reconocer que al krausismo, que tan admirablemente representó hasta el final de sus días, debemos innegables beneficios, pues esta escuela despertó la juventud de su tiempo el amor a la filosofía y el rendimiento a la verdad, acostumbró su espíritu a la disciplina de la reflexión metódica y seria, educó hombres austeros y honrados, abnegados en la cátedra y probos en los cargos públicos, que aún ejercitaron el pensamiento en la oposición católica, provocando la reacción escolástica.

El idealismo krausista quiso ser una superación del liberalismo individualista, considerando la sociedad como un "todo orgánico" y resaltando el "todo armónico", moral y no meramente natural (o fisiológico), de tal organismo [17].
Fuente: www.cibernous.com

108. LUIS MONTOTO RAUTENSTRAUCH (Sevilla, 1851-1929)
Folklorista y escritor.

Sevilla, enero de 1851 - ibídem, 30 de septiembre de 1929), escritor, paremiólogo y folclorista español Segundo hijo del abogado, historiador y periodista legitimista José María Montoto López Vigil y de María de los Ángeles Rautenstrauch y Giovanelli, estudió Ingeniería en Madrid y se graduó en Derecho por la Universidad de Sevilla. Se casó con Asunción de Sedas y Viguera en Utrera el 25 de agosto de 1878, de la cual tuvo 7 hijos.

Fue notario eclesiástico, concejal del Ayuntamiento de Sevilla y cronista oficial de la ciudad, miembro del Ateneo de Sevilla y secretario perpetuo de la Real Academia de Buenas Letras de Sevilla. Amigo del folclorista Antonio Machado Álvarez, luchó para que la cultura popular recibiera reconocimiento académico. Hoy lleva su nombre una avenida de Sevilla, antigua calzada romana, conocida previamente como Avenida de Oriente.

109. ALEJANDRO GUICHOT Y SIERRA (Sevilla,  1859-1941)
Sociólogo y Folklorista


No es un problema de espacio lo que nos induce a escribir de forma conjunta sobre estos dos insignes andaluces. La gran obra y actividad que Alejandro Guichot, hijo, realizó en defensa de nuestra denodada tierra tiene su raíz en aquella vida ajetreada y, a la vez, romántica, evocadora del pasado legendario y poético de Joaquín padre; así como éste, también encuentra la continuación de su expresión vital, investigadora y cultural en su hijo.



Cuando Alejandro Guichot se aparta progresivamente de la enseñanza paralela; cuando pone todo su empeño en la creación de una universidad popular andaluza o cuando decía en el manifiesto de fundación de la Sociedad de folklore andaluz que "había que poner de manifiesto ante el mundo entero el alma de esta privilegiada y originalísima raza andaluza cuyos secretos móviles informan esa poesía y ese saber y ánimo donde los poetas y los sabios tienen que recurrir siempre", venía a expresar, de forma más concreta y elaborada, lo que ya el pensamiento y actividad de su padre le había ido induciendo desde su juventud.



Es evidente que los llamados andalucistas históricos poseían una visión más amplia y compleja de  nuestro pueblo andaluz, como para que su pensamiento se constriñera sólo al aspecto teórico de la ideología, en su ánimo de demostrar y defender esa identidad andaluza. Sabían que Andalucía contaba con unas raíces más profundas, enormemente vitales, legendarias. Había que tocar otros aspectos, pero sin olvidar aquello que Alejandro recoge en sus palabras. "…se ha impuesto a Andalucía por la fuerza, por la violencia y por la confabulación de los dos partidos gobernantes un estado de irredención política y social. Si recorremos Andalucía, sus costas, sus campos, sus montañas, encontraréis en todas partes el grito de dolor, de ira, de protesta". Evidentemente, una de las motivaciones más claras de los andaluces para recobrar su identidad nacía y, aunque nos duela, en gran medida sigue naciendo, de "ese ambiente social de indiferencia fatalista y desesperación anárquica".



Una gran sensación de impotencia tendría que correr por las venas de Alejandro Guichot, cuando afirma que "el pueblo andaluz está moribundo, porque sólo en este estado se concibe que un pueblo se resigne, limitándose a encogerse de hombros, sin una protesta enérgica a tan deprimente modo de pensar y vivir". Quizás por esta sensación que en algún momento sintió, pero por la que nunca se dejó abatir, pensaba que había que ahondar más en esta lucha. El llegaba a la conclusión de que sin tener conocimiento exacto del estado intelectual y moral de un pueblo, al propio tiempo que material, en vano se podría comprender su estado, su respuesta, sus aspiraciones: "no se podría aprender lo que el pueblo sufre, lo que cree, lo que desea". Alejandro había sentido como el socio-folklorista italiano Gramsci que la distinción de una cultura popular en el marco de una nación y de su civilización, no es el hecho artístico ni el origen histórico, sino su modo de concebir el mundo y la vida, en contraste con la sociedad oficial.



Lleva razón un andalucista de hoy, José María Ruiz Lagos, cuando afirma que "sería un grave error levantar la reivindicación andaluza sobre la simple depauperación económica, olvidando la etnia y el hecho psicosocial y vivencial de un país que si siempre fue sometido, y mucho, en su capacidad económica, aún lo fue más en la relación de su destino comunitario como colectividad cultural". Alejandro partía de esta concepción, cuando entendía que en la base de un proyecto de recuperación de identidad, subyace la reivindicación de un concepto de la historia, distinto al usual de entonces; "la historiografía oficial, no es capaz de explicar el mecanismo más sencillo, sino que se empantana en una empalagosa e indigesta erudición".



La fuerte reacción absolutista de Fernando VII y sus intransigentes  contra aquellos primeros brotes del liberalismo constitucional de las cortes de Cádiz, va a ser el marco social donde nace y pasa su primera juventud Joaquín Guichot. Nace en Madrid en 1820, hijo de un francés de Pau llegado a la Península en tiempos de la invasión napoleónica, conocido por su carácter liberal y progresista, e hijo de una malagueña, que será la que funde en esta familia el carácter abierto e imaginativo andaluz, con las ideas progresistas de su marido.



Joaquín Guichot se quedaría huérfano de padre desde temprana edad, y su familia, conocida por sus ideas abiertamente liberales, tendría que huir de Madrid y refugiarse en Andalucía, cuando las tropas de la Santa Alianza destruyen el sistema liberal y representativo. De Abril a Mayo de 1823 residiría la familia Guichot en Sevilla, para emigrar más tarde, por temor a represalias, primero a Gibraltar y después al Mediodía Francés. Joaquín ingresa en el colegio de Enrique IV de Burdeos, donde también recibían educación por entonces, los hijos de los exiliados liberales de la Península. Todos estos avatares de la infancia y juventud de Joaquín, van a ser los que impregnen durante el resto de su vida el carácter progresista y liberal, y a la vez, romántico del que, de forma activa, hizo gala durante toda su existencia.



A los quince años regresa a la Península. Eran los días en que la primera guerra carlista ardía en el Norte, y la entrada era difícil. Todo este ambiente y vicisitudes, propios de una época romántica, despertaría en el joven Guichot la atención sobre obras que habían sobrevivido al impulso de los años. Se lanza pues a estudiar viejos monumentos, pinturas, esculturas e historia; reliquias de un pasado evocativo y legendario. Ya por entonces Assa, los Madrazas, Amador de los Ríos, Estévanez y varios más levantan un movimiento de investigación y reconstrucción de nuestra historia, desempolvando documentos y estudiando nuestras artísticas. Guichot colabora activamente con este movimiento. En 1846 se instala de forma definitiva en Sevilla de donde no había de salir; lo vemos reproduciendo con lápiz los detalles de antiguos monumentos y visitando todos los lugares donde podían existir restos del pasado. A este tiempo pertenecen varios de sus estudios de paisajes y figuras: Castillo de Alcalá, San Juan de los Teatinos, El tajo de Ronda, El molino de la Aceña, La montaña de los Angeles, y el Arul de Alcalá de Guadaira.



En 1848, Joaquín Guichot comienza a ejercer su profesión de periodista, entrando a formar parte de la redacción del periódico El Porvenir. Durante veinte años sin interrupción fue autor de diversas publicaciones políticas, literarias, históricas, satíricas, etc. Trabajó en el Diario de Sevilla desde 1850, en El Centinela de Andalucía en su segunda época (1852), en Galgo Negro, la Ilustración Bética, El Eco de Andalucía; en El Artista que dirigió en 1850, en El Teatro que fundó con Asensio en 1851, y en La Andalucía y El Tio Clarín por los años 1861-64. Era un periodista sosegado y tranquilo que escribía, fundamentalmente, artículos de fondo bien nutridos de doctrina. Fue eminentemente periodista político y llenó columnas y columnas en defensa de la política liberal y en contra de los gobiernos moderados y sus medidas. Manuel Chaves cuenta de él que "era de aquellos que escribían en la redacción con el uniforme de ‘miliciano nacional’ en ratos que le dejaban libres la obligaciones de servicio, y de aquellos que en los días de revueltas, soltaba la pluma para correr al ‘cuerpo de guardia’  o a las barricadas, teniendo enfrentamientos a cada momento con las autoridades por su concepción de la prensa".



Durante este tiempo de periodista, comienza a ejercer lo que era su actividad preferida, los estudios históricos, publicando en la prensa sevillana varios artículos de este tipo: Reseña histórica de la torre de la catedral, El dos de Mayo, La cárcel de Sevilla. En 1869 aparece su primer tomo de Historia General de Andalucía, donde narra el pasado histórico andaluz, desde los tiempos más remotos hasta 1870. La obra consta de ocho grandes volúmenes y tuvo una gran acogida a su salida, siendo considerada hoy como una de las fuentes necesarias donde hay que acudir para cualquier estudio relacionado con nuestro pasado. Posteriormente aparecía la Historia de la Ciudad de Sevilla, considerada como la más importante obra de Joaquín Guichot, y en la que sobresale su estudio sobre la Sevilla musulmana. Manuel Chaves diría que desde los Anales  de Zúñiga, no se había escrito una historia tan completa, ordenada, extensa e imparcial.

En 1866 deja de pertenecer a la redacción del diario El Progreso y dirige la Revista Hispano Ultramarina. Más adelante en 1874 dirigirá La Asamblea  y  El Eco de Andalucía; colaborará además en la Revista Sevillana y en la Ilustración Bética.



Era director de La Asamblea cuando, el 30 de Junio de 1874, el Ayuntamiento de Sevilla le nombra cronista de la ciudad. La Diputación también le nombraría cronista de la provincia el 6 de agosto de este mismo año. En 1879 es propuesto para que ocupe una plaza en la academia de Buenas Letras de Sevilla. El 26 de Febrero de 1872 toma posesión de una plaza como individuo de número en sesión pública.



El discurso inaugural trató sobre el carácter de Don Pedro I de Castilla. Guichot y Parody tuvo particular predilección por este monarca justiciero. Lo trata en la Historia de Andalucía, en la de Sevilla, en este discurso y posteriormente en su libro Don Pedro. Se mostraba decidido partidario de este rey, al que la historiografía lo presentaba de forma muy contradictoria. No lo trata como una consecución de las vicisitudes de su reinado, sino que coge los hechos más importantes y que más polémicas han levantado, estudiándolos y analizándolos con detenimiento y minuciosidad.



Con respecto a su obra histórica, el gran crítico sevillano Manuel Chaves diría: "Pocos, muy pocos de los defensores del hijo de Alfonso XI, han desplegado más ingenio, ni han apurado más hábilmente cuantos detalles pudieran prestarse a su objeto como Guichot  y Parody lo hizo, al relatarnos la triste historia de la reina Doña Blanca de Borbón, la muerte del rey Bermejo de Granada y la del infante Don Fadrique que el Alcázar sevillano…".



El 16 de Marzo de 1906, a los 86 años de edad, el anciano cronista muere en la casa número 5 de la calle Lirio. Hombre conocido y admirado en toda Sevilla, la prensa de la ciudad le dedica a su muerte un amplio homenaje de reconocimiento a su intensa labor.



Toda la obra de Joaquín Guichot estuvo animada de una clara intención: el reavivar y rescatar el pasado del pueblo andaluz. Este fue el mayor mérito e importancia de su extensa obra. Los avatares románticos de su pasado, le hacen, no ya colaborar, sino ser pionero de un "movimiento de protesta general" contra un centralismo que, a ojos vista, se manifestaba totalmente inoperante. En gran medida, su obra recuerda que existió un pasado floreciente y propio del pueblo andaluz, y esto sería una de las bases, junto al problema de la tierra de donde partiría el nuevo movimiento regionalista andaluz de principios de nuestro siglo.



Hubo un pasado y una conciencia propia del pueblo andaluz, y había que buscar las bases sobre las que se generase de nuevo la conciencia andaluza. Era la respuesta que Andalucía daba en ese movimiento de la periferia contra el centralismo borbónico y la deficiente clase política que había generado. El siguiente paso sería la búsqueda de un Ideal Andaluz que no sólo revitalizara toda esa corriente socio-política e ideológica, que de forma subterránea, intuitiva o clandestina había ido conservando el pueblo andaluz, sino que sentara las bases de una nueva dinámica social propia del pueblo andaluz. Esta sería la continuidad que Alejandro Guichot daría a la obra de su padre.



Alejandro Guichot y Sierra nace en la Sevilla de 1860. Sería como su padre, un gran estudioso y polifacético: escritor, dibujante, político, activista, sociólogo y gran investigador. A los diez años ingresa en el Instituto Provincial de Segunda Enseñanza de Sevilla donde su padre era catedrático. En 1877 acaba los estudios de Enseñanza Media y se matricula en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Sevilla, obteniendo la licenciatura en el año 1880. Muy pronto se incorporaría al movimiento cultural sevillano, y lo hará participando en la fundación y desarrollo de la Sociedad del Folklore Andaluz.



El folklore comprendía para los folkloristas de esta Sociedad no sólo lo que el pueblo sabe, sino todo lo que el pueblo cree. Distinguían entre la ciencia y la creencia, pero había que tenerlos en cuenta por igual, "y si el refrán, en cierto modo, cae bajo la primera esfera, sin otra limitación que la de que los conocimientos que en él se expresan no están ordenados sistemáticamente, las supersticiones caen de plano bajo la segunda esfera y son un ramo interesantísimo del Floklore (…) y como uno de los aspectos más interesantes del Floklore precisamente es estudiar y penetrar los sentimientos del pueblo, en tal concepto, con igual razón, podría llamarse nuestra ‘sociedad’ el ‘sentir’ del ‘saber popular’".



Los folkloristas sevillanos, además de la recolección de materiales y preparación de estudios, realizaron tan activa propaganda de organizaciones folklóricas y fomento del cultivo de estas materias, que fue conocida no sólo en Andalucía, sino en los demás pueblos de la Península y en el extranjero.



El tradicionalista Menéndez y Pelayo, diría en la Real Academia acerca de esta sociedad: "Lo que Fernán Caballero había realizado por instinto y sentimiento poético, lo emprendió con miras científicas no siempre loables, -de alguna forma tendría que manifestar su carácter neoescolástico, nacional-católico y tradicionalista-, pero con un ardor y entusiasmo a toda prueba, y en una dirección metódica que es justo agradecer a la Sociedad del Floklore Andaluz".



La experiencia de Alejandro en la Sociedad del Floklore Andaluz, fue decisiva en la formación de su pensamiento acerca de cómo enfocar un proyecto de Ideal andaluz. A pesar de la escasa vida que tuvo esta sociedad (algo más de un año), fue suficiente para sembrar y extender la inquietud por lo autóctono y popular de nuestra cultura andaluza. Su objetivo estaba en deslindar un proceso como pueblo en realización. "Con lo dicho basta y sobra –diría Alejandro- para comprender los fines de esta Sociedad, a saber: recoger materiales para la verdadera historia de estas provincias, hasta ahora, no escrita todavía (…) Por esta obra vamos a ejercer un acto trascendentalísimo de justicia; por ella vamos a reconocer el derecho que tiene el pueblo a ser considerado un factor importante en la historia humana…".



El aspecto de la cultura, de las tradiciones populares, de su ciencia, de su sentir los consideraba Alejandro elementos necesarios para la reconstrucción del Ideal Andaluz. Había que cohesionar toda la expresión vital y a la vez diferenciadora del Pueblo Andaluz como un arma que diera respuesta a su tan deplorable situación. Para esto era necesario llegar a conocer y comprender lo que el pueblo siente o sufre, su dinámica, su  mundo interior, su carácter. Alejandro propone todo un programa de investigación y estudio que permitiera llegar al fondo de estos aspectos. Era la forma de llegar al conocimiento del pueblo desde la cultura.


Para la realización de este programa, y para que su labor fuese productiva, Alejandro era consciente de que necesitaba contar con el concurso, no sólo de eruditos y literatos, sino también, y de forma especial, de toda la gente del pueblo, de obreros y representantes de todas sus ciudades y pueblos. A ellos se dirige: "...obra de verdadera trascendencia social, porque nos lleva a reconocer a todos los hombres sin distinción de clases, partidos ni opiniones, en ella caben todos y a todos llamamos a llevarla a cabo; todos tienen título de andaluces o de vivir bajo este hermoso cielo, derecho a ocupar un puesto en la Sociedad del Folklore Andaluz; a todos acudimos porque todos nos son necesarios...". Había que salvar la contradicción que veía Alejandro en que "una cosa era lo que el pueblo sabe y hace de por sí, y otra cosa lo que nosotros deducimos y sabemos del pueblo".



Alejandro se encargó fundamentalmente del estudio de las supersticiones populares, apareciendo su primer libro de investigación folklórica con el título de  Supersticiones populares andaluzas. Más tarde, en 1922, escribiría un verdadero manual para el estudio del folklore, titulándolo Noticia histórica del Folkore. Trabajaría activamente en las secciones de Dibujo y Mitología de esta Sociedad, y desarrolló una intensa labor de propaganda, viajando por varios pueblos y ciudades andaluzas, extendiendo esta inquietud y organizando Sociedades  provinciales y locales.



El proyecto era ambicioso y se planteaba a largo plazo. Toda esta recopilación de materiales y de tradición oral exigía la formación de un amplio equipo de folkloristas de la cultura andaluza como Machado Alvarez, Cejador, José Gestoso, Sales y Ferré, Javier Lasso de la Vega, Antonio García Blanco, Luis Montoto y varios más animaron activamente este proyecto desde sus comienzos, pero, imperativos de siempre, la gran aberración con que la dictadura de Primo de Rivera trataba el desarrollo de la cultura y más, de las culturas autóctonas, impidieron tal realización. El control gubernamental de esta dictadura pudo frenar y hacer desaparecer estos centros de cultura, máxime cuando veían claro que la existencia de la cultura del pueblo andaluz, llevaría a plantear problemas político-autonómicos.



La experiencia que Alejandro tuvo en esta Sociedad, le sirvió para definir su proyecto de Ideal Andaluz, recogiéndolo en dos artículos que publicó en los números 1º y 2º de la revista Bética. Para él todo ideal de pensamiento elevado y bien sentido tiende a dos resultados principales: a la mejora de los caracteres que deben ser perpetuados (reforma), y al modelo de los nuevos que deben ser introducidos (renovación). Cuando se reúnen reforma y renovación, el ideal es completo. Pienso, además, que cualquiera que sea su posición entre los linderos extremos, opuestos, de la práctica y de la utopía, con más o menos relaciones de presente o más o menos tendencias de futuro, siempre el ideal de una luminosa y atrayente dirección intelecto-afectiva de perfección. En tanto no llega el proceso de realización, el ideal es meramente filosófico; cuando, interviniendo la voluntad, se va realizando, el ideal resulta sucesivamente histórico.



