¿Conoces la “teoría de la deuda odiosa”?
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Deuda odiosa, deuda execrable o deuda ilegítima, en Derecho internacional, es la teoría jurídica, puesta en práctica numerosas veces a lo largo de la historia, que
sostiene que la deuda externa de un gobierno contraída, creada y
utilizada contra los intereses de los ciudadanos del país, no tiene por
qué ser pagada y por tanto no es exigible su devolución ya que los
prestatarios habrían actuado de mala fe, a sabiendas, y por tanto dichos
contratos —bonos o contratos comerciales— son nulos legalmente.
En todo caso, tales deudas podrían considerarse personales debiendo
responder quienes las hayan contraído a título personal —sea el monarca,
el presidente, el director del banco central nacional o los ministros
correspondientes— y no el Estado en su conjunto y por tanto los
ciudadanos. En algunos aspectos, el concepto es análogo a la nulidad de
los contratos firmados bajo coacción.
Esta doctrina está presente en la
discusión sobre la obligación de pago de la deuda externa en aquellos
países donde han existido dictaduras, monarquías absolutas, gobiernos no
representativos e incluso gobiernos elegidos democráticamente que han
contraído deudas a espaldas a sus ciudadanos, sin su consentimiento y
con fines de enriquecimiento personal, enriquecimiento corporativo, para
la represión social y política y, en todo caso, contra los intereses de
los propios ciudadanos.
.Deuda externa por países (en 2005). Los países más desarrollados suelen tener las más altas cifras de deuda externa. La deuda odiosa es parte e incluso toda la deuda externa de un país. La deuda odiosa, según el economista Jeff King es aquella deuda externa contraída contra los intereses de la población de un país y con el completo conocimiento del acreedor.
Se ha esgrimido la deuda odiosa con
frecuencia por los Estados Unidos para no hacerse cargo de las deudas
contraídas por los países que pasaban a su órbita: desde lo que es
calificado por algunos autores como independencia ficticia de Filipinas
(1899-1901) y Cuba (1898-1902);hasta la administración de Irak por
Estados Unidos durante la Guerra de 2003 que se negó a pagar las deudas
contraídas con países como Francia. Hay que tener en cuenta que, en
general, los apoyos externos a los procesos de independencia buscan
ganar influencia política y económica -geoestratégica- y reducir o
eliminar la influencia y poder de la metrópolis colonial.
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Definición de deuda odiosa
.Definición de Alexander Sack
La doctrina teórica de la deuda odiosa la
formalizó Alexander Nahum Sack, un jurista ruso especializado en
finanzas públicas que ejercería desde 1917 como profesor de derecho
internacional en universidades de Europa y más tarde de Estados Unidos.
La expuso en su tratado Les effets des transformations des Etats sur leurs dettes publiques et autres obligations financières (Efectos de las transformaciones de los Estados sobre sus deudas públicas y otras obligaciones financieras),
publicado en París en 1927 cuando era profesor de derecho en el
Instituto de Estudios Políticos de París. Alexander Sack, basándose en
los precedentes del siglo XIX -entre los que incluía el rechazo por
parte del Estado mexicano de las deudas contraídas por el Emperador
Maximiliano I de México, y el rechazo por Estados Unidos, una vez que se
anexionó la isla, de las deudas contraídas por Cuba siendo colonia
española- definía en estos términos la deuda odiosa o deuda execrable:
“Si un poder despótico incurre en una deuda no por las necesidades o los intereses del Estado sino para otorgar mayor fuerza a su régimen despótico, para reprimir a la población que se le enfrenta, etc., esta deuda es odiosa para la población de todo el Estado. Esta deuda no es una obligación para la nación; es una deuda del régimen, una deuda personal del poder que la ha tomado, por lo tanto ésta cae con la caída del poder que la tomó. La razón por la que no se puede considerar que estas deudas odiosas graven el territorio del Estado es que dichas deudas no cumplen con una de las condiciones que determinan la legalidad de las deudas del Estado, que dice: las deudas del Estado deben ser tomadas y los fondos deben ser empleados para satisfacer la necesidades y los intereses del Estado.
