El Círculo de Cultura Socialista califica la constitución del Consejo Municipal de la Cultura y el Consejo Cultura-Empresa como “expresión institucional del caciquismo cultural en la ciudad” La organización ha pedido al Alcalde de Sevilla y al Delegado de Cultura del Ayuntamiento que expliquen cuáles son los objetivos que persigue la reestructuración de la Delegación Municipal de Cultura. Sevilla 24 de febrero. Según el Círculo de Cultura Socialista, sorprende que la creación del Instituto de Cultura y las Artes de Sevilla, el Consejo de la Cultura, el Consejo Cultura-Empresa y la anunciada constitución de un foro de agentes culturales no venga acompañada de una explicación de su sentido por parte del Ayuntamiento, más allá del consabido “como en Barcelona”. La organización también muestra su alarma porque el supuesto carácter participativo de alguno de estos órganos oculta, por el contrario, la tendencia a concentrar cada vez en menos manos la capacidad de decisión sobre la cultura de Sevilla. En concreto, sobre el Consejo Cultura-Empresa constituido el pasado 21 de febrero, Cultura Socialista llama la atención sobre la ausencia de representantes de las empresas culturales de la ciudad: a pesar de que este órgano centrará su atención en la rentabilidad económica y social de los programas culturales realizados en Sevilla, no han sido invitados a participar ni libreros, ni editores, ni galeristas ni músicos, ni ningún otro empresario o profesional de la cultura salvo el editor a tiempo parcial Manuel Pimentel, que no desempeña su actividad en Sevilla sino en Córdoba. La constitución de este consejo básicamente con banqueros, constructores, una fábrica de cerveza y sindicalistas no hace sino confirmar que la política municipal de cultura pivota en torno a un sistema de mecenazgo controlado por un grupo de grandes empresas, y no en base iniciativas que garanticen la pluralidad de la oferta, la independencia de la producción cultural y el derecho a la libre expresión. Según el Círculo de Cultura Socialista, todo indica que el Ayuntamiento va a continuar con su estrategia de asfixia económica del ya debilitado tejido profesional de la cultura de la ciudad y pretende consolidad un sistema pseudocaciquil en el que un grupo de empresarios con un talonario como único aval financian o no las actividades de un colectivo en permanente crisis, continuamente hipotecado por la insolvencia económica y temeroso de caer en desgracia si no se ciñe a lo políticamente correcto. La organización comunista ha mostrado también su estupor por la presencia del concejal de Izquierda Unida Antonio Rodrigo Torrijos en el acto de constitución del Consejo Cultura-Empresa. A pesar de las posiciones críticas con la política cultural municipal mantenidas hasta ahora por responsables de su propia formación, este político de esdrújulo discurso ha conseguido de nuevo puentear a sus propias bases y alinearse con las posiciones de multinacionales como Heineken, a la que proporcionó en el pasado un suculento pelotazo urbanístico y que aparece ahora como pieza clave del nuevo organigrama a través de la Fundación Cruzcampo. El Círculo de Cultura Socialista también ha calificado de “grotesca” la composición del Consejo de la Cultura, un órgano que debe velar por la calidad de la oferta cultural, a partir de viejas glorias del PSOE sin ninguna relación con la actividad cultural, incluyendo a Miguel Ángel Pino y Rafael Escuredo, y del mundo del corazón, como la terrateniente Duquesa de Alba y Curro Romero, a los que se suman desconocidos como una tal María del Carmen Velasco García y el director del colegio privado para élites San Francisco de Paula, Luis Rey Goñi. Cultura Socialista ha pedido al Alcalde y al Delegado de Cultura que expliquen cuáles son las credenciales de estas personas y qué creen que pueden aportar a la elevación cualitativa de la cultura que se produce en la ciudad. También se ha preguntado por la ausencia de representantes de la Universidad de Sevilla y ha realizado un llamamiento a otros miembros del consejo, como el artista Luis Gordillo, para que no se presten a avalar con su prestigio un proyecto insostenible. Asimismo avisa de que la anunciada constitución de un foro de agentes culturales, tercer pilar de la nueva organización institucional, está rodeada de polémica de antemano, al haber sido excluidas numerosas personas culturalmente activas en la ciudad y de larguísima trayectoria profesional.
En cuanto a la autoproclamación del Alcalde como presidente de ambos consejos, Cultura Socialista ha hecho un llamamiento a las bases de los partidos del Gobierno municipal para que “impongan a Monteseirín un mínimo sentido del ridículo, por el bien de Sevilla, y no asuma competencias que no están en condiciones de desempeñar”. Esta organización también ha exigido del Ayuntamiento medidas urgentes que potencien económicamente el sector de la cultura en la ciudad y llama la atención en particular sobre la mala situación de las empresas del libro, la música, el teatro y las artes visuales. El comunicado termina pidiendo a los trabajadores, a todas las personas culturalmente activas y a las organizaciones sociales y políticas de la ciudad que exijan de los poderes públicos medidas que garanticen una oferta plural, la dignificación de las condiciones profesionales de los trabajadores de la cultura y el fin del adedismo y de las prácticas caciquiles en el sector.
En cuanto a la autoproclamación del Alcalde como presidente de ambos consejos, Cultura Socialista ha hecho un llamamiento a las bases de los partidos del Gobierno municipal para que “impongan a Monteseirín un mínimo sentido del ridículo, por el bien de Sevilla, y no asuma competencias que no están en condiciones de desempeñar”. Esta organización también ha exigido del Ayuntamiento medidas urgentes que potencien económicamente el sector de la cultura en la ciudad y llama la atención en particular sobre la mala situación de las empresas del libro, la música, el teatro y las artes visuales. El comunicado termina pidiendo a los trabajadores, a todas las personas culturalmente activas y a las organizaciones sociales y políticas de la ciudad que exijan de los poderes públicos medidas que garanticen una oferta plural, la dignificación de las condiciones profesionales de los trabajadores de la cultura y el fin del adedismo y de las prácticas caciquiles en el sector.
Enviado por :Círculo de Cultura Socialista.