Redefiniendo a los pobres como “terroristas” |
Jeremy Keenan · · · · · |
21/12/14 |
La mayor parte de la
llamada actividad “terrorista” es un producto derivado de la actual crisis del
neoliberalismo y de la marginación de una creciente proporción de la población
mundial que éste produce.
En 1997, un grupo de americanos
neoconservadores (neocons) establecieron un centro de estudios (think-tank)
conocido como “Proyecto para el Nuevo Siglo Estadounidense” (en inglés Project for the New American Century o PNAC). Su objetivo era la dominación mundial
por parte de los Estados Unidos de América. Sus miembros formaron la
retaguardia de la administración Bush, que accedió al poder en 2000, con al
menos 18 de ellos colocados en posiciones clave en esta administración.
En septiembre del 2000, apenas cuatro
meses antes del acceso a la presidencia de Bush, la PNAC publicó un informe
llamado “Reconstruyendo las Defensas
Americanas: Estrategia, Fuerzas y Recursos para un Nuevo Siglo” (en inglés Rebuilding America’s Defenses: Strategy,
Forces and Resources for a new Century). Consagrado a asuntos tales como el
mantenimiento de la preeminencia estadounidense, como la frustración de
potencias rivales y como la formación de un sistema global de seguridad de
acuerdo con los intereses estadounidenses. La sección V del informe, llamada
“Creando la Fuerza Dominante del Mañana” incluye una frase torpemente escrita:
“Además, el proceso de transformación, incluso si aporta un cambio
revolucionario, parece que será largo, salvo que ocurra algún evento
catastrófico y catalizador – como un nuevo Pearl Harbor”.
Existen numerosas teorías acerca del
11-S. Lo que resulta claro es que cumplió ampliamente la mencionada función de
“nuevo Pearl Harbor”, presentando a los neocons - quienes efectivamente
controlaban el Pentágono y gran parte del resto de posiciones más altas en la
Administración de Estados Unidos- la
oportunidad que deseaban. La puesta en marcha de la Guerra Global contra el
Terrorismo (En inglés Global War on
Terror o GWOT) era el medio ideológico necesario para asegurar la
militarización de regiones como África, requerida
por los intereses imperiales estadounidenses. En
efecto, Deepark Lal, asesor económico del Banco Mundial y un economista
íntimamente relacionado con los think-tanks conservadores, dijeron que la Guerra
Global contra el Terrorismo podría ser percibida como “simplemente una
extensión de la defensa del mercado capitalista”
Durante las primeras dos semanas de
su mandato, el Presidente Bush estableció el Grupo de Desarrollo de la Política
Energética Nacional (En inglés National
Energy Policy Development Group), presidido por Dick Cheney. Su informe
publicado en Mayo de 2001, cuatro meses antes del 11-S, resaltaba que el
petróleo africano pronto cubriría del 25% de
las necesidades energéticas estadounidenses.
La importancia del petróleo africano
para los Estados Unidos en aquel momento era tal, que el Senador Ed Royce,
Presidente del Subcomité de África en el Congreso, pidió que el petróleo
africano fuera “considerado como prioritario para la seguridad nacional post
11-S de los Estados Unidos” y el Presidente Bush definió el petróleo africano
como un “interés nacional estratégico” y por tanto un recurso que los Estados
Unidos podían optar por controlar mediante
la fuerza militar.
Gracias a la producción
estadounidense de petróleo de esquisto bituminoso, la dependencia de
provisiones energéticas extranjeras es algo del pasado, pero es ya muy tarde
para salvar a África de su destino.
En lugar de reconocer que la
intervención militar estadounidense en África tenía que ver con el control de
recursos, la administración Bush usó el pretexto de la reciente puesta en
marcha de la Guerra Global contra el Terrorismo para justificar su
militarización de África. Sin embargo, con la falta de incidencia del terrorismo
en África -en el sentido del término dado tras el 11-S- esta actuación era
difícil de sostener. Por ello la solución fue fabricar
este terrorismo.
En 2002, el Secretario de Defensa
Donald Rumsfeld creó un “Grupo de Operaciones proactivo y preventivo” (Proactive, Preemptive Operations Group,
P2OG), una organización encubierta para llevar a cabo misiones secretas para
“estimular reacciones” en los grupos terroristas, incluyendo el incentivo para
llevar a cabo actividades terroristas.
La primera operación de este Grupo,
a principios de 2003 supuso el secuestro de 32 turistas europeos en el Sahara
argelino, por parte del “Hombre de Bin Laden en el Sahara”, tal y como lo apodó
George Bush. El hombre era en realidad un oficial del servicio de inteligencia
argelino, que en aquel momento trabajaba para Estados Unidos en el marco de la
Guerra Global contra el Terrorismo. Esta
operación de “bandera falsa” fue empleada para justificar el lanzamiento de un
nuevo frente africano (del Sahara-Sahel) en la Guerra Global contra el
Terrorismo.
Al mismo tiempo, el Pentágono
elaboró una serie de mapas de África, caracterizando toda la región del
Sahara-Sahel como un “espacio incontrolado”, un “Corredor Terrorista” y un
“Área Terrorista”.
Antes de esta operación P2OG, no
había terrorismo en el Sahel. Pese a estar sumida en la pobreza, se trataba de
una de las regiones más seguras de África.
Hoy en día, después de 10 años de
falsa política antiterrorista en África, la profecía del Pentágono se ha
cumplido. El Sahel se ha convertido en una zona de guerra. Alrededor de 4.000
Fuerzas Especiales francesas están “combatiendo el terrorismo” en Mali, Niger y
Chad. En total, Francia tiene actualmente 10.000 tropas en África.
Aproximadamente 8.000 tropas de mantenimiento de paz de la ONU se encuentran en
Mali. Cerca de 1.000 “instructores” europeos y estadounidenses están
proporcionando respaldo a los servicios de inteligencia y “entrenamiento”.
