28 agosto, 2013

ARTE Y CENSURA

 
Toño Velasco.
Pintor, dibujante y diseñador.
“Hay censura invisible: Muchos artistas temen hacer algo crítico que repercuta en sus carreras”
 
Durante días, el pintor asturiano Toño Velasco abría periódicos y telediarios. La alcaldesa del PP de Arenas de San Pedro (Ávila) intentaba fallidamente censurar uno de sus cuadros, donde retrataba a Bárcenas sacando la lengua, en una exposición organizada por el colectivo de artistas Añil. La polémica estaba servida en este certamen que homenajeaba al poeta León Felipe. Velasco es pintor y diseñador gráfico y profesor de diseño, publicidad y dibujo y lleva años usando el humor y el arte como armas de intervención políticas, como demuestra su implicación en la Fundición Príncipe de Astucias. DIAGONAL ASTURIES le ha entrevistado para que valore unos hechos que han dado a conocer su obra a millones de personas.

¿Qué valoración haces del revuelo que ha causado tu obra sobre Bárcenas?
Positiva. Una metedura de pata de una alcaldesa conservadora ha creado un efecto bola de nieve que ha hecho que una exposición en un pueblo de la Sierra de Gredos haya tenido un éxito increíble. ¡Pero es que mi obra está concebida para que tenga debate público! "La cultura sólo salta a los medios cuando hay un escándalo" Aunque por otra parte es muy triste que una exposición muy bonita y participativa, donde hemos venido pagándonoslo nosotros, salga a la luz por esto. La cultura solo salta a los medios cuando hay un escándalo.
La alcaldesa Caridad Galán dijo que eras un “oportunista”, ¿no es hipócrita que se escandalice por tus cuadros más que por los sobres de su partido?
Lo de la alcaldesa no sólo fue un intento de censura fallido, paralizado porque los 15 artistas del colectivo se negaron a retirar el cuadro, sino que mintió sin parar, cambiando cada día su declaración. Llegó a decir que me había colado en la exposición (¡después de un proceso de selección entre 150 artistas!), que mis obras eran caricaturas grotescas, que estaba politizando el certamen... Pero si éste se enmarcaba dentro del tema “Quiero, sueño”, de León Felipe, quien defendía la política en el mundo del arte. Su poema decía “que no se burlen de mí, que dejen expresarme”. La alcaldesa, después, para justificarse empezó a contradecirse sin parar: dijo que no había mandado quitarlo, que no era del PP (¡pero si fue la primera de la lista de ese partido!). El propio PP provincial, quien inicialmente apoyó la censura, ha visto la metedura de pata y la han dejado de lado.
¿Cumplirás tu amenaza de enseñar a la alcaldesa a pintar cuadros sobre Carrillo o la Pasionaria?
Si quiere pintar, yo vivo de dar clases…
¿Sigue existiendo la censura en el arte?
Aquí la polémica surge cuando un político quiere hacer un trabajo que no le corresponde, el de elegir o censurar los contenidos culturales. Sin embargo, no creo que siga existiendo la censura como en la época de Franco, tan institucional y directa. Aunque haya personas en el poder quieran ejercerla, la opinión pública no lo permite. El problema es que existe una censura más silenciosa, la del miedo. Muchos artistas tienen miedo a morder la mano del que les da de comer, hacer algo inconveniente que les repercutirá en su trabajo. Y no se atreven a hacer algo crítico: igual se presentan luego a un certamen y no les cogen por eso. Es una censura invisible y muy dañina.
Dices que León Felipe reivindicaba la política dentro del arte, pero ¿no hay mucho arte dependiente de los gobiernos de turno?