Las deudas odiosas tomadas y usadas con fines que, con el conocimiento de los acreedores, son contrarios a los intereses de la nación, no comprometen a esta última -en el caso que la nación tenga éxito en liberarse del gobierno que incurrió en ellas- excepto por la cantidad con la que obtuvo beneficios de esas deudas. Los acreedores han cometido un acto hostil para con la población; ellos, por lo tanto, no pueden esperar que la nación liberada de un poder despótico asuma las deudas odiosas, que son deudas personales de ese poder”.
Definición de Jeff King
El economista Jeff King, después de
aclarar que no es “su” definición sino un resumen de todo cuanto leyó
acerca de la deuda execrable u odiosa, la define con clara precisión:
“Deudas odiosas son aquellas contraídas contra los intereses de la población de un país y con el completo conocimiento del acreedor”
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Las tres características para identificar una deuda odiosa
Para Alexander Sack las tres características que permiten identificar una deuda odiosa son las siguientes:
- 1 – El gobierno del país recibe un préstamo sin el conocimiento ni la aprobación de los ciudadanos.
- 2 – El préstamo se destina a actividades no beneficiosas para el pueblo.
- 3 – Aunque el prestamista está informado de la situación descrita en los puntos anteriores concede el préstamo -normalmente por el alto interés que recibirá-.
Deuda odiosa a lo largo de la historia
La teoría de la deuda odiosa ha
sido aplicada -con el objetivo de no pagar deudas contraídas- no
solamente durante los siglos XIX, XX y XXI; existen antecedentes que se
remontan a Mesopotamia y Egipto.
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Eliminación de deuda en Mesopotamia y Antiguo Egipto – milenios III a I a. C.
Eric Toussaint señala que se han
constatado hasta 30 anulaciones de deuda, cuatro de ellas fueron
anulaciones generales de deuda durante el reinado de Hammurabi (en 1792,
1780, 1771 y 1762 a. C.) aunque se habrían producido anulaciones de
deuda que se remontarían hasta el año 2400 antes de C. El contenido de
la Piedra Rosetta confirmaría también la tradición de la anulación de
las deudas que se instauró en el Egipto de los faraones a partir del
siglo VIII a. C., antes de su conquista por Alejandro Magno en el siglo
IV a. C. En la Piedra Rosetta se lee que el faraón Ptolomeo V, en 196 a.
C., anuló las deudas debidas al trono por el pueblo de Egipto. Existen
pruebas de anulación de deuda por otros faraones, Ramsés III, Ramsés IV
así como el faraón Bakenrenef.
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Siglo XIX
Deuda odiosa de la Independencia del Perú – 1821 – La deuda colonial
El general José de San Martín, una vez conquistada Lima el 10 de julio de 1821, y al poco de asumir el cargo de Protector de la libertad de Perú,
promulgó un Estatuto provisional que contiene posiblemente el primer
antecedente normativo de la aplicación de la deuda odiosa, al
proclamarse que el nuevo gobierno no debía pagar la deuda contraída por
las autoridades del Virreinato del Perú ya que los fondos así
conseguidos habían sido utilizados contra el pueblo de Lima y del Perú.
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Deuda odiosa de Miguel I de Portugal – 1832 – La deuda de la guerra
Pedro I de Brasil requirió a su hermano,
Miguel de Braganza, que asumiera la regencia del reino de Portugal el 3
de julio de 1827, pero antes le pidió jurar lealtad a la Constitución y
respetar los derechos de la princesa María de Braganza y Austria, hija
de Pedro y aún menor de edad. Miguel aceptó, llegando a Lisboa el 22 de
febrero de 1828, pero juró lealtad a la Constitución a duras penas.
