En la lógica del enemigo
Decía el compañero Joan, que a él no le gusta echarle
agua al vino de nadie; lo comparto. No es mi objetivo con esta carta
fastidiarle la fiesta a nadie; sí, la de expresar mis temores.
Siguiendo los consejos del compañero Julio, he leído
con detenimiento el Programa Electoral de Unidos Podemos.
En primer lugar, he echado de menos lo que faltaba en
un momento histórico de crisis, donde las élites quieren salir de la coyuntura
expropiando a las clases subalternas, la mayoría social, de los bienes comunes,
tangibles e intangibles, e hipotecar el futuro de los pueblos del Sur de la UE
a través de una deuda externa, eterna, injusta e impagable.
Todo ello, utilizando el Euro como moneda de
colonización, y al Parlamento Europeo como coartada democrática.
Y mientras las élites se dan a este tipo de nueva
colonización en Europa, en otros lugares se dan a la rapiña a través de la
guerra generalizada, como es el caso de Oriente Próximo y África.
Europa vuelve a ser militarizada por los EE.UU y la
OTAN, llevando sus misiles a las puertas de Rusia. Esta estrategia guerrera,
pone a Europa al borde de un conflicto abierto en su territorio y abre también
las puertas a una confrontación mundial.
En este teatro de operaciones, la UE y la OTAN no son
instrumentos para la paz y la justicia social, sino todo lo contrario. Dejar
estos temas fuera en un programa electoral de carácter democrático es situar de
principio, el texto en unas coordenadas favorables al estado actual de las
cosas.
Por otra parte, también echo de menos en el programa
cuestiones como el modelo de Estado, la devolución de las empresas estratégicas
al sector público, la soberanía económica, la auditoria sobre la deuda externa,
la salida de la OTAN y del Euro…
Por el contrario, he encontrado en el texto propuestas
de carácter reformista, con tintes asistencialistas y de vuelta al pasado en
temas como: libertades civiles, derechos laborales…
Es de alagar el esfuerzo en el tema ecológico
apuntando a un cambio en el modelo energético que podría favorecer un nuevo
modelo de producción, menos expansionista y más cercano a garantizar las
necesidades reales de la sociedad.
Podríamos decir que los cincuenta puntos de los que
consta el programa electoral están enmarcados dentro de la lógica del enemigo
de clase. Es más, y ahí la gravedad del tema, el texto en sí es un retroceso
ideológico que legitima ante la mayoría social las clases subalternas, la
actuación de los de arriba, y redime a las castas, porque no cuestiona ni ataja
las causas.
Efectivamente, con este programa se podría gobernar el
Reino de España, si El Banco Central Europeo, La Comisión Europea y El Fondo
Monetario Internacional, LATROIKA, no le hubiesen dicho ya al reformismo que
¡NO! y lo pusieron a trabajar para todo lo contrario. Como buen ejemplo de esa
colaboración, Syrisa en Grescia.
Con todos mis respetos a los compañeros y compañeras
que me hablan de un plan B de la Coalición, aquí el único plan B que se ve es
el del PP-PSOE-C´S. Un pacto de Emergencia Nacional o algo parecido.
Si eso se da, Unidos Podemos se encontrará con que
hizo un programa que no le era útil para gobernar y tampoco para ser oposición.
Se encontrará también un problema añadido; en su lógica por atraparlo todo, ha
situado ideológicamente a buena parte de su electorado al lado del enemigo de
clase y le costará un mayor esfuerzo, si es su pretensión, plantear un programa
de Ruptura.
A pesar de todo lo anterior, el colectivo al que
pertenezco valoró la posibilidad de apoyar a la coalición. El debate se terminó
el día que nos encontramos con que en nuestra provincia, Almería, la
candidatura la encabezaría el Exjefe del Estado Mayor, Julio Rodríguez, uno de
los responsables de la invasión de Libia, reconocido defensor de mantener las
actuales relaciones con la OTAN.
Nos ha parecido demasiado para personas que llevamos
décadas trabajando por la paz mundial y para sacar las bases de la OTAN de
nuestro territorio.
Sirva esta carta como una aportación más a la
reflexión crítica que todo proceso, de las características que vivimos,
necesita.
Marcos González Sedano
(Entre otras cosas, fundador de Asamblea de Andalucía)