30 mayo, 2018

EL ORGULLO GAY SIN CARETA, MODA NI TOGA







Si quieres saber de gays y  darle vuelta política
Nunca entendieron los sabios de esas pelucas insípidas
Y en reuniones que ven en orgasmos de cabalgata que brillos guían
Solo apagan un simple órgano lleno de dopamina.
Como en todo, son plataformarios varios
De doctrinas imprecisas
Y sin menospreciar viven, hablan y acreditan
Culos repletos de rosarios que la memoria esquiva.

El caso nace en mi barrio
En un centro que pastaba aquella famosa ciencia
Que distinguía las calles cortas
Con desnudos pies de turistas

En las jergas no había más que aquellos mariquitas
Que pedían, en lo prohibido, amor tras trabajos
De silencios y reprimas.

El primer bar hace cuarenta años no trataba en sus prioratos
La gran cuestión feminista
Ten en cuenta un garaje en una Torre del Oro
Casi de frente Bar Soraya, en pleno Cristina, harta de pecados y con cebada viva
Cuando encañonaba franco y la peseta fluia.


Para el segundo bar reservo guita,
Y un postureo anónimo fugado de casa cuartel
Esa mano y beso anónimo, como pionero que abre
Bar recaudatorio, travelos e inestables. Hablo de aquel padre
Que cobraba cajas en vez de abrazos militares.

El tercer episodio de Sevilla fue El Camacho,
A pique de peluca perdida, Montesdeoca
Marcaba un auge repleto de tímidos pucheros de secretos.
El nombre eterno es Trastamara.
Poco después La Tibu y cócteles de niños
Y Chandelier jugaba con pasillos
Entre puertas trucadas y besos ibres de aliento
Que años después trataba Millage People
Y un Café Tropical en la Campana entre burgueses eternos
De la Sevilla aristocrática.

Como soy maricón a mi mismo convenzo
Y razono en pasados, lo que noto, y si te digo más viene con retardo
Me debe la educación aquellas piezas
Que faltaban y faltan
Nunca echaré de menos
Un par más de buenos ojos y amores sin cerrojos
Y de mis huídas nunca me hice un Cuento
Como las viejas puertas que dia a dia
Rompo.


05218.jm