Para Alejandro, un ideal total de vida, de alternativa social, había existido en la época andalusí; "hubo ideal potente –escribe-, de vida total árabe-andaluza, que terminó en el siglo XV (…). Después de la conquista de Granada, el ideal árabe andaluz decaído, quedó oculto, como aspiración de represalia y de renacimiento, en el corazón de los musulmanes bautizados a la fuerza, moriscos, que vivieron en la sierra granadina en el siglo XVI hasta que fueron destruidos unos y expulsados otros a principios del siglo XVII… Posterior a dicho ideal –subraya-, hubo ideal cristiano de conquista del suelo andaluz, que terminó con su objeto en el siglo XV." Después no ha habido manifestación alguna de ideal andaluz, exceptuando la situación político-administrativa de 1873.



En la actualidad no existía un ideal sentido de forma externa en el pueblo andaluz, pero subyacía en el "exilio nostálgico y emocionante de algunas comunidades andaluzas norteafricanas o ubicados en comunidades sefarditas", pero sobre todo, "en Andalucía y en su pueblo hallamos factores psicológicos y artísticos tan importantes cuanto que son productos directos del carácter andaluz y bases para el ideal. De estos factores, algunos escapan a la función de la llamada conciencia colectiva de masas, conservándose tradicionalmente unos no comprometiéndose otros por la muchedumbre, quedando solamente para los cerebros de los pensadores; pero todos ellos son susceptibles de crecimiento y de acción intensiva sobre otros, y así constituyen materia a discernir entre lo que se deba retirar y lo que pueda servir de elemento de integración de ideales".



Alejandro veía que en la actualidad de su tiempo, no estaban conformados todos los elementos que hicieran del Ideal Andaluz una voluntad de transformación y regeneración, pero ante la pregunta de que si este ideal se podía formar, decía: "…es indudable que la respuesta debe ser afirmativa. En tanto un pueblo vive es posible la formación de sus ideales de reforma y de renovación, con los elementos básicos con que cuente y con los elementos básicos con que cuente y con los que cree, en la doble acción dinámica de lo existente histórico y de lo concebido futuro. El pueblo andaluz vive, trabaja y desea, luego es posible la formación de ideales particulares y de ideal andaluz".



Para la formación de este ideal, Alejandro veía la necesidad de profundizar en las especifidades y particularismos del pueblo andaluz; y como consecuencia había que tener en cuenta la influencia del medio natural, social e histórico. A este respecto diría: "…como compendio de aspiraciones y guía de actividades que desean conseguir productos de la dinámica social, e ideal de un pueblo susceptible de las influencias del medio ambiente natural, del territorio habitado, del suelo y del clima y de la naturaleza toda, del espacio, que en conjunto es una unidad común y fija; y más directamente el ideal experimenta las acciones básicas del medio ambiente social, o sea del complejo político, gobierno, leyes, historia, que es el tiempo, la unidad externa y variable, y del complejo étnico, raza, idioma, costumbres, artes, ciencias, el sujeto íntimo, la unidad interna y permanente…".



Esta psico-sociología del Ideal Andaluz que para Alejandro se concreta en algo tangible, de acuerdo con las influencias del medio natural, social y del propio individuo andaluz, suponen, tanto para él como para los regionalistas de su época, un concepto claro de que las autonomías o los procesos de los pueblos no se podían asentar sobre el uniformismo u homogeneidad que –curiosamente como ahora- concebía el Estado central, sino que debían de estar sujetas a la propia voluntad del pueblo andaluz y a su libre autodeterminación.



El sujeto creador de este ideal sólo podía ser el pueblo andaluz, dependiente de su expresión histórica en el tiempo y de su perfeccionamiento en el futuro; "…ese ideal –diría- tiene que ser sentido y moldeado por los andaluces y desenvuelto en el territorio de Andalucía, puesto que sin andaluces ni Andalucía el ideal sería de otros sujetos o de otras regiones… y no sería ideal andaluz. Base necesaria, pues, del ideal andaluz, y de los ideales andaluces que se conciban o se formen, es el carácter andaluz; importando mucho para el estudio, ver dónde se haya expresado el carácter, según antecedentes históricos y manifestaciones reales, y cómo hemos de confirmarlo…".



Ante la pregunta de cómo iniciar la formación de este ideal o cómo convertirlo en una voluntad transformadora, Alejandro refiere: "procurando que hablen y convengan y se reúnan los amantes del ideal y las voluntades se traduzcan en oleadas de propaganda, que lleven el entusiasmo a los lectores y a los oyentes de toda Andalucía. Hágase el libro iniciador del ideal andaluz, conteniendo las voces de presencia de Jaén, Almería, Granada, Sevilla, Cádiz, Huelva, Córdoba y Málaga. Reúnanse en acto solidario los representantes andaluces, en congreso nacional… acuérdese un programa ejecutivo y sea llevado por los representantes a las ocho capitales de Andalucía, para que de ellos irradie el ideal a todos los municipios, y comience en la conciencia popular la labor de cerebro y de corazón que exigen las grandes transformaciones sociales, cuando hay energías suficientes para vencer obstáculos y elevar las obras a la espléndida esfera de los brillantes ideales sentidos".



Como muchos de los intelectuales de su época, Alejandro veía que una de las mejores armas para enfrentarse a ese estado social de indiferencia  o a ese gran atraso cultural a que el centralismo había sometido al pueblo andaluz, era la enseñanza. A ella se dedica con insistencia, no sin encontrar continuos choques con los estamentos oficiales, como él mismo refiere en algunas ocasiones.



De 1884 a 1891 estuvo al frente de la escuela de aprendices de la Fundación de artillería. Allí enseñó Aritmética, Geometría, Proyecciones y Dibujo Industrial.



Terminó esta enseñanza en 1891 por diferencias de criterios en una disposición dada por el coronel director, como el mismo refería en una conferencia dada tiempo más tarde en esta misma escuela. "No más que esto –diría- motivó la desavenencia: por parte del director, la natural reserva militar en que se mantuvo; por mi parte, un exceso de energía y carácter. Y así perdí aquella enseñanza".



Posteriormente en 1895, y tras diecisiete años de asiduo trabajo, perdió también la plaza de auxiliaría de las clases de dibujo del Instituto de Segunda Enseñanza, "no por exceso de energía de carácter,  -diría-, sino por una de las reformas de enseñanza, que en aquellos días se hacía a granel por los gobiernos".



A partir de 1900 comenzó a perder la enseñanza que daba en las Academias Preparatorias y en la esfera particular; él mismo diría, "Comenzó a hacerse el vacío alrededor de mí por elementos tradicionalistas, la acción tan general y tan usada en estas sociedades humanas de desvío por las diferencias de doctrinas, hasta que se anuló mi trabajo y me vi privado de la enseñanza retribuida…". Esta adversa situación, no debilitaría su interés por la enseñanza. "Pero no se ha podido evitarme –continúa- la enseñanza gratuita, la de labor social que hace años dedico al pueblo trabajador andaluz; labor social y de instrucción de materias de Historia, de Filosofía popular, de Sociología, de política social".



Su actividad cultural se extendería a otras esferas, pero dando siempre prioridad a la labor educativa. Socio fundador del Ateneo, del que fue secretario en la primera Junta Directiva, trabaja intensamente en el desarrollo de este centro al que considera necesario para la promoción y extensión de la cultura. Aprovecha también esta institución para continuar su actividad pedagógica. Miembro del Partido Republicano Federal, utilizará, también, los centros republicanos como plataforma de instrucción de los obreros.



Su actividad educadora estuvo siempre acompañada de una activa participación en la política. Desde su juventud universitaria empieza a mostrarse como arduo político, destacando su actuación en las tertulias de El Porvenir, donde se reunían los elementos más progresistas. Persona muy conocida en la vida sevillana, y considerando como uno de los más prestigiosos miembros del Partido Republicano, tuvo que ceder a la insistencia para presentar su candidatura a las elecciones municipales por la minoría republicana.



Elegido concejal, destacó con una actitud de intransigencia contra la corrupción administrativa y caciquil que por este tiempo imperaba en los ayuntamientos. "Para el cacique –diría- no hay más ley que la orden que recibe de Madrid. Amparado por el gobernador, no repara en la acción de toda suerte de fracciones legales y de toda clase de delitos. Se falsifica, se roba, se encarcela. Al terminar unas elecciones, los enviados del poder central, son perfectamente presidiables. Pero ante los delitos electorales, la justicia se cruza de brazos y se da así al pueblo esta tremenda lección de impunidad…". Desde su concejalía impulsa, también la labor social y educativa. Su estancia en el Ayuntamiento sería corta; tuvo que presentar su dimisión, convencido, quizás, de la imposibilidad de una actuación coherente y transformadora en un organismo anulado totalmente por la práctica caciquil del poder central. Un periodista de la época comenta su dimisión como un caso de "asfixia moral".



Fuera del Ayuntamiento, el interés de Alejandro por la enseñanza no disminuye, al contrario, proyecta uno de sus planes más ambiciosos de enseñanza popular: la creación de una Universidad Popular Andaluza. "En Enero de 1905 –diría en una de sus conferencias-, reunidos en comisión un doctor en Medicina, tres licenciados en Derecho (uno de ellos director de un popular diario), y un licenciado en Letras, proyectamos constituir una liga de amigos de la enseñanza para organizar una Universidad Popular…". Los comienzos no estaban exentos de un gran entusiasmo y actividad, "…publicamos las bases, celebramos sesiones públicas preparatorias y comenzamos los trabajos de organización…". A pesar de que todos los andalucistas de esta época colaboraron activamente con el proyecto, la gran escasez de medios y los grandes obstáculos oficiales, dieron al traste con él.

Equiparable en intensidad a la labor educativa, fu su actividad literaria, publicando gran número de obras, folletos y artículos diseminados en varias publicaciones: trabajos de folklore dedicados fundamentalmente a Sevilla, Córdoba y Granada, varias monografías históricas, manuales y estudios pedagógicos, obras de municipalización con estudios sobre la vivienda, el agua y reformas que necesitaba la ciudad de Sevilla. Entre sus obras publicadas destaquemos la Ciencia de la Mitología, en 1903; la Antroposociología, 1911; Como habla Ancián, 1913, que es una visión crítica sobre diversos aspectos de las sociedades civilizadas. Obras dedicadas más concretamente a Sevilla: Una pinacoteca sevillana, 1922; y en sucesivos años salieron los dos tomos de El Cicerone de Sevilla, compendio del arte sevillano desde las manifestaciones arquitectónicas hasta la artesanía de bordados y encajes.



El 16 de Febrero de 1835, el ayuntamiento de Sevilla le otorga el título de Hijo Ilustre de Sevilla. Ese mismo año, con ocasión de las fiestas de la República el 14 de Abril, el gobierno le concedía la Banda de la Orden de la República. Siendo Presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, muere en 1941 con ochenta y dos años.



Su gran capacidad de trabajo, austeridad e integridad están animados por un mismo motivo, su amor a la tierra y al pueblo andaluz. Inmerso en el movimiento regeneracionista de su época, lo interpretará desde la óptica que le da su conciencia andaluza: trabajar para sacar a Andalucía de su estado de atraso y marginación, para convertir el Ideal Andaluz en una voluntad histórica del Pueblo Andaluz. A ello dedica su larga vida, y de la forma radical que él entendía: "…en todas las manifestaciones de la vida social –diría-, lo que aparece hoy revolucionario resulta mañana normal y corriente. La marcha sucesiva de la sociedad, de la historia, de la vida, no permite quedar al sol con los brazos cruzados, y obliga a trabajar necesariamente tanto más cuanto que se acercan momentos de hondas transformaciones sociales".



De la labor investigadora sobre nuestro pasado que realizó Joaquín Guichot, Alejandro sacaría sus propias conclusiones: "…así como cuatro siglos de historia nacional, de historia nacional equivocada, ha hecho de nuestro pueblo (…) un pueblo sumido en el atraso, influenciado por el elemento clerical y la política de medro, que llevaron como natural consecuencia grandes daños en todos los órdenes de la vida a nuestras provincias…".



Su labor en pro de la cultura popular no se detiene. Colabora en la fundación de la Casa del Pueblo, constituida el 5 de Febrero de 1905 y de la que es nombrado Presidente Honorario. "Parte del plan de conferencias –diría- ideado para la proyectada universidad, fue aplicado, en años sucesivos, en la grande cooperativa de consumo obrera denominada Casa del Pueblo, que inicié pensándola como escuela de educación popular (…) Continúe la labor de conferencias educativas, principalmente, en los gremios obreros y los centros populares a instancias de los mismos…". Más adelante, en 1922 colaboró en la fundación del Ateneo Popular junto con otros andalucistas como José Andrés Vázquez, Muñoz San Román, y Blas Infante. Con este último le unió una estrecha amistad por sus afinidades ideológicas.-
Fuente: http://www.islamyal-andalus.org


110.    Manuel Ángeles Ortiz (Jaén, 1895-1984)
Pintor.

Desde los tres años del futuro pintor su juventud transcurre en Granada, donde se relaciona con Ismael González de la Serna y Federico García Lorca, de quien fue uno de sus mejores amigos. Ilustró numerosos libros poéticos de la Generación del 27 y fue amigo además de Rafael Alberti. De él dijo José Bergamín, haciéndose eco de las propias palabras de Lorca al presentar una exposición suya en 1933, que era el que pintaba como Lorca cantaba en poesía y el que decía pintando lo que Federico en sus versos. Se formó estéticamente en Granada, en el estudio de José Larrocha, y en la Escuela de Artes y Oficios con los pintores Rodríguez Acosta y López Mezquita. En Madrid estuvo desde 1912 en el taller de Cecilio Plá. Estos inicios se encuentran marcados por el Naturalismo, por Ignacio Zuloaga, las pinturas costumbristas, sus juveniles asimilaciones del colorismo postimpresionista y unos tempranos visos de cubismo a través de Daniel Vázquez Díaz.

Viaja por primera vez a París a fines de 1920 y allí estudia en la Grande Chaumière. Pronto casado y viudo, de regreso a Granada desde Madrid con su pequeña hija Isabel Clara, preparó en 1922 el histórico «Concurso de Cante Jondo» con Federico —de quien surgió la idea—, con Manuel de Falla y otros artistas e intelectuales. A él le encargaron el cartel anunciador, un grabado en que rompía la tradición costumbrista granadina y utilizaba un nuevo lenguaje plástico. Se instala definitivamente en París ese mismo año de 1922, y allí se adhiere a la estética del Cubismo para, posteriormente, combinarlo con lenguajes abstractos y surrealistas. Mantuvo allí una íntima amistad con Picasso y se casó con Jeanne Brigitte Badin.

Realiza su primera exposición en la galería Les Quatre Chemins de París (1926). Su vida social fue intensísima; estrechó su relación con Pettoruti y Juan Gris, se introdujo en la agitada vida social de los condes de Beaumont, expuso en las galerías Berger y Vavin-Raspail, y realizó decorados para piezas musicales de Manuel de Falla, Erik Satie y Poulenc. Desde Madrid, Gabriel García Maroto le pidió tanto su participación en la primera exposición de la Sociedad de Artistas Ibéricos como la coordinación de la presencia de los renovadores españoles residentes en París, la llamada Escuela de París, intrada por él mismo, Picasso, Juan Gris, Joan Miró, María Blanchard, Daniel Vázquez Díaz, Maruja Mallo, Óscar Domínguez, Pancho Cossío, Francisco Iturrino, Juan de Echevarría, Manuel Colmeiro, Hernando Viñes, Francisco Bores, Celso Lagar, Ismael de la Serna, Joaquín Peinado, etc. Sin que sepamos por qué, seguramente por su apretada agenda de compromisos, el artista no concurrió a tan importante cita madrileña; concurrió sin embargo a las muestras de Copenhague (1932) y Berlín (1933), y en 1929 participa en la muestra Pintores y escultores españoles residentes en París (1929) del Jardín Botánico; en 1930, en la de Arquitectura y Pintura Modernas de San Sebastián, etc. Cuando regresa a España, en 1932, colabora por ejemplo en el Grupo de Arte Constructivo.

Se conserva poca obra cubista y neoclásica de Manuel Ángeles Ortiz, aunque los ejemplos y las reproducciones que han pervivido son suficientes para estimar su importante alcance. Mayor es aún este problema con respecto a su producción entre 1927 y 1936, pues prácticamente todo su trabajo de estos años se encuentra aún en paradero desconocido. Fue uno de los primeros creadores españoles en interesarse por la abstracción óptica y geométrica derivada del cubismo, se acercó de una manera casi hermética y extremadamente personal a los entornos de lo surreal y realizó toda una importante serie de retratos en la tónica del realismo moderno.

En 1932, el artista regresó a Madrid y trabajó en proyectos de las Misiones Pedagógicas, especialmente con La Barraca. Comprometido con la causa republicana, en la Guerra Civil se vinculó con la Alianza de Intelectuales Antifascistas y estuvo presente en el pabellón de la II República española de la Exposición Internacional de París de 1937. Tras ser liberado por Picasso en 1939 de un campo de concentración en el sur de Francia, el exilio le llevó a París y a la Argentina; residió allí en Buenos Aires, pero marchó una temporada a la Patagonia; en las orillas del lago Nahuel Huapí recogió piedras y maderas fosilizadas, transformadas durante millones de años. Es una recuperación de polémicas previas (Escuela de Vallecas o Grupo de arte Constructivo) sobre la capacidad de la naturaleza para convertirse en arte y una reivindicación del objet trouvé como reconsideración de la esencia de lo artístico; en sus maderas escogidas no hay tema, ni siquiera aspiración a la similitud formal, sólo la atracción de las superficies y volúmenes por sí mismos.

En Argentina permaneció hasta 1948, en que marchó de nuevo a París, donde se reencuentra con Picasso y con él comienza a practicar la cerámica y elabora series como La mujer sentada. Durante las décadas de los cincuenta y sesenta sus obras adquieren un alto grado de lirismo, destacando las series de collages de tipo recortable. Desde 1958 se le permitió visitar España y se reencuentra con la Granada de su infancia y juventud, lo que marcó poderosamente su pintura. En 1981, el Ayuntamiento de Jaén le concedió la Medalla de Oro de la Ciudad y lo hizo Hijo Predilecto y ese mismo año recibió el Premio Nacional de Artes Plásticas; murió en París en 1984.

La mayor parte de su obra, con algún interludio surrealista, puede clasificarse dentro de una especie de «cubismo lírico» o incluso «cubismo jondo», como puede calificarse buena parte de su obra a causa de la constante presencia de esencias poéticas en la misma, a pesar de la influencia del cubismo, de la abstracción y de la experiencia constructiva de Torres García. Cultivó la linografía, la litografía y el aguafuerte. La ciudad de la Alhambra constituyó a lo largo de toda su vida quizás la más perdurable pasión, según se advierte a partir de la segunda mitad del decenio de los cincuenta, cuando se reencuentra con la ciudad de su infancia y adolescencia, convirtiéndola en protagonista indiscutible de algunos de los ejemplos más logrados de su pintura y de su obra gráfica. Destaca en especial por su extraordinaria capacidad de síntesis, con una clara tendencia a eliminar enunciados reiterativos y adherencias anecdóticas innecesarias. Ilustró numerosos libros de escritores del 27 y fue colaborador gráfico de La Gaceta Literaria, de Gallo y de Martín Fierro.


