27 julio, 2008

URBANISMO XENÓFOBO SEVILLA




Sevilla tiene grandes problemas de diseño metropolitano debido a sus asesores. Los grandes proyectos que se preparan son ideas nuevas en zonas nuevas, y no se hace URBANISMO REGENERADOR en aquellas otras zonas de la ciudad de las que habla este magnífico artículo.

En un ejemplo, hay proyectada una Ciudad de la Justicia, un Campus para unir a todos los Sindicatos, un Campus para el Deporte (Sevilla F.C y Betis), decenas de Bibliotecas, Centros Sociales y Otras construcciones, etc. en un plazo máximo de 10 años todos. Y bien, ¿por qué no SE INSERTA ESTE TIPO DE ESPACIOS EN ZONAS PERIFÉRICAS Y SITIADAS PARA EVITAR LAS CARENCIAS?. ¿POR QUÉ DOS GRANDES BIBLIOTECAS EN EL PRADO DE SAN SEBASTIÁN A MENOS DE 200 METROS Y NINGUNA EN ROCHELAMBERT (3 KMS CUADRADOS DE POBLACIÓN).


¿Para qué sirven los URBANITAS de Máster en esta absorbente ciudad?.



La segregación extrema en Sevilla. Poligono Sur y Tres Barrios.



Polígono Sur y Tres barrios son quizás los mejores ejemplos de la segregación y la polarización social en la ciudad de Sevilla. Se trata de algunas de las barriadas con el menor nivel de renta y mayor nivel de analfabetismo de la ciudad de Sevilla.¿Hasta que punto estos planes sirven para ocultar la inhibición continuada de la administración publica respecto de los barrios más desfavorecidos? ¿Hasta que punto no son sobornos para evitar tomar incomodas pero necesarias decisiones, como el soterrar las vías del ferrocarril a su paso por el polígono?

Al sur de la ciudad las vías del ferrocarril separan y segregan las barriadas del polígono, de sectores contiguos, como Bami o la Avenida de la Palmera, que cuentan con un nivel de renta cinco veces superior. Al este de la ciudad, la situación es similar entre Tres Barrios y Nervión, situados a ambos lados de la Ronda del Tamarguillo. Fronteras sociales que aíslan los barrios más conflictivos y degradados de la ciudad de algunos de los barrios más privilegiados.

En el Polígono Sur, tras tres años de Plan Integral, el autobús sigue sin llegar, sigue sin normalizarse el reparto del correo y siguen dándose cortes de luz de varios días. En los próximos años se planea ejecutar un nuevo Plan Integral para Tres Barrios y un Plan Urban para el Polígono Sur. ¿Hasta que punto estos planes sirven para ocultar la inhibición continuada de la administración publica respecto de los barrios más desfavorecidos? ¿Hasta que punto no son sobornos para evitar tomar incomodas pero necesarias decisiones, como el soterrar las vías del ferrocarril a su paso por el polígono?





Generación y degeneración de los guetos sevillanos. Poligono Sur y Tres Barrios.


Generación y degeneración de los guetos sevillanos. Poligono Sur y Tres Barrios.



Un rápido vistazo al mapa de la “renta neta declarada por ocupado” publicado en el Informe Socioeconómico de la Ciudad de Sevilla del 2002, nos da una idea aproximada de la estructura actual de la segregación socio-económica en Sevilla.

En la distribución de la riqueza de la ciudad de Sevilla lo primero que llama la atención es la polarización de la renta entre el norte y el sur de la ciudad, con profundas raíces históricas, constantemente reproducidas salvo por los intensos procesos de gentrificación en el extremo norte del Casco Histórico (que aún así, obsérvese, presenta todavía diferencias sustanciales con el sur). Puede parecer sorprendente la total continuidad entre los barrios con las rentas más elevadas de la ciudad. Las clases medias-altas se expanden desde el sur comercial, señorial y administrativo hacia los primeros ensanches sur y este, los ensanches tardíos de Los Remedios o el Prado y los barrios de clase media de la segunda mitad del siglo XX edificados junto a los mismos. De igual forma, desde la Sevilla obrera e industrial del norte del casco histórico, los barrios obreros siguen su avance imparable hacia el norte desde las pequeñas promociones públicas de la década de 1960 hasta los más recientes desarrollos entre Pinomontano y San Jeronimo, comunicado con el sur burgués a través de barriadas de transición en pleno proceso de gentrificación.

