CONCENTRACIÓN POR LA REPÚBLICA ANDALUZA DE TRABAJADORES/AS
Por nuestra libertad, nuestros derechos y nuestro futuro como pueblo.
El
próximo 5 de julio se conmemorará el 129º aniversario del nacimiento de
Blas Infante. De aquel que lucho y murió en defensa de una Andalucía
libre. Una libertad que él consideraba que se alcanzaría sólo a partir
de la recuperación de nuestra soberanía nacional y popular para
posibilitar una Andalucía que no tuviese más dueño que su pueblo. Una
Andalucía del Pueblo Trabajador Andaluz y para el Pueblo Trabajador
Andaluz. Hoy esa aspiración se sintetiza en la reivindicación de la
instauración de una República Andaluza de Trabajadores y Trabajadoras.
Nuestro
pueblo está siendo sometido a una exacerbación de la precarización
social y laboral, a los que ya viene siendo tradicionalmente sometido,
hasta extremos totalmente insoportables. Esta situación no es por tanto
novedosa en nuestra tierra. Esta supuesta crisis no la ha creado, sólo
la ha acentuado. Andalucía ocupa ahora, como antes, como desde siempre,
los primeros puestos en todos los rankings de falta de trabajo y
oportunidades, carencias sociales básicas, subdesarrollo,
desindustrialización, abandono del campo, etc. Y a este panorama habrá
que sumarle los ataques a los ya de por sí escasos derechos sociales y
laborales que poseíamos, y que no nos habían sido concedidos por el
Estado sino arrancados a éste con nuestras luchas. Esos “recortes” no
suponen el disminuir prestaciones de un inexistente Estado del
bienestar, sino el robo institucionalizado al pueblo trabajador andaluz
de unos derechos conquistados.
Pero
las andaluzas y los andaluces conscientes sabemos que, aun conformando
una situación de extrema gravedad e insostenible por más tiempo, las
distintas situaciones de carencias y de precariedades a las que nos
someten no constituyen más que los síntomas del problema. El problema en
sí, el origen y los porqués de estas carencias y precariedades se
encuentran en un sistema político-económico que nos sentencia a un
presente y futuro de miseria. Sus causas se hallan en la propia economía
capitalista y en esa estructura política ideada por el Capital para
facilitar nuestra opresión y explotación: el Estado Español. Y atacando
sólo sus síntomas no se acaba con un problema. Podrán reducirse
cuantitativa y temporalmente algunos efectos, pero éstos volverán a
reproducirse, antes o después, pues las causas que los provocan
permanecen.
El
problema político, económico y social del pueblo trabajador andaluz no
radica en quien o como se le gobierna, sino en el hecho de que es
gobernado. De que los andaluces y andaluzas no determinamos nuestro
presente ni nuestro futuro colectivo en ningún aspecto de nuestra propia
existencia, sino que otros los hacen por nosotros y contra nosotros.
Sean cuales sean las mayorías parlamentarias y los gobiernos de la
Junta, quien decide y ordena es España, y sean cuales sean las mayorías y
los gobiernos en España quién decide y ordena es el Capital.
Y
las pruebas las proporcionan los mismos que afirman lo contrario, que
el cambio sí es posible dentro del Sistema. En Andalucía permanentemente
la Junta se parapeta en la imposibilidad de poner en práctica
normativas y actuaciones porque se lo imposibilitan las legislaciones y
las instituciones españolas. Y en el Estado Español constantemente están
justificando las suyas en que son una imposición de la “realidad
económica”, eufemismo que disfraza la dictadura del Capital. Son todas
esas limitaciones y obligaciones la demostración de que en Andalucía no
hay autogobierno ni autonomía sino dependencia. Dependencia que parte de
la falta de libertad.
Pretender
transformar la situación que atraviesa nuestro pueblo anteponiendo
señalar, incidir y superar sus consecuencias, en lugar de priorizar
denunciar, combatir y erradicar las raíces de la mismas, es condenarle
al fracaso, ya que impide su resolución real y definitiva. Al mantener
inalterados sus orígenes y sus porqués, España y el Capital, no
estaríamos contribuyendo a su resolución y si, en cambio, a su
perpetuación. Lo irrazonable e irrealizable, lo objetivamente utópico,
no es el anteponer el combatir por nuestra libertad colectiva, por
nuestra soberanía, es aspirar, mantener y confiar en que sin ser un
pueblo trabajador libre, sin ser antes nuestros dueños y los dueños de
nuestra tierra y de sus riquezas podremos cubrir nuestras necesidades y
defender nuestros derechos como país, pueblo y trabajadores/as.
Afirmarlo es engañarse y engañar. Sin Andalucía libre y poder popular
andaluz que la rija no hay transformación social.
Por
todo ello, y en un día tan simbólico como el del nacimiento del Padre
de la Patria Andaluza, desde Nación Andaluza hacemos un llamamiento a
todos los andaluces y las andaluzas con conciencia nacional y de clase a
concentrarse junto a la puerta del Parlamento Andaluz. Para homenajear a
Blas Infante, reivindicando su proyecto nacional y popular de
construcción de una Andalucía libre. Para contrarrestar y denunciar el
hipócrita acto de conmemoración que ese día le realizara en el las
fuerzas del régimen. Para exigir la disolución del falso Parlamento
andaluz y la dimisión de sus miembros por no representar ni reivindicar
la soberanía andaluza. Para exigir la devolución de su soberanía a
nuestro pueblo, un proceso constituyente andaluz y la instauración de
nuestra república, una República Andaluza de Trabajadoras y
Trabajadores.
El
día 5 de julio, los andaluces y andaluzas conscientes, la Andalucía
resistente, tenemos una cita con nuestra responsabilidad para con
nuestra tierra y nuestro pueblo en el Parlamento Andaluz. Ese día
comienza la campaña por un proceso real y efectivo de autogobierno
andaluz. Para reivindicar nuestra libertad, nuestros derechos y nuestro
futuro como pueblo. Para lograr recuperar nuestra soberanía y su libre
ejercicio con la instauración de la República Andaluza de
Trabajadores/as. El 5J vamos a por la primera. Vamos a por la nuestra. A
por nuestra república.
El
próximo 5 de Julio a las 11 de la mañana, a las puertas del mal llamado
Parlamento Andaluz, concentración para homenajear a Blas Infante y por
la República Andaluza de Trabajadores/as.
¡Por nuestra soberanía nacional y popular!
¡Por un poder popular andaluz!
¡Por un proceso constituyente andaluz!
¡Por la República Andaluza de Trabajadoras y Trabajadores!
¡Por Andalucía libre y socialista!