Es posible que, como dice Pepe Sacristán, esta sea una nueva forma de tercera guerra mundial. Que los inicios son los mismos que las dos guerras anteriores, y que la izquierda en vez de unirse, ha huído entre un caos ideológico de unas organizaciones y otras.
Visto lo visto, estamos gastando energías con tanta inmediatez, que no miramos más allá. El M15 se preocupa más por dejar su marca que por captar e incluir a todxs en uno. Algún beneficio aporta, no lo dudo, pero ha formado una cabecera de personas cristianas de base, kikos, novatos, pijos, tecnócratas y descafeinados , que han intolerado hoy nuestras históricas reclamaciones de nuestros históricos movimientos. Hay que saber ver las sombras también en ellos.
En cuanto a los sindicatos minoritarios, aquellos libertarios, los otros andaluces, he de decir que han pluralizado tanto las insignias, que se han convertido en el otro bloque en resistencia, que se ha especializado en asentamientos, en desahucios y otros temas, que ha dejado a un lado el Enemigo Político, la Prensa, y el Sistema Bancario.
Flaco favor le hacemos, si nos sucede que todos estamos en toda detención, ocupación, encuentro y estos conglomerados de distracciones. Flaco favor si seguimos llenándole con nuestras caras y pancartas sus cámaras. La calle no es una verea real humana: es insurrección.
No se mueve una gota de aire nuevo. Éramos soberanistas, no artistas del canto con megáfono.
Andalucía la que divierte y nada más.
Andalucía la que divierte y nada más.