Sin embargo hay dos sectores que rompen esta polarización y esta transición suave. Al sur y al este dos barreras separan los barrios más ricos de los barrios situados en el menor escalón de renta. Al sur se trata de las vías del ferrocarril, un borde insalvable que separa el Polígono Sur y otras promociones obreras anteriores, como el Tiro de Línea o el Plantinar, del ensanche burgués de La Palmera y el barrio de clase media y media-alta llamado Bami. Al Este, la Ronda del Tamarguillo, antiguo cauce del río de igual nombre, es el que separa el ensanche de Nervión de las barriadas obreras de Los Pajaritos, Madre de Dios, Las Candelarias, Ámate o el Cerro del Águila. Fronteras sociales que aíslan los barrios más conflictivos y degradados de la ciudad.

En el grafico adjunto, que refleja una aproximación a las rentas por ocupante para varios barrios de la ciudad de sevilla, encontramos agrupaciones de secciones censales realizadas por los servicios de estadistica del Ayuntamiento de Sevilla. Así, la agrupación denominada “Poligono Sur”, incluiría algunas pero no todas las barriadas que conforman este poligono en la actualidad, incluyendo la Martinez Monteñez, Antonio Machado y la Tres Mil Viviendas. Los Pajaritos, incluye al barrio de este mismo nombre, pero también Madre de Diós y Candelarias. Nervión abarca la mayor parte del ensanche este de la ciudad. Avenida de la Palmera incluiria esta emblematica vía así como otros sectores del ensanche sur de la ciudad, como el barrio de Heliopolis. Por separado encontramos otras agrupaciones que se ajustan más a barrios concretos, como Bami y el resto de barrios incluidos dentro del Poligono Sur, Las Letanías, La Oliva y La Paz.

La aproximación de las rentas realizada nos muestra dos realidades extremadamente diferentes al mismo tiempo que cercanas en el espacio urbano. Al sur de la ciudad, encontramos las barriadas del Poligono Sur, que se sitúan en los ultimos puestos en la relación de rentas por ocupantes del total de la ciudad. Se aprecia la particularidad de un barrio como La Oliva, con rentas ostensiblemente superiores a las del resto del poligono y con una ubicación más proxima a la mediana en la relación de rentas por barrios del total de la ciudad. Dos agrupaciones contiguas, Avenida de la Palmera y Bami, pero situadas al oeste de las vías del ferrocarril presentan una situación bien diferente. Se encuentran en el grupo de barrios con las rentas más altas de la ciudad, el puesto 13 y el 16 respectivamente, una ubicación privilegiada por lo tanto, y poseerían una renta hasta cinco veces superior a las de los barrios del poligono sur.

Al este de la ciudad, la diferencia es mayor si cabe. Dos barrios contiguos, separados por la Ronda del Tamarguillo, se sitúan el los puestos 11 y 101 en relación a su renta por ocupante, se trata de Nervión y de Los Pajaritos respectivamente. En este caso la renta de Nervión es 5,6 veces superior a la del vecino barrio de los Pajaritos. En este caso como en el anterior, una importante vía de comunicación ejerce de frontera entre uno de los sectores más privilegiados de la ciudad y uno de los más pobres.

Respecto del nivel de formación de nuevo las diferencias son notables. La proporción de analfabetos más elevada la encontramos en Las Letanías, un 8,34 % de la población, seguida del Poligono Sur con un 5,71 %. Por otro lado encontramos en la Avenidad de la Palmera, menos de un 1% de la población es analfabeta, y tan solo un 1, 38% en Bami. Es destacable el hecho de unos valores también bastante bajos para los barrios de La Oliva y la Paz, un 1,51% y un 1,76 % respectivamente. Por otra parte un 24,13 % de la población de la Avenida de la Palmera cuenta con un estudios de grado medio o superior, un 23,34 % en Bami. En Poligono Sur esta proporción se reduce a un 1,41%, un 0,74% en el caso de Las Letanías, un 1,81% en La Paz y un 5,29% en La Oliva.

