Los libros peligrosos de Mumia Abu
Yamal
Carolina Saldaña
El reconocido preso político se define como "un hombre negro libre viviendo
en cautiverio".
––Soy pensador, escritor, activista, ser creativo, hombre, papá, esposo,
abuelo e hijo, pero sobre todo, un hombre negro libre viviendo en
cautiverio.
––¿Por qué te consideras libre?
––Porque digo lo que está en mi corazón.
Así se define Mumia Abu-Jamal en un breve diálogo con Marc Lamont Hill, el
co-autor de su séptimo libro The Classroom and the Cell (El aula y la
celda).
Mientras se acerca la fecha del 24 de abril y los festejos del cumpleaños 60
de Mumia en Filadelfia, cada vez más personas expresan su aprecio para este
hombre negro libre que siempre dice lo que está en su corazón aún estando en
una situación sumamente vulnerable. También se extiende un sentido de
hartazgo por su largo cautiverio de 32 años, 4 meses y 15 días. “Hay que
sacarlo de ahí ¡pero ya!” dice uno de los músicos que tocará en el #FestivalFreeMumia
en la Ciudad de México durante la semana del 21 al 26 de abril.
Es cierto que Mumia Abu-Jamal tiene enemigos formidables encabezados por la
Orden Fraternal de Policía (FOP). Los mismos policías que lo habían vigilado
desde que era un joven Pantera Negra en los años 60, detuvieron al aclamado
periodista conocido como “la voz de los sin voz” el 9 de diciembre de 1981,
casi lo mataron a patadas y lo incriminaron por el asesinato del policía
blanco Daniel Faulkner. Junto con la Fiscalía de Filadelfia y un juez que
juró que “les iba a ayudar a freír el negro”, la FOP logró fabricar
evidencia en su contra, condenarlo a muerte y mantenerlo en condiciones de
tortura en el pasillo de la muerte durante casi tres décadas. Ahora insisten
en que él nunca saldrá vivo de prisión. Pero no siempre logran su cometido,
como vimos en 2011 cuando tuvieron que desistir en su afán de matarlo por la
vía oficial.
Para conocer a Mumia Abu-Jamal, su pensamiento y su lucha, no hay mejor manera que leer sus propios escritos. Cada semana él graba por lo menos dos radioensayos que se pueden escuchar en inglés en www.prisonradio.org, y estos ensayos traducidos al español también se pueden leer en varios de los medios libres en México y otros países.
Para conocer a Mumia Abu-Jamal, su pensamiento y su lucha, no hay mejor manera que leer sus propios escritos. Cada semana él graba por lo menos dos radioensayos que se pueden escuchar en inglés en www.prisonradio.org, y estos ensayos traducidos al español también se pueden leer en varios de los medios libres en México y otros países.
Además, Mumia ha escrito siete libros y ahora está escribiendo su octavo
sobre el imperio estadounidense. Las autoridades en Estados Unidos los
consideren peligrosos porque revelan mucho de sus crímenes y aparte,
fomentan el pensamiento y acción anti-sistémico. Por los mismos motivos, las
almas rebeldes los buscamos.
Sus tres primeros libros son recopilaciones de sus ensayos que abarcan un
gran número de temas, incluyendo la vida en prisión y el sistema de
injusticia en Estados Unidos que tiene sus raíces en la esclavitud. En
ellos, Mumia cuenta varias historias de presos específicos castigados por
las duras leyes que han sido un factor clave en el auge en la población
carcelaria de Estados Unidos, la cual ha crecido de aproximadamente 250,000
presos a principios de los años 70 hasta casi 2.5 millones actualmente.
Su primer libro, Live from
Death Row (En vivo desde el
corredor de la muerte) publicado en 1995, tuvo un gran impacto en impulsar
un movimiento internacional por la abolición de la pena de muerte. Para
amedrentar a la editorial Addison-Wesley, la Orden Fraternal de Policía y la
viuda Maureen Faulkner contrataron un helicóptero para volar sobre la
editorial con una gran manta que decía “Addison-Wesley apoya a asesino de
policías”. Su segundo libro Death
Blossoms (Brote la vida)
salió en 1997 y su tercero All
Things Censored (Todo
censurado) en 2000, este último una respuesta a la censura ejercida por la
Radio Pública Nacional (NPR) cuando canceló una recopilación de los ensayos
de Mumia debido a la presión policial y senatorial.
Tal vez el libro menos conocido de Mumia Abu-Jamal es Faith of our Fathers
(La fe de nuestros antepasados: Un examen de la vida espiritual de los
pueblos africanos y africano-americanos), publicado por Africa World Press
en 2003.
La historia empieza en África. El continente, “ampliamente visto por
arqueólogos como la cuna de la humanidad”, fue proyectado en Occidente, por
lo menos durante 500 años, como “la tierra de oscuridad”, cuyos habitantes
necesitaban “salvación”. Y dicha “salvación justificaba la expansión
colonial europea, la explotación, y la conquista de África durante siglos”.
