El Estado más que nunca ha entrado en tu vida. Te sanciona por beber, por orinar, por pegar un cartel, por aparcar en doble fila, por tirar la basura en horas ilegales, por navegar en internet y descargar una película que pagamos todos, por no ir por el camino senderista señalado, y por fumar últimamente también. Detrás de todo está el dinero; así de sencillo. Hay movimientos sociales que se empeñan en que salgamos nosotros de la crisis y se empecinan cada semana en disertar a través de cómodas conferencias decreciendo cada mente, en paralelo a las propuestas gubernamentales incluso. Este colectivo sabe incluso que la solución no está en ese tipo de conglomerado de argumentos anestesiantes, por mucha cátedra en economía que exista tras los colegas. Me niego en rotundo a participar en la oratoria anticrisis al menos en esa forma. El motivo es claro: pago a todos los sinvergüenzas que nos tienen vegetando en sus microestados (los políticos, los periodistas, los alineados) para que inviertan de nuevo en nosotros, en el mejor de los casos. Y la única vía anticrisis, sin misterios aquinianos, es derrocarlos y comenzar de cero con otras caras en las instituciones que reprimen nuestra actividad como sujeto en sociedad.
Prefiero suicidarme, eso seguro,antes que me sieguen la vida a juicios, sanciones, embargos, amenazas y prohibiciones. Prefiero suicidarme antes que ellos me disparen, sin dudas de lugar.
La propuesta de Botín presidente es simpática. Al menos crearía un planeta Corte Inglés con el Estado Español, y no se entrometería más que en la economía doméstica y sus morosidades. El gobierno que cree gobernarnos, no ha hecho más que robarnos cada paso de libertad ganada: desde el trabajo al ocio y desde el sueño al despertar.
La noticia que sigue es que están procesados en los tribunales incluso los "vigilantes" de los bancos, designados por el propio gobierno cuando se inició la guerra económica que es esta crisis.
--------------------------
Excepcional noticia que comprenderán los que hayan visto “Inside job”. Los responsables directos de la crisis actual fueron las agencias de evaluación de riesgo que calificaron de buenos los productos financieros creados por los bancos de inversión en las que colocaban las hipotecas basura.
Gobiernos del mundo e incluso la seguridad social de países y fondos de pensiones, invirtieron en esos productos finacieros que eran auténticos timos. Ahora les toca el momento de responder ante tribunales. Ellos dicen que sólo son “opiniones” pero los gobiernos les han contratado para dar fiabilidad a las emisiones de deuda.
Fuente: http://www.rafapal.com/
Periodismo Galático, dice el amigo... .