En esa misma ciudad de contrastes entre modernidad y tradición también puedes encontrarte titulares de la prensa autóctona como el siguiente:
"El Pleno (PP) aprueba la ordenanza de ruidos y la oposición (PSOE/IU) pide su retirada"
La información entre paréntesis es mía para quienes no conozcan este Ayuntamiento.
Qué buen Ayuntamiento que mira por el descanso de sus conciudadanos,
¿verdad? Y qué mala es la oposición que sólo se preocupa por sus
intereses y a la que le da igual si los vecinos pueden dormir o no,
¿cierto?
Pues nada más lejos de la realidad. En la ciudad de los contrastes se acaba de aprobar la Ordenanza contra la Contaminación Acústica, Ruidos y Vibraciones, una ordenanza que con un título inocente y aparentemente favorable a los intereses de la ciudadanía se esconde un terrible hecho: a partir de ahora la policía tendrá más "mano" que un juez.
Os resumo lo más crítico de la ordenanza en si:
-A partir de ahora, un policía que considere que un local o terraza está emitiendo demasiado ruido, puede clausurar el local sin previo aviso.
-No necesitarán sonómetros para corroborar que "hay mucho ruído". Lo harán de oido.
-No necesitarán que un Técnico o Funcionario de Medioambiente certifique que su decisión está fundamentada.
-Serán los propios locales los que tengan que enviar información en tiempo real al Ayuntamiento para certificar que su local no está superando los umbrales de sonido establecidos por la ordenanza.
-En lugar de cerrar un local, la policía también podrá imponer multas que van desde los 300 hasta los 300.000 euros. Casi nada.
Es decir, que en base a esta ordenanza un policía puede cerrar un local a
su antojo, sin justificarse ante nadie y sin aportar pruebas de porqué
ha cerrado un local. OJO: Que no estoy diciendo que lo vayan a hacer, pero que por poder, pueden. Y suerte que en nuestra ciudad la policía es incorrupta,
son de fiar y jamás harían algo en contra de la propia ciudadanía,
porque si no yo podría pensar que pueden cerrar locales porque no les
han dado un reservado VIP el día que vayan de paisano, o que alguno se
dedique a visitar a ciertos locales de ocio preguntando que "qué hay de
lo suyo", que las vacaciones en Mallorca no se pagan solas.
Pero es que encima vamos a por el colofón final, el que me recuerda que ésta ciudad sigue siendo "Muy noble, muy leal, muy heróica, invicta y muy mariana" tal y como aparece en el escudo:
-A partir de ahora, los únicos cohetes o petardos que se lancen tendrán que venir de las manos de las hermandades religiosas, como las rocieras por ejemplo.
Pues nada más lejos de la realidad. En la ciudad de los contrastes se acaba de aprobar la Ordenanza contra la Contaminación Acústica, Ruidos y Vibraciones, una ordenanza que con un título inocente y aparentemente favorable a los intereses de la ciudadanía se esconde un terrible hecho: a partir de ahora la policía tendrá más "mano" que un juez.
Os resumo lo más crítico de la ordenanza en si:
-A partir de ahora, un policía que considere que un local o terraza está emitiendo demasiado ruido, puede clausurar el local sin previo aviso.
-No necesitarán sonómetros para corroborar que "hay mucho ruído". Lo harán de oido.
-No necesitarán que un Técnico o Funcionario de Medioambiente certifique que su decisión está fundamentada.
-Serán los propios locales los que tengan que enviar información en tiempo real al Ayuntamiento para certificar que su local no está superando los umbrales de sonido establecidos por la ordenanza.
-En lugar de cerrar un local, la policía también podrá imponer multas que van desde los 300 hasta los 300.000 euros. Casi nada.
Pero es que encima vamos a por el colofón final, el que me recuerda que ésta ciudad sigue siendo "Muy noble, muy leal, muy heróica, invicta y muy mariana" tal y como aparece en el escudo:
-A partir de ahora, los únicos cohetes o petardos que se lancen tendrán que venir de las manos de las hermandades religiosas, como las rocieras por ejemplo.