A Mumia le interesan los caminos espirituales elegidos por los africanos
tanto en el continente como en la diáspora, para ayudarles a sobrevivir y
resistir la esclavitud y el colonialismo. Su libro incluye pasajes que se
refieren al rechazo de los misioneros cristianos en Abisinia y a movimientos
anti-coloniales más modernos como el de Simón Kimbangu en el Kongo. Durante
el periodo de la esclavitud en las Américas, menciona la aversión de muchos
esclavos a los predicadores blancos y su mensaje de aquiescencia a la
esclavitud como la voluntad de Dios. En cambio la sacralización de la
libertad se notaba entre los esclavos que se reunían en secreto en los
bosques en ceremonias con tambores y canto. En lugar de adorar a un Dios
opresor, adoraban la propia libertad. Mumia se refiere al desarrollo un
siglo después del Movimiento Rastafari en Jamaica, de la influencia de
Marcus Garvey y del Templo de la Ciencia Moresca y la Natión de Islam en las
comunidades negras de Estados Unidos. Hay una sección sobre la feminidad
divina y otra sobre la organización naturalista MOVE que considera toda
forma de vida sagrada y adora a la Mamá Naturaleza.
Un libro que refleja una parte importante de la lucha de Mumia Abu-Jamal es We
Want Freedom (Queremos
Libertad: Una vida con el Partido de los Panteras Negras, publicado en 2004
por South End Press y traducido al español por la editorial Virus.
El partido fue fundado el 15 de octubre de 1966 en Oakland, California y dos
años después, el joven Mumia ayudó a fundar la agrupación en Filadelfia,
donde participó en sus proyectos de sobrevivencia comunitaria, vendió el
periódico del partido y escribió artículos en él; así empezó su carrera en
el periodismo. Se comprometió con el programa de los Panteras: libertad,
empleo, vivienda, educación, comida, justicia, paz, exención de servicio
militar, el derecho a la auto-defensa y un plebiscito para establecer una
nación africano-americano independiente y socialista.
Mumia señala que más de la mitad de las Panteras Negras eran mujeres y que
ellas solían encabezar el trabajo diario en la mayoría de las ciudades.
Incluye textos suyos que él había solicitado para el libro. Para él, las
mujeres representaban “lo mejor de la organización”.
Mumia plantea que los Panteras Negras no eran simplemente una continuación
del movimiento de derechos civiles liderado por el reverendo Dr. Martin
Luther King, sino “parte de una tradición de levantamientos de esclavos que
ocurrieron a través de tres siglos, de esclavos fugitivos que encontraban
asilo con los indígenas y pelearon a su lado, de intentos de establecer
gobiernos independientes, del movimiento abolicionista ––todo eso como un
rechazo a ‘la implacable pesadilla de la democracia herrenvolk’ imperante en
Estados Unidos. Destaca que ‘la historia africanoamericana está arraigada en
la proposición radical que América no es la tierra de libertad, sino un
lugar de la ausencia de libertad, un terreno de represión e inseguridad’.
En 2009, Mumia Abu-Jamal publicó Jailhouse
Lawyers (Abogados desde la
cárcel). Cuenta que hay decenas de miles de abogados auto-didactas en las
cárceles de Estados Unidos. Poco conocidos en la sociedad, son hombres y
mujeres que litigan sus propios casos, defienden a otros presos o levantan
demandas para efectuar cambios en las condiciones de las prisiones. Ante el
desprecio de los jueces y fiscales, la extrema falta de recursos, y la
apatía pública, las y los abogados desde la cárcel frecuentemente pierden
sus casos, pero también han ganado unas impresionantes victorias.
Por ejemplo Mumia recuerda que “La vergonzosa condena de 9 integrantes de la
organización MOVE a desde 30 hasta 100 años en prisión en 1978, fue seguida
por una asombrosa victoria para la organización en 1981, cuando Mo y John
África se defendieron con éxito contra cargos de acopio de armas y
explosivos. Sus tácticas poco comunes incluyeron un citatorio a sus 9
compañeros encarcelados para dar testimonio sobre los propósitos de su
lucha, el buen carácter de John África y la traición de los testigos de
cargo, más un discurso final de John África sobre la sobrevivencia del
planeta. Para el asombro de todos, menos John África, el jurado, con
lágrimas en los ojos, los exoneró completamente”.
The Classroom and the Cell, (El aula y la celda), publicado por
Third World Press en 2012, es una colaboración entre Mumia y Marc Lamont
Hill, profesor y comentarista de televisión. En este interesante libro, los
dos hombres comparten sus reflexiones sobre temas de identidad, historia,
raza, cultura, liderazgo, prisión, escuelas, amor y masculinidad en las
comunidades negras de Estados Unidos.
La siguiente conversación se hizo cuando Mumia todavía estaba en el corredor
de la muerte:
–– ¿Qué tan seguido piensas en la muerte?
–– Todos los días.
–– ¿Te da miedo?
–– Tienes que vivir sin temor porque no controlas la muerte.
–– ¿Nunca tienes el impulso de darte por vencido?
–– ¡Oh no! Soy el hombre más ocupado que conozco.
–– Pero no es sólo la cantidad de trabajo que haces. Eres parte de algo más
grande ¿no?
–– Marc, la lucha contra la pena de muerte es más grande que yo. La lucha
contra el complejo industrial carcelario es más grande que yo. La lucha por
la justicia social es más grande que yo. Y éstas continuarán después de que
me vaya. La lucha sigue. Lo importante es saber de qué lado estás.
–– Pero ha de ser difícil mantener la esperanza. Tu futuro depende de tu fe
en el sistema ¿no?
–– Marc, no tengo esperanzas o fe en el sistema. Éste ha sido el caso
durante muchos años. Tengo esperanzas y fe en la gente. Y no pierdo el
tiempo. Pase lo que pase, no habré perdido el tiempo. Mis palabras están ahí
en el mundo. Contra todos los pronósticos, sé que están llegando a la gente.
Esto me lo sé. Siento la vibración.