12 octubre, 2013

EL DICHOSO TRATADO COMERCIAL TRASATLÁNTICO

 
Imagen: Astilla de Olivo. Desmantelamiento del Olivar Andaluz para exportar leña  hacia países como Ucrania y  Rusia a 0,09 centimos el kilo.

Un tratado comercial transatlántico ahondará en recortes sociales y perpetuará la crisis ambiental


A pesar de la suspensión de la segunda ronda de negociaciones del Tratado Trasatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP por sus siglas en inglés) entre Estados Unidos y la Unión Europea que debía iniciarse hoy en Bruselas, Ecologistas en Acción considera que es necesario “no bajar la guardia ante la amenaza de este nuevo Tratado de Libre Comercio que, sin ninguna duda, ahondará en los recortes sociales y perpetuará la crisis ambiental”.
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A Brave New Transatlantic Partnership
Con objeto de divulgar las amenazas del tratado, la organización ecologista ha presentado hoy el informe “A Brave New Transatlantic Partnership” (Un Desafiante Nuevo Tratado Trasatlántico) en el que se analizan los posibles impactos sociales y ambientales de liberalizar –aun más- el comercio y las inversiones entre ambas potencias. El informe, publicado por la red Seattle-to-Brussels -una red de organizaciones europeas de la que forma parte Ecologistas en Acción- refuta la tesis divulgada por la Comisión Europea de que el tratado transatlántico derivará en la generación de empleo, y revela las presiones de los principales grupos corporativos a ambos lados del Atlántico para que las negociaciones eliminen derechos laborales, sociales y ambientales.
El informe “A Brave New Transatlantic Partnership” pone de manifiesto como los propios estudios de la Comisión Europea prevén la destrucción de empleo en varios sectores industriales (electrónica, equipos de transporte, metalúrgica, papel, servicios a las empresas o comunicación) y agrarios (ganadería, agrocombustibles o azúcar). El argumento de creación de empleo y crecimiento en momentos de crisis está siendo instrumentalizado para neutralizar cualquier protesta en defensa de la sanidad, los derechos laborales o el medio ambiente.
El informe explica además cómo las negociaciones comerciales entre EEUU y la UE pueden desembocar en la supresión de regulaciones laborales, ambientales o de seguridad alimentaria y sanitaria, a la vez que puede suponer una merma en los libertades digitales. El tratado tendría la capacidad de suspender a una gran cantidad de leyes medioambientales y sanitarias como las que regulan la entrada de productos transgénicos y tóxicos o las que actualmente limitan la fractura hidráulica en Europa, pudiendo invalidar –en el caso ibérico- leyes locales o autonómicas de prohibición del fracking.
El tratado puede a su vez poner en riesgo cualquier intento por regular los mercados financieros, dado que la presión del sector financiero se ha inmiscuido entre los bastidores de las negociaciones para tratar de revertir algunas de las reformas financieras de los últimos años, como las restricciones sobre el valor total de las transacciones financieras.
En último lugar, el informe incide en que el acuerdo transatlántico, de incorporar un más que probable capítulo sobre protección de las inversiones, podría abrir las puertas a demandas multimillonarias en tribunales internacionales de arbitraje contra reglamentos destinados a proteger el interés público cuando éstos puedan suponer una “merma de los beneficios de los inversores extranjeros”.
Ante el desafío a los derechos sociales, laborales y ambientales que supone este acuerdo de libre comercio, varios sectores de la sociedad civil europea -organizaciones de consumidores, grupos ecologistas, sindicatos y diferentes asociaciones de ámbitos tan dispares como los derechos humanos, la cultura libre o el comercio justo- están empezando a movilizarse para confrontar lo que consideran una vuelta de tuerca en el aumento del poder de las grandes empresas.
Tom Kucharz, portavoz de Ecologistas en Acción, explica así la necesidad de movilización: “El tratado transatlántico podría ser más que devastador en el momento actual, en que el poder económico y financiero dictamina sin barreras el día a día de las políticas públicas. No dudamos en que supondrá un aumento de la ola de recortes y privatizaciones. Pese a la suspensión de las negociaciones por el conflicto entre Obama y el Partido Republicano, sabemos que éstas no tardarán en reanudarse, pues son una prioridad de la agenda neoliberal de las elites a ambos lados del Atlántico. Por ello estamos organizando una plataforma transatlántica con el fin de descarrilar las negociaciones a la que invitamos a unirse a todos sectores movilizados contra los recortes del Gobierno”.
Fuente:  Artículo de análisis en Diagonal: "Lo que esconde el tratado comercial transatlántico"Ventana nueva