111.ANGEL BARRIOS FERNANDEZ (Granada, 1882-1964)
Músico y compositor.

Nace Angel Barrios en Granada, en 1882. Hijo de Antonio Barrios "El Polinario", es indiscutible la influencia de un muy determinado ambiente que se respira en su casa. No sólo por la afición personal de Antonio al flamenco, sino porque la taberna que regenta en la Alhambra viene siendo punto de reunión de cuantos viajeros ilustres visitan la ciudad.

En ella inicia sus estudios musicales, que culmina más tarde en Madrid -bajo la dirección de Conrado del Campo- y en París -con André Gédalge-. Antes de cumplir los veinte años, da muestras de una madurez evidente, a la que se une el toque más personal de su obra, cuando se adentre en el camino de la composición. Albéniz se convierte en su protector y amigo, introduciéndole en los ambientes musicales de la época. Conoce a Falla, iniciándose una relación que ni el tiempo ni la distancia logrará truncar. Es la música española la que le atrae definitivamente. La de los grandes maestros: Albéniz, Bretón, Falla, Turina... Y decide darla a conocer por el mundo. Nace así el Trio Iberia, convertido más tarde en cuarteto, en giras de enorme éxito por Francia, por Inglaterra, por Italia. El estallido de la Guerra Europea le lleva de regreso a Granada y se integra decididamente en la vida cultural de la ciudad, en uno de sus mejores momentos. Para entonces ha contraído matrimonio, naciendo un primer hijo -que pierde siendo muy niño- y luego Angelita. Comprometido con su ciudad, acepta la direción del Conservatorio y una efímera cátedra de música creada en la Universidad. Y sigue trabajando en su obra, de la que es al tiempo intérprete: poemas sinfónicos, óperas, zarzuelas, composiciones de intenso lirismo....

El desgarro de la guerra civil le lleva a Madrid. Allí moría el 26 de noviembre de 1964, dejando el recuerdo de un hombre honesto y de un artista enamorado de su tierra.
Fuente: http://servicios.ideal.es/granadinos/angel_barrios.html

Al comenzar el siglo, Barrios organiza el Trío Iberia formado por guitarra, bandurria y laúd con el que realiza una intensa actividad concertística por España y por Europa. Aprovechando sus periódicas salidas de España, Barrios amplía sus estudios con André Gédalge (1856-1925), uno de los maestros de composición más destacados del conservatorio de París y, durante sus continuas estancias en la capital francesa, conoce a personalidades importantes del panorama musical entre los que destacan Dukas y Ravel. Pero en París también entra en contacto con la significativa comunidad de músicos españoles que residían allí en el periodo inmediatamente anterior a la Primera Guerra Mundial y entre los que hay que destacar a Isaac Albéniz (1860- 1909), Enrique Granados (1867-1916), Joaquín Turina (1882-1949) a quien ya había conocido en Madrid, Manuel de Falla (1876-1946), Ricardo Viñes (1875-1943) y Enrique Fernández Arbós (1863-1939).

En 1910 Barrios contrae matrimonio con Encarnación Pavía Ganivet e interrumpe su vida concertística para establecerse en Granada y concentrarse más en la composición ganando ese mismo año un premio del Centro Artístico y Literario de Granada por sus Guajiras para piano. Comienza en esta época una provechosa relación personal y profesional con Conrado del Campo que determinó el estreno de tres obras líricas en colaboración: La Romería, zarzuela en dos actos estrenada en el Circo Price de Madrid el 8 de septiembre de 1917; El Avapiés, ópera en tres actos con libreto de Tomás Borrás estrenada en el Teatro Real de Madrid el 18 de marzo de 1919; y El hombre más guapo del mundo, zarzuela en tres actos con libreto también de Borrás estrenada en el Teatro Centro de Madrid el 7 de mayo de 1920. Pero, independientemente de Conrado del Campo, Barrios componía también música lírica y sinfónica como sus poemas sinfónicos Una copla en la fuente del Avellano de 1915 y Zambra en el Albaicín estrenado por la Orquesta Sinfónica de Madrid, dirigida por Fernández Arbós, el 21 de mayo de 1917.

La Granada de Ángel Barrios, es la misma que la de Federico García Lorca con sus dos ríos, ochenta campanarios, cuatro mil acequias, cincuenta fuentes, mil y un surtidores y -en una exageración del poeta- cien mil habitantes. Tenía esta Granada una fábrica de hacer guitarras (hoy son legión los guitarreros de la ciudad) y una tienda donde se vendían pianos, acordeones y armónicas y, sobre todo, tambores. Y el poeta dijo que esta Granada tenía dos paseos para cantar, el Salón y la Alhambra, y uno para llorar, la Alameda de los Tristes "verdadero vértice de todo el romanticismo europeo".

Granada, que en el siglo XIX había sido vértice del romanticismo, se convirtió en el período de entre- guerras en uno de los centros más importantes de la cultura española. Antonina Rodrigo en su libro Memoria de Granada (Barcelona: Plaza & Janés, 1984, p. 77) señala el año de 1915 como el de la eclosión cultura¡ de Granada y subraya la importancia de la tertulia "El Rinconcillo" en la que se integraba, junto con el propio Ángel Barrios, lo mejor del grupo literario-artístico de los años veinte granadinos: Melchor Fernández Almagro, Francisco Soriano Lapresa, Antonio Gallego Burín, José Mora y Guarnido, Miguel Pizarro, Constantino Ruiz Carnero, Manuel Ángeles Ortiz, Federico y Francisco García Lorca, Ismael González de la Serna, Antonio López Sancho, Juan Cristóbal, Manuel y José Fernández Montesinos. Además de los miembros de la tertulia, en 1920, se incorporaron a la activa intelectualidad granadina Manuel de Falla y Daniel Vázquez Díaz, también estaría Hermenegildo Lanz y multitud de transeuntes atraídos por los miembros más destacados de este grupo así como por la belleza histórica y monumental de la ciudad de Granada.

Ángel Barrios fue el más constante, solícito y uno de los más íntimos amigos de Manuel de Falla durante la estancia del maestro en Granada. Barrios presentó a Falla a los "rinconcillistas" en la primera visita del compositor gaditano a Granada en 1919. Como despedida, el Centro Artístico le dedica un concierto del Trío Albéniz que se había creado a imagen del Trío Iberia y que estaba formado por José Recuerda (bandurria), José Molina (laúd) y Jesús Sánchez (guitarra). Ángel Barrios fue el introductor de esta agrupación en la sociedad musical madrileña y su más ferviente promotor. Cuando en 1920, Falla decidió establecerse definitivamente en Granada, fue Ángel Barrios quien le encontró acomodo. Antonina Rodrigo relata así este asunto:

«El compositor le había encargado desde París a Ángel Barrios, que le buscase una casita, con un pequeño jardín, con buenas vistas y ubicada en la Albambra, en el Generalife, en la Carrera del Darro, en el Albaicín o las Vistillas, para vivir en Granada la parte del año que no estuviese en el extranjero.

»El carmencillo que Ángel Barrios encontró para los Falla, hoy desaparecido, estaba emplazado en el jardín que en la actualidad bifurca la calle Real de la Alhambra, frente al Parador, al lado de la "Pensión Carmona", y era propiedad de don Manuel Carmona. Barrios hizo encalar las paredes y pintar las maderas de azul, por consejo de Ignacio Zuloaga, color que luego tomó el nombre de "azul Falla"». (El relato de Antonina Rodrigo es preciso en todo salvo en el detalle relativo a la propiedad de¡ primer carmen que habitó Falla en Granada que no era de Manuel Carmona sino de¡ propio Antonio Barrios).

Es un hecho muy significativo que la primera obra que saca a la luz Manuel de Falla durante su residencia en Granada es el Homenaje a Debussy, su única composición para guitarra y la obra que revolucionó la historia de este instrumento. Yo creo que, al margen de¡ viejo encargo que le había hecho Miguel Llobet, lo que más influencia tuvo en el compositor a la hora de elegir la guitarra como vehículo para su contribución al homenaje musical que rendía La Revue Musicale al músico francés, fue su primera estancia en Granada con Ángel Barrios. Es bien sabido que Barrios se prodigaba con sus amigos en la interpretación de piezas guitarrísticas. Abundan las noticias al respecto y, quizás, la más apropiada en este momento sea la que nos ofrece John B. Trend en su libro A Picture of Modern Spain (Londres: Constable and Co., 1921):

 

«Falla, sin embargo, me dio la posibilidad de incrementar mi percepción imaginativa de Granada presentándome su música y sus guitarras, no tanto en forma de canciones populares, ni siquiera en los espectáculos gitanos preparados para turistas extranjeros, sino por medio de música cultivada e interpretada en casas privadas y jardines. Uno tiende a mirar la guitarra corno un elemento de¡ mobiliario romántico, o el instrumento para expresar o acompañar una forma de vida que es esencialmente "española". Para cualquier inglés que ha cantado canciones después de la cena "tocar la guitarra española" sugiere irresistiblemente Cádiz. Uno tiene que estar en la propia Cádiz para darse cuenta de que el instrumento favorito allí hoy en día no es la guitarra sino la pianola; aunque, a pesar de ello, la tranquila belleza de¡ lugar le convierte en uno de esos sitios a los que uno desea volver. Durante el Misterio que se interpreta cada año en Elche, el descendimiento de¡ Ángel de la Anunciación en un carro de oro, acompañado por una guitarra, me produjo al principio un sentimiento de incongruencia; después pensé "¡Qué exquisita y bellamente Español'!". Impresión ésta que se confirmó al descubrir que el celestial instrumento fue construido en Sevilla en 1778. Es importante distinguir entre la guitarra que casi todo el mundo puede rasguear, y la guitarra tocada musicalmente. Los tres o cuatro acordes que la mayor parte de la gente puede hacer en la guitarra están muy lejos de la verdadera forma de tocar la guitarra. En manos de un verdadero músico, el instrumento se convierte en algo diferente. Una tarde, Falla me llevó a una casa situada justo en la salida de la Alhambra. En el patio, la fuente se había acallado con una toalla, pero el sonido de¡ agua no se había llegado a apagar; había un suave murmullo de agua corriente. Don Ángel Barrios, que era uno de los compositores de la ópera goyesca El Avapiés, descrita en un capítulo previo de este libro, estaba sentado allí descorbatado y cómodo con una guitarra sobre su rodilla. La había afinado medio tono baja de tal manera que de algún modo extraño armonizaba con el sonido del agua, y estaba improvisando con una variedad y una técnica sorprendentes. Entonces, su padre se nos unió y Falla le preguntó si recordaba algunas canciones antiguas. El anciano se sentó allí con los ojos medio cerrados mientras la guitarra mantenía una constantemente variada introducción, en su mayor parte en Re bemol y en Si bemol menor, bajando con la característica 'falsa relación' a Fa mayor. Una y otra vez, levantaba su voz y cantaba una de esas raras y vacilantes melodías de cante flamenco, con sus extraños ritmos y ornamentos característicos de Andalucía, mientras Barrios acompañaba, a veces rasgueando acordes simples, a veces produciendo una especie de 'melodrama' orquestas, a veces tocando un contrapunto, a veces tratando la canción como un recitativo y puntuándola con acordes en staccato. Falla tornó nota de los recursos que le gustaron o los que era posible representar en un pentagrama, porque uno de los mejores estaba lleno de 'terceras y sextas neutras' -intervalos desconocidos e inexpresables en la música moderna».

 

En cualquier caso, durante todo este tiempo, Ángel Barrios tenía absolutamente separado en su existencia lo que era el ejercicio profesional de la composición de lo que era la práctica popular de la guitarra. Por ello, nunca se le ocurrió escribir las improvisaciones para guitarra que tanta fama le habían dado entre el círculo de intelectuales en el que se movía. La guitarra, entonces, después del Homenaje a Debussy de Falla estaba experimentando un fuerte desarrollo, debido principalmente a la actividad de Andrés Segovia y Regino Sáinz de la Maza. Los músicos de la Generación del 27 estaban acostumbrándose a escribir para guitarra y, algunos de ellos lo empezaban a hacer asiduamente. Barrios, sin embargo, permaneció completamente al margen de este movimiento y a pesar de ello, su fama como guitarrista continuaba extendiéndose, Así, Francisco Cuenca en su Galería de músicos andaluces, publicada en La Habana en 1927, escribe:

 

«El maestro Barrios es, además de excelente violinista un guitarrista formidable. Domina este instrumento con suma perfección y la guitarra en sus manos canta, ríe, se estremece y llora al influjo de la pasión, el sentimiento, la emoción y la ternura que Barrios le transmite al pulsar sus cuerdas.

 

»Profundo conocedor de la música y canto flamencos, es el maestro Barrios el mejor intérprete de estas expresiones artísticas populares que tienen su más caracterizado ambiente en el pintoresco barrio de¡ Albaicín granadino.

 

»La guitarra, antes de la aparición de estos exquisitos tañedores modernos era como una "cantaora" embrutecida, de voz cascada y en trémolo constante; hermana de¡ "peleón" y de la manzanilla, y visita cotidiana de los lupanares.

 

»Pero estos sutiles músicos como Barrios, la han liberado de las "juergas"; la han vestido bien; la han hecho exquisita y delicada; aunque en ella se exprese con todo su efectismo el espíritu pasional que palpita en el llamado cante hondo o la vibración voluptuosa y trágica de las danzas cañís, en cuya especialidad se distingue Barrios notablemente, el arte de estos grandes maestros ha redimido la guitarra de aquella baja condición, ejercitándola en el supremo culto de la belleza».

 

Con la Guerra Civil, todo el florecimiento cultural de Granada se desintegra, la música española pierde su norte y entramos en una época de indefinición estética y eclecticismo muy pronunciado. Barrios traslada su residencia a Madrid y completa la composición de su zarzuela en dos actos La Lola se va a los puertos, la obra que más fama le dio y con la que obtuvo en 1951 el Premio Nacional de Obras Líricas.

 

A finales de los años cincuenta, Ángel Barrios pierde la vista y es sólo entonces cuando dedica algún esfuerzo a la composición de música para guitarra. Todas las obras para guitarra de Barrios se completaron en estos últimos años de su vida y fueron dictadas a su discípulo y amigo el también guitarrista José Corrales para ser publicadas en la editorial Ediciones Musicales Madrid.


Ángel Barrios falleció en Madrid el 17 de noviembre de 1964 y, el 12 de marzo de 1966, Dámaso García Alonso escribía en el periódico Patria de Granada las siguientes noticias acerca de sus últimos años:

«El recuerdo de Ángel Barrios, el compositor granadino, el "cantor de Granada", muerto en Madrid hace más de un año, espera aún la exaltación de su nombre, el homenaje de su tierra natal. Por el tiempo transcurrido desde su fallecimiento y el silencio casi absoluto mantenido por la ciudad que le vio nacer, tras su desaparición, no nos cabe otro remedio que confirmar el más doloroso olvido, la deuda de una ingrata ciudad que ha sido la musa de su vida artística hasta sus ochenta y dos años en que fallecía en una casa de la calle General Goded, en la capital de España. En esta situación no queda otro consuelo que la rememoranza... »

 

En la época en la que Ángel Barrios se decidió a escribir para su instrumento, la guitarra estaba ya perfectamente integrada en el ámbito académico musical. Era un instrumento que, sin haberío pedido, había sido "redimido" y "elevado" a las más grandes salas de conciertos en las que actuaba con acompañamientos de orquestas formidables y realizaba virtuosismos extremados. Lo que Barrios propone en páginas de rica imaginación y frescura, es una música más sencilla, tal y como él entendía la guitarra: como un instrumento de salón. Ahora que la guitarra se ha convertido en un instrumento de concierto, lo que hay que hacer es reivindicar su dimensión como instrumento de salón. La guitarra es el más hermoso instrumento de salón y es en este espacio en el que la música de Barrios adquiere un sentido más claro. Quizás sólo un compositor de su tiempo rivaliza con Ángel Barrios en este tipo de repertorio: me refiero al otro Barrios, Agustín Barrios, el virtuoso paraguayo. Es cierto que, en ocasiones, en las obras de nuestro Barrios se puede echar de menos cierta elaboración formal, pero también es cierto que, en la mayoría de los casos es una música cuyos más altos valores son la frescura, la sencillez formal, el metodismo desbordante y la sinceridad en su inspiración popular. Porque Barrios era un verdadero guitarrista popular español y sólo en sus últimos años quiso dejar constancia escrita de ello.

Fuente: Biografía realizada por Javier Suárez-Pajares


112. José María López Mezquita (Granada, 1883-1936)
Pintor.

Nacido en Granada el 23 de abril de 1883, no era ciertamente el ambiente de su familia el más propicio al surgimiento de la faceta artística a la que consagró su vida. Pero su vocación iba a resultar más fuerte, siguiendo estudios con Larrocha y simultaneando esa dedicación con las materias del Bachillerato que sigue en el Instituto.

Pronto, sin embargo, marchará de Granada en largas estancias, ya para residir en Madrid, ya en países del extranjero. Pero antes de ello, ya ha expuesto en su ciudad alguna obra de juventud y en 1901 obtiene la Medalla de Oro en la Exposición Nacional de Bellas Artes por su cuadro "Cuerda de presos". El éxito le abre importantes puertas, entre otras, la pensión para cursar estudios en Europa. Francia, Bélgica, Holanda, Italia, Inglaterra. A su regreso a Granada se puede observar ya una evolución en su obra que va del casi impresionismo a una factura que se simplifica a medida que pasa el tiempo. Su éxito alcanza cotas cada vez más altas y los galardones se acumulan en su historial. Buenos Aires, Bruselas, Madrid. El propio Alfonso XIII posa para él, en aquel cuadro que lo representaba en traje de caza.

Académico de San Fernando, en 1926 marcha a Estados Unidos, donde permanecerá largos años, con breves escapadas a España. Miembro de la Hispanic Society -para la que pinta una serie de retratos- lo es también de las Academias de Bellas Artes de Lisboa, Amberes y Cuba. Desde la guerra civil, permanece constantemente en el extranjero. Hasta 1952 no regresa a España, cuando ya su vida está a punto de apagarse. Pero todavía seguirá trabajando. Hasta el 6 de diciembre de 1954, que moría en Madrid.
Fuente: http://servicios.ideal.es/granadinos/lopez_mezquita.html


113. CONSTANTINO RUIZ CARNERO (Torre del Campo, 1887-1936)
Periodista y escritor. Director del Defensor de Granada.

Constantino Ruiz Carnero fue un hombre que luchó por una Granada más justa, solidaria y tolerante. Vivió y defendió la República apasionadamente, sin voces, sin estridencias. Su voz estuvo sin duda en la fuerza de su palabra escrita. Nació en Torre del Campo, en la provincia de Jaén el 8 de septiembre de 1.887. Hijo del médico de la localidad, y el segundo de cuatro hermanos. No se sabe con exactitud el momento en que nuestro personaje llegó a Granada, aunque fue sin duda en los primeros años del presente siglo, dado que ya en 1.904 puede encontrarse un artículo suyo sobre la Alhambra, titulado La Leyenda, inserto en El Noticiero Granadino. A pesar de que Constantino Ruiz Carnero es conocido hoy día como periodista, lo cierto es que triunfó antes que nada como autor dramático, no faltándole durante de su vida sucesivos éxitos en el mundo de la producción literaria, dando al éxito creaciones como Esas mujeres, El País de Babia, La Hoguera, Una Mujer en la sombra y Siluetas de Constancio. Entre todas sus obras literarias merece un lugar destacado El Libro de Granada, del año 1.915, escrito conjuntamente con su amigo José Mora Guarnido, en el que se recogen diversos retratos literarios de los personajes más destacados de la época.