Los datos son semejantes al este de Sevilla. Nervión cuenta con tan solo un 0,57% de población analfabeta, mientras en Los Pajaritos esta proporción llega al 4,87 %. Respecto de la proporción de personas con grado medio y superior, en Nervión son un 23,52 % de la población frente a un 1,05 % en Los Pajaritos. Un 66,7% de la población empadronada en Los Pajaritos careze por completo de estudios, proporción que supera ligeramente el 62% en Poligono Sur y Las Letanias.

En el interesante trabajo de Francisco José Torres sobre el Poligono Sur, se deja claro el grado de exclusión de la población en algunas de estas barriadas. Según esta investigación del 2004, en la barriada Martinez Montañés el 20 % de la población es analfabeta, la tasa de desempleo se aproxima al 44%, y solo el 0.1 % tiene estudios universitarios (TORRES, F. J.).

Del escándalo al plan integral.

La entrada del Polígono Sur en el siglo XXI viene dada de mano del escándalo. La degradación urbanística y social de los sectores más recónditos del polígono alcanza sus mayores cotas en la presente década. Un vistazo a la prensa local da cuenta del grado de estigmatización que alcanza la zona. De esta forma en el 2002 empiezan a aparecer artículos denunciando que el servicio de correos se suspende durante semanas en el Martinez Montañés, debido a las quejas de los empleados a propósito de la falta de higiene; el servicio público de recogida de basura acude muy esporádicamente aludiendo a la inseguridad que sufre el barrio. De hecho, en este momento en la barriada, el servicio de correos deja toda la correspondencia en la sede de la asociación de vecinos donde van a recogerla los interesados. En febrero de este año se suspende indefinidamente la línea de autobús que circulaba hasta el mencionado barrio, la linea 30; el servicio local de autobuses Tussam denuncia continuados ataques a su paso por las zonas más conflictivas, por lo que se modifica el trayecto para que solo pase por el barrio de Las Letanías. Los bomberos por su parte denuncian emboscadas en las que los apedrean, por lo que el parque de bomberos situado en la zona pasa a ser el primero con protección policial permanente. De esta forma los servicios públicos fundamentales quedan prácticamente suspendidos, y todos piden protección policial3.

En el año 2003 es el Centro de Salud del Polígono Sur el que casi suspende su actividad, tras tres agresiones a médicos, casi consecutivas. La presión de los trabajadores del centro lleva al Sindicato Médico a pedir el traslado del centro de salud a otra zona si la administración pública no asegura la integridad física de los trabajadores. Tras esto se instalan varios sistemas de seguridad, se duplica la vigilancia privada con dos guardas en turnos de 24 horas, se procura un mejor control de acceso y el acompañamiento de los profesionales a los aparcamientos en los turnos de guardia; asimismo, se colocan botones de alarma en las consultas, además del arco de seguridad donde «raro es el día en el que no se detecta algún arma blanca»4.

La conflictividad viene acompañada por supuesto de un entorno en extrema degradación, con un mal estado de los bloques, desprendimiento de cornisas, cubiertas y bajantes rotos, tuberías en mal estado, instalaciones de luz deterioradas que causan esporádicas interrupciones en el suministro que pueden durar días, etc. El deterioro de las bombas de agua en las torretas hace que el agua no llegue a los pisos más altos de Martinez Montañés5. Las comunidades de vecinos no pueden hacer frente al coste económico de las obras, siendo discutible incluso su responsabilidad en el caso de las zonas más degradadas; concretamente Martinez Montañés, donde la totalidad de las viviendas son propiedad de la Junta de Andalucía y no de sus habitantes.

La respuesta de la administración es en principio un esfuerzo por incrementar la sensación de seguridad. Durante los primeros años de la década se multiplican las razzias policiales en operaciones conjuntas entre la policía local y nacional, operaciones que se repiten en otras zonas conflictivas de la ciudad, como El Vacie o Torreblanca. Una de las más contundentes se realiza con motivo de la visita del heredero de la corona española al barrio en el 2003. Con carácter previo se sitian las zonas más conflictivas, se incautan coches sin documentación, se retiran coches quemados y en coordinación con el servicio municipal de limpieza se adecenta la barriada y se eliminan las pintadas.