Alrededor de 10.00 tropas nacionales se encuentran en alerta. Varios miles de
personas han sido asesinadas.
Incluso con anterioridad al cambio
de milenio, los límites del neoliberalismo habían sido puestos de manifiesto.
“Globalización”, palabra de moda de los noventa, no se caracterizó por una
expansión del capitalismo mundial sino por su implosión. La mayor parte de
segmentos de la humanidad, el “Cuarto mundo” de Manuel Castells, ha sido excluida de los mercados mundiales,
tanto como productores como consumidores. En “La globalización y el Mundo
post-colonial” (Globalization and the
Postcolonial World), Ankie Hoogvelt
sugiere que al menos la mitad de la población mundial ha sido excluida del
sistema global.
El milenio actual es un milenio de
políticas de exclusión y contención. Mark Duffield, por ejemplo, teorizó que la
“nueva agenda de asistencia” invierte los anteriores objetivos desarrollistas
de “incorporación” de áreas periféricas en el sistema mundial y por el
contrario hoy sirve como una política de dirección y contención de territorios
políticamente inseguros situados en los límites de la economía global. En el
ámbito militar, AFRICOM, el nuevo Comando de combate estadounidense para
África, acogió con entusiasmo el lenguaje del nuevo discurso del “desarrollo de
la seguridad” (Security-development) propio
de la Comisión por África de Tony Blair, que nos lleva a hablar de
“militarización del desarrollo”.
Durante el periodo colonial y
finales del pre-colonial, los remanentes de modos de producción
pre-capitalistas procuraron cierta seguridad a aquellas secciones de la
población excluidas del sistema capitalista. Sin embargo, dado que las
industrias extractivas y la agroindustria se expandieron e hicieron mella en
las reservas tradicionales, a través de lo que podemos considerar una “acumulación
primitiva”, la supervivencia de los excluidos se ha tornado todavía más
precaria.
La gente sin embargo, ni se rinde ni
muere. Tienen esa cualidad humana fundamental de resistencia. Se organizan,
generalmente de forma democrática, para luchar por sus derechos humanos, sus
derechos indígenas, derechos de propiedad y su derecho a una buena gobernanza.
Sus gobiernos, agentes del sistema neoliberal, regímenes autoritarios
represivos preocupados por su propia supervivencia, sirven para contenerlos. En
esta tarea de convención, les asiste la Guerra Global contra el Terrorismo, que
sirve para deslegitimar las organizaciones civiles, con el consecuente desgaste
del empoderamiento de la sociedad civil y sus demandas de “gobernanza
democrática”.
Una de las características de la
Guerra Global contra el Terrorismo ha sido que numerosos de estos gobiernos se
han vuelto aún más represivos, sabiendo que tienen tras ellos a los americanos
y a “Occidente”. Véase la Primavera Árabe.
Los gobiernos, como los del Sahel,
Argelia y demás, han buscado “rentas terroristas” a través
de la generosidad militar y financiera por parte de Estados Unidos.
Mauritania, Mali, Níger y Chad, entre otros, son acusados de haber provocado a
las minorías étnicas y a la sociedad civil para que tomen las armas, de
haberlos “criminalizado” y de designarlos no ya como “rebeldes”, término que
reviste cierta dignidad, sino como “terroristas” o, en palabras del
Departamento de Estado estadounidense, como “terroristas putativos”.
Los países occidentales han reformado
la controvertida legislación terrorista para usarla contra cualquier persona
que se oponga al “sistema”, por lo que cada vez más individuos del “Cuarto
Mundo”, los marginados y excluidos, son considerados como “terroristas”, sin
las sutilezas de la legislación.
Dado que la última crisis económica
global ha puesto en evidencia los límites del neoliberalismo y ha profundizado
dramáticamente la polarización social, especialmente en el “Sur Global” y en el
“Cuarto Mundo”, sólo hay que profundizar en la miríada de estadísticas sobre
“terrorismo” producidas por agencias gubernamentales occidentales y la nueva
industria de “seguridad terrorista”, para ver qué está ocurriendo.
La mayor parte de datos presentan
defectos metodológicos, entre los que destaca la propia definición de “terrorismo”
y la distinción entre “terrorismo” y “conflictos armados” de un tipo u otro.
Los datos aportan dos grandes pistas
de lo que está ocurriendo. A pesar del incremento en un 43% de los ataques
terroristas en 2013, según informa el Departamento de Estado de Estados Unidos,
o en un 61% según el Índice de Terrorismo Global (Global Terrorism Index), la mayor parte de los ataques –tal y como
admite el Departamento de Estado - fueron locales y regionales, no
internacionales. Así, los a los países occidentales les ha ido bien. De las
17.891 personas fallecidas, sólo 16 fueron ciudadanos estadounidenses, mientas
que de las 32.577 personas heridas, sólo 12 fueron americanas. De las cerca de
3.000 personas secuestradas, sólo 12 fueron americanas. A los países europeos
les ha ido de forma similar.
Una segunda pista es que estos casos
toman un cariz completamente distinto si se suprimen los “conflictos armados” y
se suprimen países como Irak. Según los datos de Wikipedia, que excluye cerca
de 40 “conflictos armados”, se produjeron únicamente 3.348 muertes a causa de
ataques terroristas en la primera mitad de 2013, y estima en 6.696 las muertes
para el año completo. De éstas, 50% se produjeron en Irak, 32% en Paquistán,
Siria y Afganistán.
En otras palabras, cerca de dos
tercios de los incidentes terroristas citados por el Departamento de Estado
estadounidense y fuentes similares, provienen de “conflictos armados”, la mayor
parte de los cuales se vinculan a conflictos étnicos, insurgencias locales,
desposesión de tierras, etc. y suponen formas legítimas de resistencia. No
obstante, gracias a la ideología prevalente de la Guerra Global contra el
Terrorismo, hoy se consideran “terroristas”, cuando la mayor parte de ellos son
un producto derivado de la actual crisis del neoliberalismo y la marginación de
una creciente proporción de la población mundial que éste produce.
