03 mayo, 2006

VOTACION ESTATUTO ANDALUZ: UNA MALA IMITACIÓN DEL ESTATUT DONDE ANDALUCÍA SE ACERCA A SER LO QUE ERA.

No cabe duda que la aprobación de las mini- modificaciones del Estauto andaluz han sido autovotadas por el bipartito PSOE- IU, y que Valderas, el nuncaparlamentario, ha recibido buenas instrucciones de LLamazares para comenzar una precampaña asegurados. Al no haber discusión, no hay diálogo, y Andalucía es otra modosita región del estado español, sumisa y silenciada por los hilos de este adaptable gobierno.
No he sentido nunca complejo alguno de ser andaluz, pero es cierto que Zapatero está ahí por los efectos de la causalidad de un atentado, por una decisión evidenciada hasta la saciedad por el pueblo: caso Tropas, y por la apertura del matrimonio entre personas del mismo sexo. Tres detonantes que se acercan a las demandas del pueblo en una era sensacionalista y efectista. Algo muy fácil de controlar cuando se quiere. Además los socialistas han tendido siempre a ser personajes discretos, fieles a ellos, callan los objetivos de cada acción hasta que sale a la luz y manipulan las influencias de forma exquisita. Armas invencibles del hoy.
En Andalucía, tenemos un presidente con muchas legislaturas. Todo un simplón. No ha luchado nada porque nació con todo, y ha comprado al pueblo con ordenadores (pagados con el teatro de la Segunda Modernización) con bonos, con la promoción de organismos sedados (Biblioteca de Andalucía, Agencia para el Desarrollo del Flamenco) y con festivales o conciertos monumentales. Manuel Chaves es conocido por los demás presidentes de otras comunidades por su escaso talante, como el perrito faldero de los presidentes del gobierno y por su tópica política, basada en potenciar turismo y urbanismo sobre todas las cosas; nada más lejano a la ciudadanía y más empobrecedor.
Acabo brevemente comentando, a colación de la frase anterior, que el turismo genera camareros de Andalucía. Hay políticas turísticas que comienzan con la formación de los ciudadanos, y no con la deformación de los mismos.
A modo de conclusión, debemos dejar la televisión y los periódicos gratuitos como mínimo para comenzar a ver con distancia la gravedad del asunto.
Salud.