En los primeros años del presente siglo, fuera de la acción policial, la respuesta de la administración casi inexistente. El Ayuntamiento de Sevilla llega incluso a proponer la muy post-moderna solución de demoler hasta ocho bloques de viviendas6. Mientras en materia de servicios sociales, la Junta de Andalucía llega a congelar el centro de orientación laboral del Polígono Sur por falta de presupuesto.

Por otro lado los vecinos se han estado moviendo. Se ha creado la Plataforma Nosotros También Somos Sevilla, que agrupa entidades sociales, vecinales, políticas y religiosas del barrio. Ya en el 2002 se propone la creación de una autoridad única que permita encauzar fondos para rehabilitar las barriadas y un plan integral para la zona. Se realizan jornadas de debate para tratar la problemática y se realizan varias concentraciones y manifestaciones frente al Ayuntamiento que suelen superar el medio millar de personas7. Estos primeros años son los de mayor actividad de la plataforma, participando en coordinadoras alternativas como Barrios En Lucha y con una constante presencia en los medios de comunicación locales y en la calle. Finalmente en el 2003 se acepta la creación de una Autoridad Única para gestionar un Plan Integral de regeneración para la zona, previsto para un periodo de 10 años. La persona elegida será Jesús Maetzu, político vinculado al PSOE con cierta experiencia en núcleos marginales de Cadiz. El objetivo es coordinar y captar fondos de las diferentes administraciones para realizar un programa integral de regeneración con gran cantidad de fondos.

A partir de este momento la actividad pública en el sector se dispara. Una de las iniciativas más interesantes es la instalación de una residencia de estudiantes de la Universidad Pablo Olavide con 112 viviendas llamada Flora Tristan, que funciona en un régimen especial, resultando prácticamente gratuita para los estudiantes a cambio de que estos participen activamente en las asociaciones e iniciativas del barrio, como es el caso de los censos de viviendas. El objetivo podría ser empezar a diluir la concentración de marginalidad, previamente propiciada por la administración, con la introducción de sujetos jóvenes y de un estrato cultural alto.

A partir de este momento la actividad vecinal reivindicativa se hubiera dedicado especialmente a las quejas por la lentitud en la intervención de la administración si no hubiera sido por el suceso Bermejales. Ya un año antes y ante el inminente desalojo del núcleo chabolista que responde a este nombre, los vecinos del Polígono Sur habían reivindicado al ayuntamiento que no se realojara a los chabolistas precisamente en una de las zonas con mayores problemas de marginación y estigmatización de Sevilla. Este realojo oficial no se llevó a cabo pero el resultado fue similar.

Por las posibilidades de expansión del sector Bermejales, y la demanda del asociacionismo vecinal de los vecinos barrios de clase media, se desalojan efectivamente el asentamiento chabolista en Julio del 2003. El Ayuntamiento de Sevilla otorga 42,000 Euros por familia de chabolistas y se desentiende de su realojo. Utiliza como mediadora a la empresa Inmoavance SL que se encargara de toda la gestión con el núcleo de infraviviendas, mediante un acuerdo con el Gerente de Urbanismo Manuel Marchena, encontrándose en el gobierno en ese momento una coalición de izquierdas formada por IU y PSOE. El acuerdo con esta empresa privada en principio cargaba sobre la empresa el desalojo y posterior realojo de los chabolistas. Sin embargo, tras arduas negociaciones, y con carácter previo a la demolición del asentamiento chabolista, ambas partes llegan a un acuerdo en el que se obvia el realojo y se deja la solución del conflicto al simple pago de una compensación económica8.

Como habían temido los vecinos, gran parte de las familias desalojadas pasaron a asentarse en el Polígono Sur. Se realizan numerosas protestas de colectivos vecinales y del propio Comisionado Maetzu, que a pesar del ninguneo de la administración no llega a dimitir. A pesar del fuerte revuelo en la prensa, las criticas generalizadas, las protestas de los vecinos y la ausencia de ninguna argumentación minimamente ética que justificase la actuación, no se asume ninguna responsabilidad política. Aunque en principio el Ayuntamiento hispalense intento negarse, alegando un incumplimiento de contrato, el erario público hubo de pagar tres millones de euros a la empresa responsable del desalojo.