Jeremy H. Keenan es
profesor e investigador asociado del Departamento de Antropología Social y Sociología,
School of Oriental and African Studies (SOAS), London University.
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31 diciembre, 2014
POBREZA Y TERRORISMO
LA ESTRATEGIA DE PODEMOS
La estrategia económica de Podemos va en la buena dirección pero puede, y debe, ir más allá |
Giorgos Kallis · · · · · |
¿Austeridad o estímulo?
Esta es la cuestión para economistas y gobiernos tras las secuelas de la crisis. En Europa la austeridad no está funcionando ni económicamenteni mucho menos socialmente, excepto para proteger la riqueza del 1%. En E.E.U.U. se evitó lo peor con las medidas de estímulo impulsadas por la deuda, pero la recuperación aún está por llegar, lo que indica un "estancamiento secular". Tal como hemos argumentado en "Decrecimiento. Un vocabulario para una nueva era", el propio dilema austeridad vs. estímulo ha quedado obsoleto. Hemos entrado en una nueva era en la cual relanzar el crecimiento, ya sea por medio de la austeridad o del estímulo, no es posible ni sostenible. El rápido crecimiento de la posguerra en Occidente es una excepción histórica, resultado de una reconstrucción después de una catástrofe sin precedentes. Un crecimiento anual del 2% duplica la economíaen 35 años. Al paso al que se están agotando los recursosnaturales baratos, cada vez se hace más difícil mantener este ritmo. Del mismo modo, va a ser muy difícil que demanda e inversiones continúen doblándose en cada generación y, más aún, en las economías maduras. En la década de 1980 y 90 las altas tasas de crecimiento se pudieron mantener a base de burbujas, productos financieros ficticios y de deuda pública y privada, postergando las consecuencias para el futuro. Pero incluso si el crecimiento continuado fuera posible, no sería deseable. Es causa directa del cambio climático y por encima de un cierto nivel de riqueza tiene más costes que beneficios sociales sin hacernos más felices. Sin embargo, para el economista Tim Jacksonla cuestión central de nuestra época no es austeridad o estimulo, sino como garantizar la prosperidad sin crecimiento, en otras palabras, cómo hacer que el decrecimiento sea estable. En este terreno, no esperamos nada de los conservadores o socioliberales que gobiernan Europa. Ambos han abrazado, más o menos, la austeridad con algunos gastos para clientelas seleccionadas. La izquierda tradicional, socialista o keynesiana, está también apegada a la idea del desarrollo de las fuerzas de producción. Los Verdes, en los lugares donde gobiernan, como en Alemania, apuestan por el mito del “crecimiento verde”. En otros países donde son más radicales, como en España o en Grecia, donde sí hablan de decrecimiento, tienen desafortunadamente una escasa influencia electoral. Así que cuando Podemos, un nuevopartido de izquierda radical formado por treintañeros, nacido de las Universidades y las plazas ocupadas y desde hace unos meses encabezando lasencuestas en España, lanza su estrategia económica, se tiene curiosidad y esperanza por si se va a apostar por algo distinto. En el documento de Podemos, elaborado por los profesores Navarro y Torres, y publicado el pasado mes, hay muchos elementos positivos desde la perspectiva de la prosperidad sin crecimiento, aunque este no sea su objetivo.
En primer lugar, da un fuerte respaldo a la redistribución con impuestos más altos para el capital y las
rentas altas, una renta mínima garantizada y límites a las
diferencias salariales dentro de las empresas. Si el crecimiento está llegando
a su fin, asegurar un mínimo vital para todos y reducir la desigualdad es básico.
En segundo lugar, el documento apela a los impuestos para
frenar las transacciones financieras y la
especulación en bolsa y propone una serie
de reformas en el sistema bancario para desviar la capacidad de financiación desde
las burbujas
hacia las necesidades reales de las pequeñas empresas y las clases
trabajadoras. Dirigir las finanzas hacia las necesidades reales con
valor social añadido es un paso básico hacia la prosperidad
En tercer lugar, apela
al debate democrático para reestructurar y cancelar parte de la
deuda privada y pública. De hecho, como
argumenta Federico Demaria, no se puede obligar a la economía a crecer artificialmente solo para pagar las deudas que alimentaron el crecimiento ficticio del pasado; parte de la deuda tiene que ser cancelada.
En cuarto lugar, el documento propone una semana laboral de 35 horas. En una economía sin crecimiento, sólo se pueden crear más puestos de trabajo si
todos nosotros trabajamos menos.
En quinto lugar, el documento llama a un cambio en las inversiones hacia las industrias limpias
y las energías renovables,
imponiendo una moratoria a todos los megaproyectos en infraestructuras desorbitadamente costosos y corruptos. Esto es parecido
a lo que Naomi Klein llama “decrecimiento selectivo”. También cambia el objeto de la inversión pública
hacia el cuidado y la educación y llama al apoyo de las cooperativas. En una economía de crecimiento nulo o bajo, las cooperativas tienen una ventaja
natural: no requieren ganancias
crecientes. Y en un contexto de desempleo, los sectores intensivos en trabajo dedicados
al cuidado proporcionan más
empleo y de mayor valor social.
