Joyas de Zaquizamí realizadas en Cuadernos de Roldán: poesía y pintura. Colección numerada editada por inquilinos in/ out de la Universidad de Sevilla, que llegan a ser varias decenas, con un impecable cuidado de edición y con verdaderos poetas de aquí.
Algo más, por Daniel Guerrero
Cuadernos de Roldán, una tertulia peculiar
La tertulia sevillana Cuadernos de Roldán está formada por poetas, pintores y un variable número de seguidores que ni escriben ni pintan, pero leen y admiran la producción de los primeros a través de las publicaciones que edita periódicamente la asociación. Todos se denominan a si mismos “inquilinos” de Cuadernos y abonan una escuálida cuota trimestral con la que financian sus actividades. Excepto en verano y fiestas de guardar (semana santa, navidad y feria), cualquiera puede asistir a las reuniones que todos los martes celebran en el Bar Dueñas (frente al palacio de la Duquesa de Alba, desgraciadamente) donde, entre vinos, tapas y amistad, deciden proyectos y temáticas de próximas iniciativas.
Cuadernos de Roldán nació de las aficiones de un pequeño grupo de amigos por la poesía, aglutinados en torno al desaparecido Rafael Becerra, profesor de filosofía afincado en Sevilla y natural de Arriate (Málaga). Pronto se añadió la pintura como “lenguaje” que comparte con la lírica las claves de la belleza, y lo que empezó siendo un entretenimiento elaborado con mimo y rigor, acabó atrayendo a cuántos iban conociendo de su existencia, sin más “marketing” que el boca-oreja, de lo que están orgullosos. De esta manera, no es sorprendente que entre sus “inquilinos” se hallen maestros, médicos, administrativos, políticos, jueces, escritores, amas de casa, abogados, músicos, pintores y hasta un conde de rancio abolengo. Incluso el llorado José Saramago llegó a colaborar en diversas ocasiones con Cuadernos de Roldán, una de las tertulias más longevas que existen en activo hoy día en España.
Mérida -como ya se ha reseñado en este blog- es el último poemario editado por la asociación y hasta esa ciudad extremeña se desplazaron en autobús los que no suelen perderse la presentación de cada libro, con la lectura de poemas por parte de sus autores y las explicaciones de los cuadros por los pintores. Cada año se editan dos libros de poemas, además de un zaquizamí (libro en miniatura que condensa versos como gotas sublimes de arte: “La vida no es una improvisación, sino el vértigo de una noche de estreno:” -Isabel González-) y un Almanaque compuesto, como no podía ser de otra manera, de poemas y pinturas.
En plena crisis y cuando hasta los familiares del Rey han de pasar por los tribunales porque confunden la dignidad con la avaricia, bueno es que existan espacios pequeños donde predomina la camaradería por la cultura y el respeto al arte por encima de cualquier condición, que es lo que se descubre en Cuadernos de Roldán. Quedan advertidos.
Fuente: http://www.lienzodebabel.com/2012/03/cuadernos-de-roldan-una-tertulia.html