Como consecuencia del escándalo desatado vuelven a sucederse las razzias policiales. En noviembre policía local y nacional cercan Martinez Montañés durante 24 h. También se anuncia la reforma total de estos bloques y la pronta aprobación del Plan Integral. Comienzan así mismo las demoliciones de patios ilegales en la barriada Murillo, que es aplaudida por el asociacionismo vecinal, ya plenamente constituido como interlocutor único de prensa y administración. Finalmente, en diciembre del 2005, la Junta de Andalucía aprueba el Plan Integral y se compromete a financiar las actuaciones. En total se destinan 70 millones de Euros para un plan estructurado en torno a cuatro áreas, urbanismo, inserción sociolaboral y promoción económica, salud y educación.

El plan hace énfasis en la irregularidades en materia de ocupación de las viviendas, común en todas las barriadas del polígono exceptuando La Oliva. Se da cuenta de multitud de viviendas ocupadas en situación administrativa irregular, bien por haberse comprado y vendido en el mercado negro, bien por tratarse de viviendas ocupadas. El plan calcula cerca de seis mil viviendas sin escritura ni contrato9.

De forma inmediata se crea una «Oficina de la vivienda» y se comienza el trabajo de campo para la regulación de las viviendas de promoción pública en la zona, realizado en gran parte por los estudiantes de la residencia Flora Tristán, así como mejoras puntuales en algunos bloques. El objetivo será regular las segundas adjudicaciones de viviendas vacantes y proceder por vía contencioso administrativa a la recuperación de viviendas desocupadas o con usos indebidos. La intervención hasta la fecha en vivienda y espacio público es notable. Se comienza derribando 67 cerramientos y cubriciones ilegales así como más de una veintena patios ilegales, despliegue policial mediante y aprovechando el caluroso agosto del 2005. Por otro lado, en diciembre del 2007 se habían conseguido escriturar 846 viviendas al mismo tiempo que se elevaban a 359 el numero de viviendas de protección oficial de la zona sobre las pesan expedientes de desahucio consecuencia de su utilización indebida.

Todo el proceso se sazona con constantes razzias policiales y controles que cercan las barriadas durante horas, en la que es en la zona de Sevilla con mayor número de detenciones al año y con mayor numero de incidentes con armas de fuego. El responsable de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado en Andalucía, Juan José López Garzón afirma que “El polígono sur necesita presencia policial permanente para integrarse en la ciudad”11. Mientras tanto los servicios siguen siendo deficientes, no llega a normalizarse el reparto del correo, se denuncian cortes del suministro eléctrico que afectan a bloques enteros durante varios días y a día de hoy el servicio de autobús sigue sin llegar a Martinez Montañés.

Existen planeas para suprimir el muro de HYTASA, que separa el barrio de otros sectores de carácter humilde como el Cerro del Águila; también para adecentar y convertir en una zona verde el viejo cauce del Rio Guadaira. Sin embargo sin plantearse el soterramiento del ferrocarril, la principal barrera que aísla el polígono, acción que con toda seguridad contaría con la feroz oposición de los vecinos del barrio de clase media de Bami.

¿La historia se repite en Tres Barrios?

Al este de la ciudad, en 1955, el Real Patronato de Casas Baratas adquirió la huerta de la Candelaria, en la que se proyectaron en inicio 1124 viviendas de tipo social con los servicios comunitarios elementales (ALMOGUERA, P.), a las que más adelante se unirán Los Pajaritos y Madre de Diós, formando e conjunto de lo que hoy día se denomina “Tres Barrios”. Tres barriadas que forman un paquete urbano compacto y diferenciado, con lugares comunes como el mercado de abastos, de 1963, dos colegios y una iglesia parroquial. Si en el Polígono Sur encontramos un moderno y flamante polígono, en Tres Barrios nos encontramos ante sus ensayos primitivos, caracterizados por viviendas de reducidísimas dimensiones, oscilando la media útil entre 35 y 37 metros cuadrados (aunque encontremos ocasionalmente viviendas de hasta cincuenta y seis metros cuadrados), edificadas con materiales de muy escasa calidad. Pilar Almoguera nos describe en su libro sobre Los Pajaritos como las viviendas eran entregadas a sus usuarios sin puertas, salvo la de entrada principal y la de cuarto de aseo, y con el plato de ducha y el lavadero fabricados en cemento. El entorno precario de la zona se completaba en principio con multitud de calles sin asfaltar, convirtiéndose en lodazales en los días de lluvia, y una notable escasez de espacios libres. Barriadas de clase obrera, con cerca de un cuarenta por ciento de la población trabajando en el sector secundario, con un hábitat precario y con una contundente barrera que los separaba de los sectores nobles de la ciudad, como era el encauzamiento del Arroyo Tamarguillo.