Los grupos de trabajo de Podemos yun proceso de consulta concretarán la implantación de la estrategia. Una cuestión clave es cómo se va a reestructurar la deuda privada y pública. No debe ocurrir, como ha ocurrido en Grecia o Chipre, que sean losacreedores o los deudores ricos quienes se beneficien y los pequeños ahorradores, españoles o extranjeros, los que pierdan. El documento llama también a mejorar la eficiencia del sector público pero, aparte de las buenas intenciones, no concreta ninguna nuevaalternativa de izquierdas a los recortes de los neoliberales, las privatizaciones y la externalización. Se pierde una oportunidad para tomar ideas e inspiración de la floreciente economía cooperativa en España, en la que los grupos de ayuda mutua organizan soluciones asequibles para la salud, educación, alimentación, vivienda o servicios. Estas soluciones podrían regenerar los servicios de bienestar, reduciendo sus costes de manteniendo y profundizando en su carácter público. El estímulo al consumo está en el núcleode la estrategia, pero los autoreshacen hincapié en que buscan un consumo ecológicamente sostenible. No quieren volver al período anterior a la crisis con un crecimiento impulsado por la deuda y destructor del medioambiente. Sin embargo, no está claro cómo ni por qué van a obtener este resultado a partir de la combinaciónde políticas propuesta. Sin ninguna otra medida complementaria la reducción de la deuday la mejora de los flujos de créditopueden relanzar el crecimiento insostenible. La reducción de las horas de trabajo puede liberar tiempo para el consumo material. ¿Qué va a hacer Podemos si de nuevo comienza un crecimiento insostenible?El paquete de medidas propuesto necesita ser complementado con las siguientes medidas:
Primero, límites obligados al total del carbono y de los
materiales
empleados en la economía española
(incluyendo los incorporados en los productos importados) y límites a la
presión ambiental, como el total de tierras que pueden ser urbanizadas, el agua utilizada en la agricultura o las nuevas
instalaciones turísticas permitidas.
Segundo, prohibición de las mega-infraestructuras que debería extenderse a
una moratoria de todos los proyectos perjudiciales ambientalmente, como nuevas
presas, minas o promociones inmobiliarias (hay muchas viviendas vacías que
pueden ocuparse antes de empezar a construir de nuevo).
Tercero, es necesario aplicar controles más estrictos en materia de publicidad.
Cuarto y más importante, se necesita un cambio en la fiscalidad, reduciendo los impuestos
sobre el trabajo y redirigiéndolos
hacia el uso de los recursos, con un
diseño favorable a las
rentas más bajas.
La prosperidad sin crecimiento no es el objetivo de la estrategia, pero puede ser su resultado. Los autores reconocen que la inversión en el cuidado y la educación a lo mejor no van a aumentar el PIB inmediatamente. Están seguros de que sí lo harán a la larga, pero no dan ningún argumento convincente del por qué. Sea lo que sea, coincido con Yayo Herrero en que tenemos que “salir de la dicotomía keynesianismo-decrecimiento”. Las políticas públicas y las inversiones también van a ser necesarias en la transición hacia el decrecimiento. Un “keynesianismo” verde no es una mala cosa, aunque como he sostenido en otras partes, es improbable que conduzca al crecimiento. Y las políticas de Navarro-Torres no son Keynesianas estrictamente hablando: ellos no pretenden estimular cualquier consumo, sino el consumo que satisfaga las necesidades básicas. En resumen, las políticas que proponen son buenas, independiente de su efecto sobre el crecimiento. Pero si ignoramos el PIB, como ellos correctamente hacen en su documento, entonces necesitaremos nuevas métricas del bienestar para evaluar el éxito de esas políticas. Y tendremos que asegurar que los objetivos de dichas políticas se puedan alcanzar en el caso de que, tal como yo creo, el PIB o la actividad económica, de forma más general, se niegue a crecer, lo que significa que Podemos tendría que manejarse con unos ingresos públicos estancados. Sin crecimiento, una cuestión clave es como se puede asegurar un estándar de vida digno para todos desde la, todavía considerable, riqueza común aunque no creciente.
En este contexto, será un error si Podemos se
rinde en la cuestión de la Renta Básica. El informe
de Navarro-Torres sugiere, en su lugar, una renta mínima garantizada para aquellos que no puedan encontrar
trabajo. La ventaja de una renta básica universal como un derecho de la ciudadanía es que elimina el estigma del desempleo. No
es un factor disuasorio del trabajo
ya que la gente la recibe sin condiciones y proporciona seguridad complementaria para aquellos que quieran trabajar menos horas retribuidas y dedicar más tiempo a la familia, al cuidado, al ocio, al desarrollo personal, al
voluntariado o al trabajo
político. Los estudios preliminares muestran que una renta básica
mensual de 400 a 600 euros por persona es factible en España sin cambios
dramáticos en los impuestos. Si a una Renta Básica le unimos el acceso a un paquete mínimo de recursos (energía, agua, alimentos y vivienda) necesarios para satisfacer las necesidades básicas a un coste bajo o gratuito garantizado por
el Estado, he aquí un nuevo contrato social. Un contrato
que puede garantizar la prosperidad de todas y todos sin
crecimiento.
Giorgos Kallis es profesor de ICREA del
ICTA-UAB
http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=7601
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INFORME SOBRE LA CALIDAD DEL AIRE EN ANDALUCÍA
Informe de la Calidad del aire en el Estado Español 2013
http://www.ecologistasenaccion.org/IMG/pdf/informe_calidad_aire_2013.pdf
Más del 90 % de la población andaluza respira aire contaminado
Ecologistas en Acción ha presentado un informe sobre la calidad del aire en el Estado español durante 2013.
Entre las conclusiones destaca la constatación que el aire que respira
más del 90 % de la población andaluza supera los índices de protección a
la salud recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La población que respira aire contaminado en el Estado español, según los valores límites establecidos por la Directiva 2008/50/CE, es de 16,76 millones de personas, es decir un 35,6% de toda la población. Si tenemos en cuenta los límites recomendado por OMS el 95,2 % de la población española respira un aire con niveles de contaminación superiores a los recomendados por esta Organización de las Naciones Unidas.
La principal fuente de contaminación en áreas urbanas (donde vive la mayor parte de la población) es el tráfico rodado.