Creyente en el absolutismo real, Miguel recibió el apoyo de la
aristocracia conservadora y absolutista y poco después renunció al rol
de Lugarteniente General del Reino para disolver las Cortes el 13 de marzo de 1828, siendo proclamado monarca absoluto el 7 de julio de 1828.
Miguel intentó conseguir ayuda
internacional para su régimen pero en 1831, su hermano Pedro abdicó del
trono del Imperio de Brasil y ocupó las islas Azores junto con Madeira, e
inició una guerra civil entre ambos hermanos. Tras tres años de guerra,
Miguel fue derrotado debido a su régimen excesivamente violento y
brutal, además de enemistarse con los gobiernos de Gran Bretaña,
Francia, y España. Con varias derrotas militares y con grandes deudas,
Miguel se debió abdicar el 26 de mayo de 1834 y fue enviado al exilio
por el vencedor Pedro.
En este caso, el rey Pedro declaró que su
gobierno no pagaría las deudas contraídas por su hermano Miguel con
banqueros extranjeros, alegando que el régimen de Miguel era ilegítimo
desde sus inicios por haber destronado a María de Braganza y Austria,
auténtica heredera del trono, siendo que los acreedores de Miguel
conocían perfectamente de esta situación.
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Deuda odiosa de Maximiliano I de México – 1867 – La deuda del monarca
En 1864 Maximiliano I de México accedió
al trono con el apoyo de Napoleón III quien había invadido México con
tropas francesas para exigir el pago de las deudas del gobierno de
Benito Juárez en 1861. Maximiliano I tenía además tenía el apoyo de la
opinión católica y conservadora -frente a los liberales de Benito
Juárez, que contaban con el apoyo popular-. Maximiliano fue perdiendo
apoyos -hasta de Napoleón III- y tuvo que enfrentarse a las fuerzas
republicanas liberales que obligaron a Maximiliano a pedir ayuda
económica al exterior, contratando diversos empréstitos. Las fuerzas
liberales ganaron varias victorias hasta que en 1867 avanzaron hasta
Querétaro, uno de los últimos bastiones imperiales. En esa ciudad fue
capturado Maximiliano con sus generales Miguel Miramón y Tomás Mejía,
siendo los tres sentenciados a muerte, lo que se ejecutó en el Cerro de
las Campanas el 19 de junio de 1867.
Maximiliano había pedido préstamos a un
alto interés a banqueros europeos, obteniendo fondos que fueron
utilizados contra la sublevación de los republicanos. Ante ello, cuando
dichos banqueros pretendieron cobrar a México las deudas contraídas en
nombre de Maximiliano, el gobierno de Benito Juárez decretó que ese
dinero había sido usado “contra el propio pueblo de México” y por
tanto se rechazarían estas cobranzas. Idéntico argumento usó Estados
Unidos, simpatizante de Juárez, para declarar la deuda odiosa o
ilegítima-.
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Deuda odiosa de la Independencia de Cuba – 1898 – La deuda de la derrota
En 1898 los Estados Unidos salieron
victoriosos de la Guerra Hispano-Estadounidense en la que Cuba -colonia
española- estaba en juego. Cuba fue separada de la colonia española, así
como Puerto Rico y Filipinas que quedaron bajo protectorado de Estados
Unidos. Después de la guerra España reclamó el pago de la deuda. En una
reunión en París, Estados Unidos sostuvo que la deuda era odiosa, pues
había sido impuesta en su único interés, sin el consentimiento del
pueblo y sirvió para reprimir el movimiento de liberación de Cuba.
España aceptó el argumento y Cuba se vio librada del pago de la deuda
colonial.
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Siglo XX
Deuda odiosa de Costa Rica – 1923 – Caso Tinoco
En 1923 se emitió el Laudo Arbitral de
William H. Taft, ex magistrado de la Corte Suprema de los Estados
Unidos, en favor del recién formado gobierno de Costa Rica contra una
reclamación de Gran Bretaña. En este Laudo se estableció que el pago de
una deuda de 250.000 dólares correspondía personalmente a Federico
Tinoco Granados, ex presidente costarricense, quien había solicitado ese
préstamo al Royal Bank of Canada violando normas internas de Costa
Rica.
