04 octubre, 2013

LOS DIEZ LIBROS PROHIBIDOS DEL IMPERIO BORBÓNICO

Conozca los diez libros prohibidos en este imperio borbónico


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Al menos diez libros que afectan a los principales personajes de la partitocracia o de la Historia de España han sido censurados por los medios de comunicación españoles o por su “establisment” académico y forman parte del conocido “Índice” que, al igual que en la época de la Inquisición, rige para las publicaciones comprometedoras. Cinco siglos después, aquel “Index expurgatorius” sigue teniendo vigencia y esta es la primera parte de la lista de los 10 proscritos, susceptible de ser ampliada con los testimonios de los lectores, pero hoy encabezada por varios títulos relacionados con la Casa Real española.
Periodistas de varios medios de comunicación están haciendo llegar a “Espía en el Congreso” sus denuncias por el aumento “considerable” de la “presión” y la “censura” de dirigentes políticos, grandes empresarios y sobre todo de Casa Real para evitar la difusión de investigaciones y denuncias sobre la corrupción de las élites españolas.
La queja se relaciona con las habituales peripecias del rey y la cada vez mayor cercanía de las elecciones europeas de 2014, así como con las encuestas que vaticinan la pérdida de 11 millones de votos por parte de los principales partidos, fundamentalmente PP, PSOE y CiU. De todo ello informaremos en cuanto podamos documentar estas denuncias, pero hoy nos detendremos en otro tipo de censura: frente a las prohibiciones más burdas que los mass media acostumbran a ordenar, figuran otras que aluden expresamente a determinados libros que, tras el revuelo que ocasiona su salida, son rápidamente confinados en el ostracismo para evitar su divulgación y lectura. Estos son algunos de ellos:
“23-F, el rey y su secreto” de Jesús Palacios (Libros Libres).  La censura hacia este libro la justificaban en el Grupo Prisa con el calificativo de “extrema derecha” cuando su autor, profesor en la Universidad Complutense sin militancia política alguna, se limita a recoger y documentar el testimonio del embajador de EE.UU en Madrid, Terence Todman al que se ha sumado también Lothar Lahn, embajador alemán. Cada vez surgen más testimonios que acreditan como el golpe de Estado fue organizado por el rey junto a los principales políticos de la época (Felipe González, Enrique Múgica, Santiago Carrillo, Solé Turá y Manuel Fraga, entre otros) para derrocar a Adolfo Suárez y formar un “Gobierno de concentración”. Como Suárez no tragaba, para lograr sus fines aprovecharon el descontento militar, jugaron a dos bandas con múltiples ambiguedades y después, cuando se les fue de las manos por la “opereta” del coronel Tejero al ser ésta retransmitida inesperadamente por una cámara de TVE, se presentaron a la opinión pública como víctimas.Jugaron con fuego y estuvieron a punto de chamuscarse, lo que se dejó entrever gracias a una indiscreción de la reina Sofía sobre los militares golpistas: “El rey los engañó a todos”.
El conciliábulo de aquella noche en el Congreso, sólo parcialmente escrito, pretendía mantenerse en secreto pero la médico del Congreso, Carmen Echave, escuchó algunos de sus detalles, que también han sido hurtados del relato oficial aunque por fortuna están escritos. Y además Tejero se negó a utilizar el avión que le tenían preparado desde Zarzuela para exiliarse. De aquel monumental engaño a los españoles, que gozó de la complicidad de los principales periodistas y políticos de la época que se enriquecieron con su silencio, surgió uno de los principales mitos de la actual partitocracia, hoy ya muy deteriorado, de ahi la importancia en censurar este libro.
“Adiós Princesa” de David Rocasolano (Ediciones Akal). Aunque se le ha tildado de “vendetta” del primo de Letizia, lo cierto es que si prescindimos de los “chascarrillos” rosas y de los asuntos más privados (el aborto de la princesa es uno de ellos), el libro arroja suculenta información de primera mano sobre el funcionamiento cotidiano de la Casa Real, sus protagonistas y el verdadero carácter de sus personajes, algo que no asoma habitualmente a la luz pública por falta de testimonios directos. Los fariseísmos y corrupciones de la Familia Real, de los que informaremos próximamente, son lo más jugoso de este volumen..
Gaviotas que ensucian su propio nido” de Illy Nes (Bubok). Que un dirigente gay del PP como era Carlos Alberto Biendicho desvele las tripas de la homosexualidad oculta en Génova 13 es algo cuando menos curioso, pero si además se documentan profusamente las salidas del armario de su líder, Mariano Rajoy, junto a media docena más de conocidos dirigentes del partido (hombres y mujeres, como Rita Barberá, Miguel Angel Cortés o Luisa Fernanda Rudi) el silencio hacia este libro resulta escamante.