Las Administraciones no están adoptando las medidas necesarias para reducir este grave problema.
El estudio realizado por Ecologistas en Acción se basa en los datos que facilitan las Administraciones autonómicas a partir de sus redes de medición de la contaminación.
Los resultados más relevantes de este estudio son los siguientes:
En Andalucía los contaminantes que más incidencia tuvieron en 2013 fueron el ozono troposférico y las partículas PM10 y PM2,5.
El ozono troposférico afectó a todo el territorio andaluz, con casi todas las estaciones de la red de medición registrando superaciones muy elevadas del valor límite octohorario recomendado por la OMS. De hecho un 70% de las estaciones andaluzas registró más de 75 superaciones.
En partículas PM10 y PM2,5 prácticamente todas las estaciones de la red de medición sobrepasaron los valores límites recomendados por la OMS para ambos contaminantes. La estación de Villanueva del Arzobispo, registró además 46 superaciones del valor medio diario que según la normativa no debe superarse en más de 35 ocasiones al año, y las estaciones de Granada-Norte y Marbella-Arco, registraron respectivamente 30 y 24 superaciones del valor diario recomendado por la OMS para PM2,5, el cual se recomienda no superar más de tres días al año.Los territorios donde se alcanzaron los peores registros fueron las áreas metropolitanas de Sevilla, Granada, Málaga y la costa del Sol y las áreas industriales de Algeciras y Bailén.
El dióxido de azufre afectó principalmente a los territorios que soportan una intensa actividad de tipo industrial. Así, las zonas en las que hubo más superaciones del máximo valor diario que la OMS recomienda no superar nunca, fueron la zona industrial de la Bahía de Algeciras y de Huelva. Los peores registros se dieron en la zona industrial de la Bahía de Algeciras, con estaciones que registraron hasta 108 días (Puente Mayorga), 91 días (Economato), 77 días (Guadarranque) y 49 días (Campamento) de superación.
El dióxido de nitrógeno tuvo sus peores registros en el área metropolitana de Granada como consecuencia del intenso tráfico rodado que soporta, y en Córdoba. En ambas zonas se produjeron superaciones del valor medio anual establecido en la normativa.
De este modo el cuadro general que presenta Andalucía es el de un territorio con cuatro focos importantes de contaminación: las zonas industriales de Bailén y de la Bahía de Algeciras, y las áreas metropolitanas de Granada, Sevilla y Córdoba; en los dos primeros casos con la actividad industrial como principal fuente de contaminación, y en los tres siguientes con el tráfico rodado como causa principal. Sin embargo la contaminación generada en estos lugares, al extenderse por el resto del territorio y transformarse en ozono troposférico, acaba incidiendo negativamente en zonas rurales y de interior de Andalucía. Como consecuencia toda la población andaluza respira un aire perjudicial según la OMS.
Ecologistas en Acción quiere destacar que la contaminación del aire es un asunto muy grave, que causa 20.000 muertes prematuras anuales en el Estado español, mientras que la Comisión Europea calcula que 370.000 personas fallecen en la Unión Europea cada año por esta misma causa–. A pesar de ello, las administraciones no están tomando las medidas necesarias para solucionarlo.
Los Planes de Acción para reducir esta contaminación, obligatorios según la legislación vigente, en muchos casos no existen, y en otros apenas si tienen efectividad por falta de voluntad política. Además, La información al ciudadano no es ni adecuada ni ajustada a la gravedad del problema.
Ecologistas en Acción recuerda que las principales vías de actuación para reducir la contaminación del aire pasan por la disminución del tráfico motorizado, la reducción de la necesidad de movilidad y la potenciación del transporte público (en especial el eléctrico), y los medios no motorizados como la bicicleta o el tránsito peatonal; la reconversión ecológica del transporte interurbanodesde la carretera a un ferrocarril convencional mejorado y socialmente accesible; la recuperación de los estímulos para la generación eléctrica renovable, en sustitución de las centrales termoeléctricas a partir de combustibles fósiles; y la adopción generalizada de las mejores tecnologías industriales.
Finalmente, Ecologistas en Acción emplaza a la Oficina del Defensor del Pueblo y a la Administración Ambiental y Sanitaria de Andalucía a completar los estudios epidemiológicos del Campo de Gibraltar y de la Ría de Huelva, para dilucidar la responsabilidad de la contaminación ambiental en la mayor mortalidad que sufre la población en estas comarcas.
Fuente : Ecologistas en Acción
La población que respira aire contaminado en el Estado español, según los valores límites establecidos por la Directiva 2008/50/CE, es de 16,76 millones de personas, es decir un 35,6% de toda la población. Si tenemos en cuenta los límites recomendado por OMS el 95,2 % de la población española respira un aire con niveles de contaminación superiores a los recomendados por esta Organización de las Naciones Unidas.
La principal fuente de contaminación en áreas urbanas (donde vive la mayor parte de la población) es el tráfico rodado.
Las Administraciones no están adoptando las medidas necesarias para reducir este grave problema.
El estudio realizado por Ecologistas en Acción se basa en los datos que facilitan las Administraciones autonómicas a partir de sus redes de medición de la contaminación.
Los resultados más relevantes de este estudio son los siguientes:
- Los contaminantes que más problemas de salud originaron en el Estado español durante 2013 han sido las partículas en suspensión (PM10 y PM2,5), el ozono troposférico (O3) y el dióxido de nitrógeno (NO2).
- Los niveles de contaminación son un poco más reducidos que los de años precedentes, pero no porque haya habido actuaciones correctivas de las administraciones y siguen estando por encima de los valores legales establecidos por la Directiva, y con mucha más frecuencia por encima de los valores recomendados por la OMS, sino por la combinación de una meteorología más inestable (que favorece la dispersión de contaminantes) y la crisis económica, que ha provocado un menor uso de los automóviles y una reducción del consumo eléctrico, lo que ha posibilitado menores emisiones contaminantes de las centrales térmicas.