En mi caso, nunca he pedido una subvención y no dependo de nadie para vivir. Estoy en una posición de fuerza y puedo ser más crítico. Pero el arte ha de ser un revulsivo social, que nos haga mejores: ese es el leiv motiv de toda mi obra. Con el sentido del humor busco generar debate. Por eso critico a los compañeros que están en una persecución de la belleza y a cambio se olvidan de comunicar, de ser cercanos y de que la gente les comprenda. Hay demasiado arte que hay que explicar: los artistas deberían de ser más sociales y buscar repercusión sociopolítica. Deberíamos de dejar de mirarnos nuestro ombligo y mirar más para la gente.
¿Buscabas hacer un escrache artístico?
No, cada obra lleva muchísimo trabajo y profesionalidad. Están muy pensadas y trabajadas. Cada personaje está ahí por algo, no gratuitamente.
Explícamelo un poco más. Dentro de la serie “La gran burla” has hecho cuadros sobre Urdangarín, Bárcenas, Merkel, Cristine Lagarde y Botín. Defínemelos.
Urdangarín es el ejemplo más claro del pícaro español: ha querido reírse de todos para hacer más grande su bolsa. Es el gran burlador, en principio pillado ¡pero nunca se sabe! Mi cuadro (El duque y el marco dorado) está basado en otro de Pere Borrell, donde un niño se escapa de un marco dorado. "Los artistas deberíamos de dejar de mirarnos el ombligo: El arte ha de ser un revulsivo social" Aquí Urdangarín saca la lengua y se escapa mientras tiene detrás un rey muy serio: ¿Porque ha robado o porque le han pillado? Creo que detrás de Urdangarín está la casa real, tienen una responsabilidad y busco generar ese debate.
Botín por su parte es quien realmente manda en este país, una mano negra invisible. La crisis se debe a la inconsciente y canalla acción de la banca española, ¡son los grandes responsables de esta gran burla! Pero Botín, a pesar de ser notorios sus capitales en Suiza, se le ha amnistiado y ha pasado desapercibido en los medios: lógico, él es uno de los mayores accionistas de esos medios (¡incluso las imágenes del cuadro de Botín en esta exposición son las únicas que han desaparecido de las crónicas de muchos medios, que sí incluían las de Urdangarín, Bárcenas o Merkel!).
El cuadro de Angela Merkel fue el primero que pinté en esta serie. "Estamos en un estado de abotargamiento: nada nos hace reaccionar y nos pasan por encima" Es la mujer más poderosa de Europa, responsable de políticas que están asfixiando al sur, de la gran burla hacia el sur de Europa. Finalmente, Cristine Lagarde, la presidenta del Fondo Monetario Internacional, es otra burladora. Pasa de ser la defensora de medidas suaves en Europa [es militante del Partido Socialista francés], a inspirar a las políticas neoliberales, como que nos bajemos un 10% los sueldos y perdamos derechos laborales. Es un insulto a la inteligencia, aunque trabaja para su amo: los grandes capitales.
¿No notas cierta indefensión en la ciudadanía ante las sucesivas noticias de políticos, empresarios, banqueros, Casa Real?
Sí. Estamos tan sumamente sobrepasados por la corrupción y los recortes que nos encontramos en un estado de abotargamiento, que yo llamaría de resiliencia pasiva. Nada nos hace reaccionar, no levantamos la mano ante nada. Eso es lo peor, que permitamos que nos pasen por encima.
Por eso quizás querías que la gente interactuara con los cuadros y se riera también de estos “personajes”, ¿nos está faltando humor?
¡Claro! El humor nos hará libres. Si nos reímos de nosotros mismos, sortearemos cualquier peligro. Llevamos mucho tiempo sometidos a la burla de los que mandan y es hora de que invirtamos el proceso y nos burlemos nosotros de ellos.
¿Tienes alguna obra sobre Rubalcaba?
Motivos no me faltarían, pero hay tantos que se lo merecen... Rubalcaba tendría un cuadro entre esa pandilla de gánsters que nos gobierna, pero hoy por hoy hay otros peces más gordos [Risas].
¿Así que te has fijado otros personajes “objetivo”?
Por supuesto. Mientras sigan burlándose de nosotros, yo seguiré burlándome de ellos. Aunque ahora, en vacaciones, no quiero verlos ni en pintura

Fuente: Diagonal.
Daniel Ripa. Redacción.