“Un rey golpe a golpe” de Patricia Sverlo. (Ardi Bertza). La biografía mejor documentada de Juan Carlos podía haber sido un clamoroso éxito de ventas pero los medios de comunicación se conjuraron para silenciarla todo lo que pudieron, con el argumento de que había sido ¡editada! por un periodista condenado por terrorismo. Fue una manipulación más: su autora, hoy profesora en Barcelona, tuvo que refugiarse en un pseudónimo para evitar represalias y solo encontró posibilidad de publicar el libro en el entorno abertzale o en Francia, lo que la condenaba a no ser leída en España. Si los ciudadanos leyeran este libro, la monarquía de partidos se disolvería en nuestro país como un azucarillo, situación que de hecho ya está ocurriendo porque el libro circula libremente por internet.
“Cisne. Yo fui espía de Franco” de Luis González Mata (Argos Vergara). Si hay algún personaje que merezca la pena en los estertores del franquismo ese esLuis González Mata, uno de los principales espías de los servicios secretos del régimen, que al final de su vida se decidió a “cantarlo” todo y publicarlo en un libro. Infiltrado en la mayor parte de los movimientos antifranquistas, González Matarevela como los rusos vendieron a Franco la información que les proporcionó o robaron a Santiago Carrillo sobre la infraestructura del PCE en España a cambio de la información que el dictador tenía sobre los americanos en la negociación de las bases militares, lo cual pudo costarle la vida a Carrero Blanco por la inacción americana ante su atentado. No se entiende como la documentación que aporta este libro sobre ese y otros sucesos no forma parte del acervo histórico de España si no es por la pervivencia de una censura que alcanza no solo a los vivos sino a los muertos que puedan poner en tela de juicio el relato histórico de un régimen que ha sido continuidad del franquismo con la complicidad de todos los que se llevaron algo en el trasvase.
Concluímos esta reflexión sobre los “libros prohibidos” en España con otros cinco títulos proscritos: El primero hace referencia al político y banquero Jordi Pujol, ex presidente de Cataluña, que logró erradicar de las librerías el volumen que afloraba las tropelías financieras de su padre,Florenci Pujol, experto en evasión de capitales y encarcelado por ello. De aquellos polvos vinieron estos lodos que tan bien manejan sus herederos y que han gozado durante decenas de años de la misma impunidad judicial en Cataluña que la que posee el rey Juan Carlos de Borbón en el resto de España. Junto a este libro, una biografía de Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, un libro del politólogo republicano Antonio García Trevijano y dos volúmenes heterodoxos sobre Miguel de Cervantes y Cristóbal Colón, repudiados por el academicismo oficial, completan el vigente “Index expurgatorius” que, al igual que en tiempos de la Inquisición, aún rige consciente o inconscientemente en España.
“Jordi Pujol: en nombre de Cataluña” de Félix Martínez y Jordi Oliveres (Ed. Debate). Aunque gozan de la máxima impunidad, tanto en Cataluña como Madrid, los Pujol han evadido decenas de millones de euros fuera de España pero ninguno entrará jamás en la cárcel y ni siquiera será procesado. Dos periodistas alertaron hace años que el dirigente nacionalista catalán no era trigo limpio y que le guiaban más afanes financieros que políticos, por muy bien que disfrazara su discurso y lo envolviera de manera oportunista en la senyera. Hoy los hechos vienen a darles la razón, pero su libro sigue estando censurado porque cuestiona la moralidad de una familia que lleva la corrupción en los genes desde que el patriarca, Florenci Pujol, padre del presidente de la Generalitat y abuelo de los codiciosos nietos, fuera encarcelado por evasión de divisas.
“Florentino Pérez, retrato en blanco y negro de un conseguidor” de Juan Carlos Escudier (Akal). En España a nadie extraña que solo se permita construir rascacielos en la Castellana a un solo constructor, o que el palco del Real Madrid se llene habitualmente de banqueros, políticos, empresarios y periodistas para organizar un fabuloso tráfico de influencias a costa del contribuyente. Tampoco que un presidente dilapide cientos de millones de euros cada temporada y mientras que los clubes exportaron en 2013 por primera vez 150 millones de euros en jugadores, él solo desequilibró la balanza de pagos nacional con los 100 millones que ha gastado con Bale. Su poco tino le llevó a pagar 40 millones por Illarramendi cuando tenía gratis a Casemiro en casa. Pero esto son solo significativas cuestiones futbolísticas de un presidente derrochador, cuando estamos ante uno