El Laudo consideró que esa deuda no
debería ser asumida por la población de Costa Rica ni por su gobierno
legítimo, en tanto Tinoco Granados había contraído la deuda en calidad
de presidente de Costa Rica pero vulnerando las leyes de su país para
esta clase de compromisos, siendo que el Royal Bank of Canada conocía
las procedimientos legales fijados por la ley costarricense pero aun así
aceptó prestar dinero a Tinoco, además de haberse usado el dinero
prestado para beneficio personal de Tinoco y evitar la implantación de
un régimen democrático y legítimo.
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Deuda odiosa de Alemania – Acuerdo de Londres de 1953
El acuerdo de Londres de 1953 sobre las
deudas privadas alemanas, contraídas en el período anterior a la Segunda
Guerra Mundial ascendía a 22.600 millones de marcos; a dicha deuda
había que sumar de la deuda de la posguerra estimada en 16.2000
millones. Los acreedores (Estados Unidos, Reino Unido y Francia)
acordaron reducir esa deuda un 62,6%. La reducción de la deuda de la
República Federal Alemana (RFA) fue clave para su rápida reconstrucción
después de la segunda guerra mundial.
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Siglo XXI
Deuda odiosa en Argentina – 2001 – La mayor suspensión de pagos de la historia
En 1998 se produjo una gran recesión en
Argentina coincidiendo con el final del segundo mandato de Carlos Saúl
Menem. El 24 de octubre de 1999, la Alianza encabezada por Fernando de
la Rúa y Carlos Álvarez, ganaron las elecciones al binomio peronista
Eduardo Duhalde – Ramón Ortega, y fueron proclamados presidente y
vicepresidente de Argentina. El gobierno de Menem dejó un elevado
déficit fiscal, de 7.350 millones de pesos en 1999,por lo que de la Rúa
tomó severas medidas de ajuste con el propósito de sanear las finanzas,
manteniendo el tipo de cambio anclado al dólar estadounidense llamado
convertibilidad.
En enero 2000 se produjo un aumento
impositivo sobre las clases medias y altas que con la intención de
mejorar las finanzas públicas consiguió frenar una incipiente
reactivación. El peso de la deuda externa ahogaba al gobierno y
aumentaba el déficit fiscal con la posibilidad de que el estado entrara
en suspensión de pagos, alimentaba la posibilidad de un pánico bancario o
corrida bancaria.
En marzo de 2001 comenzó la fuga de
depósitos de los bancos. En enero de 2001 había depósitos por US$ 85.000
millones, para marzo se habían perdido más de 5.000 millones. En junio
de 2001, el gobierno de De la Rúa pidió ayuda complementaria al Fondo
Monetario Internacional (FMI) y a los bancos privados para reducir la
presión de la deuda externa realizando el llamado “Megacanje” por US$
29.500 millones. Sin embargo, la recesión y la fuga de capitales
continuaron a ritmo acelerado, con el agravante adicional del
descontento provocado por las medidas de ajuste que formaban parte de
las condiciones solicitadas por el FMI a cambio de su ayuda.
Tras la caída de De la Rúa, Adolfo
Rodríguez Saá fue nombrado presidente por la Asamblea Legislativa y
declaró el Canje de la deuda argentina (default o suspensión de pagos)
de la deuda pública de la Argentina, la mayor suspensión de pagos de un
Estado en la historia. Acabó dimitiendo, entre otras razones, por no
querer abandonar la convertibilidad. La suspensión fue la consecuencia
de la aplicación de políticas neoliberales que facilitó la estafa de
miles de millones de dólares por los bancos extranjeros y empresas
multinacionales. Activos y recursos de Argentina fueron saqueados.