En 1.915 el Defensor de Granada cuenta ya con Ruiz Carnero entre sus redactores y este se convertirá en un instrumento decivo de acción política y social progresista en Granada.

Tras doce años bajo su dirección y con los avatares sufridos durante una de las épocas más conflictivas y turbulentas que haya vivido nuestro país, El Defensor de Granada fue cerrado por mandato de los militares golpistas el 20 de julio de 1.936. Constantino Ruiz Carnero fue detenido días más tarde -el 27 de julio- y asesinado con cruel ensañamiento y alevosía, un día cualquiera de principios de agosto de 1.936.

114. PEDRO ANTONIO DE ALARCÓN Y ARIZA,
Novelista español (Guadix, 1833 –1891)

Perteneció al movimiento realista. Se trata de uno de los más destacados autores de este movimiento, uno de los artífices del fin de la prosa romántica.

Pedro Antonio de Alarcón tuvo una intensa vida ideológica; como sus personajes, evolucionó de las ideas liberales y revolucionarias a posiciones más tradicionalistas. Aunque su familia provenía de hidalgos era más bien humilde, aunque no tanto como para no poder permitirse enviarlo a estudiar Leyes en la Universidad de Granada, carrera que abandonó pronto para iniciarse en la eclesiástica. Aquello tampoco le satisfizo y abandonó en 1853 para marchar a Cádiz, donde funda El eco de Occidente, junto a Torcuato Tárrago, iniciando su carrera periodística en la dirección de este periódico.

Alarcón escribía desde su adolescencia, citándose a don Isidro Cepero como el instigador principal de su inquietud literaria. Su primera obra narrativa, El final de Norma, fue compuesta a los 18 años y publicada en 1855. Sus inquietudes le llevaron a integrarse en el grupo que se llamó la Cuerda granadina.

Se trasladó en 1854 a Madrid, molesto con el entorno reaccionario de Granada. Allí crea un periódico satírico, El látigo, que también dirige, de cierto éxito, con ideología antimonárquica, republicana y revolucionaria. Era un claro heredero de su experiencia en El eco de Occidente.

En 1857, escribe El hijo pródigo, drama de gran éxito. Más tarde interviene como periodista en la guerra de África, la cual relató en una serie de artículos, que se recogieron bajo el título de Diario de un testigo de la guerra de África, en 1859; este libro es especialmente apreciado por su gran y prolija descripción de la vida militar.

Más adelante cultivó la literatura de viajes, contando en diversos artículos sus viajes por Italia (recogidos en De Madrid a Nápoles, 1861) y su Granada natal (La Alpujarra, 1873), en los que el realismo de las descripciones contrasta con la ilusión de una prosa que narra lo cercano y desconocido. Estos artículos rebasan el interés meramente periodístico, constituyendo un ejemplo para toda la literatura de viajes posterior.

En 1865 se casa con Paulina Contreras Reyes en Granada. Como integrante de la Unión Liberal ostentó diversos cargos, siendo el más importante el de consejero de estado con Alfonso XII, en 1875, siendo también diputado, senador y embajador en Noruega y Suecia. Además fue académico de la Real Academia de la Lengua desde 1877. Hacia 1887, convencido de que en el camino del realismo lo había dado todo, se condenó al silencio. Tal vez influyera la enemistad abierta de sus antiguos correligionarios liberales.







115. BERNABÉ LÓPEZ CALLE “COMANDANTE ABRIL”  (MONTEJAQUE , 1899- 1949)
Maquis.

Uno de aquellos hombres que actuaron en la sierra gaditana se llamaba Bernabé López Calle, Comandante Abril, y fue el jefe de la Agrupación Fermín Galán, denominada así en memoria del joven capitán de Infantería, nacido en San Fernando y que había muerto fusilado tras la frustrada sublevación republicana de Jaca en diciembre de 1930.


¿Pero quién era Bernabé? Hoy sabemos que nació el 30 de mayo de 1899 en la localidad malagueña de Montejaque, donde pasó toda su infancia y que, al cumplir la edad militar fue llamado a filas, donde participó desde 1921 en las campañas de Marruecos formando parte del grupo expedicionario cordobés del 4º Regimiento de Artillería Pesada, hasta que se licenció como sargento para la reserva en 1924.


Casado y con 26 años de edad, ingresó en la Guardia Civil, prestando sucesivamente servicio en las Comandancias de Caballería del 21º Tercio de Barcelona y del 4º Tercio de Sevilla. En este último destino sufrió dos vicisitudes encontradas: por un lado, resultó herido durante las tareas de extinción de un incendio en una fábrica y, por otro, fue arrestado y trasladado a Huelva como castigo tras un incidente en una finca cuando cazaba como furtivo.


En marzo de 1931, pasó destinado a Málaga, donde al mes siguiente le sorprendió la proclamación de la Segunda República y, posteriormente, la sublevación militar del 18 de julio de 1936, permaneciendo leal al Gobierno de Madrid en su puesto de Antequera junto a los demás guardias civiles.


Durante la Guerra Civil militó en la CNT, y llegó a alcanzar el empleo de "Mayor de Infantería en Campaña" (asimilado a Comandante) del Ejército Popular de la República y a mandar el Batallón de Ametralladoras nº 17, así como, al final, la legendaria 70ª Brigada Mixta, de procedencia anarquista y que había combatido a los comunistas hasta vencerlos tras el golpe del coronel Segismundo Casado en marzo de 1939 en Madrid.


Detenido y encarcelado al terminar la contienda, fue procesado por el delito de rebelión militar y expulsado de la Guardia Civil, siéndole incoados por la Justicia militar diversos procedimientos por su supuesta responsabilidad en varios sucesos.


Encontrándose en libertad provisional decidió echarse al monte en abril de 1943, acompañado de su hijo Miguel, llegando a formar su propia partida guerrillera de ascendencia anarquista. Tras varios años de andanzas entre la zona del Campo de Gibraltar y la Serranía de Ronda, terminó por fusionarse en febrero de 1949 con la partida comunista que lideraba Pablo Pérez Hidalgo, Manolo el Rubio, surgiendo la Agrupación Guerrillera Antifascista Fermín Galán, de la que fue nombrado su jefe y cuyas acciones se multiplicaron por toda la sierra gaditana.


En la noche del 30 de diciembre de ese mismo año, la suerte cambió definitiva y funestamente para Bernabé que se había desplazado con su partida a Medina Sidonia para secuestrar a Francisco Sánchez Sánchez, dueño del cortijo Linares, y a Luis Lara Gerona, dueño del cortijo Jurado, con el objeto de conseguir dinero para financiar sus acciones. Sin embargo uno de sus hombres, Francisco Fernández Cornejo, Largo Mayo, se presentó en la casa-cuartel de la Guardia Civil para delatarlo a cambio de obtener el perdón.


Organizado el cerco bajo el mando del teniente José Giraldo González sobre el Cerro de la Atalaya, se atacó al amanecer del día 31 el campamento guerrillero, sito en el intrincado paraje de Haza del Cabezón. Bernabé y sus hombres reaccionaron también disparando sus armas. Cuando cesó el tiroteo, yacían sin vida Bernabé, pistola en mano, y Juan Ruiz Huercano, El Capitán. Sus cuerpos fueron trasladados en mulo hasta Medina Sidonia en cuyo cementerio fueron enterrados en una fosa anónima.


El resto –Miguel López García, Joselillo; Juan Toledo Martínez, Caracoles; Alfonso Sánchez Gómez, Potaje, y Juan Francisco Domínguez Gómez, Pedro de Alcalá– había huido aprovechando la confusión. Miguel, el hijo de Bernabé, también moriría víctima de la traición. El 17 de noviembre de 1950 fue asesinado en Zahara de la Sierra de un disparo en la cabeza por el maquis Manuel Palma Mesa, El Bigotes antes de entregarse a la Guardia Civil.


Bernabé: ¿Héroe o villano? Pudo haberse reintegrado en la sociedad española de la posguerra y sobrevivido al igual que hicieron en muy precarias condiciones varios miles de guardias civiles y carabineros que fueron encarcelados y expulsados por su lealtad a la República.


La figura de un antiguo guardia civil de los tiempos de Alfonso XIII que combatió activamente en defensa de la República y abrazó el anarquismo para terminar convirtiéndose en el jefe de una partida guerrillera antifranquista hasta morir en enfrentamiento armado contra sus antiguos compañeros, no deja de resultar atractiva y fascinante, digna de protagonizar un guión cinematográfico o una novela histórica. Sin embargo, por ahora descansa anónimamente en el cementerio de Medina Sidonia.
Fuente: www.nodo50.org


116.JOSÉ MACPHERSON Y HEMAS (Cádiz, 1839 -1902).
Científico y geólogo
Fue socio, presidente en 1880, de la Real Sociedad Española de Historia Natural e introdujo en España los estudios de micrografía petrográfica. Obras principales: Bosquejo geológico de la provincia de Cádiz, Estructura uniclinal de España, etc.
Fuente: http://es.wikipedia.org






117.JOSÉ VAL DEL OMAR (Granada, 1904 - 1982)
Director de cine español e inventor.

Creador de un talento artístico y tecnológico extraordinario, creyente del cinema e iluminado por unos nuevos horizontes que formuló mediante las siglas PLAT –que equivalen al concepto totalizador de Picto-Lumínica-Audio-Táctil–, Val del Omar fue contemporáneo y camarada de Lorca, Cernuda, Renau, Zambrano y otros nombres mayores de una Edad de Plata truncada con la Guerra Civil. En 1928 anticipó ya varias de sus técnicas más características, incluyendo el desbordamiento apanorámico de la imagen fuera de los límites de la pantalla y el concepto de visión táctil. Dichas técnicas, y las del sonido diafónico y otras exploraciones en el campo sonoro, las aplicaría en su Tríptico Elemental de España, iniciado en 1952 y sólo concluido póstumamente. Pues su obra y su tenaz actividad investigadora –a contrapelo de la incomprensión y el olvido– no empezaron a ser redescubiertas hasta poco antes de su muerte, siendo en cambio el principio de un renacimiento que sigue ganando adeptos. Sin fin como él ponía al término de sus films.
Fuente: http://es.wikipedia.org


119.RAFAEL BOTÍ GAITÁN (Córdoba ,1900- 1995)   (BOCETO)
Pintor

Nace en Córdoba el día 8 de agosto de 1900. Desde 1909 hasta 1916 estudia dibujo con Julio Romero de Torres e Historia del Arte en la Escuela de Artes y Oficios de Córdoba. Estudia música en el Conservatorio Superior de Música de Córdoba.

A los 17 años se traslada a Madrid ingresando en el Conservatorio para seguir sus estudios musicales. En 1919 ingresa mediante oposición en la Orquesta Filarmónica de Madrid como profesor de viola. En 1929 y 1931 viaja a París para ampliar estudios de pintura, pensionado por la Diputación de Córdoba. En 1931 junto a otros artistas funda la «Agrupación Gremial de Artistas Plásticos» lanzando un manifiesto dirigido a la renovación de la vida artística nacional. La Guerra Civil interrumpió la obra del pintor dejando de pintar hasta el año 1947.

En 1979 el Ayuntamiento de Córdoba le nombra Hijo Predilecto de la Ciudad y le concede la Medalla de Oro de Córdoba, y la Real Academia de Córdoba le designa Académico Correspondiente. En 1980 el Ministerio de Cultura le concede la Medalla de Plata al Mérito en las Bellas Artes.

Tiene dedicada una plaza en el barrio de Santa Marina de Córdoba.
Fuente: http://www.cordobapedia.org



120. GUSTAVO BACARISAS Y GRANADA (Gibraltar, 1873- 1971)
Pintor
Estudió en París y trabajó en Buenos Aires hasta 1916. Se establece luego en Sevilla. Viajó a Suecia para realizar los decorados y figurines de la ópera Carmen y los hizo también para el estreno de El amor brujo en el teatro Español de Madrid.

Con motivo de la Guerra Civil pasa a la isla de Madeira. Expuso en diversas ciudades españolas y de otros países; Hijo predilecto de Gibraltar y adoptivo de Sevilla, fue catedrático honorario de la Academia de Santa Isabel de Hungría, Medalla de Oro de la misma entidad y miembro de la de Bellas Artes de San Fernando. Su obra, de estilo figurativo y de temática variada, se caracteriza por un rico cromatismo.

Obtenido de "http://es.wikipedia.org/wiki/Gustavo_Bacarisas"


121. EDUARDO BENOT ROFRÍGUEZ (Cádiz, 1822- 1907)
Catedrático  y escritor. Ministro de Fomento en la Primera República en el Gobierno de Pi y Margall. Republicano federal.


Eduardo Benot Rodríguez nace el 26 de noviembre de 1822 en la calle de la Virreina, demolida hace años para ampliar la plaza de la Catedral Nueva de la ciudad de Cádiz. Fue bautizado el 29 de noviembre. Sus padres fueron Julián Bernardo Benot, de origen italiano, y Rafaela Rodríguez.

Benot padeció una infancia estragada por la enfermedad. Él mismo lo cuenta a León y Domínguez en una de sus cartas:

Yo vine al mundo muy falto de salud, decíame en una carta. Me dieron a los dos años las viruelas y desde entonces fue el rigor de las desdichas. Me entraron frecuentemente alferecías, padecía de los ojos, y raro era el mes en que yo no hacía cama.
La familia encarga su curación a un tal Joaquín Cordero, médico sin ejercer, hombre rico, caritativo y brusco, poco amigo de los farmacéuticos y de la excesiva medicación. D. Joaquín recomienda paseos y carreras matutinas para la recuperación del niño y una rigurosa dieta. La más enegética recomendación médica es la de no coger ningún libro: sólo le permite dibujar para no aburrirse (sin duda debía demostrar el enfermo un excesivo interés por la lectura, para provocar una prohibición tan extrema. Joven muy despierto, a los catorce años ya publicaba artículos políticos en El Defensor del Pueblo. Explicó lógica en el prestigioso colegio gaditano de San Felipe de Neri, del cual fue rector, director y gerente y donde fue promulgada la Constitución de Cádiz en 1812. Estuvo encargado de las cátedras de Astronomía y Geodesia en el Observatorio de Marina de San Fernando (Cádiz) y fundó el Instituto Geográfico y Estadístico. En 1868 fue diputado republicano a Cortes por Jerez y en 1869 fijó su residencia en Madrid. Senador en 1872 por Gerona, fue ministro de Fomento en la Primera República Española durante la presidencia de Francisco Pi y Margall (1873). Fue profesor en la Institución Libre de Enseñanza. Dirigió La Discusión, órgano del partido federal. Al restaurarse la monarquía en 1874, emigró a Portugal, pero fue expulsado de este país y regresó a España, donde vivió ya alejado de la política, pero en amistad fraternal con Francisco Pi y Margall, dedicado por completo a los trabajos científicos y filológicos; por estos últimos y por su obra literaria ingresó en la Real Academia de la Lengua Española en 1887. Tuvo una tertulia en su casa, a la que acudían los hermanos Antonio y Manuel Machado. En 1893 volvió a ser contra su voluntad diputado por Madrid, y en 1901, a la muerte de Pi y Margall, quedó de jefe del partido federal.




122. ELOY VAQUERO CANTILLO (Montalbán de Córdoba, 1888 -1960).
Político, maestro, periodista, poeta y abogado español.

Este cordobés polifacético desde pequeño destacó por su afición hacia las letras, siendo galardonado cuando era un niño, por su trabajo "El Quijote es una joya pedagógica" con el primer premio en el certamen para conmemorar el III Centenario de El Quijote.

Estudió la carrera de magisterio en Córdoba, ciudad en la que fijó su residencia a partir de su matrimonio con Carmen Ruz Nieto y allí ejerció su labor de maestro, poniendo en práctica su modelo pedagógico progresista y comenzó su actividad política, de la mano de su mentor y amigo Alejandro Lerroux.

Ingresó en el Partido Republicano Radical y en el grupo de los "antisolidarios" catalanistas. En 1910 funda una asociación dedicada a difundir las ideas de H. George: "La Liga Española para el Impuesto Único", y comienza a difundir sus ideales republicanos a través de la "Conjunción Republicano-Socialista".

Es nombrado director de la Escuela Obrera de Córdoba (que convertiría en 1925 en Escuela al Aire Libre), cargo que le permitió ejercer de maestro al tiempo que estudiaba la carrera de abogado (que finalizó en 1914). En 1913 organiza en Montalbán un "ensayo comunitario de organización radical obrera", junto a sus compañeros de partido. Un modelo de comuna agraria que incluía instituciones de defensa social, beneficencia, cultura y apoyo mutuo. Ese mismo año promueve el I Congreso de Agricultores de Córdoba del que surgió la "Federación Regional Obrera Andaluza" y en 1915, funda el Centro Andaluz de Córdoba desde el que se difundirá el ideal y la causa andalucista, siendo uno de sus impulsores.

Se presenta en 1916 con la minoría republicano-autonomista a los comicios locales y obtiene el acta de concejal por el Ayuntamiento de Córdoba. En 1917 ingresa en la logia masónica "Turdetania", donde llega a alcanzar el grado 3ª y publica la que sería su primera novela: "Amor y libertad".

Continua con su apoyo a la causa andalucista y organiza, junto a [Blas Infante], la I Asamblea regionalista andaluza (Ronda, 1918) apostando por la restitución del legado de la Constitución Cantonal antequerana de 1883. En esa asamblea se aprueba el manifiesto de la nacionalidad, como base del ideario del andalucismo, y la propuesta de Blas Infante de recuperar la bandera andalusí verdiblanca, documentada desde el año 1095 y el escudo con Hércules acompañado de los leones,

En 1920, comienza su etapa como periodista con la fundación del diario republicano "La Voz", que también dirige, cargo que compatibiliza con su acta de diputado de la Diputación de Córdoba (1919-1923). En 1923 edita su obra "Del Drama de Andalucía", crónica social de su tiempo y "Las Escuelas al Aire Libre", basado en su experiencia como director de la Escuela Obrera.

Con el advenimiento de la II República Española, Vaquero se reintegra en la vida política, y es elegido alcalde de Córdoba (15 de abril)por la candidatura del Partido Republicano Radical, aunque solo ejercería el cargo durante dos meses (hasta el 13 de julio) ya que en en junio del mismo año había sido elegido diputado a las Cortes Constituyentes de la II República.

