Camisetas negras, trasquilones en el pelo y anarquismo
La primera Feria del Libro y Propaganda Anarquista que se celebra en Lima en el local de un sindicato con sillas de plástico y fanzines
El local de uno de los más antiguos y valientes sindicatos peruanos, la Federación de Obreros y Panaderos Estrella del Perú,
acoge hasta este domingo la primera Feria del Libro y Propaganda
Anarquista en Lima; en los stands predominan los fanzines, un par de
libros recién editados, reimpresiones con carátula de cartón, parches de
tela, camisetas, videos, y hasta casetes. Pero lo más llamativo es la
espontánea confraternidad entre jóvenes peruanos y chilenos en este
mismo espacio, en la semana del fallo de La Haya sobre la delimitación
marítima entre sus países.
El chileno Víctor Muñoz presenta su libro ‘Sin Dios ni patrones:
historia, diversidad y conflictos en la región chilena 1890-1990’, una
investigación historiográfica sobre el anarquismo en su país, y las 40
sillas de plástico en la sala no son suficientes: varios se quedan de
pie a escuchar en la puerta.
“Me parece muy lindo estar aquí en esta feria en estos momentos,
cuando las elites quieren enfrentarnos luego del fallo de La Haya, por
la confraternidad más allá de las fronteras estatales”, comentó unos
minutos antes Muñoz, durante la inauguración de la actividad, cuando
cada feriante presentó lo que ofrecía en su stand. Muñoz llegó de
Valparaíso, en representación de la pequeña editorial Mar y Tierra.
Antes era parte del grupo que imprimía el periódico mensual anarquista
El Surco.
Los organizadores convocaron, vía Facebook, un par de días antes una
jornada de limpieza y pintado del local que la Federación les ha
prestado. Un bello afiche de una feria similar en Buenos Aires, en 2013,
se exhibe en una de las paredes del segundo piso de un predio antiguo
en el jirón Huanta, Barrios Altos, una zona en recuperación del Centro
de Lima. La feria tiene sus normas: es un espacio libre de humo y
alcohol, cuenta con un ambiente exclusivo para niños y advierte que hay
que preguntar antes de tomar fotos.
Otros tres participantes chilenos transitan con su thermo y
toman hierba mate, una costumbre sudamericana que no alcanza a Perú. Una
joven chilena comenta con un peruano que en la revisión en la frontera
les preguntaron qué hierba era ésa en el equipaje y tuvieron que
explicar para que les dejaron pasar.
Una feriante chilena, también procedente de Valparaíso, destacó de su
stand el material feminista “para aportar contra el machismo, contra la
violencia en los espacios libertarios. No graben por favor”.
“Estamos viajando para compartir experiencias, nosotros en Chile
apoyamos a presos, creemos que liberamos una mente cuando le llevamos un
libro”, dijo otro participante chileno al mostrar su puesto. Él también
pidió: “no fotos” y agradeció la acogida y fraternidad de los “compas”
peruanos.
Uno de los organizadores, Jimmy, de la publicación peruana anarquista
‘Acción Directa’, se aseguró de informar a los asistentes, la gran
mayoría menores de 30 años, la importancia de la institución en la que
estaban reunidos.
“La Federación de Obreros y Panaderos La Estrella fue uno de los
primeros sindicatos importantes, en 1911 y 1912, sin influencia y sin
que medien intelectuales y profesionales políticos, hicieron trabajo de
difusión cultural, crearon bibliotecas populares, sufrieron gran
represión. Hay que recordar que en ese tiempo la educación no llegaba a
todos, los mismos obreros sacaban sus propios periódicos, su misma gente
sacaba sus volantes (flyers, mosquitos). Antes el trabajador
reclamaba con orgullo, los anarquistas inician la tradición huelguista
en nuestro país”, explicó Jimmy.
La sala-auditorio estaba presidida por las fotos del principal
intelectual anarquista peruano del siglo XIX, Manuel Gonzales Prada, y
dos iconos del sindicalismo peruano, Delfín Lévano, fundador del
periódico La Protesta del Perú, y Manuel Caracciolo, activista de la
jornada de las ocho horas en Perú. En la inauguración de la feria los
organizadores agradecieron el vínculo que tienen desde 2008 con la
Federación y recordaron a uno de sus miembros fallecido el 31 de enero.
En el Facebook de la Feria del Libro Anarquista se expresaron así :“un
agradecimiento a la memoria del compañero Tello, que nos abrió las
puertas de la FOPEP sin dudarlo, y hoy descansa luego de una orgullosa
vida de panadero”.
Uno de los fanzines más comprados por los veinteañeros contenía la
entrevista a Jean Paul Sartre llamada ‘Anarquía y moral’. Entre el
público y los feriantes predominaban las camisetas negras, los cortes de
cabello disparejos, pero también una preocupación acerca de las
condiciones de trabajo actuales, y sobre ello han discutido en los foros
de la feria. Buscan salidas, inspirados en quienes en el pasado, usaron
la autogestión, la xilografía y la imprenta para difundir sus ideas.
Hoy un feriante estadounidense les mostrará una experiencia de
propaganda vía podcast. Los organizadores han querido rescatar la tradición internacionalista del anarquismo.
Fuente: El País.