El sistema financiero se utilizó por
Citibank, Credit Suisse, y JP Morgan para el lavado de dinero. Se
produjo una transferencia masiva de riqueza y el empobrecimiento de la
sociedad argentina. El 3 de enero de 2002 fue nombrado presidente
Eduardo Duhalde. El 6 de enero de 2002, el presidente Eduardo Duhalde
decidió dar fin a la Ley de Convertibilidad que había estado en vigor
durante diez años.Para autores
como Alejandro Olmos Gaona, hijo del gran experto en deuda externa
Alejandro Olmos el origen de la deuda, las comisiones de los
intermediarios y sus renegociaciones constituyen un claro fraude.
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Deuda odiosa en Irak – 2003 – La deuda odiosa que no cobra Francia
En 2002, antes de la invasión los Estados
Unidos -que no querían administrar un país con una enorme deuda que les
impediría actuar con libertad y sobre todo sacar el máximo beneficio
económico al petróleo irakí. Decidió que el primer gobierno provisional
declarara la suspensión del pago de la deuda con la excusa de que no
debía cargarse sobre los ciudadanos de Irak. En abril de 2003 el
Secretario del Tesoro de los Estados Unidos, en una reunión del G-8
convocada al efecto declara que la deuda de Irak es odiosa. Los
acreedores principales son Francia y Rusia -grandes suministradores de
armamento-. Estados Unidos hizo todo lo posible por que no se utilizara
el término deuda odiosa ya que su argumento en Irak podía ser utilizado
en muchos otros países. Una reunión del club de París acordó la
reducción del 80% de la deuda odiosa iraquí con el acuerdo de no
mencionar el nombre de deuda odiosa.
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Deuda odiosa en Ecuador – 2008 – La política contra la deuda injusta
Rafael Correa, Ministro de Hacienda en
2005, consideraba que el 80% del dinero obtenido por el petróleo
ecuatoriano debía destinarse a la población y solamente el 20% al pago
de la deuda. Esas afirmaciones hicieron que el Banco Mundial amenazara a
Ecuador con cerrar los préstamos; antes dichas amenazas Correa dimitió
como ministro alegando que no iba a someterse al mandato del Banco
Mundial. En 2008, ya como Presidente de Ecuador Rafael Correa declaró
que la deuda contraída por Ecuador era una deuda ilegítima, odiosa e
inconstitucional que obligaba a destinar más del 50% de los recursos
económicos del Estado a pagar la deuda. Correa manifestó: Lo primero es la vida, después la deuda.
El gobierno de Rafael Correa tuvo que enfrentarse a las amenazas del
Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, expulsó a los
enviados del FMI del Banco Central de Ecuador, creó un Comité de
Auditoría que concluyó que gran parte de la deuda de los gobiernos
anteriores era ilegítima, especialmente los contratos de deuda del año
2000. El informe fue trasladado tanto al gobierno como a los ciudadanos
de Ecuador.
El Gobierno de Rafael Correa declaró el
cese de pagos del 70% de la deuda de Ecuador en bonos. Ante el cese de
pagos los acreedores o tenedores de la deuda de Ecuador sacaron al
mercado, con valores muy bajos -sobre el 20% de su valor-, los bonos de
deuda ecuatoriana. Ecuador, de forma secreta, utilizó 800 millones de
dólares para comprar 3.000 millones de su propia deuda, lo que supuso
una reducción de su deuda real y de los intereses así como un ahorro de
unos 7.000 millones de dólares para Ecuador.
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Deuda odiosa en Haití – 2010 – La familia Duvalier
El terremoto de Haití de 2010 puso en
evidencia la imposibilidad de que Haití pudiera pagar la deuda externa
contraída a lo largo de muchas décadas durante gobiernos dictatoriales y
caracterizados por una altísima corrupción política, como los de la
familia Duvalier (François Duvalier, Jean-Claude Duvalier) que dominaron
la vida política haitiana durante gran parte del siglo XX.
