Queremos que los grupos, Consejos, sindicatos, unidades, delegaciones, fundaciones, departamentos, áreas, delegaciones, consejeros y ministerios de este pais dedicados al empleo lo traigan, generen y mantengan. Si no lo procuran deben desaparecer todas.
Para los que no somos de familia bien, para los pobres, para los migrantes, para quien la vida le haya ido mal, para los marginales y marginados y para los migrantes.
Están despidiendo a destajo, cerrandolo todo. Están eternizando los teletrabajos del tejido público, desasistiendo a las personas. Los grandes partidos ya no atraen hace una treintena de años a empresas generadoras de salarios, sólo continúan con sectores terciarios como el turismo que ya solo beneficia a los grandes grupos franquiciados. El comercio local y la pequeña empresa está moribunda gracias a ellos.
Las instituciones que pagamos tienen el deber asistir primero o desaparecer. Luego nuestra supervivencia es nuestra.
Han agotado la esperanza en la universidad, epicentro de nuevos sentidos críticos. Nuestras jóvenes emprenden en tecnocracias o optan casi en la totalidad a la oposición de más dinero público apenas con veintipocos años por lo que ven alrededor.
Los trabajadores de la política no están trabajando hace años en lo nuestro luego deben caer, exterminarse, desaparecer. Los funcionarios de la Junta de Andalucia han tenido una mala escuela piramidal.