De 1932 a 1935 desempeñó diferentes puestos en la Administración, culminados con su elección como Ministro de la Gobernación (del 4 de octubre de 1934 al 3 de abril de 1935) y más tarde como Ministro de de Trabajo, Sanidad y Previsión Social (del 3 de abril de 1935 al 6 de mayo de 1935) . Pero su labor en el gobierno se verá constantemente entorpecida por la débil situación del ejecutivo y sus constantes vaivenes entre los pactos con la C.E.D.A (Confederación Española de Derechas Autónomas) y sus enfrentamientos con los socialistas. En 1935 abandona el cargo y vuelve a Córdoba.

En las elecciones de 1933 se presenta por la lista Coalición de Derechas y Agrarios (Coalición Antimarxista) y en las elecciones del 16 de febrero de 1936 intentó formar una candidatura común con los miembros de la C.E.D.A, El triunfo a nivel nacional fue absoluto para el Frente Popular, que en Córdoba obtuvo diez de los trece diputados que le correspondían y Eloy Vauqero se marchó a Gibraltar. Aquí comenzó un periplo por varios países (Inglaterra, Estados Unidos y Cuba) que terminó en Caracas donde se estableció como profesor de Lengua Castellana, Pedagogía, Geografía e Historia y Economía. También fue redactor técnico de la revista "El Correo Escolar" caraqueño.

En septiembre de 1939 llegó a Nueva York, donde ejerció de profesor en la Universidad de Columbia. Fundó y dirigió la revista político-cultural "Mensaje", órgano de expresión de los exiliados españoles e hispanohablantes y publicó su más importante obra poética "Senda Sonora".

El 14 de septiembre de 1960 murió a los setenta años en la ciudad de Nueva York.
Fuente: http://es.wikipedia.org


124. FRANCISCO LUMBRERAS SÁEZ
Primer y único presidente del cantón republicano de Granada.
Los movimientos regionalistas en Granada durante el sexenio revolucionario, durante el último cuarto del siglo pasado y hasta el primer tercio del XX, tuvieron notable presencia y pujanza, aunque tal vez no la influencia política suficiente como para lograr su principal objetivo y la satisfacción real de sus fines, tendente al reconocimiento de una región autónoma del sureste español en torno a Granada. Debemos recordar pues a personajes como Francisco Lumbreras Sáez, primer y único presidente del cantón republicano de Granada, Ramón Maurell y López o a Elías Pelayo Gómiz, por citar algunos, que, fuertemente inclinados por el cantonalismo, contribuyeron al autoencuentro de la sociedad granadina con el espíritu regionalista propio. Fueron ellos quienes encabezaron a los intelectuales que defendieron en distintos foros sociales, políticos y económicos, el derecho a la autonomía regional de la Alta Andalucía, cuyo reflejo normativo iniciático, más noble y elevado, se encontraba de algún modo en los movimientos liberales anteriores a 1868, a los generados por la Revolución Gloriosa y la Constitución monárquica de 5 de junio de 1869 -dado su amplio contenido en libertades públicas- y más concretamente en el artículo 1 de la Constitución republicana de 1873 en la que literalmente, y cito, disponía: «Componen la Nación española los estados de Andalucía Alta, Andalucía Baja, Aragón, Asturias, Baleares, Canarias, Castilla la Nueva, Castilla la Vieja, Cataluña, Cuba, Extremadura, Galicia, Murcia, Navarra, Puerto Rico, Valencia y Regiones Vascongadas», consagrando una división territorial del Estado, que por mucho que se quiera negar desde la óptica política actual, era más acertado histórica y geográficamente considerado, que cualquier otra fórmula de agrupación territorial, puesto que aún estaba por nacer, o quizá, estaba comenzando a definirse el concepto romántico de Andalucía, suma de las 8 provincias al sur de la Bética, que hoy reticentemente aceptamos desde los trabajos normativos del motrileño Javier de Burgos.


125. FERMÍN GALÁN SÁEZ (SAN FERNANDO, 1899- 1930)
Militar Republicano.

Fermín Galán, nacido en 1899 en San Fernando, Cádiz, y huérfano de padre, marino de guerra, ingresó en la Academia de Infantería el 11 de octubre de 1915, con 16 años recién cumplidos, obteniendo en julio de 1918 su despacho de alférez. La Gran Guerra, ya decidida, está en sus últimos días. Nuestro joven alférez es destinado al Regimiento de Infantería Guipúzcoa 51 en Vitoria, solo once meses, ya que en junio es destinado al Batallón de Cazadores de Barbastro nº 4 en Tetuán, y en esta hermosa ciudad del Protectorado español -donde tendría una plaza con su nombre- comenzarían sus más de cinco años de intensa campaña marroquí.
Sus destacadas cualidades y espíritu inquieto lo llevaron del Batallón de Cazadores a las tropas de Policía Indígena y de estas a las Intervenciones Militares de la zona de Tetuán para terminar, por estar a disgusto4), pidiendo destino al Tercio de Extranjeros, —La Legión— como realmente se la conocía, a donde se incorporó el 28 de abril de 1924.
Estos años en Marruecos no habían sido fáciles. Marcados por el desastre de Annual en julio de 1921, el avance de «reconquista» se vería detenido tras la conferencia de Pizarra, iniciándose un costoso sostenimiento, en vidas humanas, de las posiciones alcanzadas.
Fermín Galán llega a La Legión en momentos difíciles. El «Pronunciamiento » de Primo de Rivera tuvo lugar en septiembre de 1923 y no era un secreto su doctrina abandonista con respecto a Marruecos. Este ambiente de abandono intensificó, como no podía ser de otra forma, los asedios a las posiciones avanzadas. En el frente occidental sufrieron importantes ataques Tizzi-Azza, Tifaurin y Sidi Mesaud. Sería en este último lugar donde Fermín Galán revalidaría frente a los legionarios el prestigio ganado en la Mehala Jalifiana de buen oficial que reúne condiciones sobresalientes para comisiones
especiales en Marruecos5). Es destinado a la III Bandera, donde ya se encontraba destinado el teniente Ángel García Hernández, más moderno que Fermín Galán (ingreso en la Academia el año que salió Galán) pero más antiguo en el Tercio, donde llevaba destinado desde octubre de 1922. Juntos en la Bandera, Galán en la 7ª compañía de fusiles y García Hernández en la 9ª de ametralladoras, participaron en la operación para levantar el asedio a la posición de Sidi Mesaud los días 10, 11 y 12 de mayo, junto a la II y la IV banderas, todas al mando del Teniente Coronel Francisco Franco. Esta operación fue de las más distinguidas del Tercio de Extranjeros y el teniente Galán aparecía en el parte de Guerra firmado por Franco como muy distinguido por la decisión con que se lanzó con su sección para la ocupación de las trincheras que impedían el paso del convoy a Sidi-Mesaud, demostrando valor y serenidad durante todo el día que se sostuvo fuego6) y su Hoja de Servicios recogía estos mismos hechos con una hermosa descripción, sin duda eco de la vanidad que señalaba Mola, pues las vicisitudes eran redactadas por los propios interesados: dio al frente de su sección brillantes asaltos a la bayoneta para la ocupación de atrincheramientos enemigos y vivaqueando por las noches en la Loma del Felipe hasta que lograda la liberación y aprovisionamiento de Sidi Mesaud regresó a Dar Quebdani.
Este arrojo, unido a sus cualidades y experiencia producto de su paso por la Policía Indígena e Intervención Militar, hicieron que el jefe de La Legión, Francisco Franco, lo reclamara a su lado el 23 de junio. Es en este verano cuando se produce la visita de Primo de Rivera al Protectorado para comunicar, personalmente, sus planes a los jefes militares. Conocida es la tensa comida que, en el campamento legionario de Ben-Tieb, dio el coronel Franco al Dictador en la que, abiertamente, le manifestó el sentimiento contrario de la oficialidad al abandono del territorio en la que tanta sangre se había derramado. Consecuencia de esta actitud del Gobierno, Franco había acordado con el Comandante Luis Pareja Aycuens, jefe de elevadísimo prestigio de las fuerzas Regulares, solicitar destino a la Península como forma de oposición a los planes de repliegue de Primo de Rivera, arrastrando con ello a los jefes y oficiales de La Legión y Regulares, golpe de efecto que ocasionaría una autentica crisis en el Gobierno del marqués de Estella, que se vería forzando a destinar a las resolutivas unidades de choque a oficiales «peninsulares» que deberían hacer frente a la difícil operación de repliegue que ellos mismos reclamaban).
Finalmente, Franco permanecería al frente del Tercio, seguramente por lealtad a los generales Sanjurjo y Bermudez de Castro, marchando a la Península únicamente Pareja, lo que truncaría una carrera, por aquel entonces, más prometedora que la del mismo Franco. Fermín Galán, sin duda al corriente de estas intenciones, se encontraba por aquellas fechas a las inmediatas ordenes de Franco, y de cuyo pensamiento no debía divergir a la vista de su activa participación en la emblemática «Revista de Tropas Coloniales », publicación que servía de portavoz del sentir de la oficialidad «africanista ».
Fuente: http://historiadeltiempopresente.com

126. ALFONSO LASSO DE LA VEGA Y JIMÉNEZ PLÁCER (Sevilla, 1898 - 1977)
Ateneísta y escritor.
Alfonso Lasso de la Vega y Jiménez-Plácer nace el 29 de abril de 1898 en Sevilla, hijo de Maria Jesús Jiménez-Plácer y Cabral Bejarano y de Francisco Javier Lasso de la Vega y Cortezo, miembro de una prestigiosa y culta familia en la que destacaron su bisabuelo materno, el pintor Antonio Cabral Bejarano, su tío el poeta Leoncio Lasso de la Vega, su mismo padre el catedrático de Pediatría y Decano de la Facultad de Medicina de Sevilla, así como concejal del Partido Liberal y luego del Partido Republicano, y su hermano Javier, que sería director de la Biblioteca Universitaria de la Complutense de Madrid.
Lasso de la Vega recibe una educación esmerada en su infancia y estudia Filosofía y Letras en la Universidad de Sevilla, donde se licencia en 1917, y ejerce como profesor en el Instituto de Osuna hasta 1919, para proseguir enseñando en otros institutos de Sevilla hasta 1936.
En 1926 casa en Lisboa con María Alice Pedroso Calleya con la que tendrá seis hijos. De vuelta a la capital hispalense colaborará en la fundación del club de fútbol del Sevilla C.F., gana una plaza como funcionario del Museo Arqueológico Provincial, y prepara activamente la representación de Sevilla en la Exposición Iberoamericana de 1929.
De inicial filiación masónica, Alfonso Lasso de la Vega ingresa en el Partido Republicano Radical de corte republicano, federal y socialista.
Con la llegada de la II República en 1931, Lasso es nombrado Director del Alcázar de Sevilla, que como patrimonio real, es incautado y entregado al ayuntamiento hispalense ese año, y al frente del cual hará una gran labor hasta su cese en 1934.

Andalucista convencido, Lasso de la Vega ingresó en el Centro Andaluz en 1918, y participó en el Congreso de Ronda de 1918 y en la Asamblea de Córdoba de 1919, será en 1932 cuando consiga materializar otra de sus aspiraciones: El Centro de Estudios Andaluces, que siguiendo las ideas pedagógicas de Giner de los Rios y aplicándolas con el ideal andalucista de Blas Infante quiere "restaurar y procurar la evolución del Espíritu andaluz, alumbrando sus propias fuentes culturales", a través de una extensa red de centros que habrían de establecerse "por la actual Andalucía, Sur de Levante, (hasta Villajoyosa en Alicante), provincia de Badajoz, Algarve, Norte de Marruecos y América Española".
En este primer Centro se crean secciones de Historia, Arqueología, Música, Literatura, Bellas Artes, un Instituto de Estudios Americanistas, la Orquesta Sinfónica de Sevilla, se imparten clases de Filosofía Andaluza, Historia, Dibujo y Pintura, e incluso se dan clases gratuitas de árabe que imparte el propio Blas Infante y el magrebí Abd El-Kader , y que llega a tener 60 alumnos mientras en las escuelas de estudios árabes de Madrid y Granada apenas llegaban a la docena. En esta gran labor cultural incluyen una discoteca andaluza, trabajos arqueológicos sobre la cultura de Tartessos , una Biblioteca y publicaciones periódicas como la revista Amanecer desde 1933, que curiosamente editan bilingüe en castellano y en árabe para, según decían en su Editorial "enseñar a los moros la aspiración del Centro Andaluz relativa a llegar a restablecer con ellos nuestra antigua comunidad cultural, y a que nos llegase a servir de instrumento de hermandad con los moros andaluces (...) por ser los más cultos de todo el litoral africano norteño", pidiendo al gobierno la entrega de la Sinagoga de Toledo a la Comunidad Hebrea y la Mezquita Aljama de Córdoba a la Islámica.

Lasso será también el primer director de la Orquesta Sinfónica de Sevilla, que será de las primeras en tocar el nuevo himno de Andalucía, con letra de Blas Infante.

Instituida en 1931 la Junta Liberalista con Lasso participará activamente en la elaboración del Estatuto de Autonomía para Andalucía que será debatido en Córdoba en 1933, Congreso que fracasa por las diferencias políticas que llevan a la división entre andaluces orientales y occidentales.

El golpe de estado de Franco y el comienzo de la guerra civil lo llevan ante un tribunal que acusándole por su pasado masón y republicano, lo deja en libertad sin duda por influencias familiares, y a cambio de exiliarse en Portugal, condenado en 1947 en rebeldía a 12 años y un día por su participación en la defensa de la República contra el golpe de Sanjurjo de 1932, logra por su amigo el marqués de Saavedra una plaza de profesor de Geografía e Historia en el Instituto Español de Lisboa (1949) dependiente del gobierno español, y realizará una gran labor docente al tiempo que retoma sus contactos y especialmente en 1962, cuando tras ser detenido inicialmente en la frontera, consigue volver a Sevilla aunque sea sólo para volverla a ver ya que no puede aún regresar definitivamente a Andalucía.
Viajero incansable lleva el recuerdo de su Sevilla natal y de Andalucía por media Europa, con una inquietud y una imaginación sin límite persigue la creación de un Senado Bético que aglutinara personas para trabajar por Andalucía, la creación de un túnel bajo el estrecho de Gibraltar, propone construir aeropuertos en todas las capitales andaluzas, la unión de todos los pueblos andaluces desde el Algarve a Murcia y desde Badajoz al norte de África.

En esta actividad le sorprende la muerte el 6 de agosto de 1977 en su domicilio de Lisboa, siendo enterrado en el cementerio de Lumiar donde en su lápida y debajo de su nombre escribieron una sola palabra: Sevillano. Años después al ser enterrado con su esposa en el cementerio del Alto de Sâo Joâo, sus hijos y nietos reescribieron la inscripción así: Sevillano Andalucista.



127. EDUARDO OCÓN RIVAS (Benamocarra, 1833- 1901)
Periodista. Académico. Arqueólogo. Teórico del Federalismo. Director del periódico “La Andalucía”.

Nace en Benamocarra, localidad perteneciente a la Axarquía en la provincia de Málaga.
Inicia su formación musical a la edad de 7 años ingresando como Seise (donde recibe una completa instrucción musical) en la Catedral de Málaga.
A los 13 años de edad ya ha compuesto un miserere dando muestras de su precocidad.
Dos años más tarde finaliza su etapa de Seise disponiendo ya de una apreciable formación musical tanto en órgano, piano y composición.
En el 17 de Octubre de 1848 Eduardo Ocón es nombrado ministro de coro de la Catedral de Málaga. Este puesto lo ocupará durante un periodo de seis años. Es el primer peldaño de sus actividades profesionales en la música.
En Enero de 1854 renuncia a sus cargos catedralicios para desarrollar libremente su profesión como músico. El motivo es el progresivo aumento del ambiente y nivel musicales que se va produciendo en la ciudad de Málaga.
Su formación le da la posibilidad de actuar como organista en las numerosas iglesias de la ciudad, que organizan muy frecuentemente actos religiosos solemnizados con orquesta.
Por otro lado, existe una próspera burguesía que hace de la música culta una de sus aficiones principales. Al no existir conservatorio de música alguno en Málaga, la única forma que dicha burguesía tiene para acceder a la práctica musical es a través de las clases particulares.
En Noviembre de 1854 con la edad de 21 años, concursa por oposición a la plaza de segundo organista de la catedral, puesto de mucho prestigio musical, siéndole otorgada dicha plaza. por tanto, Eduardo Ocón vuelve a la catedral.
Ello le permite tener a su disposición los dos magníficos órganos de la Catedral de Málaga construidos por Julián de la Orden.
Por estas fechas ya ha iniciado una fecunda actividad compositiva.

Fuente: Publicación: "Eduardo Ocón. El nacionalismo musical" de Gonzalo Martín Tenllado. Ediciones Seyer.)

127. FRANCISCO MARÍA TUBINO Y OLIVA (San Roque, 1833- 1888)
Periodista, escritor y arqueológo

Periodista, escritor, arqueólogo, y una de las más importantes figuras del protoandalucismo; de una prolífica obra y una vasta cultura sociológica, con una asombrosa puesta al día de las corrientes intelectuales de su tiempo. Realizó sus primeros trabajos como periodista en periódicos como La Palma o La Moda, posteriormente llegará a ser director de El Porvenir, y ya en Diciembre de 1857 será redactor de La Andalucía -del que en 1860 será también propietario- tras la fusión de La Palma de Sevilla y La Palma de Cádiz.
Detrás de este proyecto se encontraban los sectores más activos y dinámicos de la burguesía económica andaluza, alentados por un cierto liberalismo y descentralización por parte del poder y por ciertos atisbos de recuperación económica en Andalucía gracias al comercio de ultramar. De carácter claramente regionalista, y con constantes referencias al factor histórico andaluz y a comunes pasados esplendorosos, ya en su primer número expresa que su objetivo central era “La defensa de los intereses materiales de la nación y en particular de nuestro país sin limitarnos a la capital de Andalucía”.
Desde 1858 intentará hacer cristalizar el proyecto de una Unión Andaluza, sin carácter institucional, y cuyos objetivos serían principalmente acabar con el aislamiento de las “pequeñas repúblicas” que son las provincias andaluzas y conseguir su acción mancomunada, y denunciar “un olvido total por parte de los gobiernos constituidos” hacia Andalucía y organizar, sobre todo a través de los parlamentarios andaluces, la presión sobre Madrid.
La aportación de Tubino está claramente reflejada en dos campos: la investigación en el arte andaluz, y el estudio sobre los grandes problemas sociales, políticos y filosóficos de su época. Se encuadrará dentro del federalismo orgánico, fundamentado en el krausismo, junto con la mayoría de las figuras del republicanismo andaluz, como Castelar y Salmerón, pero frente a posturas de otras figuras tan notables como Salvochea, de un federalismo proudhoniano y pimargalliano.
Destacan numerosas de sus obras: Gibraltar ante la historia, la diplomacia y la política (1863), Patria y Federalismo (1873); o La Corte en Sevilla. Crónica del viaje de SS.MM. a las provincias de Andalucía (1862), que narra el viaje de Isabel II a Andalucía provocado por los espectaculares sucesos acaecidos un año antes con la rebelión de Pérez del Álamo y el alzamiento de Loja, y donde expondrá un contundente memorial de agravios andaluces contra el poder central.
Hennessy, en su obra La República Federal en España (1862), diría de Tubito que encarna “un regionalismo andaluz consciente, que encuentra su expresión en el diario La Andalucía”.