Actualmente su entorno ha variado notablemente, el arroyo se desvía hacia el norte en la década de 1970 para ser sustituido por una carretera de cuatro carriles y un bulevar en notable estado de deterioro que hoy cumplen una función de borde quizás no tan dura como la del arroyo pero que tiene plena vigencia, como explican Antonio García y Francisco José Torres (ver GARCÍA GARCÍA, A. y TORRES, F. J.). El aislamiento del sector ha proseguido al mismo tiempo que el estado físico y la percepción generalizada de la barriada ha empeorado, siendo esto provocado por la obsolescencia de la edificación y la progresiva introducción de grupos marginales en la zona fruto de las dinámicas del mercado urbano de vivienda. Son originalmente una serie de barrios obreros “normalizados” dentro de la ciudad, con una población diversa, sin un excesivo peso de minorías étnicas, con una población fruto de los realojos pero también del nepotismo de la dictadura. Como tales han sido también barrios castigados por el paro y la droga, lo cual, unido a una ubicación hermética y periférica y una edificación y espacio público en rápido proceso de deterioro ha llevado a una degradación progresiva del hábitat.

La segregación y degradación de Tres Barrios le va a explotar en las manos al Ayuntamiento de Sevilla en verano del 2002. Esto no quiere decir que no hubiera señales con anterioridad. En los primeros años de la presente década la prensa local solo habla de esta zona para referirse a robos y detenciones, y esto de forma muy frecuente. Algunas de las denuncias más curiosas e insistentes son las que se refieren a presuntos ataques de bandas de jóvenes procedentes de la zona y que se desplazan al vecino barrio de Nervión, de un estrato social alto, para pegar palizas y robar a los jóvenes “pijos”. Otro tipo de noticias refleja la fractura social en el propio barrio. La comunidad educativa del colegio Santa Blanca Paloma, realiza denuncias y amenaza a la administración con movilizaciones, por los constantes robos perpetrados por adolescentes en el colegio. Otro ejemplo es el del ataque con cócteles molotov contra la Parroquia de la Blanca Paloma, con motivo de las fuertes tensiones entre el párroco y grupos de jóvenes12.

Finalmente el día 13 de agosto del 2008 la situación estalla. Dos agentes del grupo de identificación fiscal y antidroga de la Guardia Civil sorprenden a un grupo de atracadores en un estanco de los pajaritos, que pretenden robar, según la policía, con dos machetes y una pistola de foguéo. Cuando el joven que lleva la pistola de fogueo se da a la fuga en una moto, recibe un tiro por la espalda que impacta en su nuca.

El herido de bala, llamado Marcos, es un joven de 18 años muy conocido en el barrio por lo que la reacción de los viandantes es inmediata. Un grupo de vecinos empieza a increpar y a acorralar a los agentes, siendo estos salvados por una dotación de la Policía Nacional que llega a la zona y a la que los vecinos se enfrentan con piedras. La tensión continua llegando los vecinos a volcar un coche patrulla desplazado a la zona. El chico muere ese mismo día a las 22 h. en el Hospital Virgen del Rocío. Esa noche, de madrugada, sobre las 02.30 horas se producen los primeros disturbios en la Plaza de la Galaxia de Tres Barrios. Un centenar y medio de jóvenes, al conocer la muerte de su amigo, se concentran en la plaza y queman varios contenedores de basura. Los bomberos son recibidos a pedradas, tras lo que llaman a la policía. Los jóvenes queman varios vehículos, atacan una sucursal del BSCH y se enfrentan a la policía. Se provocan hasta siete focos de incendios en la zona, y los enfrentamientos con la policía se prolongan hasta pasadas las cuatro de la mañana.

