Imagen: Llaves de Sevilla.
Los Batihojas (1) y la insolidaridad de la izquierda con las personas que no pueden sobrevivir o no quieren aplaudir
todos los días en casa
Qué plana vuelve a ser Andalucía. Qué dócil y sumisa. No ha
pasado más que mes y pico y han visto estos ojos tantas cosas que se queda corto
todo parecer socio político en gentes que tienen cierta trayectoria y espíritu
crítico.
Ahora están los balcones de esta ciudad Sevilla con algunos
farolillos y memes de la temporada de caracoles. Precedieron torrijas y cofradías de cartones. Todo
un mundo hecho para cobardes fuera de un indefinido combate en esta ciudad teatral llena de ciudadanos "de temporada". Esta Sevilla mariana, que se vende a la acogida y al extractivismo empresarial de sus
materiales - y cómo no al turismo- , se divide de puerta a puerta, de vecino a
vecino y de calle a calle.
El Covid existió siempre en China y lo sacaron de allí para unir el
mundo en forma de masacre de personas con achaques, y abuelas pobres. Al fin y al cabo
ha sido el único problema que ha unido este mundo deforme y teledirigido. A nivel local y con
datos, en los geriátricos de ricos hubo menos bajas o casi ninguna. Es lo que tienen los ricos, que siempre
llegan antes (ver residencias Heliópolis versus San Juan de Aznalfarache). Los pisos
turísticos y el ladrillo baja, el gasoil y las grandes distribuciones. Y quizás
Europa se agriete lo mismo que la economía capitalista se base en la asistencia
y en los latifundios nobles de siempre y los que surjan.
El caso es que la llames biopolítica o nomenclaturas pobres/
progres, en la guerra de microbios y células nos han enfrentado a todos. A
todas. Los acomodados y las zonas geográficas del Estado Español han definido
de qué van con sus movilidades irresponsables. Han hecho un buen acompañamiento al virus jabonero. Incluso ha dado la cara hasta los beneficios del nacionalismo catalán frente a
la chulería madrileñista en la invasión de las costas caditas. El gobierno con la agenda
televisiva de los ministros y las autoridades también. Pero y nosotros, pueblo
de recursos y con un paro superior al treinta y cinco por ciento, -sustentada
por la conversión del Psoe al sector terciario del turismo-, dónde estamos aún
con plena conciencia de todo y viéndolas caer.
Sorprende sobremanera que los catedráticos no alineados y
ese puñado de librepensadoras, y todos los profesionales tocados por la
sensibilidad del problema, no se pronuncien y sigamos en la coyuntura que
estamos. Pese a esto, es tan sibilino como sublime, que el activismo que
presume de abanderar el Moscú chiquetito sevillano, sucumba y se repliegue
(hasta el tonito de reproche de “insolidario” ) a personas que como nosotros, nos
buscamos la vida con toda la prudencia del mundo mundial para sobrevivir. Es de recibo que el que se queda en casa
cuarenta días mal contados, tiene un cajero de cercanías o microcréditos donde
seguir haciendo el dichoso Arroz con Leche o un Culan que nunca vieron en sus emplatados. Es muy propio en este tiempo esa persona de izquierdas que
habla de la Memoria Histórica y postea vecinos caídos en los espacios del
Facebook e Instagram con un tinto de Jerez de la variedad Merlot, haciendo de cronista ataráxico y contemplador memorialista. Es contradictorio retratar en internet lo sublime de los chicharrones del carnicero del Mercado como fomento del pequeño negocio mientras se pide por Amazon tofu ahumado. Es frecuente que los mismos, con barriga de pony y en riesgo de infarto de la no movilidad, etiquete de insolidaria a que la familia vaya a pasear los niños a la azoteilla.
La duda que aparece en ocasiones desnuda es si a la vez que
aplauden a las ocho y la policía activa la sirena complaciente, es si se
acuerdan de sus abuelas propias; del nacimiento de su pelo y cómo se ve, de los cuidados y charlas con sus madres, de sus carencias de cremas que retardan su vejez, de los caprichos vitales que un amigo, de personas con la salud mental dañada, y una gran variedad de situaciones afines . Estáis encerrados para vosotros y nosotros, con una obediencia exagerada por un sistema en el que no creíais hasta ahora. Me preguntaría
incluso si recuerdan que somos hombres y mujeres que no queríamos asistencialismos, sino herramientas para no depender constantemente de las caridades que
amablemente aparecen y que no representan auténticos lobbys de crisis.
Me alegro que no piensen que así empiezan las guerras en
estos dividendos vecinales y verdaderas resilencias a que la gente saquen
gaitas, himnos, banderas. Me alegro que valores que podías hacer gimnasia sin gimnasio. Me alegro que usen wifis compartidas. Me alegra que el sistema te diga qué es en la sociedad lo básico e indispensable. Me alegro que ahora soportéis a un gran falangista militar macareno a tu lado, y hace seis meses lideraras el Fuera Queipo. Me alegro que jueguen a ver quien la tiene más grande
en las redes, en los hipermercados, en las vecindades. Y también me alegro de tu plato de fruta cortada con fresas de Lepe, cogida con negras manos. Por último, lo que más me alegra es haber sabido dónde estaba la Mordaza en mi pueblo. A lo Juan Ramón Jiménez: la llevábais dentro.
Sin embargo al llegar a casa con un mal certificado de tres que llevamos, me pesa tu miedo y tu mirada. Pesa de esa izquierda su retranca
cómoda. Pesa que contigo no pueda ir a ninguna guerra.