Además, numerosas organizaciones civiles
consideran que la mayoría de la deuda externa de Haití podría
calificarse como deuda odiosa ya que se concedió a dictaduras con
niveles elevadísimos de corrupción aun cuando los acreedores conocían
bien estas características de los gobiernos haitianos con quienes se
pactaron los préstamos; otra importante crítica es que el dinero así
obtenido nunca benefició realmente al Estado haitiano o a su población y
habría pasado apenas a engrosar la riqueza personal de la familia
Duvalier. A raíz del terremoto del 2010, incluso el Club de París
-organización de los principales países acreedores de todo el mundo-, en
su reunión de 19 de enero de 2010 alentó la condonación de la deuda
externa haitiana ante las evidentes dificultades financieras de este
país, agravadas por la devastación del terremoto, considerando además la
constatación de la imposibilidad absoluta de su pago.
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Siglo XXI – Reclamaciones de deuda odiosa
La reclamación de auditorías sobre la
deuda de los estados se plantea en contraposición a los planes de ajuste
impuestos desde organismos extranacionales como el Banco Mundial y el
Fondo Monetario Internacional. El objetivo es conocer quién ha contraído
la deuda, cuándo y a cuánto asciende para establecer qué cantidad puede
considerarse como deuda odiosa o iletígima que no debería ser pagada
por los ciudadanos -ni por los estados-.
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Reclamación de deuda odiosa de Ben Alí en Túnez – 2011 – Protestas árabes
En 2011 organizaciones como Actuable y
CADTM (Comité para la anulación de la deuda en el Tercer Mundo)
reclamaron la auditoría para determinar la cuantía de deuda odiosa por
los préstamos concedidos a Ben Alí durante su mandato de 23 años como
Presidente de Túnez con una deuda acumulada de 10.000 millones de euros.
La Revolución tunecina que comenzó el 17 de diciembre de 2010 acabó con
la presidencia de Ben Alí quien huyó del país el 14 de enero de 2011.
Él y su familia habían ejercido un control directo sobre la economía del
país lucrándose personalmente.
En 2013 representantes de partidos de
izquierda del Magreb y también de Europa se reunieron en el Foro
Mediterráneo contra la Deuda manifestando su apoyo al Frente Popular de
Túnez -unión de 12 partidos progresistas- con el objeto de oponerse al
gobierno de corte islamista y reclamar el fin del pago de la deuda
odiosa.
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Reclamación de auditorías de la deuda pública en Europa y deudas odiosas
Organizaciones como ATTAC reclaman la
realización de auditorías de la deuda pública de cada estado miembro de
la Comunidad Europea así como la reestructuración de la deuda y la
cesación inmediata de toda deuda pública dolosa, ilegítima u odiosa.
Además demandan un acuerdo que obligue al BCE a emitir a bajo precio
para cualquier estado que lo necesite para sanear su deuda pública
legítima y la armonización fiscal en toda la zona euro: descenso de
impuestos indirectos y un incremento de los impuestos directos y
progresivos, especialmente a las rentas del trabajo más altas y a las
rentas del capital, tanto empresariales como mobiliario e inmobiliario,
instauración del impuesto a las transacciones financieras especulativas
(ITF) y erradicación de los paraísos fiscales (PPFF) en Europa y
prohibición de cualquier transacción financiera y/o productiva con
cualquiera de los restantes en el mundo.
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Reclamación de deuda odiosa sobre Grecia – 2011
La Crisis financiera en Grecia de 2010
habría dejado al descubierto la realidad de una deuda histórica
acumulada por los gobiernos democráticos pero sin su conocimiento o al
menos sin el conocimiento pleno de muchos ciudadanos y organizaciones
griegas (véanse los documentales Deudocracia y Catastroika) que demandan
una auditoría a la deuda griega para conocer con exactitud su origen,
sus deudores y su legitimidad.
