Hace ya unos años y no muchos, es fácil quitarle la máscara a ciertas personas convertidas en personalidades por golpes de gracia vinculados a la política de turno. La evolución anormal del estado español hacia la obstinación oscurantista de la democracia, ha producido una red intocable a la que quiero acercarle una explicación.
La realidad social está tan falseada, que pocos críticos se atreven a historizar el tiempo presente. Optan por sumergirse en la más pura resignación de la modernidad y tienen prohibido interrogar el mundo que les rodea. Las televisiones y los medios no representan la voz de la sociedad, sino la voz que debe tener ésta. Y la vida política de este país tiende a adoctrinar a un pueblo hacia la tecnocracia, el falso welfare state, y el cinismo rosa, de donde no puede salir más que una deformación civil a gran escala. La sociedad se supone que era un todo orgánico (donde los protagonistas son los organismos vivos), y resulta exactamente lo contrario en estos momentos de la historia: ni la sociología ni el pensamiento importan.
Weber, Schmitt, Luhman, Habermas o Parsons probablemente serían los indicados para exponer estos temas. Los cito para engordar el artículo. Pero lo curioso es que existimos sin voz en una sociedad donde la vida política es el todo en ciudadanía; donde toda una colectividad mira la individualidad de un político, de un militar fallecido, de una desaparecida o de un cantante. Los lazos sociales se han falseado hasta tal punto que todo sucede sin que le suceda a nadie, como apunta E. Mach. Esos políticos, esos cantantes, esos artistas, aquellos actores en general (escogidos por los “decididores”), están diseñados para que los acontecimientos les suceda a ellos y no a nosotros. Además, el inconveniente mayor de este asunto (que no menos grave), es que estos núcleos han sustituido a los buenos historiadores, los buenos ideólogos y a los verdaderos héroes de un tiempo suplantándolos.
No quieren que cada ciudadano/a ,- por mucho que desgasten y confundan esta palabra-, conozca, valore, critique, dia-logue, transforme, aprehenda, etc. este imbricado asunto. Ya se han tomado tantas libertades en controlarnos e instrumentarnos, que el pensamiento es un asunto que han agregado a la Sociedad del Conocimiento. Tienen nuestra huella digital catalogada para pedir trabajo en el SAE, el aparato TDT para saber qué vemos y cuánto tiempo, los domicilios y códigos de nuestra residencia cuando compramos en los hipermercados, y nuestras caras y coches videograbados cada vez que salimos, en la calle y en la autopista. Y lo peor, es que todo está legitimado de una forma invisiblemente visible.
Pero el asunto era otro. Me importa relataros que hay que hacer historia de lo que tenemos enfrente con urgencia. El estado, a través de todos sus medios de acción (porque el fin no les interesa), ha creado una hiperrealidad tan llena de supuestas alternativas para el ciudadano, que busca perderlo entre esa heterogeneidad de contemporaneidades. Es decir, hay tantos espectáculos a la vez o tantos cursos, o tantas especializaciones, para disolver en la variedad la colectividad. De esta manera, al sociólogo, por ejemplo, lo han desbancado a un área de expansión sin contracción; al merendero de la estadística, a la deshumanización.
Entretanto, el estado nos ha trasladado también todas las responsabilidades para que sean sentidas por todos . Un hombrecito de 10 años me dijo: “yo no le digo qué deberes hago todos los días a mis amigos”. Los políticos, esos cantantes, esos artistas, aquellos actores en general (escogidos por los “decididores”, repito) , no cesan de repetirnos su trabajo cada día. Son sus trabajos, por favor, no lo expliquen. La trama Gúrtel , como caso actual, sucede en la vida política todos los días en cada pueblo de cada provincia. Pues bien, la trama de estos actores consiste en que un topo de partido levanta el caso, el político convoca a los medios, el periodista difunde, el Wayomi” y el Motos lo envasan a través del humor, el Sabina lo usa de muletilla en el concierto, Luis García Montero lo suelta presentando un libro y entre unos y otros, han acaparado todo un país desde la madre (Madrid), hasta la hija fiel y tonta (Andalucía); o lo que es lo mismo, es todo un partido eficiente con reglas del juego que luego tienen un efecto Pachelbel.
Bosé se ha llevado estos años en línea con el partido actual, criticando a Chávez y a Castro. Da un concierto sin escrúpulos con el pretexto de la Paz.
Este presidente secunda la guerra económica que aún hoy existe. Invadirán el pueblo de Irán próximamente. Somos 6º en el negocio mundial de armamento. Todos callan. Ya no hay chapitas del Bardem en entregas de premios.
