LLevo aproximadamente cinco años acumulando la información en la red de personajes muy concretos. Examino detenidamente qué posición ocupan en la arbitraria clasificación de los buscadores. Luego, paso las páginas y las copio en un notepad (cuaderno de notas) para desprenderlas de colores, formas, iconos y demás señales para que parezca un trabajo serio. Nadie suele acertar en el tratamiento de los personajes exceptuando algunos casos. Ni los Ándalus ni los Yamas, por citar algunos -sin desprecio-.
Soy de los muchos que piensan que algo es algo por muy poco que sea. También dejo claro que todos los pocos (sin apocarse) podrían sobrevivir mejor unidos; sin hacer excepciones que acaban jerarquizando las minorías a las que les preocupa la situación en que vivimos. Vivo mal también, porque nada me es indiferente en temas relacionados con el factor justicia. Andalucía tiene grandes defectos que nacen del propio andaluz pero aprovechan los BENEFICIOS otros, y no los volvemos hacia nosotros mismos. En definitiva, que no es mala idea mezclar tipos de vida y saberlos justificar para sí mismos. Hablo de que en Lorca predomina el "ser maricón", y en Blas Infante "ser un facha burgués" o " un señorito andalucista como los de ahora".
Blas Infante sigue siendo víctima del uso y la violación social y política, cuando realmente su vida estuvo dedicada a la cultura andaluza y todo se volcaba en ello. Es cierto que tuvo intentos de ser representante político en un par de ocasiones, aunque sólo una aparece comentada. También es cierto que publicó mítines y discursos de índole política, masona, y lo que se quiera. Pero en una continuidad descrita en su gramática, en el orden de sus libros, en el hábito y en las aficiones, y en los lugares por los que se interesó, es verdaderamente sorprendente que no haya encontrado aún hoy , PAZ.
No existe nadie en nuestra comunidad que dedique por entero sus "avalorios vitales" en tratar a Andalucía como una región deshermanada, expósita y huérfana, y desertizada culturalmente sin tener necesidad. Si, pero ¿qué es la necesidad para tí y qué es para mí?. Hay mucha distancia entre las necesidades del buda Infante (le gustaría esta broma por sus plagios de La biblia en la India conservado en su biblioteca ), y las de cualquier coetáneo. En un ejemplo sencillo lo expongo: Vallina es un luchador tardío mientras que Infante emancipó antes su rebeldía, o en otros casos: Murube o Casas, de nombre Hermenegildo.
A veces parece que este señor nació o más bien preparó su adolescencia para ello,con una coherencia en sus actuaciones magnífica. ¿Qué abogado y notario ha tenido más de siete domicilios ?, ¿ Qué burgués mantiene un lado marcadamente izquierdoso y participa en el 33 en un movimiento revolucionario federal y democrático?, o ¿qué escritor continua escribiendo sin vender nada ni tan siquiera, abriendo una editorial incluso?. Otras preguntas que se me ocurren es por qué lee libros en diez idiomas?, ¿por qué una renovación de licencia de armas a finales de 1935? o ¿qué sentido tienen tantos pozos ciegos en sus viviendas?, por ejemplo.
Esas reflexiones deberían ser suficientes para ver a una figura de combate contextualizada en su tiempo, y o parece que sólo limpiaba las lentes y sostenía palomas y libros. Yo no siento pena del trato que le dan. Siento pena de los discursos agotados, de los políticos caducos, de las infernales frases sobre la espina de la infancia sombría, y sobre los que no ven la luz fresca de cada día; los infelices que han vivido de sus monumentos.
Cuándo dejarán de aniversear la falsa. Haré todo lo posible por reventar ese arquetipo de conciencia,- parásita y cerrada- y me encargaré de hacerlo a tiempo.
Dedicado a los abuelos que no tuve.