Creeme hijo, que sólo el amor importa(...) .
Fuente: Robberick. https://www.youtube.com/watch?v=ef_hiNjgt-M#t=36
-VIVIR EN SEVILLA (1978) Director: Gonzalo García-Pelayo
Producción: Za Fotografía: José Enrique Izquierdo Intérpretes:
Ana Bernal (Ana), Lolo Sordo (Teresa), Miguel Ángel Iglesias
(Miguel), José Miguel Campos (Alberto), Guillermo Méndez (Luis)
Música: Benito Moreno, Pablo Guerrero, Farruco Sinopsis: Miguel
está enamorado de Ana. La relación no funciona del todo y deciden
romper. Ana se enamora de un pintor sevillano que ha regresado tras
cuarenta años de exilio pero no puede olvidar a Miguel. Miguel
inicia una apasionada relación con Teresa.
La pelicula mas libre,
arriesgada, desprejuiciada, anarquica, de la historia del cine español.
La "El sol del membrillo" callejera, arrabalera, de los 70, cine kinki
sublime. Os advierto que es una pelicula excepcional, es decir, que os
puede parecer casi una obra maestra, como me parece a mi, o una absoluta
chorrada, no es una pelicula de terminos medios, lo que nadie podra
decir de ella es que es mediocre. Es la unica obra casi maestra del cine
español que carecia de link, todo el cine español actual parece
antiguo, ñoño, sin sangre, en comparacion. A destacar la memorable,
antologica, secuencia protagonizada por Silvio con una merluza de
campeonato, y el genial baile de Farruco. A ver si acaban apareciendo
las restantes.
Gonzalo García-Pelayo, director de este
experimento fílmico, intentó realizar un cine enraizado en la propia
cultura de ciudades como Sevilla, Jerez de la Frontera, Cádiz o la Costa
del Sol. Su trilogía experimental Vivir en Sevilla, Corridas de alegría
y Frente al mar -que la miopía crítica de su tiempo descalificó
emparentándola con la nouvelle vague, un Godard con boina, algo evidente
en sus puntos de partida, pero cuyos resultados estaban más cerca de
las prédicas de Jonas Mekas y la ola de vanguardia camp norteamericana-,
supone un intento de dar cauces a una nueva visualidad que mezcla la
estética underground con el flamenco más racial, el experimentalismo
formal con reclamos eróticos -en la línea del Pasolini de la Trilogía de
la alegría- con los que conseguir nuevos y más amplios públicos.
Vivir
en Sevilla es una película a la vez magistral y fallida, una máquina
soltera sobre el deseo, que en su trama mezcla historias del retorno del
exilio y de la represión a la delincuencia, aventuras eróticas y
filosóficas, cine dentro del cine y meta-relatos, Miguel Ángel Iglesias y
Farruco, liberación sexual y viejos arquetipos novelescos, flamenco
rock y bailes de flamenco "puro" y sobre todo un vagabundeo libre, una
deriva caótica por la ciudad de Sevilla que titula la película. Julio
Pérez Perucha lo explicó bien cuando habló de una "ensalada de
sintagmas" para definir su texto cinematográfico. En ella hay de todo,
cine documental y cine de ficción, deconstrucción y cinéma vérité,
documental etnográfico y denuncia social, reportaje musical y comedia
política.