En Andalucía los contaminantes que más incidencia tuvieron en 2013 fueron el ozono troposférico y las partículas PM10 y PM2,5.
El ozono troposférico afectó a todo el territorio andaluz, con casi todas las estaciones de la red de medición registrando superaciones muy elevadas del valor límite octohorario recomendado por la OMS. De hecho un 70% de las estaciones andaluzas registró más de 75 superaciones.
En partículas PM10 y PM2,5 prácticamente todas las estaciones de la red de medición sobrepasaron los valores límites recomendados por la OMS para ambos contaminantes. La estación de Villanueva del Arzobispo, registró además 46 superaciones del valor medio diario que según la normativa no debe superarse en más de 35 ocasiones al año, y las estaciones de Granada-Norte y Marbella-Arco, registraron respectivamente 30 y 24 superaciones del valor diario recomendado por la OMS para PM2,5, el cual se recomienda no superar más de tres días al año.Los territorios donde se alcanzaron los peores registros fueron las áreas metropolitanas de Sevilla, Granada, Málaga y la costa del Sol y las áreas industriales de Algeciras y Bailén.
El dióxido de azufre afectó principalmente a los territorios que soportan una intensa actividad de tipo industrial. Así, las zonas en las que hubo más superaciones del máximo valor diario que la OMS recomienda no superar nunca, fueron la zona industrial de la Bahía de Algeciras y de Huelva. Los peores registros se dieron en la zona industrial de la Bahía de Algeciras, con estaciones que registraron hasta 108 días (Puente Mayorga), 91 días (Economato), 77 días (Guadarranque) y 49 días (Campamento) de superación.
El dióxido de nitrógeno tuvo sus peores registros en el área metropolitana de Granada como consecuencia del intenso tráfico rodado que soporta, y en Córdoba. En ambas zonas se produjeron superaciones del valor medio anual establecido en la normativa.
De este modo el cuadro general que presenta Andalucía es el de un territorio con cuatro focos importantes de contaminación: las zonas industriales de Bailén y de la Bahía de Algeciras, y las áreas metropolitanas de Granada, Sevilla y Córdoba; en los dos primeros casos con la actividad industrial como principal fuente de contaminación, y en los tres siguientes con el tráfico rodado como causa principal. Sin embargo la contaminación generada en estos lugares, al extenderse por el resto del territorio y transformarse en ozono troposférico, acaba incidiendo negativamente en zonas rurales y de interior de Andalucía. Como consecuencia toda la población andaluza respira un aire perjudicial según la OMS.
Ecologistas en Acción quiere destacar que la contaminación del aire es un asunto muy grave, que causa 20.000 muertes prematuras anuales en el Estado español, mientras que la Comisión Europea calcula que 370.000 personas fallecen en la Unión Europea cada año por esta misma causa–. A pesar de ello, las administraciones no están tomando las medidas necesarias para solucionarlo.
Los Planes de Acción para reducir esta contaminación, obligatorios según la legislación vigente, en muchos casos no existen, y en otros apenas si tienen efectividad por falta de voluntad política. Además, La información al ciudadano no es ni adecuada ni ajustada a la gravedad del problema.
Ecologistas en Acción recuerda que las principales vías de actuación para reducir la contaminación del aire pasan por la disminución del tráfico motorizado, la reducción de la necesidad de movilidad y la potenciación del transporte público (en especial el eléctrico), y los medios no motorizados como la bicicleta o el tránsito peatonal; la reconversión ecológica del transporte interurbanodesde la carretera a un ferrocarril convencional mejorado y socialmente accesible; la recuperación de los estímulos para la generación eléctrica renovable, en sustitución de las centrales termoeléctricas a partir de combustibles fósiles; y la adopción generalizada de las mejores tecnologías industriales.
Finalmente, Ecologistas en Acción emplaza a la Oficina del Defensor del Pueblo y a la Administración Ambiental y Sanitaria de Andalucía a completar los estudios epidemiológicos del Campo de Gibraltar y de la Ría de Huelva, para dilucidar la responsabilidad de la contaminación ambiental en la mayor mortalidad que sufre la población en estas comarcas.
Fuente : Ecologistas en Acción
EL FLAMENCO, ILUSO
La actual represión y resistencia del Flamenco en Andalucía
Recientemente ha sido reconocido por la
UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad y cada vez es
más utilizado por las comunidades en el sur de España para atraer al
turismo. Música y baile flamenco parecen disfrutar de un avivamiento sin
precedentes en todo el mundo. Pero los espacios públicos y centros
sociales que juegan un papel importante en la formación de la cultura
flamenca están cada vez más amenazados por la gentrificación, las nuevas
ordenanzas municipales y el control policial. Articulo de Yossi Bartal, del 14/12/2014 en la revista Truthout. Traducido del original en inglés.
En un lluvioso viernes de este mes de
marzo frente al ayuntamiento de Sevilla, más de 50 personas, la mayoría
de mediana edad, rodean a un hombre tocando la guitarra. Se unen con el
acompañamiento de palmas, a la vez que las mujeres, de todas las edades,
de vez en cuando rompen el círculo y entrar a bailar. Aunque muchos de
los turistas que pasan por la plaza confunden la reunión con otro
espectáculo de calle, es en realidad una manifestación política
organizada por los miembros de la Peña Cultural Torres Macarena, una asociación dedicada al flamenco en respuesta al cierre de su local por exceso de ruido.
Peñas Flamencas como la de Torres
Macarena son un fenómeno relativamente nuevo en la historia del
flamenco. Estas asociaciones de vecinos de los amantes del flamenco
aparecieron por todas partes Andalucía cuando España se transformó en
una democracia en los años 70, y desde entonces han jugado un papel
importante en la enseñanza de las tradiciones de la música y la danza a
las generaciones más jóvenes, el espacio fundamental para el aumento de
los artistas y el fortalecimiento del tejido social del flamenco de una
manera no comercial.