128. MANUEL SALES FERRÉ (Tarragona, 1843- 1910)

Profesor español, nacido en Ulldecona (Tarragona) el 24 de agosto de 1843, y desde 1899 primer catedrático de Sociología de la universidad española, al introducirse tal disciplina en los estudios del Doctorado de Filosofía de la Universidad Central. No obtuvo el título de bachiller hasta 1865, pues permaneció nueve años cursando una frustrada carrera eclesiástica en el Seminario Conciliar de Tortosa (a la que había sido inducido por su acomodada familia, muy católica y tradicionalista).

Se trasladó a Madrid en 1867, para cursar la carrera de Filosofía y Letras, donde fue captado por los ideólogos krausistas: alumno de Julián Sanz del Río (inspirado en sus inéditos publicó en 1877 una Filosofía de la muerte), amigo y colaborador del presbítero Fernando de Castro (en 1872 fue profesor ayudante suyo y en 1874, como su fideicomisario y legatario, publicó su Memoria testamentaria), &c. Logró también liberarse de ese idealismo espiritualista al ir acercándose al positivismo y el evolucionismo (en palabras de Mario Méndez Bejarano: «renegó del krausismo y se lanzó a la corriente spenceriana»). Ingresó por oposición en el escalafón de catedráticos de universidad el 16 de junio de 1874, al ganar la cátedra de Geografía Histórica de la Universidad de Sevilla, transformada a partir de 1880 en Historia Universal, interesándose por la prehistoria y el folklore.

Atento a la nueva disciplina en alza, comenzó en 1889 la publicación en Sevilla de su Tratado de Sociología. Diez años más tarde se trasladó a Madrid para tomar posesión de la primera cátedra de Sociología de la universidad española (en la Facultad de Filosofía y Letras, Doctorado de Filosofía). En 1900 fue nombrado vicesecretario del Instituto Internacional de Sociología de París. Elegido académico de la de Ciencias Morales y Políticas el 7 de noviembre de 1905, tomó posesión de la novena medalla de esa Academia el 28 de noviembre de 1907, con un discurso sobre Nuevos fundamentos de la moral. Falleció en su casa de campo de Vinaroz (Castellón de la Plana), tras larga enfermedad, el 10 de diciembre de 1910 (Blanco y Negro de 18 de diciembre de 1910 publicó el retrato que se acompaña, dando cuenta del fallecimiento del catedrático de Sociología de la Universidad Central). Le enterraron en el cementerio civil de Madrid, junto a las tumbas de Julián Sanz del Río, Fernando de Castro y Nicolás Salmerón. En 1985 conmemoró Ulldecona los 75 años de su fallecimiento, y el Instituto de Enseñanza Secundaria de esa villa adoptó su nombre.

«El Sr. Sales y Ferré, uno de los albaceas, y creo que el mas leal, de D. Fernando de Castro, y continuador de su Compendio de Historia universal, ha publicado en Sevilla, de cuya Universidad es catedrático, una Filosofía de la muerte, que debe de ser de lo fino en punto a heterodoxia y extravagancias. Bien competirá, sin duda, con el difunto Alonso y Eguilaz.» (Gumersindo Laverde a Marcelino Menéndez Pelayo, Santiago, 25 junio 1878, MPEP 3:88.)

«Quedaron de Sanz del Río muchos manuscritos, casi en cifra (cuentan que escribía sin vocales) y apenas inteligibles aún para los iniciados. De ellos se han impreso algunas Lecciones del Sistema de la Filosofía, el Análisis del pensamiento racional y la Filosofía de la muerte, estudio hecho sobre papeles del maestro por don Manuel Sales y Ferré, catedrático de la Universidad de Sevilla. (...) [802] (...) Los dos últimos tomos impresos del Curso de Historia Universal (que no pasan de la Edad Media ni la acaban siquiera, porque Castro dejó la obra sin concluir) son ya formalmente heterodoxos {(1) Continuó esta obra el Sr. Sales Ferré, catedrático de Sevilla y antiguo suplente de Castro.)} (...) Nada igualaría a la repugnancia que inspira, hasta por razones estéticas, la lectura de esta carta, en que don Fernando de Castro lega a Salmerón una pluma de oro, «monumento histórico del último sermón de un sacerdote que ha perdido la virginidad de la fe, pero que ha ganado en cambio la maternidad de la razón», si el ex-rector no hubiera escrito después otro documento, [803] que basta para tejer su proceso, la Memoria Testamentaria {(1) Memoria Testamentaria del Sr. D. Fernando de Castro, fallecido el 5 de mayo de 1874, publicada por su fideicomisario y legatario D. Manuel Sales y Ferré, catedrático de Geografía Histórica en la Universidad de Sevilla, Madrid, imp. de E. Martínez, 1874. Vid. sobre ella un sangriento artículo de D. Miguel Sánchez en El Consultor de los Párrocos.} uno de esos cínicos alardes de apostasía, pasados de moda en Europa desde que murió el cura Meslier. (...) Castro falleció en 5 de mayo de 1874, y sus albaceas, Ruiz de Quevedo, Salmerón, Giner, Uña, Sales Ferré y Azcárate, cumplieron estrictamente sus disposiciones, pronunciando Ruiz de Quevedo en el cementerio una especie de panegírico del infeliz difunto, y exhortación a los concurrentes a que siguiesen su ejemplo y continuasen su propaganda en la cátedra, en la tribuna, en los papeles periódicos y hasta en el hogar doméstico. La muerte de Sanz del Río y la de Castro comenzaron a introducir gran desorden en las huestes krausistas, trayéndolas pronto a punto de división y de cisma.» (Marcelino Menéndez Pelayo, Historia de los heterodoxos españoles, tomo III, Librería Católica de San José, Madrid 1881. Libro VIII, capítulo IV, §III: Filosofía heterodoxa y su influencia en la literatura, páginas 799-800, 802-803.)

«El Sr. Sales y Ferré es un adepto novísimo del método experimental y de las teorías de sociología positivista. No es mucho, pues, si descubre algo del entusiasmo caluroso del neófito, expreso, ya en el carárter absoluto con que define y concluye sus nuevas doctrinas, ya en la dureza con que a veces trata a sus antiguos maestros.» (Rafael Altamira, «Un libro español de Sociología», Boletín de la Institución Libre de Enseñanza, nº 13, 1890, páginas 142-144.)

«[Sales Ferré] formado por entero dentro de la corriente krausista. Sin embargo, en el trabajo y en los estudios de la Sociología, el Sr. Sales, siguiendo un proceso muy común entre los que han pasado de la metafísica al positivismo, se ha penetrado casi por completo de la corriente positiva del evolucionismo.» (Adolfo Posada, «Los estudios sociológicos en España», Boletín de la Institución Libre de Enseñanza, nº 23, 1899, página 250.)

«Y puesto que la vida humana es el material de la historia, también puede decirse, de acuerdo con el doctísimo catedrático de la Universidad de Sevilla, señor Sales y Ferré, que la Sociología es 'la filosofía de la historia despojada de un sentido metafísico y tomada en sentido experimental y práctico'.» (Blas Zambrano, «Consideraciones sobre la Sociología», X, 13 febrero 1900.)

«La Sociología no puede formar parte de la segunda enseñanza; la Sociología es, como afirma el Sr. Sales y Ferré, una parte de la Filosofía de la Historia. ¿Y cree el Sr. Sales y Ferré que los jóvenes alumnos que concurren a nuestros Institutos pueden con cuatro malas nociones de Historia Universal –lección alterna– y con cuatro rápidos conceptos de Geografía política, y sin haber estudiado la Historia Natural ni la Antropología, meterse a sociólogos?» (José España Lledó, «La enseñanza oficial de la Filosofía en España», Revista Contemporánea, nº 596, Madrid 30 de septiembre de 1900, pág. 567)

«De la Universidad de Sevilla sólo sé que su rector, el señor Moris y Fernández Vallin, tuvo un plan amplio de 'Estudios de extensión universitaria', que abarcaba conferencias y excursiones científicas, contaba con el auxilio de otras personas de fuera de la enseñanza y de la Universidad, y se dirigía a la juventud que sale de las aulas, dando gran importancia a las excursiones a monumentos de arte, archivos, museos, fábricas, minas, &c. Sabida es la importancia que estas excursiones han adquirido en Sevilla, a impulsos de los profesores señores Sales y Ferré y Calderón, hoy en la Universidad de Madrid.» (Leopoldo Palacios Morini, Las universidades populares, Valencia 1908, página 149.)

«Manuel Sales y Ferré. Biografía. Sociólogo y publicista español, nacido en 1848; muere en Madrid en diciembre de 1910. Doctor en Filosofía y Letras, ganó por oposición la cátedra de Geografía histórica en la universidad de Sevilla, de donde fue trasladado a la universidad de Madrid, en la que explicó Historia universal moderna y contemporánea y Sociología. Escribió varios Compendios y Elementos de Prehistoria e Historia Universal, y en 28 de abril de 1907 ingresó en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas con un discurso sobre Nuevos fundamentos de la Moral. Tradujo, entre otras obras importantes, la Historia de la Geografía, de Vivien de Saint-Martin.» (Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano, tomo 28, segundo apéndice, pág. 850, Montaner y Simón, Barcelona 1910.)



Fuente: http://es.wikipedia.org

129. FRANCISCO SOLIER
Gobernador Civil de Málaga y dirigió el Cantón de Málaga.


130. JOSE MARÍA RODRÍGUEZ ACOSTA (Granada, 1886-1941)
Pintor.

Había nacido José M» Rodríguez-Acosta González de la Cámara en 1886, en el seno de una familia de banqueros, cuyo origen se remonta a la primera mitad del siglo XIX. Sin embargo, no era ése el camino que aquel joven iba a seguir. Excepción, sin duda, en un determinado ambiente, como el magnífico pintor que llegaría a ser.

Con su actividad contribuyó a dar el tono a la vida cultural granadina de su época. Discípulo de Larrocha, por su gran cultura artística y por su limpio estilo se le puede considerar como uno de los grandes de todos los tiempos. Se ha dicho que no cesó de avanzar hasta su muerte y, en efecto, es así. Con Larrocha, primero, en Granada. Con el gran maestro Emilio Sala en Madrid.

José María Rodríguez-Acosta matiza su pintura, de una paleta restrictiva, que en las naturalezas muertas cobra su máxima expresividad. Desde una primera mención en 1904, las Medallas de Oro llegarían en 1908 y 1912. También en el extranjero -París y Munich- se reconocerá y recompensará su arte. Comendador de la Orden de Alfonso XII, José M» Rodríguez-Acosta moría en 1941, dejando tras él su obra, conservada en parte en numerosos museos, y el carmen que le sirvió de estudio, convertido hoy en la Fundación que lleva su nombre y con el que modificó radicalmente la arquitectura tradicionalista de Granada.


132. CRISTINO MARTOS BALBÍ  (Granada,1830- 1989)

Socialista utópico, junto a Sixto Cámara. Autor de “La República Democrática, República Federal”, prólogo de Emilio Castelar. Diputado  en el Sexenio Democrático por Cádiz y Sevilla.

Nació el 13 de septiembre de 1830 en Granada. Estudió sucesivamente en Granada, Toledo y Madrid, destacándose por su inconformismo. Licenciado en derecho trabajó como abogado, escribiendo en periódicos demócratas y progresistas, Tomó parte activa en la revolución de 1854, lo que le llevó al cargo de fiscal del Tribunal Supremo durante el Bienio Progresista. En las conspiraciones del año 1866 fue un elemento destacado, y estuvo condenado a muerte, pero se le conmutó la pena por la de destierro. Volvió a España al estallar la revolución de 1868, formando parte de la Junta Revolucionaria, iniciándose su andadura política como presidente de la Diputación Provincial de Madrid, Fue diputado de las Cortes Constituyentes de 1869 y, ese mismo año, ministro de Estado, cargo que volvió a aceptar durante el reinado de Amadeo I. La dura rivalidad que mantiene con Rivero lleva a la ruptura del Partido Demócrata. Durante la I República, siendo alcalde de Madrid, intentó un golpe de estado en connivencia con Serrano. Instalado éste al frente de la república, Martos obtuvo cargo de ministro de Gracia y Justicia. En la Restauración se incluirá en el gran bloque de fuerzas de izquierda que dirige Sagasta y, en 1880, se adhirió al Partido Republicano Progresista por poco tiempo, para volver a posiciones monárquicas. En 1886 fue elegido presidente del Congreso; forzado a dimitir se retiró de la política. Falleció en Madrid el 17 de enero de 1893.

Fuente: DD.AA. Enciclopedia de Historia de España, vol IV (Diccionario biográfico). (1991). Madrid: Alianza Editorial. 910 pp


133. EDUARDO GARCÍA MORATO (Jaén, 1903- 1989)
Cineasta. Formó parte de la Generación del 27 junto a Luis Buñuel.


134. FRANCISCO AYALA GARCÍA DUARTE (Granada, 1906 )


Escritor. Premio nacional de Literatura. Miembro de la Real Academia de la Lengua Española.


Estudió Derecho y Filosofía y Letras. En esta época publica sus dos primeras novelas, Tragicomedia de un hombre sin espíritu e Historia de un amanecer.

Colabora habitualmente en Revista de Occidente y Gaceta Literaria. Reside en Berlín entre 1929 y 1931 durante el surgimiento del nazismo. Se doctora en Derecho en la Universidad de Madrid e imparte clases en la misma.

Es letrado de las Cortes desde la proclamación de la República. En el comienzo de la Guerra Civil se encuentra dando conferencias en Sudamérica, y durante la misma ejerce como funcionario del Ministerio de Estado.

Al caer la República se exilia en Buenos Aires, donde pasa diez años trabajando, colabora en la revista Sur, en el diario La Nación y en la editorial Losada, y cofunda con Lorenzo Luzuriaga la revista Realidad.

Posteriormente, aún en la década de los cincuenta, Ayala se traslada a Puerto Rico, país en el cual imparte cursos en la Facultad de Derecho de la Universidad de Puerto Rico, invitado por el Decano de dicha institución, el renombrado jurista, Manuel Rodríguez Ramos. Desde el archipiélago de Puerto Rico viaja a Estados Unidos de América, donde imparte clases de Literatura española en las universidades de Princeton, Rutgers, New York University (NYU) y Chicago, aunque también mantiene estrechos lazos intelectuales y culturales con Puerto Rico, donde igualmente vivieron largos exilios los renombrados Pau Casals y Juan Ramón Jiménez, entre otros diferentes íberos.

En 1960 regresa por primera vez a España. Desde entonces, vuelve todos los veranos y compra una casa. Se reintegra a la vida literaria. En 1976 se instala definitivamente en Madrid. Continúa su labor de escritor, conferenciante y colaborador de prensa. En 1983, a los 77 años, fue elegido miembro de la Real Academia Española, leyó su discurso de ingreso un año después. Hasta muy avanzada edad ha seguido escribiendo con plena lucidez. En 1988 obtuvo el Premio Nacional de las Letras Españolas; en 1990 fue nombrado Hijo Predilecto de Andalucía; en 1991 fue galardonado con el Premio Cervantes y en 1998 con el Premio Príncipe de Asturias de las Letras.

La crítica ha dividido generalmente la trayectoria narrativa de Francisco Ayala en dos etapas: la anterior y la posterior a la Guerra Civil.

La primera etapa corresponde a antes de la Guerra Civil. Escribe Tragicomedia de un hombre sin espíritu (1925) e Historia de un amanecer (1926), que se inscriben en una línea narrativa tradicional. Con El boxeador y un ángel (1929) y Cazador en el alba (1930) aborda la prosa vanguardista. En ambas colecciones de cuentos predominan el estilo metafórico, la brillantez expresiva, la falta de interés por la anécdota, la fascinación por el mundo moderno.

Tras un largo silencio, Francisco Ayala inicia su segunda etapa en el exilio con El hechizado (1944), relato sobre el intento de un criollo de entrevistarse con el rey Carlos II que formó parte en 1949 de Los usurpadores, libro compuesto por siete narraciones cuyo tema común es el ansia de poder. La historia sirve aquí para reflexionar sobre el pasado, a fin de conocer con mayor profundidad el presente. También en 1949 publica La cabeza del cordero, conjunto de relatos sobre la Guerra Civil, en los que presta mayor atención al análisis de las pasiones y comportamientos de los personajes que a la crónica de unos acontecimientos externos. Muertes de perro (1958) constituye una denuncia de la situación de un pueblo sometido a una dictadura, al tiempo que presenta la degradación humana en un mundo sin valores. El fondo del vaso (1962) es un complemento de la novela anterior, que está presente en este nuevo relato a través de los comentarios que de ella hacen los personajes. La ironía se convierte en el recurso central de esta obra, aunque una mayor comprensión hacia el género humano va sustituyendo al desprecio. En algunas ocasiones, como en El hechizado, se acerca al mundo existencial y absurdo de Franz Kafka, con una denuncia implícita de la inmoralidad y estupidez del poder.

Después de estas novelas Francisco Ayala ha seguido publicando relatos, como los recogidos en El As de Bastos (1963), El rapto (1965) y El jardín de las delicias (1971) , libro que se basa en el contraste entre la objetividad satírica de la primera parte, «Diablo mundo», y el tono evocativo, subjetivo y lírico de la segunda, «Días felices». En 1982 apareció De triunfos y penas, y en 1988 El jardín de las malicias, donde recogió seis cuentos escritos en diferentes épocas de su vida.

Gran importancia tiene también su obra ensayística, que abarca temas políticos y sociales, reflexiones sobre el presente y el pasado de España, el cine y la literatura.

Ha escrito unas interesantes memorias: "Recuerdos y olvidos" (1982, 1983, 1988 y 2006).

El 16 de marzo de 2006 cumplió los 100 años de edad. Es miembro de la Academia de Buenas Letras de Granada.
Fuente: http://es.wikipedia.org



135. ANTONIO OJEDA ESCOBAR (Escacena del Campo, 1941)
Presidente del Parlamento de Andalucía desde 1982


Senador electo por Jaén con fecha 1 de marzo de 1979. Promete acatamiento a la constitución el día 29 de junio de 1982. Miembro del Grupo Parlamentario Socialista andaluz (Gpsa)
Pertenence al Partido Socialista Obrero Español (Psoe). Presentó baja como Senador por cese (miembro de la Diputación permanente) con fecha 31 de agosto de 1982.