Los enfrentamientos se repiten la noche siguiente, y la prensa local no tarda en cubrir sus paginas con pomposos titulares alertando sobre la “kale borroka sevillana”13. El día 15 se lleva a cabo el entierro del joven, un coche fúnebre con los restos de Marcos es escoltado por decenas de motoristas adolescentes en su marcha hacia el cementerio de San Fernando. Pasadas las dos de la tarde, un grupo de unos 50 jóvenes se dirigen en sus motos hacia la comisaría de Nervión y arrojan contra su fachada varias botellas de cristal. Tras ello, los jóvenes se dirigen a Los Pajaritos y allí arrojan objetos contra un autobús de Tussam. A continuación realizan varias pintadas en la zona, algunas contra la benemérita reclamando venganza y otras recordando al fallecido. Ya de madrugada vuelven a quemarse contenedores de basura para provocar la presencia de los bomberos, quienes son ritualmente apedreados cuando llegan al barrio para sofocar las llamas. Tras tres días de disturbios la sublevación se va disipando a través de la intervención policial, con dos decenas de jóvenes detenidos por los disturbios y 44 ciclomotores requisados. Cuando el alcalde decide reunirse con los vecinos ha de hacerlo en el vecino barrio de Rochelambert, por que no hay espacios habilitados en toda la zona. La llama se apaga tan rápido como se enciende y la cuestión queda a disposición de los juzgados. La fiscalía pide penas de cinco años para los jóvenes atracadores compañeros de Marcos, mientras deja en libertad sin fianza y sin medidas cautelares al guardia civil que efectuó el mortal disparo, para posteriormente pedir su absolución. Ambos jóvenes irán a la cárcel, uno con una condena de cuatro años y tres meses y otro con tres años y medio de prisión.

Los sucesos legan una notable estigmatización del barrio, un rap exitoso y, de forma similar al Polígono Sur, la Plataforma Tres Barrios-Amate, con el objetivo de reclamar la intervención de la administración en la barriada. Finalmente en el 2007 Ayuntamiento anuncia a bombo y platillo un nuevo Plan Integral para Tres barrios-Amate de forma similar al del Polígono Sur

De la pasividad total a la hiperactividad pública.

Aunque el componente étnico sea un factor ineludible en el caso de las barriadas más degradadas del Polígono Sur, no parece serlo así en Tres Barrios. Los factores comunes entre ambos son la racionalización publica de la segregación social fruto del mercado capitalista, que en estos casos se unen a unas ubicaciones en la ciudad periféricas y especialmente aisladas por barreras físicas. Ahora bien, mientras en el Polígono Sur ha jugado un papel más importante la torpeza de concentrar de forma exclusiva los grupos sociales con mayor nivel de exclusión, desde un principio, en sectores muy acotados, en el caso de Tres Barrios parece haber jugado un papel más importante la obsolescencia de unas promociones de mala calidad y con bajos niveles de habitabilidad. En ambos casos, la decadencia se ha acentuado en los periodos de de crisis, crecimiento del desempleo y mayor impacto de la heroína. Esto unido a los factores anteriormente citados ha resultado en generar los sectores urbanos probablemente más vulnerables de la ciudad, donde la marginalidad se ha reproducido y acrecentado en base a las dinámicas capitalistas del mercado inmobiliario.

Llega un momento en que la situación se hace insostenible y el descontento de la población se expresa en la rebelión y la violencia contra las instituciones, sin organización ni reivindicación política alguna. Y se produce especialmente entre los jóvenes, la segunda generación de vecinos que ha nacido en estos barrios, a los que su ubicación desafortunada les ha venido dada, y que pueden encontrar en el disturbio una vía de escape al odio acumulado. En el caso de Tres Barrios la insostenibilidad de la situación se hace patente con un disturbio juvenil, un motín de tres días. En barrios del Polígono Sur como Martinez Montañes, es una rebelión constante en el que las instituciones y los representantes del sector público son prácticamente expulsados, debiendo intervenir solo a través de grandes despliegues policiales.