Pequeñas asociaciones culturales para la preservación
Aunque a veces han sido criticados por
los artistas más jóvenes por ser conservadores y resistente a los nuevos
estilos, estos pequeños clubes, son vistos generalmente como
indispensables para la preservación de la cultura flamenca. Situado en
el barrio obrero de Macarena durante más de 40 años, la Peña Torres
Macarena es el más antiguo que existe en Sevilla y es alabado por los
aficionados flamencos de todo el mundo por su atmósfera abierta. A pesar
de su fama local e internacional fue el blanco de las quejas constantes
de un vecino que se trasladó a la zona hace unos años y que desde
entonces ha llamado con frecuencia la policía por el ruido. Ni la
insonorización pagada por la asociación detuvo sus quejas. Los locales
comerciales pueden pagar y bordear la ley, cosa imposible para la Peña.
Ahora se les niega el derecho a reunirse
en su propio espacio. Los miembros de la Peña comenzaron una campaña
para luchar contra la decisión policial. Ellos han realizado numerosas
acciones frente a la oficina del alcalde llevando la música y la danza
de su comunidad a las calles. La primera manifestación política de
muchos de sus miembros. Además, con la ayuda de los activistas más
jóvenes, que han producido un video de protesta
por la clausura en YouTube con algunos de los artistas flamencos más
conocidos, como Israel Galván, Cristina Hoyos y Ricardo Miño, entre
otros.
La historia de la Peña Torres Macarena no
es un caso aislado. La Federación de Peñas de Andalucía confirmó que
muchas de estas asociaciones se han visto obligadas a cerrar en los
últimos años debido a las recién aprobadas ordenanzas municipales. Un
reajuste sugerido para que la ley exima los lugares no comerciales
todavía está en trámite entre la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de
Sevilla. Mientras, más centros culturales Peñas y otros se enfrentan a
multas elevadas y a la represión policial. Esta lucha es especialmente
difícil para los miembros más mayores que, desde la llegada de la crisis
económica, tienen más dificultades para llegar a fin de mes.
Prohibido cantar
Ordenanzas de ruido no son los únicos
retos puestos al flamenco no comercial por las leyes municipales recién
promulgadas. Aprobadas con el objetivo declarado de librar las calles de
ruido, la delincuencia, el alcoholismo y la prostitución, para hacer de
las ciudades más seguras y más amable con el turista, también ha
provocado que las más basicas interacciones sociales que permitían al
flamenco existir en el espacio público hayan sido objeto de escrutinio
por parte del Estado.
Así, por ejemplo, la regulación contra el
consumo de alcohol en el espacio público se ha dedicado a destruir uno
de los rituales más populares de la juventud española, conocido como el
botellón: sentarse con amigos, charlar y hacer música mientras se
comparten botellas de bebidas alcohólicas, que por lo general compradas
en la tienda de la esquina más cercana. Visto como altamente hipócrita
por muchos, esta nueva regulación ha llevado las multas y la violencia
policial contra las personas que simplemente se sientan en un banco
público en la calle con una botella de cerveza, mientras que excluye los
clientes de bares que están tomando en los mismos espacios públicos (a
menudo privatizado para el uso único de este tipo de establecimientos).
Hoy en día, varios años después de la
aplicación de este reglamento, todavía es común ver este tipo de
encuentros de jóvenes y personas que carece de dinero para beber en un
bar. Sin embargo, el miedo de la policía y la necesidad de no llamar la
atención han hecho este tipo de reuniones menos vivas y mucho menos
musicales. Hay que considerar otras regulaciones recientes contra los
músicos de la calle, por ejemplo, el empoderamiento de los policías para
confiscar los instrumentos musicales y para imponer agresivas multas
por hacer música o simplemente cantar en público. Y se puede apreciar la
creciente preocupación de que las plazas de las ciudades andaluzas
están perdiendo gradualmente su musical vitalidad.
Una historia hipócrita
Las acciones del gobierno local hacia el
flamenco, la promoción de los artistas y las instituciones profesionales
y su utilización como una atracción turística, a la vez que suprimen
sus variaciones locales y no comerciales, es especialmente cínico
teniendo en cuenta los orígenes del flamenco como expresión cultural de
los marginados y los pobres. Este hecho es aún evidente en el contenido y
el estilo de sus canciones, que normalmente expresan la dureza y la
violencia de la vida en la pobreza, especialmente asociado con los
Gitanos – el pueblo romaní de España.
Sin embargo, la división entre el
flamenco común y comercial y sus giros irónicos en realidad han existido
desde que el género saltó a la fama en el siglo XIX, cuando los
aristócratas y los turistas pagaban a Gitanos para interpretar sus
canciones profundas y bailes exóticos. Más tarde, Café Cantante,
Flamenco Óperas y Tablaos presentan la estética del flamenco a públicos
de clase media de toda España, sin dejar de reclamar autenticidad
popular y “gitana”, cosa que muchos han disputado. Bajo el régimen de
Franco, el flamenco se ganó el estatus de símbolo nacional español,
mientras que la policía secreta reprimía simultáneamente cualquier forma
de disidencia cultural en los barrios de clase baja ilegalizando muchos
conciertos de flamenco y reuniones. Y a través del aumento del turismo
(que incluye la comercialización del flamenco) y el impacto de los
precios inmobiliarios en las zonas urbanas deprimidas, las comunidades
Gitanas fueron expulsadas de sus casas y los barrios en toda Andalucía.