A la vista de la posible suspensión de
pagos de la deuda los planes europeos para de renegociación de préstamos
podrían suponer, encubiertamente, una reducción de la deuda o lo que se
llama un impago selectivo de la deuda externa. La Campaña por la
Auditoría de la Deuda Griega fue introducida por economistas e
investigadores griegos en marzo de 2011 a la vista de la perdida de
derechos sociales, bajadas de sueldos y pensiones impuestos por la
troika (FMI, BCE y Comisión Europea) y que habrían sido inútiles para el
previsto control de la deuda externa. Para el historiador Edmundo
Fayanas,frente a la condonación de las deudas alemanas contraídas como
vencido en la Primera guerra mundial y en la Segunda guerra mundial
-véase en este sentido el Acuerdo de Londres de 1953 sobre la deuda
alemana- resultaría escandaloso el comportamiento de Alemania con Grecia
durante su crisis financiera iniciada en 2010 ya que se hace evidente
una falta absoluta de memoria histórica por parte de Alemania.
El país griego fue sancionado a dar compensaciones de guerra a Alemania desde el año 1881, por sus conflictos anteriores.
Dichas compensaciones nunca han sido canceladas ni perdonadas por los
alemanes. En el año 1964, Alemania logró que tanto el PASOK
-socialistas- como Nueva Democracia -conservadores-, reconocieron las
deudas históricas junto con los intereses. Según Fayanas Alemania tiene
con Grecia una deuda histórica que nunca ha pagado: Hitler invadió
Grecia en 1941 imponiendo un préstamo al país griego por 3.500 millones
de dólares para arreglar los destrozos de la ocupación militar alemana.
Acabada la II Guerra Mundial Alemania recompensó a Polonia en el año 1956 y a Yugoslavia en 1971 con 20.000 millones de dólares
quedando Grecia sin recibir compensación a pesar de haberla solicitado
nueve veces a Alemania. Actualizada en 2010, la deuda de Alemania con
Grecia alcanzaría la cifra de 163.800 millones de dólares además de las
repraciones de guerra que se han calculado en 332.000 millones, es
decir, un total de 495.800 millones de dólares, cantidad suficiente para
que Grecia saldará todas sus deudas provocadas por la crisis financiera
en Grecia de 2010-2013 evitando por tanto el sufrimiento de la
población provocado por Alemania y la Unión Europea. Jacques Depla
-economista francés que fuera asesor del ex presidente francés Nicolás
Sarkozy-, calculó en 2011 la deuda alemana con Grecia en 575.000
millones de dólares.
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Reclamación de deuda odiosa sobre Portugal – 2011
Desde diversas organización como CDTAM se
considera que la deuda de Portugal debe auditarse y considerarse en
buena medida deuda odiosa. Éric Toussaint, presidente del Comité para la
anulación de la deuda en el Tercer Mundo de Bélgica considera que los
nuevos créditos que otorgan el Banco Central Europeo y el FMI son deuda
odiosa ya que los ciudadanos no son consultados imponiéndose medidas que
son una violación de los derechos humanos, civiles, democráticos y
sociales de los portugueses.
Es por tanto una deuda ilegítima, aunque
sea contratada por un gobierno democrático electo, ya que utiliza la
nueva deuda para pagar antigua deuda sin la aprobación de los ciudadanos
que se les hurta cualquier otra opción democrática. Los ciudadanos
deben exigir una auditoría que permita conocer exactamente cuánta es la
deuda, quienes son los acreedores y para qué se ha utilizado. Sin
conocer esos extremos cualquier decisión es antidemocrática además de no
resolver ningún problema.
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Reclamación de deuda odiosa sobre Irlanda – 2011
Por las mismas razones que Portugal, Éric
Toussaint considera que la deuda de Irlanda es una deuda odiosa ya que
no se permite a los ciudadanos conocer los detalles ni decidir sobre
ellos.
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Reclamación de deuda odiosa sobre España – 2011
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Por las mismas razones que Portugal, Grecia e Irlanda se reclama por colectivos como quiendebeaquien
(ATTAC, Ecologistas en acción) promueven desde 2011 una auditoría de la
deuda externa de España para poder establecer qué parte de ella puede
considerarse deuda ilegítima.
