10 febrero, 2015

EL BAILE DE LOS IMBÉCILES EN LOS PREMIOS GOYA


POR UN BASTA DE CINEFILIA DE CONSUMO


Otro nuevo año de lamioso peloteo y falsos logros. Con siete millones de euros sin riesgo y financiados por izquierda y derecha (desde el ICO hasta Canal +), es capaz de hacer una película de goya casi cualquiera, porque cualquiera puede comprar el contrato de el guionista al director.

Amén de la reserva de criticar alguna película como lo he hecho, el productor ejecutivo, - que es el que busca o tiene los mayores billetes-, es siempre el que menos habla en este tipo de eventos llenos de pajaritas prestadas. Y es el que debería decir algo más firme que las payasadas light que se dicen anualmente con figuras que no se mojan en nada. 

Ni que decir tiene que reclamar la bajada del iva casi es lo de menos en los tiempos que no corren, pero además es insultante que el trabajo (de cotización triple, por cierto) de un actor/triz, sea infinitamente más reconocido que los miles de trabajos que son los que verdaderamente hacen el grueso de un país empobrecido y austerizado. Y que además deben reflexionar sobre si el trabajo que generan es más extractivo de dinero público (como un aeropuerto sin uso) que productivo, dado que un gran porcentaje de cada cinta es de fondos comunes del propio país.

Creadores hay cientos de miles. La eternización de ídolos de cartón siempre ha existido y a la vista está que proliferan los más dóciles  y los menos implicados. No cambio a Toledo o a Algora por Rovira (no el político, obvio).  Y tampoco cambio un buen documental de Alvea por los documentales archipremiados y "de copia numerada" de Pachón. 
 

Basta, por el amor del pueblo, de cines y cinefilia de consumo. Basta de rojerío de pajarita.  


                                                                                                                                                                            Juan M.





Carlos Areces confirma que fue vetado en los Goya tras negarse a que controlaran su intervención
El actor explica que le echaron hasta del 'backstage' y que a otros participantes en la gala "ni se atrevieron" a tenderles el documento con el que debían comprometerse a ajustarse estrictamente al guión 

*****1voto
La ‘liebre’ la soltó Aníbal Gómez, el complemento de Carlos Areces en el dúo musical Ojete Calor: su compañero iba a entregar uno de los Goya en la gala del pasado sábado pero la organización lo impidió porque se había negado a firmar un papel por el cual se comprometía a ceñirse estrictamente al guión, según recogió Bluper. Areces se había presentado a la gala con un lazo en solidaridad con los trabajadores de RTVE, pero a pesar de que estar designado para la entrega de un galardón no subió al escenario y ya nada más se supo de él en el resto de la ceremonia.
Intento de “ceñirse estrictamente” al guión
El veto ha sido confirmado por el propio Areces en la cadena SER, donde ha explicado cómo se le expulsaron de la gala. Así, contó como en el último ensayo “una chica de producción” le instó cuando se iba a que firmara un papel para la cesión de “derechos de imagen”, pero al leerlo comprobó que era bastante más que eso y en uno de sus puntos se pedía un compromiso para ceñirse estrictamente al guión. El actor explicó que no lo iba a firmar y que le avisaran si había algún problema por ello, pero no le comunicaron nada y le recogieron la noche de los premios como estaba previsto. Hasta la cuenta oficial de la Academia para los Goya en Twitter comunicó y celebró la presencia del actor.

Sin embargo, a punto de salir al escenario, Areces explica que se le acercó “Emiliano Otegui, productor ejecutivo de la gala” para comunicarle que era imposible que saliera “si no firmo el papel” porque tenía “un compromiso con RTVE” en ese sentido. Se negó a firmar el documento y no sólo no le dejaron entregaron el premio sino que le echaron de la gala diciendo que el backstage estaba reservado “para los participantes”.
“No tiene nada que ver con la duración”
Areces ha explicado que ese papel no existía el año pasado y que no cree que sea algo relacionado con el control del tiempo de la gala como podrían justificar, porque lo que más demora produce son los agradecimientos en los galardones y “a nadie se le ocurre pedir a los nominados que firmen”. También desveló que “mucha de la gente que subió no es que no firmara el papel, es que ni se atrevieron a pedírselo, gente que es más difícil de sustituir que yo”. Insistió en que “hay cierta intención de que la gala no resulte molesta u ofenda, no tiene nada que ver con la duración. Si digo ‘yo soy Charlie’ no pasa nada, pero si sale Almodóvar hablando de Wert ya se habla de duración”. El actor explicó que lo que más le duele es no haber recibido “ninguna disculpa por parte de la Academia” que era la que le encargó entregar un premio y que “vestidos de gala como estábamos” él y su acompañante se fueron al cine después de que les echaran de la gala.
El actor ha recibido a través de las redes la solidaridad de compañeros como Loles León, que tuvo un desencuentro con RTVE por solidarizarse con los trabajadores de la cadena pública.

Fuente: El Plural.com

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