de los miembros más afamados de la “casta”, conocido en el mundo entero por sus tropelías, despilfarros y negocios siempre al amparo del sector público y el poder. Este libro lo desenmascara, pero la censura mediática lo condenó a galeras. No obstante, sus procedimientos intimidatorios, parecidos a los que usan en el sur de Italia (el periodista José María García asegura que “Floren” intentó comprarlo), le obligan a realizar piruetas cada vez más complicadas que alguna vez lo llevaran a la lona: el homenaje a Raúl o a Del Bosque, a quienes él mismo expulsó antes del Real Madrid, y la complicidad con el rey para mejorar su escasa popularidad, revelan que ya solo da golpes de ciego. Su segunda caída será la más estrepitosa de la partitocracia y mucho más dolorosa que la primera.
“Teoría Pura de la República” de Antonio García Trevijano. El viejo pensador y filósofo, referente del republicanismo en España,  se ha convertido en un testigo incómodo de la Transición que ha logrado sobrevivir a casi todos los que traicionaron las ideas demócratas a la muerte de Franco: muertosManuel Fraga, Santiago Carrillo, Peces Barba, Solé Turá y Gabriel Cisneros,enfermos Juan Carlos de Borbón y Adolfo Suárez, jubilado y desacreditadoJordi Pujol, escondidos, viviendo del erario público y avergonzados Alfonso Guerra y Herrero de Miñón, enriquecidos y opulentos Felipe González, Miquel Roca, Pérez Llorca y Enrique Múgica… el abogado García Trevijano los conoció a todos en la intimidad cuando se trataba de construir un nuevo régimen en España. Por fortuna, dejó escrita su “Teoría Pura de la República”, donde explica como debería empezar a construir una arquitectura democrática y política en España digna de tal nombre, pero Trevijano sufre el silencio, cuando no el ataque, de quienes no soportan su decencia moral e ingobernable espíritu crítico. Esa miopía general y ausencia de altura de miras impide que progresen aún más sus ideas, ya muy extendidas entre las capas ilustradas de la sociedad española, aunque ya es sintomático que su libro de referencia y toda su biblioteca solo pueda leerse en internet.
“Cervantes en Sanabria. Ruta de Don Quijote de la Mancha” de Leandro Rodriguez. El cervantismo oficial es un próspero negocio en España, aún a costa de mantener desinformados y en la ignorancia, tanto en espíritu como en la letra, al emblema del idioma y la cultura española. Al igual que las élites políticas han secuestrado la democracia, las élites sindicales han sustituido a los trabajadores y las élites empresariales, bancarias y financieras han saqueado el país, las élites académicas se han apropiado de la figura de Cervantes y no soportan discrepancia o heterodoxia alguna en torno suya. Comandan esta partida el filólogo Francisco Rico, que ha tejido un emporio editorial en torno a su ortodoxia, con millonarias subvenciones por medio de las que luego se beneficia, y Francisco de la Concha, actual responsable del Instituto Cervantes y ex director de la Academia de la Lengua. Fuera de este abrevadero, el cervantismo no oficial aparca en la riqueza de las relecturas e investigaciones contemporáneas e independientes y ahí figuran dos nombres excepcionales: Leandro Rodríguez y César Brandariz (“Cervantes decodificado” o “El hombre que hablaba difícil”). Acreditados investigadores sólidamente formados pero sin el “plácet” de las autoridades, sus conclusiones ponen en solfa la imagen que de Cervantes han transmitido los gobernantes de la cultura española. Sus libros figuran en lo más alto del “Index expurgatorius” y su sola mención en los círculos académicos o mediáticos de la cultura oficial suscita el anatema o el ataque de nervios.
“La geografía secreta de América” de Jacques de Mahieu. Con este libro en torno a otra de las figuras míticas de la cultura española, Cristobal Colón, ocurre otro tanto. Su autor, acusado al tiempo de “nacionalista-socialista” o “comunista” (y no sin cierta razón), ha sido desacreditado por sus adversarios académicos utilizando razones políticas. Sin embargo, en este volumen sobre el descubrimiento de América, sólidamente construido y documentado, se contextualiza mejor el mito de Cristóbal Colón, aunque destruya centenares de investigaciones y apriorismos en torno a aquel hecho excepcional que fue la incorporación de un nuevo continente a la Modernidad. El antropólogo Mahieu, pese a sus ideas y quimeras políticas, introdujo una nueva percepción histórica sobre el descubrimiento de América que los historiadores oficiales se empeñan en enterrar y vilipendiar, pero que emerge de manera cada vez más diáfana y evidente.

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