19 marzo, 2012

EL PROBLEMA DE LA VIVIENDA SIGUE EN JUANITA

 Imagen: Pintada en el Pumarejo.


Desde la Casa Palacio Pumarejo de Sevilla nos informan de la marcha obligada de una de sus vecinas y su hijo de la casa.

El extenso proceso de este caso es un ejemplo de que a pesar de muchas promesas, las administraciones siguen contribuyendo al deterioro tanto social como urbanístico de barrios históricos de nuestras ciudades.

Es importante que continuemos visibilizando y exponiendo a estos ejemplares de manera que juntas podamos hacerles frente.

                                                                                                    
CRÓNICA DE LA MARCHA DE JUANITA. EJEMPLO DE QUE LA ADMINISTRACIÓN  FUNCIONA SEGÚN SUS PROPIAS NECESIDADES ECONÓMICAS.



Hoy se ha marchado Juanita de ochenta y cuatro años y su hijo de cuarenta y tres años ciego y autista.

Ha sido una salida triste y solitaria.

Ella con su hijo y dos familiares recorriendo los pasillos para despedirse de las vecinas.

Su salida ha sido sin ningún derecho a nada. Se ha ido porque no le ofrecen una vivienda cerca de la Casa Palacio del Pumarejo, porque no la dejan vivir en otra vivienda dentro de la Casa Palacio, por que ve que el porvenir es lento y la dirección no la ve favorable.

Creo que estas dos personas se merecen que hagamos un escrito explicando los motivos de su marcha y que eso conste a todos los interesados: Ayuntamiento, Cultura.... prensa, intelectuales, amigos...

No se ha ido por voluntad propia, se ha ido después de expulsar a los albañiles de su vivienda porque sólo iban a molestar, se ha ido después de manifestar el profundo desagrado que le produjo la persona del "trabajador social"...se ha ido porque está prisionera en su casa porque ya no puede subir los cinco escalonas de su vivienda...

Esto es de tal relevancia que muestra a las claras cómo se vacía un BIC de sentido, como se fragmenta a los vecinos, cómo las soluciones sólo pueden ser individuales....

Sólo dejar constancia de este hecho en un escrito nos protege al resto y permitiría al menos tener la posibilidad de que en algún momento pueda volver a una vivienda nada más que consigamos arreglar una vivienda y un ascensor.

Es un derecho que se ha ganado tras doce años y es una muestra de agradecimiento que le debemos. 

Fuente: Juan de Granada y Salvador de Sevilla.