Luego acaban todos cenando en la misma mesa. Nos privan de las evidencias. Nos llevan hacia lo vago para convertirse ellos en una primera fila.
¿Tienes algo que ver con todos ellos?.
JM
La realidad social está tan falseada, que pocos críticos se atreven a historizar el tiempo presente. Optan por sumergirse en la más pura resignación de la modernidad y tienen prohibido interrogar el mundo que les rodea. Las televisiones y los medios no representan la voz de la sociedad, sino la voz que debe tener ésta. Y la vida política de este país tiende a adoctrinar a un pueblo hacia la tecnocracia, el falso welfare state, y el cinismo rosa, de donde no puede salir más que una deformación civil a gran escala. La sociedad se supone que era un todo orgánico (donde los protagonistas son los organismos vivos), y resulta exactamente lo contrario en estos momentos de la historia: ni la sociología ni el pensamiento importan.
Weber, Schmitt, Luhman, Habermas o Parsons probablemente serían los indicados para exponer estos temas. Los cito para engordar el artículo. Pero lo curioso es que existimos sin voz en una sociedad donde la vida política es el todo en ciudadanía; donde toda una colectividad mira la individualidad de un político, de un militar fallecido, de una desaparecida o de un cantante. Los lazos sociales se han falseado hasta tal punto que todo sucede sin que le suceda a nadie, como apunta E. Mach. Esos políticos, esos cantantes, esos artistas, aquellos actores en general (escogidos por los “decididores”), están diseñados para que los acontecimientos les suceda a ellos y no a nosotros. Además, el inconveniente mayor de este asunto (que no menos grave), es que estos núcleos han sustituido a los buenos historiadores, los buenos ideólogos y a los verdaderos héroes de un tiempo suplantándolos.
No quieren que cada ciudadano/a ,- por mucho que desgasten y confundan esta palabra-, conozca, valore, critique, dia-logue, transforme, aprehenda, etc. este imbricado asunto. Ya se han tomado tantas libertades en controlarnos e instrumentarnos, que el pensamiento es un asunto que han agregado a la Sociedad del Conocimiento. Tienen nuestra huella digital catalogada para pedir trabajo en el SAE, el aparato TDT para saber qué vemos y cuánto tiempo, los domicilios y códigos de nuestra residencia cuando compramos en los hipermercados, y nuestras caras y coches videograbados cada vez que salimos, en la calle y en la autopista. Y lo peor, es que todo está legitimado de una forma invisiblemente visible.
Pero el asunto era otro. Me importa relataros que hay que hacer historia de lo que tenemos enfrente con urgencia. El estado, a través de todos sus medios de acción (porque el fin no les interesa), ha creado una hiperrealidad tan llena de supuestas alternativas para el ciudadano, que busca perderlo entre esa heterogeneidad de contemporaneidades. Es decir, hay tantos espectáculos a la vez o tantos cursos, o tantas especializaciones, para disolver en la variedad la colectividad. De esta manera, al sociólogo, por ejemplo, lo han desbancado a un área de expansión sin contracción; al merendero de la estadística, a la deshumanización.
Entretanto, el estado nos ha trasladado también todas las responsabilidades para que sean sentidas por todos . Un hombrecito de 10 años me dijo: “yo no le digo qué deberes hago todos los días a mis amigos”. Los políticos, esos cantantes, esos artistas, aquellos actores en general (escogidos por los “decididores”, repito) , no cesan de repetirnos su trabajo cada día. Son sus trabajos, por favor, no lo expliquen. La trama Gúrtel , como caso actual, sucede en la vida política todos los días en cada pueblo de cada provincia. Pues bien, la trama de estos actores consiste en que un topo de partido levanta el caso, el político convoca a los medios, el periodista difunde, el Wayomi” y el Motos lo envasan a través del humor, el Sabina lo usa de muletilla en el concierto, Luis García Montero lo suelta presentando un libro y entre unos y otros, han acaparado todo un país desde la madre (Madrid), hasta la hija fiel y tonta (Andalucía); o lo que es lo mismo, es todo un partido eficiente con reglas del juego que luego tienen un efecto Pachelbel.
Bosé se ha llevado estos años en línea con el partido actual, criticando a Chávez y a Castro. Da un concierto sin escrúpulos con el pretexto de la Paz.
Este presidente secunda la guerra económica que aún hoy existe. Invadirán el pueblo de Irán próximamente. Somos 6º en el negocio mundial de armamento. Todos callan. Ya no hay chapitas del Bardem en entregas de premios.
Luego acaban todos cenando en la misma mesa. Nos privan de las evidencias. Nos llevan hacia lo vago para convertirse ellos en una primera fila.
¿Tienes algo que ver con todos ellos?.
JM
