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NOTICIA"Por fin derecho y justicia se unen en la sentencia de ’Egunkaria"
Entrevista a Joan Mari Torrealdai
DIAGONAL: Tras siete años de su detención, se desmonta lo afirmado entonces por Guardia Civil y el juez del Olmo. ¿Al conocer la sentencia qué se te pasó por la cabeza?
JOAN MARI TORREALDAI: Una enorme satisfacción interior porque la sentencia te ha dado la razón en todo lo que has estado defendiendo, contra viento y marea, ante los tribunales y ante la opinión pública. Tuve la sensación de haberme quitado de encima una pesada losa.
D.: En el proceso judicial que empezó en 2003 no sólo se intervino sobre Egunkaria, sino que también se vieron afectados otros proyectos en euskera. ¿Fue un ataque del Gobierno contra la cultura y la lengua vasca?
J.M.T.: La sentencia da una pista en esa dirección. Recuerdo perfectamente cómo escuché al ministro Acebes desde la televisión de la prisión decir que había sido una operación para limpiar la lengua y la cultura vascas. El silogismo es muy sencillo: ETA tiene interés en el euskera, Egunkaria es un periódico exclusivamente en euskera, por lo tanto ETA funda y/o controla Egunkaria. Hay que recordar que en el mismo operativo entraron y requisaron material en otras empresas relacionadas con el euskera: revistas, editoriales, centros de enseñanza. Ahora nadie lo quiere reconocer. Algunos analistas afirman que en el caso Egunkaria se quiso dar un paso más en la doctrina expansiva del “todo es ETA”: ya eran ETA los comandos, la política (Batasuna), la vida social (juicio 18/98) y con Egunkaria se añade un círculo más: la lengua y la cultura vascas. Felizmente, la sentencia no ha refrendado la tesis policial.
D.: A pesar de la sentencia, se sigue relacionando a Egunkaria con ETA, ¿como valoras que se siga reafirmando que el cambio de opinión de la Fiscalía sea una moneda de cambio en el proceso de Paz de 2006?
J.M.T.: No están acostumbrados a no salirse con la suya, están habituados a aplicar el derecho penal del enemigo. Y por una vez que en la sentencia van de la mano el derecho y la justicia, se retratan en sus acusaciones.
D.: ¿Qué sensación te produce recordar lo que periodistas y políticos afirmaron sobre el cierre de Egunkaria?
J.M.T.: Me produce pena y me imagino que a ellos vergüenza. Me decepciona que no hayan rectificado tras la sentencia. Pero los que me han decepcionado de verdad son los intelectuales que no tienen la decencia de levantar la voz, cuando antes han colaborado por omisión o comisión en nuestro linchamiento. De los políticos y tertulianos espero menos. Hay que recordar que son terribles las cosas que se dijeron de nosotros a la hora de la detención, y enorme el vacío que nos han hecho a lo largo de los siete años que hemos vivido bajo la presunción de culpabilidad.
D.: Tras el cierre de Egunkaria, surgió Berria. ¿Esto es suficiente para compensar tanto a los lectores como a la empresa editora?
J.M.T.: Es importante, pero no suficiente. Es importante por una doble razón: con Berria el lector vasco tiene su producto, eso por un lado. Y por el otro, hay que valorar la reacción social ejemplar que llevó a la creación de Berria en tiempo récord. Pero no es suficiente para el periodismo vasco. Es una ignominia que hayan terminado de esta manera con la ilusión de tanta gente que fundó el primer periódico en euskera, un hito en el periodismo vasco.
D.: Después de su detención, Martxelo Otamendi denunció que la mayor parte del interrogatorio fue sobre sus entrevistas a integrantes de ETA. ¿Por qué los grandes medios dan mayoritariamente por buena toda información sobre ETA que llega desde el Ministerio de Interior?
J.M.T.: Es una mala foto para el periodismo y la intelectualidad. El caso Egunkaria los deja en mal lugar. Llama poderosamente la atención la actitud acrítica de la prensa y de los intelectuales ante actuaciones de este calibre por parte del poder. El periodismo actual no busca el contraste, se alimenta acríticamente de las informaciones del Ministerio de Interior y de las versiones policiales. Se olvidan incluso de señalar que se trata de un “presunto” culpable. Y los intelectuales han perdido el músculo crítico, la prevención ante las versiones oficiales. Quiera Dios que no les suceda lo que expresaba en su poema el teólogo protestante Martin Niemöller (poema atribuido a Bertolt Brecht) que acostumbrado a mirar para otro lado al final es demasiado tarde cuando la represión le llega a uno.
D.: En menos de 12 meses la justicia ha revocado el cierre de dos medios de comunicación vascos...
J.M.T.: Queda patente que el Gobierno de Aznar no tuvo reparo alguno en saltarse todo tipo de garantías y en utilizar la Audiencia Nacional como ariete contra la disidencia->“Con el cierre de ‘Egunkaria’, el PP quiso dar un aviso a navegantes”. Ahora queda con el culo al aire, como se dice vulgarmente, ¿pero a quién le importa? La impunidad sigue siendo la regla: no hay disculpas, no hay resarcimiento moral, no hay indemnización, no hay reparación de ningún tipo, no hay depuración de responsabilidades.
D.: ¿Cómo valora el apoyo social que durante estos años han recibido?
J.M.T.: La reacción de la sociedad vasca ha sido ejemplar, mayoritaria y sobre todo plural. Y además inmediata. El cierre de Egunkaria pinchó en el nervio y la sociedad saltó. La sociedasd vasca pensó: “Todos somos Egunkaria”, todos estamos concernidos. Al no estar concernidos tan de cerca, nos ha llamado la atención la reacción de la sociedad catalana, la de muchos colectivos españoles. Es solidaridad en estado puro, que nos ha fortalecido a la hora de afrontar el juicio con la cabeza alta. Un buen antídoto de la actitud de la intelligentsia reinante. Nunca agradeceremos lo suficiente.
D.: Durante el proceso judicial, como afectado, se siente la denuncia del partidismo de la justicia.
J.M.T.:El impulso político inicial del caso Egunkaria ha quedado en evidencia. Quiero pensar que las mismas premisas políticas no llevarán a las mismas conclusiones judiciales, pero no lo sé. Será cuestión de ver si esta sentencia será sólo un pequeño oasis o se terminará con la aplicación sistemática del derecho penal del enemigo. Joan Mari Torrealdai
Juan Mari Torrealdai, uno de los cinco absueltos por el caso Egunkaria, es académico de la Real Academia de la Lengua Vasca y hasta su clausura por orden judicial era el presidente del Consejo de Administración de Egunkaria. Pero Torrealdai es especialmente conocido por su labor de promoción del euskera, que le llevó a participar desde 1956 en la revista científica y literaria publicada en euskera Jakin.
Fuente: Diagonal.