Y llegó la GRAN ROMERÍA
Puede que el
año que viene Pinten Bastos para todos estos energúmenos que solo se sustentan
con alcohol y otros polvos. Los escritos mandados al Vaticano y a Europa
tardan; pero no caen en saco roto. Igual la prohibición de todos terrenos en la
END; esperamos que de un vuelco espectacular. Gracias a Mauricio Vicent; por el
artículo de bandera que se ha marcado. Gracias a la alcaldesa de Aznalcázar,
Dolores Escalona; por su valentía al enfrentarse a su Baranda El consejero de
Justicia e Interior de la Junta, Emilio de Llera; que afirma sin despeinarse:
…“que hay un “equilibro” perfecto entre el Rocío y Doñana y que no hay impacto
ambiental. “No se puede pedir a los rocieros que vivan de espaldas a las
comodidades de los nuevos tiempos”…
Hay que ver,
sobre todo que no falten las comodidades: buen vino, buena comida, buena cama.
¿Qué tiene que ver esto con una peregrinación religiosa? ¿Lo sabe el Papa
Francisco?
Un saludo Manololince
Un saludo Manololince
La ‘guerra’ del Rocío
El mal estado en el que
queda el Espacio Natural de Doñana tras el paso de las hermandades enfrenta a
organizaciones ecologistas y peregrinos
Mauricio
Vicent El Rocío 11 JUN 2014 - 15:40
Una hermandad cruza la localidad sevillana de
Aznalcázar en su peregrinación hacia la ermita del rocío / raúl caro (EFE)
Cualquier cosa puede suceder en un Rocío. Una madre
que entrega a su hijo a una multitud enfebrecida para que lo lleven en volandas
a tocar la imagen de la Virgen. Una aldea de 2.000 habitantes tomada por un
millón de peregrinos y curiosos que durante una semana no paran de comer,
cantar y emborracharse. Una romería de origen pagano que se ha convertido en
una de las fiestas religiosas más grandes de España. Y una reserva de la
biosfera llamada Doñana que cada año olvida sus deberes y normas en vísperas de
Pentecostés, cuando abre sus puertas a 10.000 vehículos de motor y más de
100.000 peregrinos, generadores de un ruido y suciedad que todos los años
denuncian los ecologistas. A este retrato hay que sumar toneladas de basura
recogidas, decenas de miles de trajes de faralaes, medallones de la Blanca
Paloma y una decena de caballos y mulos reventados en el camino, y ya estamos
cerca del Rocío.
Al santuario de la Reina de las Marismas los
romeros llegan por siete caminos, que al final confluyen en tres principales
que provienen de Sevilla, Huelva y Cádiz. Aproximadamente la mitad de las 114
hermandades rocieras pasan por el espacio protegido de Doñana, donde tienen
derecho a pernoctar y a hacer paradas para cantar, beber y bailar. Algunas,
como la hermandad de Huelva, son inmensas: 10.000 hermanos, 40 carretas tiradas
por mulos y bueyes, cientos de caballos y 500 vehículos.
La dirección del Espacio Natural de Doñana minimiza las cifras de los tránsitos y asegura que “solo” cruzan por la
zona en estas fechas unos 37.000 peregrinos y 5.000 vehículos, entre tractores
y todoterrenos. Otras fuentes, como el delegado del Gobierno de la Junta en
Huelva, José Fiscal, o el coordinador de emergencias de la provincia, Francisco
Huelva, consideran que el número supera los 100.000, un cálculo que, según varios
guardas del parque, se acerca más a la realidad.
“Cualquiera de las dos cifras es un escándalo, y no
digamos la proporción de diez a uno entre vehículos de motor y de tracción
animal”, dice Felipe Fuentelsaz, de World Wildlife Fund (WWF), la organización que hace 50 años compró las primeras 6.794
hectáreas del coto de Doñana y las donó al Estado español para hacer una
reserva. Juan Romero, de Ecologistas en Acción, considera que la “motorización” es uno de los problemas graves de la
romería, junto al peligro de incendios debido a la negligencia de muchos
peregrinos. “Nadie quiere prohibir el Rocío en Doñana. Pero si se pretende
respetar la tradición, que su paso por el parque se haga a pie, a caballo o en
carretas de toda la vida, solo con los vehículos de motor imprescindibles para
las emergencias”, opina.
