03 octubre, 2011

NI QUIERO DAR 50 CHARLAS NI ESTAR INDEXADO







'Absténgase los súbditos, lean los ciudadanos'. Julio Anguita

Luisa Cuevas Raposo - Cubainformación.- La otra noche, después de un día de bastante trabajo militante, y de darle vueltas y más vueltas a la lista de asistentes a las Jornadas por el 20 aniversario de la existencia de la Coordinadora Estatal de Solidaridad con Cuba, para intentar cuadrar quien cena pero no duerme, quien come pero no cena o quien duerme pero ni cena ni come, me desvelé.

¿Qué puedes hacer, si ves que tras buscar acomodo en la cama, no te puedes dormir y cuando miras el reloj te espabilas aún más al ver que son las 2 de la madrugada?, pues leer.

Así que empecé el libro de Guillermo Toledo, escrito en colaboración con Pascual Serrano y con prólogo de Julio Anguita.

Me leí de un tirón sus 141 páginas y me supo a poco.

Guillermo nos cuenta como se inició en la política y hace un buen repaso a la mayoría de los temas de actualidad como las guerras imperialistas, la situación de los pueblos como el saharaui o el palestino, la monarquía o la campaña terrorista y el negocio montado a cuenta de la gripe A. Analiza el papel de la televisión y el cine, la privatización de la sanidad y la enseñanza, el fraude que supuso la ley de memoria histórica, la iglesia, sus privilegios y su papel represor. Cuenta su experiencia con el movimiento 15-M y reflexiona sobre el papel de los medios de (in)comunicación. Habla de Cuba como referencia y finaliza contando por qué, según su punto de vista, a esto le llaman democracia y no lo es, como tantas veces hemos gritado en las manifestaciones.

Pero sobre todo le pega un buen repaso al cine, a sus contenidos, a los aspectos laborales, el papel de las productoras, distribuidoras, etc.. Y a su papel en la sociedad y sus relaciones con el poder.

Y a la ley Sinde, a la SGAE, así como a sus compañeras y compañeros de profesión; su falta de compromiso político (salvo honrosas excepciones), de solidaridad con los y las oprimidas.

Pero sobre todo me han gustado mucho sus reflexiones sobre el papel de un "famoso" en cualquier movilización popular. Los movimiento sociales buscamos a los famosos para que firmen nuestros manifiestos, o los lean al acabar las manifestaciones, y al final la noticia no es si en el Sahara ocupado se ha asesinado a decenas de personas, sino que este u otro personaje, leyó el manifiesto o acudió a la manifestación.

Cuando le dan las gracias por acudir o apoyar tal o cual causa, él insiste en que no apoya, sino que forma parte de ese movimiento. Quiere ser uno más, pero entiende que es dificil. A raiz de su participación en las asambleas del 15M, decidió no hablar con la prensa; para no aparecer como portavoz de nadie, pero también para que sus palabras no sean manipuladas.

Sabía que este hombre andaba siempre metido en "causas perdidas" o de "abogado de pleitos pobres" como tantas veces me han dicho a mi, pero fué a partir de la forma en que lo criminalizaron y el linchamiento que sufrió tras sus declaraciones a favor de Cuba en relación con la muerte de Orlando Zapata, cuando empecé a prestarle más atención.

Lo vi en un "59 segundos" y constaté que su compromiso no era superficial o una pose, que lo que Guillermo hacía no era solo ceder su imagen, que tenía conocimientos y razones profundas para mantener la postura que mantenía. Que arriesgaba y, ahora, al leer su libro, he visto por qué.

En definitiva, un libro altamente recomendable, de una persona que tiene claro "cual es su lugar en el mundo: con los hombres y mujeres que quieren cambiar el planeta y buscan un mundo mejor". Que dice que la política no es aburrida, que hay gente muy interesante de la que aprender mucho y que encima es divertida. Que para él "lo que es un coñazo es estar diez horas al día, cinco días a la semana, haciendo un programa de mierda, por mucho que le paguen. Prefiero irme a Gaza con un grupo de gente que me hace crecer como persona, que está poniendo en juego su vida para mejorar la situación de un pueblo hermano. El día que tenga setenta años y haga balance de mi vida, no quiero que el balance se limite a comprobar que he hecho cincuenta películas, treinta y dos series de televisión y cuarenta y ocho obras de teatro, y que tengo en la cuenta corriente del banco un millón de euros: conozco a toda la jet y he tenido muchos ligues famosos. Eso no me interesa. Me interesa más decir que he conocido a intelectuales y luchadores que me han enseñado sobre la vida, que he leído cientos de libros interesantes, que conozco la realidad en la que vivo, que he puesto los piés en la tierra, que he logrado victorias con mis luchas y he aprendido con los fracasos."

Ah!, se me olvidaba, la mitad de los derechos del libro irán a parar al SOC (Sindicato de Obreros del Campo).

Otra razón más para comprarlo.

Razones para la Rebeldía

Guillermo Toledo

Editorial Península