Imagen: Diario de Sevilla
PRÓLOGO
Pese a caer en un tono burguista o correalista, de frase larga y anécdota en mano, hay que reirse en lo siguiente que se cuenta:
Han denunciado a un hombre de una localidad llamada Villamanrique de la Condesa por llevar un ciervo de furtivo (un ciervo: las patas y los lomos como se ve), famosa porque todos los años en fiesta "cristiana" del Rocio, le proporciona buenas pagas extras a los guardias civiles y casi toda la plantilla está dada de alta, digamos. Lo mismo que en Sevilla sucede con aquel 60 por ciento de bajas habitual, - excepto en fiestas o maratones o peliculitas- , según datos de la llamada Intervención de esta reliquia de ayuntamiento.
Ahora, agregamos que a la policía local le han preparado un edificio y equipos, para patrullar la ciudad en bici, y por entero han dicho:
NASTI de PLASTI (sí, de cómic de Ibiza). Que en la bici se suda, vamos.
El asunto es que no se sabe muy bien si apedrear al santo guardia o al fabuloso periodista que ha accedido a retratar que esta persona que ha cometido este crimen tan enorme. Son excesos y excedentes este tipo de intervenciones. Por no decir que el terrorismo mediático es condenar a un hombre que lleva carne, y omitir por ejemplo, que con esa comisaría con cientos de biclicletas (con las que se suda) que costó millones de euros, ha dejado sin comer a miles de personas.
¿Tema eterno?
También lo es la Dignidad.
Fuente: Juan Lobón.