05 agosto, 2014

HOMENAJE A BLAS INFANTE 10 Y 11 AGOSTO. 2014



 
Imagen: Cartel antiguo. Este año el 10 participan MAIS, Asociación Heracles, Cut, Sat, Jaleo y Nación Andaluza. 
El 11 Partido Andalucista,JJAA y otros movimientos andalucistas.  
 
Domingo 10 de Agosto a las 11 de la mañana en la plaza Padre Jerónimo de Córdoba (Sevilla)

Lectura del manifiesto unitario
Recital de poesía a cargo del grupo de poetas del SAT "El niño yuntero"
Intervenciones breves de las organizaciones convocantes.


Lunes 11 agosto a las 20 horas en el Monumento del antiguo convento llamado Gota de leche.
Lectura de manifiesto



Artículo

SI BLAS INFANTE LEVANTARA LA CABEZA

Fernandorepiso_4si_Blas_InfanteSí, al bueno de Don Blas, al mártir de un sueño sin despertar, al héroe sin testigos, al líder de una causa perdida desde antes de ser causa, a su grito contra los brutos que nos oprimen; sí, al propio Padre de la Patria Andaluza lo han convertido en emblema de usar y tirar, en imagen vacía. Todo, por un puñado de votos, por una apuesta barriobajera de a ver quien se lleva el gato del protagonismo al agua del sumidero. Es la eterna historia de los mitos, siempre creados por los pueblos conquistadores  y los pueblos perseguidos. En este caluroso agosto, los mismos que le asesinaron se reencarnan y disfrazan de demócratas repartiendo codazos, a izquierdas y a derechas,  para salir en la foto de la ofrenda floral. Mientras tanto, los que todavía creemos que su mensaje tiene sentido y está vigente, ante esta pelea de vecindonas, no podemos evitar suspirar con desánimo y preguntarnos “SI DON BLAS LEVANTARA LA CABEZA”. Pues parece que las respuestas nos llueven como tormenta de verano: “se pondría las manos en la cabeza al ver…, al comprobar…, al oír…, ante tanto falserío, que su figura se ha quedado en eso, en figura ahuecada por los mismos de siempre, en símbolo más representativo de un pueblo que se difumina como pueblo, que de un pueblo que desea serlo.   

Las respuestas las están dando quienes lo usaron para su propio titular de prensa y después como el papel que se tira, arrugado y comprimido, no es posible recomponerlo y devolverlo en su estado original. El roto ya es rotura total.

Esto es lo que está pasando con la Fundación Blas Infante, con mil euros en el bolsillo, después de tanta bandera blanca ante sus propios acosadores. Después de tanta cuerda como le facilitó a su propio verdugo, después de tanta selectividad en la elección de sus “patronos” que ni son todos los que está ni están todos los que son; después de vender por unas limosnas la conciencia contenida en un lugar, en unos muebles, en una bandera, en un piano, en unas macetas de cintas, en una cancelilla que le vio marchar hacia la extinción de su vida y obra.
Blas_Infante_bandera
Que orgullo haber acariciado su bandera, en su casa,
 después fue portada por mis hijos el  4D antes que se
 convirtiera en un suvenir político
, trofeo de mediocres
Yo hablo desde el sentimiento de haber estado muchas veces sentado en su mesa de camilla y tomando café con quemaítos de La Puebla con su hija Luisa. Yo hablo como testigo de ese andalucismo de señoras bien de té a las cinco que deciden quienes son los que deben seguir en la lucha. Yo hablo desde el recuerdo de los muchos que fueron apartados de la élite verdiblanca. Yo hablo desde las muchas conversaciones con el siempre presente y tantas veces plagiado por ser el mejor biógrafo de Blas Infante, José Luís Ortiz de Lanzagorta o desde los tomados como de inferior grado como el gran corazón andaluz de Manuel Rodríguez Cañón o del espíritu de lucha de M. Emilio Vaz Lorenzo, o desde ese núcleo de gente que lo peleó desde Cuidad Aljarafe, y… tantos más. Hoy esos  valores ya no valen, hoy interesan más los apellidos, la ilustración, el famoseo,  el papel couché, la cartelería que prestigia. No importan ni el sudor ni la honestidad de pensamiento, basta con las palmaditas, agachar la cabeza y aceptar la limosna. ¡Sangre de horchata!

