Sobretodo pagar por correr en tu ciudad, seguir solucionando problemas con unas carreritas y repetir el modelo asistencialista que el DINERO que recaudas palia cánceres, investigaciones y otro cúmulo de insensateces.

Con el telón de fondo de la ciudad postindustrial, Contra el running nos
anima a mirar este deporte, de partida tan individual, desde una óptica
crítica con respecto a su proceso de construcción social, mediatizado
por las grandes marcas y tendente a canalizar la frustración que genera
el estado del malestar contemporáneo.