El coordinador de Izquierda Unida, Cayo
Lara, después del anuncio, el 11 de julio, por el Presidente del
Gobierno Mariano Rajoy de amplios recortes económicos aprobados el 13 de
julio de 2012, manifestó la necesidad de una auditoría externa de la
deuda soberana ya que se estaría obligando a pagar a los ciudadanos los
excesos de bancos y especuladores.
Mónica Oltra, de la coalición política
valenciana Compromís señala que debe declararse deuda ilegítima aquella
que no ha beneficiado a la sociedad y a la que se reclama su pago.55
. Asimismo, Joan Baldoví, también diputado de Compromís pero en el
Congreso de los Diputados, registró el 18 de octubre de 2012 en nombre
de su formación una enmienda a la totalidad para los Presupuestos
Generales del Estado de 2013 en la que se identificaba la deuda
ilegítima y se instaba a no pagarla.
El 21 de marzo de 2013, Compromís
presentó un informe de auditoría de las cuentas de la Generalidad
Valenciana en el que identificaba la deuda ilegítima y la cuantificaba
en 2.942 millones de euros. . Todas estas actuaciones derivan de la
campaña “Rescatem persones” (“Rescatemos personas”, en catalán) que
lanzó en junio de 2012 como alternativa al rescate bancario y inspirada
en la revolución islandesa. Uno de los puntos de la campaña exigía una
auditoría sobre la legitimidad de la deuda y suspender su pago hasta que
se determinase qué parte es legítima y qué parte ilegítima.
Diversas asociaciones y movimientos
sociales, organizados bajo la Plataforma Auditoría Ciudadana de la
Deuda, abogan por una auditoría ciudadana sobre la deuda que permita
conocer su origen, repudiar toda
la deuda ilegítima y encausar a los
responsables de la depresión económica.
En junio de 2013 el líder de UGT, Cándido
Méndez, declaró que había llegado la hora de plantearse seriamente una
quita de la deuda que impide el funcionamiento de la economía española.
Alertó de que España podía acabar rescatada como Grecia si siguen las
políticas de austeridad. También criticó la propuesta realizada por el
Banco de España de rebajar el salario mínimo.
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Movimiento por la abolición de la deuda
A partir de los años noventa creció a
escala internacional un importante movimiento a favor de la abolición de
la deuda externa, ligado al ascenso del movimiento antiglobalización.
Uno de sus momentos álgidos fue durante la cumbre del G8 de Birmingham
en 1998. Desde entonces el movimiento por la abolición de la deuda ha
estado presente en las actividades del movimiento antiglobalización y en
el Foro Social Mundial. En 2008, diez años después de la cumbre de
Birmingham, a modo de balance de la trayectoria del movimiento, la
autora y activista antiglobalización Esther Vivas señaló que: “las
protestas contra la deuda consiguieron algunos avances, especialmente,
en el terreno de lo simbólico y en la percepción que la sociedad tenía
de esta problemática.
En los países acreedores, se difundieron
las causas y las consecuencias de su pago y los vínculos con la pobreza.
Mientras que en los países deudores, se puso énfasis en la
responsabilidad de las instituciones internacionales en la generación y
el mantenimiento de esta deuda. Sin embargo, en el terreno
institucional, más allá de situar la cuestión de la deuda en la agenda
política, los cambios conseguidos fueron muy pocos.”
Un artículo reciente de los economistas
Seema Jayachandran y Michael Kremer ha renovado el interés en este tema.
Los autores proponen que debe crearse un nuevo tipo de sanción
económica para bloquear préstamos adicionales a dictaduras y dictadores.
En España la organización Red por la Abolición de la Deuda Externa y la restitución de la Deuda Ecológica, constituida en 2006, lanzó la campaña ¿Quién debe a quién? para la abolición de la deuda externa.