La Fundación Blas Infante, que se mantenía de subvenciones, ya no puede aguantar más su crítica situación financiera. La Fundación Blas Infante, presidida por la hija del Padre de la Patria Andaluza, María de los Ángeles Infante, se plantea el cierre de la organización en septiembre si siguen sin recibir las subvenciones que les debe la Junta de Andalucía. Aún con ello, las relaciones entre ambas instituciones "son cordiales" a pesar del entuerto en que están inmersas. Una por haber aceptado “depender” de quienes nunca creyeron en el andalucismo blasinfantista y otra por comprometerse a financiar algo que siempre debió situarse en la acera de enfrente, si no podrían haber leído El Ideal Andaluz de Blas Infante y lo comprenderían. A la hora de apretarse el cinturón, no hay ideario que sea capaz de vencer al “debe, haber y saldo” de nadie ni de nada. Las ideas se mantienen con dinero y sin las farsas moneas ni pueblo que reivindique los derechos que se ganó a pulso el, también aparcado, CUATRO DE DICIEMBRE.
Blas_Infante_piano
Cintas verdes y blancas, su teclado al frecor del pasillo, que
 pena Don Blas, hoy son objetos protegidos con limosnas
 obligadas y visitas programadas por profesionales del turismo
La Fundación Blas Infante debería desaparecer cuando no existiera, que parece ser el caso, el pueblo andaluz y su proyecto. Nunca por razones del mardito parné que, al fin y al cabo, nunca hicieron conciencia, muy al contrario: “poned a un anarquista en el trono del mundo y os encontraréis a un tirano”. Si se cierra la Fundación Blas Infante, se cierra la poca esperanza que nos queda, aunque no estuviera en la Fundación, es como lo que se simboliza y desaparece, algo así como la figura de Don Blas que, de ser nombrado por acuerdo político en Padre de la Patria Andaluza, ahora saliera un decretazo quitándolo de en medio. Torpes políticos los que dan estos bandazos.

Si Don Blas levantara la cabeza y escuchara al respetado e histórico Fernando Soto “pero de dónde se habéis sacado a Blas Infante, si es un invento de Alejandrito Rojas-Marcos”. Si don Blas levantara la cabeza y viera, aunque fuese por Canal Sur, cualquier mitin del Partido Socialista “Obrero” y muy Español, desde su sucursal de Andalucía, y comprobara que no hay ni una bandera de Andalucía. Que las banderas de Andalucía sólo las ondean los béticos, los que acuden a los mítines del PP, sucursal de Andalucía y la Izquierda Ungida por el agro andaluz que tiene a gala seguir en la misma brecha pero ahora con la corbata de socio honorífico.

Si Don Blas levantara la cabeza y volviera por su casa, y viera la cartelería y la escenografía de lo que llaman “memoria de Andalucía”, seguro que le daba tres patás a las vitrinas y a tanta estupidez reciclada por quienes no tienen ni puta idea de lo que allí se coció, de lo que allí se soñó. Museo que le sobra lo que nunca contuvo, frialdad. Lugar de encuentro de plagiadores y copiones consentidos por un buen puñado de pesetas, negociado desde el oportunismo electoral “tú me das tal cosa y yo te invento tal Consejería ”. Farsa monea que de manos en manos va y ninguno se la quea.

Hoy, bajo este fuerte y levantisco lorenzo que nos cubre, hace frío, hay nubarrones que “abarruntan malos tiempos”, hay repelucos políticos que nos desnudan el alma y como el otoño vuelve a los verdes, demasiado amarillos y como en las guerras, los blancos en demasiado rojos. Los colores de “paz y esperanza” nos lo devuelven de “sangre y oro” para seguir frente al mismo toro del tópico pero que cada día  arremete con más soltura y saber por donde cornearnos.
La Fundación Blas Infante cerrará si los euros no lo impiden, si la Junta no ampara a la Fundación como hace con otras fundaciones de su amparo, cerrará porque es la Junta de unos y la Desjunta de otros. Si la Fundación Blas Infante cerrara, será porque Blas Infante está en tantas manos y su memoria depende de tantos que el personal ya no sabe a quien creer, si a los que llaman oficial a la ofrenda floral, a los que ofrecen las fotos del acto para que conste que están, a los que se apuntan al andalucismo una vez al año, a… Son tantos los grupos que por su cuenta y convocatoria restringida  van al santuario de La Gota de Leche cada agosto que ya ni se distinguen entre ellos.
Si Blas Infante levantara la cabeza y se viera convertido en arma arrojadiza y competencia desmadrada entre andaluces de mil colores, seguro que gritaría de nuevo
                                                               ¡¡VIVA ANDALUCÍA LIBRE... DE HIPÓCRITAS!!