21 octubre, 2013

HUELGA CONTRA LEY WERT Y CONTRA ANTERIORES REFORMAS



El próximo jueves 24 de octubre toda la comunidad educativa, profesorado, alumnos y alumnas, madres y padres están llamados a secundar una huelga en protesta por la reciente aprobación de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE). Se trata de una huelga especial, puesto que acudirán a ella no sólo los sindicatos mayoritarios, la CGT, el Sindicato de Estudiantes, la Plataforma por la Escuela Pública de España o los Movimientos de Renovación Pedagógica, entre otros, sino que incluso se han sumado entidades antes ausentes tales como el sindicato CSIF o la Federación de Sindicatos
Independientes de Enseñanza (FSIE), mayoritaria en la educación privada concertada. La pregunta es: ¿qué tiene la llamada “Ley Wert” para provocar este rechazo de la población? Puesto que ha sido aprobada en el Congreso sin un solo voto de la oposición a favor, siendo la primera ley en 23 años que se aprueba sin apoyos de otros grupos parlamentarios. Y no es que no haya habido reformas educativas: con esta, llevamos trece reformas legislativas en todo el sistema educativo en la historia de la democracia reciente. El PSOE apoya hoy las movilizaciones contra esta nueva reforma, pero no nos olvidemos de que fueron ellos mismos quienes elaboraron y llevaron adelante las polémicas LOGSE y LOE. Sobre la LOMCE se pueden decir muchas cosas pero, resumiendo, se trata de una reforma al servicio de los mercados. “Mercado”, “inversión”, “competitividad”, “resultados”, “eficiencia” o “rendimiento económico” son palabras que sorprendentemente se encuentran de forma recurrente en la nueva ley. Además, se trata de una ley segregadora, que discrimina a los alumnos con más dificultades agrupándolos en clases con un nivel más bajo ya desde 3º de la ESO. Los mejores, a Bachillerato, los peores a FP (¿Pero no se querían dignificar las enseñanzas medias? Y, por otro lado, teniendo en cuenta lo costoso que resulta la creación de los módulos, ¿podrán realmente todos los alumnos separados en 3º de la ESO acceder a un módulo? ¿Habrá para todos?). En cuanto a la gestión de los centros, el director será nombrado a dedo directamente por la Administración y no elegido democráticamente por su comunidad educativa, pudiendo contratar o despedir al personal y gestionar la economía de los colegios sin contar con el consejo escolar. En definitiva, el centro de enseñanza será organizado como una empresa, ni más ni menos. Pero también es importante que todos sepamos que la nueva Ley de Mejora de la Calidad en Educación prevé un 81% menos de inversión en enseñanza que la ley a la que sustituye, la LOE. De los hasta 1.335 millones que la reforma Wert contempla, 927 millones deberán ser aportados por las comunidades autónomas, que como todos recordamos deben conseguir mantener el techo de déficit impuesto.  En el caso de Andalucía, que se encuentra a la cabeza en abandono escolar, los limitados presupuestos seguro que no llegarán para invertir en educación: siempre hay ámbitos que interesan más al poder. Y, más aún, no tenemos que irnos lejos para ver ejemplos de la falta de inversión en nuestra propia ciudad: cuatro centros de enseñanza en Alcalá aún tienen caracolas, el colegio de primaria Los Cercadillos ha tardado años en solucionar su continuidad y aún no tiene ni el nombre en la entrada, los institutos de Educación Secundaria se encuentran saturados, la falta de material escolar ha sido suplida por una campaña de recogida de varias hermandades de nuestra localidad.  Mientras el gobierno andaluz de PSOE e IU ya se ha declarado en contra de la ley Wert por “nacer del ideario exclusivo de la derecha más a la derecha”, debemos preguntarnos qué se ha venido haciendo en Andalucía durante estos años (anteriores a la LOMCE, no lo olvidemos) para que existan tales carencias, tal falta de inversión y tal fracaso escolar. Esto no es fruto de la nueva ley orgánica, sino de una falta absoluta de interés por la educación. 
Desde Andaluces de Alcalá defendemos que la educación debe ser una herramienta de profundo cambio social. Necesitamos que sea realmente pública, laica, gratuita y de calidad, que garantice el libre acceso a todas las enseñanzas y la entrada igualitaria en el mundo laboral. Una educación con más contenidos andaluces que explique a los alumnos y las alumnas su realidad como pueblo y que les aporte herramientas para mejorar su futuro y el de su entorno. Es evidente que la LOMCE allana el camino en el sentido contrario: centraliza, mercantiliza la educación y crea ciudadanos acríticos. Por tanto, creemos que necesitamos una enseñanza crítica gestionada por nosotros mismos, con los mejores docentes y los mejores recursos, que sea de verdad un arma de cambio y mejora social.