En el 128 aniversario del nacimiento de Blas Infante, los andaluces y andaluzas de conciencia, revolucionarias, recor-damos y conmemoramos esta fecha por la importancia de la misma para la historia de Andalucía y la conformación de un ideario, un mensaje, que hoy nosotras y nosotros hacemos nuestro.
A diferencia del regionalismo-españolista, y del nacionalismo español más descarado, que dan un protagonismo especial a su nacimiento por contra de su asesinato, visualizando así la caracterización y la visión que de Blas Infante han proyectado desde los partidos y las instituciones del régimen, un Blas Infante moderado, social-demócrata y español. Para quienes nos situamos al lado del socialismo y del nacionalismo andaluz revolucionario, ambas fechas son de importancia para recordar a un hombre que dedicó gran parte de su tiempo a estudiar en profundidad nuestra Historia, nuestro ser, y, lo más significativo de su legado: su defensa de la soberanía nacional de Andalucía.
Desde Nación Andaluza, como el conjunto de la izquierda soberanista andaluza, reivindicamos al Blas Infante soberanista, netamente andaluz y anticapitalista, ese que el régimen esconde tras ríos de tinta de un hombre al que se le conoce más por aparecer en los callejeros que por haber estudiado sus obras en los centros educativos de nuestro país. Para interpretar y conocer nuestra Historia, aquella que nos han tratado de ocultar tras mantos de manipulación, tergiversaciones y mitos, es imprescindible leer y analizar la obra infantiana.
Por todo esto, es nuestro deber dar a conocer al verdadero Blas Infante, al que luchó y murió por Andalucía. No al Blas Infante de los homenajes oficiales o de la Fundación que preside su descendencia, sino al que definía el problema de la tierra como uno de los problemas fundamentales de Andalucía. Al Blas Infante solidario, internacionalista y humanista. Porque una Andalucía que no reconoce a sus hijos e hijas más ilustres, es una Tierra sin futuro.
En momentos en los que organizaciones como el Sindicato Andaluz de Trabajadores/as está ocupando tierras para ponerlas al servicio de la clase trabajadora andaluza, señalando la forma de solucionar uno de los problemas estructurales que desde hace siglos padece nuestro Pueblo, debemos de recordar un mensaje que Blas Infanté nos legó: “Andaluces, no emigréis; la Tierra es vuestra, recobradla”. Recogiendo el testigo del Padre de la Matria Andaluza, con la vigencia que tienen sus palabras, sólo podemos comenzar a construir el camino que nos lleve hacia la total independencia de nuestra Tierra y la emancipación de nuestra clase.
¡Blas Infante sigue
vivo!
¡Viva Andalucía libre!
¡Viva Andalucía libre!
Fuente: Nación Andaluza – Permanente de la Comisión Nacional