El ejemplo más famoso de este tipo de
políticas es el barrio de Triana, que se encuentra en el lado opuesto
del río de Sevilla. Todavía se promociona en muchos libros de turismo
como “Barrio Gitano”, mientras que la mayoría de los visitantes no son
conscientes de que la mayoría de la comunidad Gitana nativa de la zona
fue expulsada por la fuerza sin la compensación en el comienzo de la
década de 1970, en una campaña brutal de desalojo que llevó a la
desaparición de una gran tradición musical. Sin darse cuenta de la
pérdida, los turistas ahora caminan a través de los lugares pintorescos y
acceden más fácilmente a la autenticidad de la zona mediante el pago de
la entrada a bares de flamenco donde sirven bebidas caras.
Sin embargo, la historia del flamenco es
mucho más que su apropiación y comercialización. Algunos dicen que es
exactamente gracias a esta posición contradictoria que ha podido
sobrevivir y desarrollarse, a pesar de que la sociedad española ha
cambiado radicalmente desde que apareció por primera vez. Expresiones
comerciales y profesionales del flamenco han alimentado de nuevo en sus
prácticas comunales y viceversa, y ambos habrían sido inimaginables hoy
sin el otro. Pero, lamentablemente, exactamente la riqueza de la praxis y
espacios que evocan tantos significados contradictorios de este arte
están ahora bajo el ataque de las leyes del estado, que criminalizan la
disidencia y persiguen formas no consumistas de vivir en medio de una
crisis económica. Este proceso dialéctico está siendo sacudido fuera de
balance por la política de represión social y cultural, el flamenco
también redescubrió su espíritu de lucha como parte del surgimiento de
un movimiento anticapitalista popular en toda España en el último par de
años.
Cuerpos en resistencia
Los más notables son las acciones del grupo Flo6x8, un colectivo activista que decidió utilizar el lenguaje del flamenco en las protestas políticas. Los miembros del colectivo, muchos de ellos artistas de flamenco profesional, bailan y cantan dentro de las instituciones financieras como los bancos, que simbolizan la gestión de crisis y la corrupción en en España. Documentando como entran en los bancos de Sevilla mientras que rompen a cantar y bailar, el grupo ha llegado a millones de espectadores en YouTube y ha recibido cobertura de medios nacionales e internacionales. Una ley contra la protesta, aprobada hace tan sólo unos días en el Parlamento español, con el objetivo de penalizar la mayoría de las formas de protesta relacionadas con el movimiento popular Indignados, pondrá en peligro la continuación de las actividades Flo6x8 con multas que llegan a más de 30.000 €.
Los más notables son las acciones del grupo Flo6x8, un colectivo activista que decidió utilizar el lenguaje del flamenco en las protestas políticas. Los miembros del colectivo, muchos de ellos artistas de flamenco profesional, bailan y cantan dentro de las instituciones financieras como los bancos, que simbolizan la gestión de crisis y la corrupción en en España. Documentando como entran en los bancos de Sevilla mientras que rompen a cantar y bailar, el grupo ha llegado a millones de espectadores en YouTube y ha recibido cobertura de medios nacionales e internacionales. Una ley contra la protesta, aprobada hace tan sólo unos días en el Parlamento español, con el objetivo de penalizar la mayoría de las formas de protesta relacionadas con el movimiento popular Indignados, pondrá en peligro la continuación de las actividades Flo6x8 con multas que llegan a más de 30.000 €.
Cambiar las letras de conocidas bulerías,
fandangos y tangos para condenar los crímenes de la élite financiera,
permite a estos artistas burlarse de los banqueros; pero al mismo
tiempo, llevan sus actuaciones políticas muy en serio y se consideran
parte de una larga tradición de flamenco que condena la injusticia y los
prejuicios. Desafian la normativa del flamenco mediante la ocupación de
los vestíbulos de bancos o incluso el edificio del parlamento local, y
también desafían los marcos legales y financieros en las que el
neoliberalismo intenta confinar la expresión artística.
Aunque sus acciones pueden irritar los
aficionados al flamenco conservadores, que prometen mantener el
verdadero arte del flamenco fuera de los ámbitos de la política, han
despertado el interés del flamenco entre los activistas políticos más
jóvenes alienados de su aura anticuado y conservador. Al utilizar el
flamenco de forma política, han transformado la forma de protestar, y
también el flamenco en sí, añadiendo una nueva forma audaz y
revolucionaria de expresión a sus manifestaciones. Sus acciones dan
esperanza para la supervivencia del flamenco como un arte popular que
encuentra su camino a la vida cotidiana de una generación de jóvenes
andaluces.
En contra de los procesos de
comercialización artística y la gentrificación, sus actuaciones parecen
declarar las líneas conocidas del poema de Federico García Lorca: El llanto de la guitarra comienza. Es inútil callarla. Es imposible callarla.
OPINIÓN CAZURRA PROCEDENTE DE FACEBOOK
El
problema del flamenco en mi opinión es que, debido a nuestra
colonización, la falta de conciencia de los andaluces para apropiárselo
como algo propio y además como algo netamente revolucionario, como
realmente es, pero vaya, con el flamenco pasa casi
como con todos los ámbitos que queramos mirar; la contrapartida es que
utilizan el flamenco a su manera, desactivandolo de su potencial
liberador nacional y revolucionario, que solo queda pra cuatro stands en
new york y sitios así; aquí sólo hay pocas escuelas, a cual más pegada
al poder y mejor subvencionada por éste; la mayor parte de las peñas
flamencas están controladas por culturetas del partido de turno o como
mínimo, no van muy allá... quedan ya muy pocos artistas públicos a los
que poner cara y nombre que no sean dóciles, mientras el autentico arte
flamenco se queda solo entre sus transmisores y más acérrimos
seguidores, muy pobres y peor conocidos, pululando tristemente por las
esquinas de las calles andaluzas, sin que éste maltratado pueblo sepa
encontrarse a sí mismo. ¡cuanto estamos perdiendo por la inconsciencia!
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