Queda claro que la preocupación de la administración pública a la hora de intervenir sobre los conflictos que ella misma ha contribuido a crear solo surge cuando la situación estalla en un conflicto que le es imposible ignorar. El escándalo y la generación de una situación difícilmente sostenible, parece ser la única forma en que el Ayuntamiento se decide a actuar e invertir en los barrios guetificados. Unos barrios en situaciones que no conviene ignorar han sido fruto de políticas cuestionables, de la inhibición prolongada de la administración y de los procesos lógicos de segregación del mercado de la vivienda capitalista14.

La conflictividad obliga a la movilización vecinal propositiva y esta a la intervención. Ambos movimientos vecinales se han caracterizado en una primera fase por una notable movilización en la calle, independencia y alianzas interesantes, como el hecho de que ambos hayan participado en la Asamblea de Barrios en Lucha, vinculándose tímidamente a luchas más politizadas como las del Parque Alcosa o las del Pumarejo. Sin embargo a medida que la administración ha ido cediendo e introduciéndose en los barrios, la movilización ha ido dejando paso a una institucionalización del movimiento y a una relación casi clientelar con el Ayuntamiento. En la actualidad parece haber una fagocitación de la movilización social por parte de las instituciones a través de la formula de los planes integrales.

La intervención de la administración se ha dirigido en primer lugar a ganar el favor de los vecinos movilizados, al mismo tiempo que se desplegaba una fuerte represión policial de la conflictividad latente en los barrios. A partir de aquí se ha compensado a la población con el reequipamiento y rehabilitación de las barriadas, así como programas enfocados en la educación, el empleo y la sanidad. Una de las políticas que parece más interesantes de las aplicadas en el Polígono Sur es la dirigida a la normalización de la vivienda en uso irregular, con la ejecución de un censo, la regulación de escrituras y los desahucios masivos. Por otro lado, no podemos obviar que la regularización del parque de viviendas consiste en muchos casos en su privatización y como dice Montserrat Rosa, numero dos de Maetzu: “El mercado tiene mucho que decir en la recuperación del barrio”15 ¿más todavía?, nos sentimos tentados de añadir. Un parque publico de viviendas del que se ha desentendido la administración durante décadas y del que ahora quiere desentenderse definitivamente. El acceso a la propiedad de viviendas desvalorizadas parece defenderse como un elemento de ascenso social para los vecinos del barrio, algo parcialmente justificado por el pésimo papel que la administración autonómica ha jugado como casero.

Por otro lado, aunque el mayor énfasis de la intervención pública sobre el polígono sur ha sido en la vivienda y en el espacio público, uno de sus mayores éxitos parece haber sido en el empleo, concretamente en el empleo de decenas de profesionales de la intervención social que han trabajado y trabajan en la recuperación del Polígono Sur.

La forma en la que se obvia la supresión de la mayor barrera física del Polígono, el necesario soterramiento de las vías del ferrocarril, ha de interpretarse como una victoria de las clases medias y altas del sur opulento de la ciudad frente a la clase trabajadora humilde y el subproletariado urbano del sur modesto. De esta forma el sector público perpetúa la segregación extrema del sur de la ciudad, ofreciendo como compensación cuantiosas inversiones en dotaciones y programas sociales.

Tras años de dejadez en sus funciones respecto del Polígono Sur la administración se juega todo a la carta del plan integral, que finalmente cumple la función de ocultar esta inhibición, y que sirve como catalizador de fondos de las diferentes administraciones para hacer e invertir en un breve periodo de tiempo lo que no se ha hecho en el día a día. Un planteamiento que parece querer repetirse en Tres Barrios y que se quiere continuar en el Polígono Sur, esta vez captando fondos europeos. El ayuntamiento reclama ahora 17.7 millones de euros a la Unión Europea para el plan de regeneración social y económica del Polígono Sur a través de un nuevo Plan Urban; un Plan Urban del que ya dispuso en la década de 1990 y que prefirió utilizar para la exitosa recuperación turístico-comercial del entorno de la Alameda de Hércules.

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Fuente: La Yesca 05/07/2008.