El
próximo domingo, 21 de junio, comienzan los procesos selectivos para
l@s aspirantes a una plaza de maestr@ en Andalucía. Como viene siendo
habitual, l@s aspirantes andaluces/zas, el alumnado y todo el pueblo
andaluz se encontrarán indefensos ante un proceso selectivo en el que
los contenidos referidos a Andalucía de cada materia no les son
expresamente demandados a l@s participantes.
De
esta forma, los aspirantes andaluces/zas, conocedores de estos
contenidos por haber estudiado en el sistema educativo de Andalucía o
vivido en este país, se encuentran con una situación de inferioridad
ante aquell@s aspirantes foráne@s que no los poseen, pero que tampoco
los necesitan, porque no les serán demandados en un proceso selectivo
que en nada tiene en cuenta las especificas necesidades andaluzas. El
alumnado andaluz se encontrará con más docentes que no estarán
familiarizados con la lengua, historia, geografía, ciencia... de
Andalucía y que los pueden estigmatizar por “no hablar bien” o por
cualquier otro aspecto de nuestra cultura que desde el propio diseño del
proceso son considerados “menores”, “superfluos” o “prescindibles”.
Desde
Nación Andaluza solicitamos que se realice una prueba específica de
conocimientos de geografía, historia y cultura andaluzas a los
aspirantes no andaluces/zas (al igual que otros territorios establecen
requisitos lingüísticos y culturales para participar en sus procesos
selectivos). Una prueba adicional donde se recojan los contenidos
lingüísticos, históricos, musicales, geográficos y científicos de toda
índole, propiamente andaluces.
Recordamos
que las minorías nacionales oprimidas –y Andalucía obviamente lo es en
el contexto del Estado español, como así lo avalan todos los datos
estadísticos en todos los órdenes económicos, laborales, migratorios,
sociales y culturales- tienen reconocido universalmente el derecho a
reclamar y obtener respeto a su identidad. Por lo tanto Andalucía y los
andaluces tienen derecho a ser sujetos de una acción afirmativa –como
las que hace décadas que se realizan de diferente manera en Canadá,
Sudáfrica y otros estados con otras minorías- que contribuya a compensar
la desigualdad. No es admisible que este desprecio a la historia y
cultura andaluzas en las oposiciones convocadas por la Junta. Ni la
contribución adicional que esta actitud genera al mantenimiento del
dramático diferencial crónico de desempleo que mantiene nuestro país -en
general y especialmente entre los titulados universitarios- en relación
a la media del Estado español. Andalucía necesita unas instituciones
propias que defiendan nuestra cultura en lugar de la Junta, fiel lacaya
de Madrid que desprecia la importancia de nuestras manifestaciones
culturales y científicas para doblegarse ante el ministro Wert y el
nacionalismo español.
Asimismo,
Nación Andaluza vuelve a denunciar a la Consejería de Educación y le
exige la retirada del Decreto 51/2000 y de la Orden 34/2000, que
establecen el fin de la supervisión de los proyectos editoriales con los
que trabaja el alumnado andaluz. La supuesta “supervisión” se
realizaría a posteriori, una vez que el libro está ya en el mercado y
además es inexistente en la realidad, dándose el caso de libros de
ciencias sociales e historia con un redactado estatal uniforme para
ahorrar costes, que omiten cualquier referencia a Andalucía en su texto
concentrándola en cuadernillos anexos que habitualmente se pierden o no
se tratan ni trabajan. Un ejemplo físico de la consideración supletoria
que de la historia y cultura andaluzas tiene la Junta de Andalucía. La
Junta de Andalucía fue la primera administración en el estado que
renunció en el año 2000 a ejercer sus competencias en educación(a través
del Decreto 54/2000), dejándolas en manos del libre mercado
capitalista, y debe rectificar, promoviendo la inclusión de forma
correcta y proporcionada de contenidos andaluces en los libros de textos
y en las aulas.
¡Por la defensa de l@s maestr@s y profesore/as andaluces/zas!
¡Por un sistema educativo verdaderamente andaluz!
Comisión Permanente de Nación Andaluza - Andalucía, 10 de junio de 2015.
Fuente: Nación Andaluza