136. ANGEL MANUEL LÓPEZ Y LÓPEZ (Sevilla, 1944)
Presidente del Parlamento de Andalucía desde 1986


Nacido en Sevilla en 13 de Noviembre de 1944. Licenciado en Derecho por la Universidad de Sevilla, donde obtuvo el Premio extraordinario al ser el número uno de su promoción de Licenciatura. Doctor en Derecho por la Universidad de Sevilla en 1970 y Doctor en Derecho por la Universidad de Bolonia, Italia, en 1973. Ha recibido entre otros, el Premio Lodovico e Carlo Lodena, a la mejor tesis en Derecho Civil, año académico 1972 -1973. Es Catedrático de Derecho Civil desde el año 1981 y Vicedecano de las Facultades de Ciencias Económicas de Sevilla y Derecho. Es abogado del Colegio de abogados de Sevilla, Asesor Jurídico del Ente Preautonómico Andaluz y Miembro de la Comisión Redactora del Estatuto de Autonomía para Andalucía, 1980 - 1981. Ha sido asesor para la Política Científica del Presidente de la Junta de Andalucía y para el Desarrollo legislativo del Presidente de la Junta de Andalucía, entre 1982 y 1984. Diputado Autonómico, Presidente del Grupo Parlamentario Socialista, hasta 1984. Consejero de la Presidencia del Gobierno Andaluz y Presidente del Parlamento de Andalucía, desde 1986 hasta a1988. Le fue concedida la medalla del Parlamento de Andalucía en el año 2001. Y es, desde el año 2002 , Presidente de la Fundación El Monte.
Fuente: www.cronicasocial.com

137. JOSE ANTONIO MARTIN RITE (Valderde del Camino, 1941)
Presidente del Parlamento de Andalucía desde 1990.



138.DIEGO VALDERAS SOSA (Bollulos del Condado, 1953)
Presidente del Parlamento de Andalucía desde 1994.

Diego Valderas Sosa se inició en la política en la década de los 70 como militante sindical en CCOO, donde fue delegado en el sector de la Administración. A partir de ahí, sus referencias en el marco de la política se situaron en torno al Partido Comunista de Bollullos Par del Condado (Huelva), donde colaboró los años 1976 y 1977, siendo militante del partido a partir del año 1978.

Un año después, Valderas fue elegido alcalde de su localidad natal, Bollullos Par del Condado, en 1979, cargo que ejerció hasta 1994, cuando consideró oportuna su renovación tras tres legislaturas al frente de la Alcaldía. En todas las elecciones municipales a las que concurrió fue elegido por mayoría absoluta.

Paralelamente a su trabajo en la Alcaldía de su ciudad, Valderas desarrolló la tarea de Portavoz del Grupo de IULV-CA en la Diputación Provincial de Huelva entre los años 1981 y 1987. En este año accedió al Parlamento de Andalucía como diputado autonómico por la provincia de Huelva. En 1994 fue elegido Presidente del Parlamento de Andalucía, labor que desempeñó hasta 1996, cuando finalizó la V Legislatura.

Asimismo, entre 1987 y 1994, Valderas fue Coordinador Provincial de IULV-CA en Huelva, responsabilidad que hubo de abandonar cuando se hizo cargo de la Presidencia del Parlamento de Andalucía. En 1996, una vez finalizada esta labor, volvió a ser elegido como Coordinador Provincial de IULV-CA en Huelva hasta el 2000, cuando nuevamente abogó por la renovación, pasando el testigo de la Coordinación Provincial a Pedro Jiménez.

Como miembro de la Ejectutiva Andaluza de IULV-CA desarrolló las tareas encomendadas al Área de Relaciones Institucionales desde 1996 hasta el año 2000. En ese mismo año fue elegido Coordinador General de IULV-CA en el transcurso de la XIII Asamblea Andaluza de la organización, celebrada en Torremolinos (Málaga).

La XIV Asamblea Andaluza, celebrada en diciembre de 2003 en Matalascañas (Huelva), le reeligió para un segundo mandato en la Coordinación General de IULV-CA y le designó por asentimiento, tras un amplio refrendo del conjunto de la militancia, como Candidato a la Presidencia de la Junta de Andalucía.

Diego Valderas se presenta a estas elecciones autonómicas por Huelva, a la que siempre ha estado vinculado en el desarrollo de su actividad política. Se ha convertido así en el primer Candidato a la Presidencia de la Junta de Andalucía que se presenta por esa provincia, manifestando una vez más el compromiso con su gente y su deseo de situar a Huelva en el centro de la actividad política, económica, social y cultural de Andalucía.

Diego Valderas nació el 25 de enero de 1953, esto es, hace 51 años, en Bollullos Par del Condado, aunque subraya que tiene vínculos familiares con la localidad sevillana de Guillena.
Fuente: www.diegovalderas.com


139. JAVIER TORRES VELA (Pozo Alcón, 1953)
Presidente del Parlamento de Andalucía desde 2000


Es licenciado en Ciencias Exactas y profesor de la Universidad de Granada. Está vinculado a esta universidad desde 1978, donde ha impartido clases de Estadística Aplicada a las Ciencias Sociales y de Sociología Política y Electoral. Abandonó la docencia en 1996.

Ingresó en el Partido Socialista en 1975. Con 23 años fue elegido Secretario General del Partido Socialista Obrero Español de Granada, convirtiéndose en el socialista español más joven en ocupar una secretaría general. Es vocal de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE y miembro de su Comité Federal. Es candidato del PSOE a la Alcaldía de Granada

Ha ocupado distintos puestos de responsabilidad política, entre otros: Parlamentario Andaluz por Granada, desde 1982 hasta 2004; Senador por Andalucía, de 1984 a 1990; Concejal del Ayuntamiento de Granada, entre 1983-1984; Consejero de Cultura de la Junta de Andalucía, de 1984 a 1990; y Presidente del Parlamento Andaluz, desde 1996 a 2004. En la actualidad es Diputado Nacional por Granada, presidente de la Comisión de Fomento y Vivienda del Congreso y ha sido ponente de la ponencia conjunta para la reforma del Estatuto de Autonomía de Andalucía.
Fuente: http://es.wikipedia.org

140. MARÍA DEL MAR MORENO RUIZ (La Carolina, 1965)
Presidenta del Parlamento Andaluz desde 2004

Licenciada en Derecho por la Universidad de Granada, y ocupaba desde diciembre de 2000 la vicesecretaria general del PSOE de Andalucía.

En las últimas elecciones autonómicas del 14 de marzo, en la que su partido recuperó la mayoría absoluta que perdió en 1994, encabezó la candidatura del PSOE por la provincia de Jaén.
Moreno ingresó en el PSOE en 1991 y, desde entonces, ha desempeñado diversos cargos de responsabilidad orgánica dentro del partido como vicesecretaria de la Agrupación Local de La Carolina y secretaria de la Comisión Ejecutiva Provincial de Jaén entre 1993 y 1994.

Sus inicios en el PSOE están muy ligados a la trayectoria política del actual consejero de Salud en funciones, Francisco Vallejo, quien fue alcalde de La Carolina, la localidad natal de Moreno.

Desde 1994, Moreno ha formado parte del Comité Federal del PSOE, órgano que preside desde enero de 2001. No en vano, esta dirigente jiennense ha contado desde el principio con el respaldo del secretario general del PSOE y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
Actualmente es presidenta del Parlamento de Andalucía.

141. ANDRÉS MÁRQUEZ ARANDA
El 23 de mayo de 1989 es el primero en tomar posesión como presidente, constituido en Granada, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía.

142.JUAN IGNACIO  PÉREZ ALFÉREZ
Presidente del TSJA desde 1991 a 1992.

143. MANUEL RODRÍGUEZ LÓPEZ
Presidente del TSJA desde  1992 a 1995.

144.AUGUSTO MÉNDEZ DE LUGO
Presidente del TSJA desde 1995.

145. JOSÉ GONZÁLEZ Y FERNÁNDEZ DE LA BANDERA (Sevilla, 1877- 1936)
Alcalde de Sevilla de 1931 a 1933.

146. FRANCISCO COSSI OCHOA  (Puerto de Santa María, 1898- 1936)
Presidente de la Diputación de Cádiz en 1936.

La Democracia y los historiadores tenemos en Cádiz muchas asignaturas pendientes y una de ellas se llama Francisco Cossi Ochoa, presidente de la comisión gestora de la Diputación Provincial el 18 de julio de 1936 y que un mes después desapareció de la prisión sin dejar rastro. A pesar de que han transcurrido casi siete décadas desde entonces todavía no se tiene constancia de lo sucedido. No fue el único caso, sino que hubo muchos más en nuestra provincia, fruto del odio y la sinrazón.

Francisco Cossi Ochoa había nacido en El Puerto de Santa María el 24 de agosto de 1898 y era el tercero de los cinco hijos del matrimonio formado por José Jacinto Cossi Pérez y María Luisa Ochoa Zaldívar. Cursó estudios de comercio y trabajó en una compañía de electricidad y en una farmacia. Afiliado a la UGT y al Partido Republicano Radical Socialista, fue activo colaborador de la Cruz Roja portuense.

Sus primeros pasos de relevancia en la política los dio el 29 de abril de 1931 cuando, tras la proclamación de la Segunda República, fue designado para formar parte de la comisión gestora del Ayuntamiento de la localidad.

En las elecciones municipales celabradas el día 31 del mes siguiente, como consecuencia de la anulación de las del 12 de abril en aquellas localidades que se incoaron expedientes de protesta, Cossi resultó proclamado alcalde con el voto favorable de 18 de los 24 concejales que componían la Corporación. En dicho cargo permaneció hasta el 25 de mayo de 1932, fecha en la que dimitió por razones estrictamente particulares, no sin antes solicitar que fueran publicadas las cuentas de su gestión, el estado de las obras realizadas, así como sus inversiones. Reclamado por sus correligionarios para la Alcaldía, la ocupó nuevamente el 22 de junio del año siguiente. Su huella se dejó sentir en la mejora del alumbrado público, pavimentación y alcantarillado de numerosas calles portuenses, así como en las obras realizadas en diversas escuelas públicas y edificios municipales.

El 27 de febrero de 1936, dos semanas después del triunfo electoral del Frente Popular, fue designado por aclamación, presidente de la nueva comisión gestora de la Diputación de Cádiz. Por aquel entonces pertenecía ya a Izquierda Republicana, que estaba encabezada por Manuel Azaña Díaz y que había surgido en abril de 1934 de la fusión de diversos partidos.

Cuando en la tarde del 18 de julio de 1936 el edificio que albergaba el Gobierno Civil y la Diputación Provincial fue sitiado por las fuerzas sublevadas del Ejército, Cossi se encontraba allí. En todo momento permaneció junto al gobernador Mariano Zapico y no quiso abandonarlo cuando al anochecer se dio la oportunidad a quienes lo desearan.



La defensa del edificio, protagonizada por medio centenar de guardias de asalto al mando del capitán Antonio Yáñez-Barnuevo y varios centenares de militantes del Frente Popular, cesó al amanecer con el desembarco de fuerzas regulares indígenas procedentes de Ceuta. Todos los que se encontraban en el interior fueron detenidos.

Cossi, junto a Zapico, Azcárate, Yáñez-Barnuevo, el teniente coronel de Carabineros Leoncio Jaso y otros de significada relevancia fueron inicialmente encarcelados en el castillo de Santa Catalina. El 20 de julio los paisanos fueron trasladados a la prisión provincial si bien parte de ellos, al aumentar el número de detenidos, lo fueron también al penal de El Puerto así como al buque carbonero Miraflores, que tuvo que habilitarse a partir del 25 de julio como prisión flotante. Dos dias después Cossi fue trasladado a las bodegas de dicho buque, donde permaneció hasta el 29 para regresar a la prisión provincial.

La maquinaria judicial de los sublevados se puso en marcha y el 22 de julio se inició la instrucción del juicio sumarísimo nº 82/1936, incoado paradójicamente por el delito de rebelión militar. Los encartados fueron Cossi, Zapico, Azcárate, Jaso y Yáñez-Barnuevo así como Antonio Macalio Carisomo, secretario particular del gobernador, y Luis Parrilla Asensio, oficial de telégrafos. El 2 de agosto se elevó a plenario respecto a Zapico, Jaso, Yáñez-Barnuevo y Parrilla, que fueron fusilados el día 6 en el castillo de San Sebastián, mientras que sobre Cossi, Azcárate y Macalio se ordenó deducir testimonio e iniciar un nuevo procedimiento.

Cossi y Macalio designaron como defensor al letrado Andrés López Gálvez pero éste rehusó alegando que "no es prudente desde el punto de vista profesional hacerse cargo de la misma". Sin embargo y por razones aún no conocidas, el general Queipo de Llano ordenó que Azcárate y Macalio fueran fusilados el 16 de agosto, sin conocimiento del juez instructor, junto al capitán de Infantería retirado Antonio Muñoz Dueñas, el diputado del PSOE Rafael Calbo Cuadrado y el obrero Julián Pintos Uriarte. La ejecución se realizó en los fosos de Puerta de Tierra y durante mucho tiempo hubo la errónea creencia de que Cossi había perecido con ellos.

Lo cierto es que el lugar, fecha y autores de su muerte y sepultura siguen siendo grandes incógnitas. En el Registro Civil de Cádiz no se realizó la inscripción de su defunción ni tampoco en el de El Puerto, donde residía como soltero en el domicilio de su madre. Tampoco consta su enterramiento en los cementerios de dichas ciudades. En los archivos de la antigua prisión provincial de Cádiz (actual Puerto II), la última anotación que le consta en su expediente es que fue conducido el 17 de agosto a la Fábrica de Torpedos (actual Instituto Hidrográfico de la Armada). ¿Sería verdad? Nunca más se supo de él.

Por otra parte y gracias a la historiadora Alicia Domínguez Pérez se conoce que el 13 de septiembre de 1938 se le instruyó expediente por la Comisión Provincial de Incautaciones y que por resolución de 31 de mayo de 1941 del Juzgado de Instrucción Provincial de Cádiz de Responsabilidades Políticas, fue declarado fallecido en "los primeros días del Movimiento".

Su familia también sufrió la represión. Sus hermanos Eduardo y José Jacinto fueron encarcelados, al igual que su cuñado, Pablo Cerdá Simó. De Eduardo, casado y con seis hijos de corta edad, tampoco se supo nada más. Sí aparece en cambio la inscripción de su muerte, acontecida a causa del "Glorioso Movimiento Nacional", precisamente el 16 de agosto de 1936, habiéndose realizado fuera de plazo el 12 de noviembre de 1938 en virtud de carta-orden del juez de instrucción de El Puerto como consecuencia del auto dictado para la declaración de "desaparecido".

Francisco Cossi Ochoa, presidente de Diputación y dos veces alcalde de El Puerto de Santa María (donde tiene una de las calles menos conocidas por los portuenses), sigue esperando a que algún día sus restos sean localizados y puedan descansar dignamente en paz. /JESÚS NÚÑEZ
Fuente: Europa Sur digital.

147. MANUEL FERNÁNDEZ MONTESINOS (Granada, 1901 -1936)
Médico y Alcalde de Grandad en 1936. Miembro de la ponencia “La conveniencia de formar parte de la Mancomunidad andaluza”, ante la Asamblea de Córdoba de 1933.

Hijo de un alto cargo de la Banca Rodríguez Acosta en Granada, estudió Medicina en la Universidad de Granada, obteniendo el título en 1921. En 1930 se casó con Concepción (Concha), hermana de Federico García Lorca, con la que tuvo tres hijos, Vicenta, Manuel y Concha.

Miembro del Partido Socialista Obrero Español, fue elegido concejal de Granada el 12 de abril de 1931 en las listas de la Conjunción Republicano-Socialista.

Junto a Luis Fajardo Fernández y Carlos Morenillas es autor en 1932 de la ponencia "La conveniencia de formar parte de la Mancomunidad Andaluza" solicitada por el ayuntamiento de Granada para ir a la Asamblea de Córdoba sobre el Estatuto de Andalucía y en la que se muestra contrario a la integración de Granada.
Destituido en 1934, cuando tras los sucesos de octubre de 1934, la corporación municipal es sustituida por una gestora por orden del gobierno radical-cedista, recupera su acta de concejal tras la victoria del Frente Popular en las elecciones de febrero de 1936. El 1 de julio de 1936 sustituyó en la alcaldía a Luis Fajardo Fernández.
Tras la sublevación que dio origen a la Guerra Civil Española, el 20 de julio fue detenido por los sublevados, en el salón del Ayuntamiento, junto con otros concejales y militantes socialistas. Fue fusilado la madrugada del día 16 de agosto de 1936 en las tapias del cementerio de Granada.
Fuente: http://es.wikipedia.org


148. DOMINGO BARNÉS SALINAS (Sevilla, 1879- 1940)
Pedagogo y Político. Misiones Pedagógicas. Ministro de Instrucción Pública en 1933.


Pedagogo y político español, n. en Sevilla. Ocupó los cargos de director del Museo Nacional, profesor de paidología en la Escuela de Estudios Superiores del Magisterio, embajador en México y ministro de Instrucción Pública. Colaboró en el Boletín de la Institución Libre de Enseñanza y escribió obras como Ensayos de filosofía y pedagogía, El desenvolvimiento del niño, Psicología de la adolescencia y Fuentes para el estudio de la paidología.




149.HORACIO HERMOSO ARAUJO (Sevilla, 1982- 1936)
Alcalde de Sevillla por Izquierda Republicana


Con la unión del Frente Popular (socialistas, comunistas, cenetistas etc) gana las elecciones en febrero de 1936, y España vuelve a dar un volantazo hacia la izquierda. Sevilla estrena alcalde Don Horacio Hermoso Araujo, el último alcalde repúblicano.