Aún en el epitafio de estas líneas suena el acordeón de
aquel rumano. La chatarrería cerrada. Los latinos en la entrada del Merca
olvidados. Los camellos, las aparejadoras, los camareros, las asistentas, los mercadillos,los abogados, los
artesanos… y esa larga lista a las que habéis condenado sin ser culpables de
nada. Todos tenemos hambre de un futuro en el que los imbéciles nos señalan a nosotros como culpables. La inacción nuevamente de una obediencia de control desmesurada. Y son los mismos que publican luego sobre el estraperlo en la Guerra Civil y no bajan dos escaleras a visitar a Esquizo, Estrabón o Autismo.
NOTA 1: Batihojas se les llamaba y llama a personas cuyo
oficio muy preciado laminaba el oro más puro que existe: Oro de 24 ¾ kilates.
En calle San Luis existió una familia en tiempos y ahora se produce en Alemania;
Italia y algún otro país.
NOTA AL MARGEN 1: Otro pavor intelectivo de los que podrían se los altavoces desde Andalucía, que somos el 18% del país, es el síndrome deL NO MARCARSE, no vaya a ser que los aíslen los "tejidos Psoe" (medios comunicación, fundaciones, sindicatos, asociaciones, foros,etc. ), en futuros profesionales. Comprenderán que siempre
ha existido en 40 años de dominio socialista. Los que ahora disfrutan de
bienestar COVID en gran medida, son tod.s los que ha tejido este mismo partido, a la vez que se unieron las afinidades
solaperas (de solapar, que no de
soledad) como IU tradicional o actual Adelante/ Participa/Poemos. Se les paga con la complicidad, el silencio o
la fidelidad. Se les paga realmente con una parte de escaso cambio e importancia en nuestros entes públicos: lo social. Se acaban convirtiendo y gestionando como ellos y se funden en uno. Muchos amigos me entenderán porque hoy día siempre se equivocan diciendo que "corrían detrás de los grises" en vez de delante (obvio no estaban) y porque en vez de decir que eran del PSOE dicen que estaban con el PC ó PT (que quea" más puro).
NOTA AL MARGEN 2: Los andaluces no somos los culpables de nada. Ustedes son nuestros empleados. Hagan su trabajo.
NOTA AL MARGEN 3: Ya tienen el control de nuestros itinerarios,de nuestros futuros, de nuestros teléfonos y de nuestras palabras en la dichosa red. Basta de vilipendiar los ámbitos personales y privados en nombre de una protección falsa que ustedes han permitido entre guerras subterráneas. Basta de decir qué leer y qué fármaco tomarme. ¿Quieren que le prepare un café?.
NOTA AL MARGEN 4: Se me acerca un policía local cabreado porque tiene que repartir mascarillas en el metro y él no está para eso. Le contesto: mire usted tengo 2 carreras 2 masters y 16 años cotizados en empresas públicas y la privadas. Usted cree que mi función es repartir kebabs en Just eats?. Aún así, con su perillita y su herramienta escritora afilada, me contestó ; "po haber estudiao".
ÚLTIMA NOTA AL MARGEN: Observen esta consecuencia lógica aquí en el confinamiento andaluz: trabajos precarios, temporales y de escasa calidad: muchas horas en la calle: poco desarrollo personal, familiar y gestión del ocio: desertización de población activa en pocos años de actividad laboral: multiplicado por dos H/H, H/M, M/M: inexistente ocio: bomba en casa.
De qué sirve ahora tanto librito de la Fuga si has flipado tanto con el Comité Invisible que has perdido la empatía por tus compañéros.
NOTA AL MARGEN 2: Los andaluces no somos los culpables de nada. Ustedes son nuestros empleados. Hagan su trabajo.
NOTA AL MARGEN 3: Ya tienen el control de nuestros itinerarios,de nuestros futuros, de nuestros teléfonos y de nuestras palabras en la dichosa red. Basta de vilipendiar los ámbitos personales y privados en nombre de una protección falsa que ustedes han permitido entre guerras subterráneas. Basta de decir qué leer y qué fármaco tomarme. ¿Quieren que le prepare un café?.
NOTA AL MARGEN 4: Se me acerca un policía local cabreado porque tiene que repartir mascarillas en el metro y él no está para eso. Le contesto: mire usted tengo 2 carreras 2 masters y 16 años cotizados en empresas públicas y la privadas. Usted cree que mi función es repartir kebabs en Just eats?. Aún así, con su perillita y su herramienta escritora afilada, me contestó ; "po haber estudiao".
ÚLTIMA NOTA AL MARGEN: Observen esta consecuencia lógica aquí en el confinamiento andaluz: trabajos precarios, temporales y de escasa calidad: muchas horas en la calle: poco desarrollo personal, familiar y gestión del ocio: desertización de población activa en pocos años de actividad laboral: multiplicado por dos H/H, H/M, M/M: inexistente ocio: bomba en casa.
De qué sirve ahora tanto librito de la Fuga si has flipado tanto con el Comité Invisible que has perdido la empatía por tus compañéros.
La historia no os absolverá. A mis hermanos andaluces. Al derecho a las diferencias reales. Al respeto. A la construcción a yunque y martillo de lo nuestro.
Ciudad de Sevilla. Dios no abrirá ni rey entrará. Primavera 2020.
Juan el Chatarrero, pareja de Ágata Ruíz y vigésimo heredero de Ruiz de Faleiro célebre por su libro "El arte de marear".