El horario del lanzamiento de estos artefactos estará restringido de 9h a
23h y sólo se hará una excepción para los ciudadanos los días 24, 25 y
31 de Diciembre, pudiendo lanzarlos hasta las 3 de la mañana. Hay otra
excepción para el ruido: las bandas de música que acompañan a las procesiones de Semana Santa (o de otros periodos del año) podrán saltarse la ordenanza mientras dure el propio cortejo.
Así pues, tras esta ordenanza nos encontramos a una ciudad controlada por la policía local en cuanto a locales de ocio y restauración se refiere, y donde sólo las hermandades podrán hacer ruido la mayor parte del año. El resto lo tiene prohibido.
No es que esté yo a favor de que la gente se líe a tirar petardos en cualquier momento y a cualquier hora. Ni tampoco estoy de acuerdo en que los locales en general puedan montar la bulla que quieran. Pero si que estoy a favor de la libertad de la ciudadanía y de los empresarios de no sentirse cohibidos por motivos arbitrarios, algo que cualquier país moderno debería garantizar. Esta ordenanza además favorece a las entidades religiosas frente a las que no lo son.
Ahora se abren tres meses de alegaciones frente a la ordenanza, pero si nada lo impide ésta ciudad no sólo se va a convertir en una de las más represoras de España en cuanto a normativa acústica sino que además, volveremos a dejar la ciudad en manos del sheriff y del párroco de turno. La misma ciudad que se ha transformado radicalmente varias veces durante dos siglos para mostrarse abierta al mundo, como las dos Exposiciones del siglo XX; la misma ciudad que ha sido calificada como la cuarta ciudad del mundo para utilizar la bicicleta como transporte da ahora un salto de varios siglos atrás en cuanto a libertad se refiere.
Y...¿cómo se llama cuando la policía puede hacer y deshacer a su antojo sin dar cuentas a nadie? Exacto. Como el título de la entrada: estado policial.
Muy bien Sevilla. Muy bien.
Nota al lector: me da exactamente igual qué partido gobierne y cuál se oponga, siempre que estén al servicio de la ciudadanía.
Así pues, tras esta ordenanza nos encontramos a una ciudad controlada por la policía local en cuanto a locales de ocio y restauración se refiere, y donde sólo las hermandades podrán hacer ruido la mayor parte del año. El resto lo tiene prohibido.
No es que esté yo a favor de que la gente se líe a tirar petardos en cualquier momento y a cualquier hora. Ni tampoco estoy de acuerdo en que los locales en general puedan montar la bulla que quieran. Pero si que estoy a favor de la libertad de la ciudadanía y de los empresarios de no sentirse cohibidos por motivos arbitrarios, algo que cualquier país moderno debería garantizar. Esta ordenanza además favorece a las entidades religiosas frente a las que no lo son.
Ahora se abren tres meses de alegaciones frente a la ordenanza, pero si nada lo impide ésta ciudad no sólo se va a convertir en una de las más represoras de España en cuanto a normativa acústica sino que además, volveremos a dejar la ciudad en manos del sheriff y del párroco de turno. La misma ciudad que se ha transformado radicalmente varias veces durante dos siglos para mostrarse abierta al mundo, como las dos Exposiciones del siglo XX; la misma ciudad que ha sido calificada como la cuarta ciudad del mundo para utilizar la bicicleta como transporte da ahora un salto de varios siglos atrás en cuanto a libertad se refiere.
Y...¿cómo se llama cuando la policía puede hacer y deshacer a su antojo sin dar cuentas a nadie? Exacto. Como el título de la entrada: estado policial.
Muy bien Sevilla. Muy bien.
Nota al lector: me da exactamente igual qué partido gobierne y cuál se oponga, siempre que estén al servicio de la ciudadanía.
Fuente: Habitación 701.http://habitacion701.blogspot.com.es/2013/07/estado-policial-en-sevilla.html
http://habitacion701.blogspot.com.es/2013/07/estado-policial-en-sevilla.html