17 septiembre, 2015

LA "MUERTE" DEL PA Y LOS RÍOS DE TINTA CHINA


Imagen: Chaves y García. Desde luego el segundo bastante mejor. Imagen propiedad del Archivo General de Andalucía, aunque Pablo Juliá (fotógrafo de la antigua Oficina del Portavoz, ahora Presidencia) la haya vendido veinte veces.


 
El Partido Andalucista muere por metástasis.  Se trata de diferentes avalanchas de crisis y migraciones internas que lo han hecho insostenible e irremontable. La fragilidad de los militantes, la debilidad ideológica, la débil economía para sus últimas campañas y el cainismo se han unido a los ingredientes para una mal futuro.
No debe sorprendernos nada. El SAT que iba a convertirse en estandarte del sindicalismo y andalucismo combativo, también se ha vaciado con  las Podemos y sus marcas. En cierta manera es lógico el asunto, aunque pierde también la visión y visibilidad de Andalucía. Pero el caso del PA es más largo: hay que mantener los puestos y agrupaciones que existen hoy, además de Alejandro Rojas y el partido deben. Eso, según comentan algunos congresistas, es el motivo del letargo al 2019.

Sin duda asistiremos a nuevos nacimientos de andalucismos y se mantendrán los que ya coexisten. Si ahora son células, mañana serán seres. 

--------------------

 

 

Partido Andalucista: Entre todos lo mataron y el solito...



Flip

Sin sonrojarse, quienes parieron el Partido Andalucista han sido los primeros en solicitarle plaza en el cementario, y como en cualquier velorio, los asistentes no paran de hablar bien del muerto, un muerto que no lo es por suicidio, si no como víctima de un homicidio por imprudencia temeraria.

Glosar el papel histórico del Partido Andalucista en la consecución de la autonomía de nuestra tierra, en la recuperación de sus símbolos, en la reivindicación de la identidad cultural y en reconocimiento de la realidad nacional que aparece recogida en un Estatuto aprobado por el PSOE, el PP e Izquierda Unida, no es poco.

La razón por la que el PA ha ido perdiendo el favor del voto andaluz tiene que ver muy probablemente con su inconsistencia ideológica, reducida a un mero sentimiento, el andalucista, es decir, el amor y la defensa de los intereses de Andalucía. Cuando todos los partidos políticos andaluces recogen entre sus principios que son "andalucistas", cuando todos los partidos enarbolan la verdiblanca en sus mítines, cuando todos homanjean a Blas Infante... pues es muy complicado que el mero sentimiento "andalucista" pueda ser considerado una opción política.

El PA ha sido arrastrado por los vientos de Podemos y Ciudadanos, que han ocupado su lugar, el de una formación a la que votar cuando no se quería hacerlo al PSOE por razones..., pero tampoco se era de "derechas" como para hacerlo al PP, pero tampoco "tan de izquierdas" como para hacerlo a IU. El PA era eso, ni chicha ni limoná, y cuando han llegado otros con más empuje mediático (sorprende ver la cancha a dos formaciones sin presencia institucional alguna en detrimento de los "andalucistas" que sí la tenían y tienen en corporaciones locales) les han robado la merienda.

Pero es más, si profundizamos en las claves del PA, encontramos que se definía como "socialdemócrata" y "federalista". Es decir, exactamente lo mismo que el PSOE, y que cuando el PSOE se cuelga la A, y el PSA se quita la S, la cosa se queda en nada.

La realidad es que el PA se ha definido siempre como nacionalista, pero en realidad no ha pasado de regionalista en sus planteamientos, y eso ha hecho que los más soberanistas lo fueran abandonando, y los más moderados no llegaran a entrar por tener ya al PSOE. Así Liberación Andaluza, Nación Andaluza, la CUT-BAI, Jaleo y otras formaciones se han nutrido de muchos de esos andalucistas hartos no ya del fondo, si no de la forma que ha venido usando el PA. Sumen esos idos, con los idos por las nuevas formaciones, y los datos cuadran.

Súmese a eso las luchas intestinas por su menguado poder, lo que en realidad deja en evidencia que la lucha no era por poder realmente, si no por salir en las fotos, por ser estrellas, caudillos libertadores. Eso sí, de nuevo el gran vacío ideológico en todos ellos, que comenzaron en política defendiendo que Andalucía estuviera en igualdad de derechos que otros territorios, y a falta de programa pedían siempre lo mismo que éstos, con la diferencia de mostrarse entre los garantes de la unidad de España, queriendo hacer de eso su diferencia frente a los nacionalismos del norte. Por el contrario, esos mismos dirigentes han sido incapaces de "hacer país" desde sus alcaldías y concejalías, desde las diputaciones, desde el Parlamento y desde el Gobierno andaluz.

A estas alturas, y si hemos de hacer caso a las encuestas del CIS y de Egopa, casi el 40% de los andaluces se reconoce "solo andaluz" (más del 14%) o "más andaluz que español", por lo que cabe preguntarse dónde va ese voto, si no es a un partido nacionalista andaluz (incluso con los matices mencionados). Eso sí, identifican al PSOE como ese partido defensor de los intereses andaluces, lo que permite romper una lanza por su magnífica gestión... de la propaganda, el marketing político y el control social (sindicatos, patronal, onegés, cofradías, clubes deportivos, asociaciones profesionales, entidades vecinales...)

Es decir, hueco para una opción -o varias- nacionalistas en Andalucía hay, pero si surge alguna, debe hacerlo superando los errores del pasado, y el primero es el de la concrección de los principios, y luego también la capacidad de convergencia con formaciones similares. Y es que si los catalanes están a un paso de la independencia y son capaces de montar en el mismo barco a la CUP que quiere una república socialista fuera de la UE y a Convergencia que quiere una democracia liberal (¿una cleptocracia quizá?) dentro de la UE, sin explicar por tanto cual es el modelo de "estado independiente" al que aspiran dar a luz en unas semanas, pues que los nacionalistas andaluces anden separados y peleados cuando todo lo más va a poder aspirar a una pequeña presencia institucional, resulta absurdo.

A todo esto... enhorabuena al PSOE... su colaboración en la muerte del PA aún está por escribir, a falta de si ser tratado como inductor, colaborador necesario... o si lo suyo fue ayuda al suicidio, que también es delito.