El consejero de Justicia e Interior de la Junta,
Emilio de Llera, responsable del Plan Romero —que garantiza con 6.000 personas
la seguridad del Rocío—, considera que hay un “equilibro” perfecto entre el
Rocío y Doñana y que no hay impacto ambiental. “No se puede pedir a los
rocieros que vivan de espaldas a las comodidades de los nuevos tiempos”.
Este año la consabida escaramuza ecologista en torno a
la romería ha trascendido su marco habitual con la iniciativa de la alcaldesa
del pueblo sevillano de Aznalcázar, Dolores Escalona (PSOE), que antes del
Rocío anunció una tasa verde de 3.000 euros para cada hermandad que
pasara por su municipio, además de un impuesto de 25 euros por cada vehículo.
“Todos los años atraviesan por nuestros pinares 60
hermandades procedentes de Sevilla [solo la de Triana arrastra 5.000 personas y
500 todoterenos]. Y la mayoría deja el campo hecho una guarrería”, dice
Escalona, consciente de que su iniciativa ha desatado una enconada batalla
política.
Si para Juan Ignacio Reales, hermano mayor de la
Matriz de Almonte (12.000 miembros), la tasa es “injusta, ilegal y un atentado
contra los rocieros”, el consejero De Llera ha criticado a la alcaldesa y le ha
advertido de posibles acciones legales. “Aznalcázar tiene transferidas las
competencias para el mantenimiento de sus pinares y nosotros dedicamos a ello
700.000 euros de nuestros presupuestos”, señala. “No es lícito cobrar una tasa
para limpiarlos”.
La alcaldesa rebelde defiende que el propósito de la
tasa es “educativo y disuasorio”, y dice que no va a transigir pese a las
presiones. “Si dejan todo limpio, les devolvemos los 3.000 euros y tan amigos.
Pero estamos hartos de que año tras año la basura nos llegue hasta al cuello”,
contesta la alcaldesa, que aplazó hasta el año próximo la entrada en vigor de
la fianza pero que, asegura, será aplicada en 2015. Juan José Negro, director
de la Estación Biológica de
Doñana, apoya a Escalona y considera que la tasa debiera
extenderse a más municipios. “En una manarrada cómo dejan el campo, y aunque
este no sea el principal problema de Doñana, es intolerable”, señala.
La Estación es el corazón de un espacio protegido de
110.000 hectáreas; un emblema mundial de la conservación de la naturaleza. Por
eso Negro se indigna al hablar del asunto. “Es una contradicción que existan
unas normas rigurosas para la preservación de Doñana durante todo el año, y que
de pronto todo valga durante una semana”. “Si usted es ornitólogo o un simple
amante de la naturaleza y pide visitar Doñana, lo tiene difícil. Pero si se
cuelga un medallón y peregrina al Rocío, puede pasar por el parque y tirar
botellines con impunidad”.
La imagen no es exagerada. El domingo, poco antes de
que los almonteños saltaran la reja de su santuario y sacaran a su Virgen en
procesión, la vía pecuaria que va desde la desembocadura del Guadalquivir hasta
el santuario (el camino de Cádiz) era un estercolero. Aunque las cuadrillas de
limpieza ya habían hecho su trabajo, a poco que uno se saliera del camino
encontraba de todo: botellas de jerez, vasos de cubata desechables, platos,
cubiertos de plástico, latas, calzoncillos, muñecas, floripondios y otros
desperdicios al pie de las zarzas.
Insectos muertos en una botella. / H. Garrido /
EBD-CSIC
- Los botellines y botellas abandonados por los rocieros en medio del campo suelen contener restos de alcohol o refresco que, al calentarse por el sol, desprenden un olor fuerte y atractivo para muchos tipos de animales, especialmente los escarabajos, las musarañas y otros similares. Por su forma, las botellas se convierten en una trampa mortal: es muy fácil entrar pero imposible salir.
- En la imagen se muestra el contenido de una sola botella elegida al azar tras el paso de una de las hermandades rocieras por el palacio de Doñana, donde cada año pernoctan miles de peregrinos a la ida y al regreso del santuario. En esta, 90 escarabajos de diversas especies quedaron atrapados.
- Algunas de estas botellas no son recogidas por las brigadas de limpieza de las hermandades y quedan por decenas de años en este espacio natural protegido.
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