Para que se hagan una idea del panorama nacional , solo en los primeros meses de este año hubo ciento noventa y nueve asaltos, ciento sesenta y ocho incendios, once huelgas generales cuarenta tiroteos, con un balance de setenta y cuatro muertos. Dentro de este situación  de insostenivilidad  Sevilla se llevo la palma con treinta y siete atracos , dieciocho atentados contra personas heridas y muertas , algunos a plenas luz del dia en el casco historico de la ciudad , ante la mes vergonzante impunidad ,con el no intervencionismo de las fuerzas de seguridad.-

En la llamada "Primavera Trágica", la careta del Frente Popular, se cayó del todo pues , lucharon abiertamente contra la autoridad República,  es curioso que se habla de la sanjurjada como el primer golpe de Estado militar , mientras que la proclamacion del efimero y secesionista Estado Catalan y el levantamiento de Asturias, en 1934 ambos de izquierdas, no son merecedores de este calificativo y donde el regimén republicano fue abiertamente traicionado .-

Paradogicamente, los mismos autores de esta imposible convivencia ciudadana , donde los enemigos politicos sencillamente eran asesinados y que buscaba una rampa de lanzamiento para la implantacion del regimen comunista, son los mismo que que cuando perdieron la guerra enarbolaban , la bandera de las libertades y las democraticas , contra la que ellos mismo habian atentado sin ningún exito .-

En el marcador de golpes de Estado, digamos que estaba derechas 1 , izquierdas 2, con la única diferencia que el primero era contra el Gobierno no contra el sistema y los otros dos iban contra el regimen político en si mismo, para radicalizarlo. En aquel  verano de 1936 estaban planeados dos golpes uno protagonizado por los militares ( en primipio tambien contra el gobierno ) y otro por los frentepopulista aprovechando las Olimpiadas del Trabajo en Barcelona, donde estaban preparados, miles de sujpuestos deportitas de la Union Sovietica y  barcos con armamentos . Los militares se adelantaron. sólo por dias ( el asesinato de Calvo Sotelo fue la chispa del polvorín ) , su audacia , imaginación , determinación y profesionalidad le dio la victoria rapida en un primer asalto en Sevilla, asi de simple , en tres episodios básicos: en el Frente del Centro, en el de Tablada y en el de la Pañoleta.
Fuente: http://www.galeon.com/juliodominguez/2006b/repu7.html


150. AMÉRICO CASTRO  QUESADA (Cantagallo, 1885- 1972)
Filólogo e Historiador

Cursó estudios de Derecho y Letras en la Universidad de Granada. Amplió estudios en Francia y Alemania. En 1915 ganó la cátedra de Historia de la Lengua Española de la Universidad de Madrid. Al proclamarse la Segunda República fue nombrado embajador en Berlín. Exiliado en Argentina, México y finalmente Estados Unidos, donde fue catedrático en la Universidad de Princeton y La Jolla (California). Regresó a España en 1970. Entre sus obras destacan: «Lengua, enseñanza y literatura» (1924), «El pensamiento de Cervantes» (1925), «España en su historia» (1948), «La calidad histórica de España» (1954), «Semblanza y estudios españoles» (1956), «Origen, ser y existir de los españoles» (1959), «La Celestina como contienda literaria» (1960) y «Los españoles: como llegaron a serlo» (1965).
Fuente: http://www.portaldelexilio.org

151. MARÍA LEJÁRRAGA GARCÍA (La Rioja, 1874-1974)
Escritora. Diputada por Granada en la II República


152. MANUEL JIMÉNEZ PINILLO “MANUEL VALLEJO” (Sevilla, 1891- 1960)
Cantaor

Manuel Jiménez Martínez de Pinillos nació a las 12 de la mañana del día 15 de octubre de 1891 en el número uno de la calle Padilla de Sevilla, en el seno del barrio de San Marcos. Algunos expertos, guiados por unas declaraciones que hizo el propio cantaor, también indican que Vallejo nació en Sanlúcar de Barrameda, lo que no se ha podido demostrar. Murió el siete de agosto de 1960 en el Hospital Central de Sevilla, hoy sede del Parlamente de Andalucía, después de seis días de enfermedad que le quitaron la vida a consecuencia de un ictus apoplético. Desde muy niño Vallejo entró en contacto con el flamenco. No en vano, ya con 15 años frecuentaba el Kiosco de Pinto de la Alameda de Hércules, donde alternaba con Pastora Pavón, Tomás y Currito el de la Geroma, entre otros. La primera vez que aparece Vallejo en público con este nombre, según narra Manuel Bohórquez, es en un cartel del cinco de junio de 1919, en un beneficio que se le organizó a Antonio Silva El Portugués en el Variedades de la calle Trajano de Sevilla. Compartió tablas aquella noche con El Cojo de Málaga, Fernando el Herrero, las Pompis, el Gloria, El Colorao de la Macarena, y el Niño Ricardo, que entonces se anunciaba como Manolito el Carbonero. Sus primeros discos los graba el cantaor para la casa Pathé en 1923 acompañado a la guitarra por Ramón Montoya. Y a partir de aquí comenzó su estrellato. Fue requerido en todas las ciudades de España y se convirtió en uno de los saeteros más requeridos de la Semana Santa sevillana. En este punto llegamos al año de 1925. El empresario Pavón de Madrid creó por entonces en su teatro de la calle Embajadores la llamada Copa Pavón, que se celebró la noche del 24 de agosto. Participaban en el certamen Manuel Escacena, El Cojo de Málaga y Pepe Marchena, entre otros. Pero el jurado, presidido por Antonio Chacón, decidió otorgarle el premio a Vallejo, en quien el maestro jerezano había visto a su sucesor. Es curioso también que, al parecer, al día siguiente se hizo una fiesta en Villa Rosa y Chacón le comentó a Vallejo que le había dado el trofeo a él porque era el mejor, pero que la Vieja (este era el apodo con el que se referían a Pepe Marchena) ganaría más dinero que él. Después de esto Vallejo se convirtió en la gran figura del cante, siendo el único capaz de llenar teatros como el Maravillas y el Romea de Madrid durante todo un mes. Y un año después, la hecatombe. El teatro Pavón volvió a acoger una nueva edición del concurso y Vallejo volvió a presentarse. Sin embargo, el premio fue a manos de otro sevillano, Manuel Centeno. Se dice que Vallejo fue mejor, pero que no era rentable darle dos años seguidos la copa al mismo cantaor. Por eso, los empresarios del teatro volvieron a frotarse las manos para resolver el entuerto. Recordaron aquella vieja llave de oro del Nitri y decidieron desagraviar al cantaor sevillano entregándole la segunda Llave del Cante. Se organizó un acto el 5 de octubre para hacer la entrega en el que estuvieron José Cepero, Angelillo, Manuel Escacena y el Chata de Vicálvaro. Pero fue el mismísimo Manuel Torre, que también actuaba con asiduidad en el Pavón, quien le entregó el trofeo. De esta manera se le hacía la competencia directa al Romea, donde Centeno actuaba a diario y había ganado fama por sus esplendorosas saetas.

A partir de aquí Vallejo se empezó a conocer como el Fleta del Cante, ya que se le comparaba con el tenor oscense, del que era muy amigo. Hasta la llegada de la Guerra siguió grabando muchos discos, pero el conflicto frenó sus aspiraciones. Tras la bandera blanca volvió a los escenarios, llegando a trabajar incluso para la compañía de Juanito Valderrama. Siguió grabando discos hasta 1950 con la casa Columbia, acompañado a la guitarra por Paco Aguilera. Pero los diez últimos años de su vida fueron tristes. Vallejo entró en declive. Pero eso no quita que el tiempo lo siga conservando en su memoria como uno de los más grandes cantaores de la historia. Ahí quedan sus bulerías, de las que fue prácticamente el padre tal y como hoy las conocemos, sus granaínas y tarantas, sus seguiriyas y sus fandangos por soleá.

Fuente: www.andalucia.org



153. MANUEL BLASCO GARZÓN (Sevilla, 1887- 1954)
Abogado, Ministro de Comunicación y Marina Mercante y Justicia en la II República. Presidente del Ateneo y del Sevilla F.C. Promotor del homenaje a Góngora en 1927.



Elegido diputado a Cortes por la circunscripción de Sevilla en las elecciones de 1923 a las que se presentó por la Izquierda Liberal, ocupará entre 1923 y 1925 la presidencia del Sevilla CF.
Tras la proclamación de la Segunda República Española participaría en las elecciones de 1933 en representación del Partido Republicano Radical y en las elecciones de 1936 como representante de la Unión Republicana obteniendo en ambas ocasiones un escaño por Sevilla.

Fue ministro de Comunicaciones y Marina Mercante entre el 19 de febrero y el 13 de mayo de 1936, fecha en que pasó a ocupar la cartera de ministro de Justicia hasta el 4 de septiembre de 1936.

Fuente: http://es.wikipedia.org

154. FRANCISCO GINER DE LOS RÍOS (Ronda, 1839 - 1915)
Filósofo y pedagogo. Fundador de la Institución Libre de Enseñanza

Pensador. Estudió Derecho y Filosofía en las universidades de Barcelona, Granada y Madrid. En esta última conoció a Sanz del Río, introductor en España del pensamiento del filósofo alemán Krause; desde entonces se situaría en el centro del núcleo krausista (junto a Salmerón, Moret, Azcárate, Labra...), que tanta influencia habría de tener sobre el pensamiento y la acción de los liberales españoles. Dicha escuela defendía un ideal racionalista de armonía social basado en la reforma ética del individuo a través de la educación, para sustentar un Estado verdaderamente liberal.

En 1867 obtuvo por oposición la cátedra de Derecho Natural de la Universidad de Madrid, que sin embargo abandonó a los pocos meses en protesta por las sanciones del gobierno a Sanz del Río. Volvió a su cátedra tras el triunfo de la Revolución de 1868, fue separado de ella tras la Restauración borbónica por el gobierno Cánovas (1875) y nuevamente repuesto al llegar al poder los liberales de Sagasta (1881).

En 1876 fundó la Institución Libre de Enseñanza, empresa a la que dedicaría el resto de su vida; se trataba de un centro educativo basado en modelos pedagógicos modernos, laicos y progresistas, que se proponían como alternativa a la enseñanza oficial dominada por la Iglesia. Giner dejó una amplísima obra escrita sobre temas jurídicos, filosóficos, políticos, artísticos y literarios.

155. LUIS FAJARDO GONZÁLEZ
Alcalde de Granada en 1936 y concejal desde 1931. Fundador del Partido Republicano Autónomo granadino

156. LUIS SECO DE LUCENA (Tarifa, 1857- 1941)
Periodista. Fundador del Defensor de Granada e Hijo Adoptivo de la ciudad.

Luis Seco de Lucena fue el fundador de El Defensor de Granada en 1880, su principal mérito, por sí sólo para figurar en lugar de honor en los anales de la historia granadina. Hijo de militar, nació en Tarifa en 1857, recorriendo durante su infancia distintas plazas por motivos de los traslados paternos, de modo que después de su localidad de nacimiento, primero, fue llevado a Cádiz en 1860 cuando contaba tres años de edad, luego a Ceuta en 1862 y posteriormente a Sanlúcar de Barrameda, el Puerto de Santa María y Sevilla, en las que crecería y entablaría amistades tan decisivas para su posterior bagaje intelectual y afectivo como las del poeta Luis Montoto o el fundador de ABC Torcuato Luca de Tena; todas ellas dejarían en él recuerdos imborrables de su niñez y adolescencia.

En junio de 1877, llega a Granada. Nuestra ciudad, que ya para siempre sería la suya, le pareció distinta y sublime, le cautivó hasta la médula, hasta el punto que tras deambular durante una semana por los distintos barrios y rincones de nuestra ciudad y comprobar la diferente carestía de precios con Sevilla, decidió trasladarse a vivir aquí con su familia .

A poco de residir en Granada continuó su labor periodística iniciada en el Universal de Sevilla auspiciando la aparición de El Defensor de Granada, que se convertiría en un auténtico instrumento de poder e influencia.

Fue un gran defensor del patrimonio cultural granadino y su labor divulgativa quedó plasmada en una serie de obras tales como Poesías y Pensamientos del Albúm de la Alhambra, Idearium de la Alhambra, La Alhambra, estudio de Historia y Arte, la Alhambra como fue y como es, traducidas a varios idiomas y sobre todo, el famoso Plano Árabe de Granada. Luis Seco de Lucena murió en Granada en 1941. Había sido nombrado años antes, hijo adoptivo de Granada y se le había entregado la medalla de oro de la ciudad.

156. RAFAEL VAQUERIZO GASCÓN
157. VIRGILIO CASTILLA

161. MARÍA DEL ROCÍO TRINIDAD MOHEDANO JURADO “ROCÍO JURADO” (Chipiona, 1946- 2006)
Cantante y actriz.

Nació en el número 11 de la calle Calvo Sotelo de Chipiona, en el seno de una familia humilde. Su padre, Fernando Mohedano, era zapatero y cantaor de flamenco en sus ratos libres; su madre, Rosario Jurado, era ama de casa y cantante aficionada de la música española. En su hogar aprendió a amar la música; su primera presentación en público la hizo a los ocho años, en una obra en su Colegio de La Divina Pastora. También aprendió a trabajar duro desde muy niña. Cantaba misas, participaba en festivales de su colegio y también, a los quince años, cuando falleció su padre, tuvo que echar una mano a la precaria economía familiar. Trabajó de zapatera, recolectora de frutas y aún tenía tiempo para presentarse a los concursos de Radio Sevilla.

A Rocío le llegaron a llamar 'La niña de los premios' ya que ganaba todos los premios de las emisoras de radio en los cuales participaba. En 1958, su primer premio fue en Radio Sevilla, en el Teatro Álvarez Quintero, de Sevilla. Su primer premio fueron 200 pesetas, una botella de gaseosa y un par de medias, como ella misma confesó a una revista del corazón.

De la mano de su madre, viajó a Madrid, sin haber cumplido la mayoría de edad, donde una vieja amiga del pueblo la presentó a La Niña de los Peines y al maestro Manolo Caracol. Sin embargo, su imparable carrera artística no empezó hasta su primer encuentro con la cantaora Pastora Imperio.

Pastora Imperio inmediatamente contrató a Rocío para el tablao que regentaba, El Duende, uno de los primeros de la época de los tablaos. Siendo una menor, tenía que vestir ropa que la hiciera aparentar más edad para no llamar la atención de las autoridades. Su compañera, la cantaora y bailaora malagueña Cañeta de Málaga, que también había llegado a Madrid aún siendo joven a buscar fortuna con su arte y fue contratada en El Duende, recuerda en una entrevista como la joven Rocío cantó "sus alegrías, sus tientos y sus cosas de la Piquer".

Rocío siempre había dicho que nació en 1944 ya que cuando llegó a Madrid para cantar en 1960 era menor de edad. Hasta los 16 años no podía cantar en los tablaos, por este motivo es que falsificó su fecha de nacimiento.

La declaración flamenca más contundente de Rocío Jurado llegaría años después cuando ya era una destacada intérprete de la copla. En 1982 aplicó sus extraordinarias dotes al cante flamenco en un doble LP con la colaboración de dos máximas figuras de dicho género: el guitarrista Manolo Sanlúcar y el cantaor Juan Peña "Lebrijano". Titulado "Ven & Sígueme", descubrió que la famosa cantante también se movía con soltura por los caminos de lo jondo. A pesar de un decir lírico ya perfectamente desarrollado, la polifacética artista demuestra sus conocimientos y su compás en una serie de cantes rigurosamente tradicionales e interpretados con gran cariño.

El cineasta Carlos Saura tomó nota y se sirvió de la voz de Rocío en dos largometrajes: "El Amor Brujo" con Cristina Hoyos en 1986 y "Sevillanas" en 1992 donde interpreta junto a figuras tan relevantes del mundillo flamenco como Paco de Lucía, Camarón de la Isla, Tomatito, Lola Flores, Manuela Carrasco o Matilde Coral entre muchos otros.

En la edición de 1998 del Festival de Jerez dedicado al baile flamenco, el Teatro Villamarta tuvo que colgar el cartel de "entradas agotadas" para la gala de Rocío semanas antes que para cualquier otro espectáculo. Un homenaje unipersonal a la cantante llegó con la adaptación por bulerías de Fernanda de Utrera de "Se Nos Rompió El Amor", canción de Manuel Alejandro popularizada por Rocío.

Su voz fue reconocida a nivel internacional. Prueba de ello es el premio como la Mejor Voz Femenina del Siglo XX, que le fue concedido en el año 2000 en la ciudad de Nueva York.


Fuente: http://es.wikipedia.org

Rafael Alberti Merello (Puerto de Santa María, 1902 – 1999)
Poeta

Rafael Alberti Merello nacía en El Puerto de Santa María (Cádiz) el 16 de diciembre de 1902, quinto de los seis hijos que tuvo el matrimonio de Agustín y María, nieto de bodegueros proveedores de las cortes europeas. En 1917 se trasladaba con su familia a Madrid, para dedicarse a copiar pinturas en el Museo del Prado, vocación que prefirió al bachillerato, que jamás terminaría. La nostalgia de la bahía de Cádiz y los remordimientos tras la muerte de su padre, le llevaron a refugiarse en la poesía y dejar la pintura en un segundo plano. A partir de ese momento, iría introduciéndose en la Residencia de Estudiantes, donde se relacionaría con los padres de la que se daría en llamar Generación del 27 (Dámaso Alonso, Lorca, Gerardo Diego y Aleixandre, entre otros),  el ponderado movimiento intelectual que, según los estudiosos, había surgido con motivo del homenaje celebrado en Sevilla en 1927 a Luis de Góngora, en el centenario de su muerte, formado por un grupo extraordinario de autores que renovaría las letras e influiría de forma determinante en todas las artes. Alberti reunió entre 1920 y 1924 sus primeros poemas bajo el título "Mar y Tierra", que presentó en el  Premio Nacional de Literatura de 1924-1925, y ganó, junto al poeta santanderino Gerardo Diego. El libro se titularía definitivamente "Marinero en Tierra".
      Por esos años entabló amistad con poetas como Juan Ramón Jiménez, Pedro Salinas, Jorge Guillén, Emilio Prados y Manuel Altolaguirre, el compositor gaditano Manuel de Falla, y los genios de la pintura y el cine Dalí y Buñuel (también mantendría fuertes vínculos con Pablo Neruda y el francés Louis Aragon). Intervino como activista en las protestas estudiantiles contra el general Primo de Rivera, y, en 1929 publicó una de sus obras maestras, "Sobre los ángeles", de fuertes tintes surrealistas. Se casó en 1930 con la escritora María Teresa León, con la que compartió los años de su exilio por Buenos Aires y Roma (Mª Teresa fallecería en 1988), y con la que tuvo una hija, Aitana. En 1931 estrenó su primera obra de teatro, "El hombre deshabitado".  Ese mismo año comenzó a relacionarse en Francia con Picasso y escritores sudamericanos como César Vallejo, Miguel Ángel Asturias y Alejo Carpentier. Becado por la Junta para la Ampliación de Estudios de la Segunda República Española, viajó en 1932 a la Unión Soviética y trató con los escritores soviéticos de la época. El año siguiente conoce a Pablo Neruda y, según cuenta en sus memorias, empieza a convertirse en  "poeta en la calle": en realidad, el poeta nunca separó su labor intelectual de su actividad política, desde sus primeros versos hasta su retiro en Puerto de Santa María.  Escribió multitud de poemas satíricos y de agitación, que recitaría en actos políticos, bibliotecas obreras y  plazas públicas. En 1933 asistió en Moscú como invitado al primer Congreso de Escritores Soviéticos.
       A partir de 1934 inicia una gira por varios países americanos, y, en 1936, año de la muerte de Lorca, interviene en España en la campaña por el Frente Popular. Durante la Guerra Civil se entrevistó con Stalin en Moscú, y decidió enrolarse en la aviación republicana. En el transcurso del asedio a  Madrid participó en la evacuación de las obras del Museo del Prado, para evitar su destrucción bajo el bombardeo de la artillería nacional.
   

 El 27 de abril de 1977 regresó a España: en junio de ese mismo año fue elegido diputado a Cortes del PCE por la provincia de Cádiz, pero poco después, en octubre de ese mismo año, renunció al escaño. Desde su vuelta a España residió en su ciudad natal, el Puerto de Santa María. En 1989, la Diputación de Cádiz creó en su ciudad natal la fundación que lleva su nombre, a la que se trasladó gran parte de su archivo y biblioteca personales. Contrajo matrimonio en segundas nupcias con María Asunción Mateo, quien le ha acompañado y representado durante los últimos años.
Fuente: www.mundolatino.org






Manuel José García Caparrós 
(Málaga, 1958 – 1977)
 Trabajador malagueño de la fábrica de Cerveza Victoria y militante de Comisiones Obreras.

Murió por un disparo efectuado por la Policía Armada durante la manifestación del 4 de diciembre de 1977 en pro de la autonomía andaluza al intentar alzar una bandera andaluza en el Ayuntamiento de Málaga.[2]

El lugar donde cayó muerto se convirtió en un "altar" improvisado por donde pasaron miles de malagueños, hasta que fue destrozado. Durante varios días, hubo protestas por la represión policial.

El pleno del Ayuntamiento de Málaga del 16 de noviembre de 1995 aprobó darle su nombre a una calle en su memoria. La Diputación Provincial de Málaga le nombró Hijo predilecto de la provincia a título póstumo el 20 de abril de 2009.

Actualmente es todo un símbolo para Andalucía, al igual que Blas Infante.