Más de 2.200 titulaciones se ofrecen cada curso en las universidades públicas españolas (140 carreras distintas), pero en tres de cada cuatro titulaciones se matriculan menos de 125 alumnos, según el Atlas de la España Universitaria 2004-2005, que no habrá variado mucho en el presente. La realidad hoy en España es que faltan alumnos para tantas disciplinas, lo que equivale a un enorme desperdicio de recursos económicos, humanos, de calidad del profesorado y de capacidad de innovación e investigación, labores todas ellas que competen a la comunidad universitaria. Las razones de esta desajustada situación hay que buscarlas en causas demográficas, pero también, y sobre todo, en la extraordinaria proliferación de campus propiciada por las administraciones autonómicas que, una vez asumidas las competencias en educación superior, se pusieron a crear universidades sin más criterio que evitar el agravio entre provincias –o incluso dentro de las provincias– y dejando fuera de consideración si realmente hacían falta para el universo de alumnos que deberían atender, y descuidando la excelencia científica. Andalucía no ha permanecido, ni mucho menos, ajena a este fenómeno.
Según los datos del Atlas de la España Universitaria, en Cádiz y Granada, por ejemplo, hubo en el curso 2004-2005 nueve titulaciones en las que se matricularon diez o menos alumnos nuevos. En Huelva, de las 32 titulaciones existentes, 25 tenían menos de 125 alumnos nuevos; en Málaga, esta situación se daba en 41 de sus 58 titulaciones y, en Sevilla, en 39 de las 68 que se imparten. Por financiación y metodología docente, los expertos consideran que menos de 125 alumnos nuevos cada año hacen inviable el estudio de una carrera. En definitiva, nos encontramos ante un problema de complicada solución que ha sido creado porque se han primado las consideraciones políticas sobre las académicas y, voluntaria o involuntariamente, se ha acabado desvirtuado las misiones esenciales de las universidades.
Granada Hoy, 15/01/07
Según los datos del Atlas de la España Universitaria, en Cádiz y Granada, por ejemplo, hubo en el curso 2004-2005 nueve titulaciones en las que se matricularon diez o menos alumnos nuevos. En Huelva, de las 32 titulaciones existentes, 25 tenían menos de 125 alumnos nuevos; en Málaga, esta situación se daba en 41 de sus 58 titulaciones y, en Sevilla, en 39 de las 68 que se imparten. Por financiación y metodología docente, los expertos consideran que menos de 125 alumnos nuevos cada año hacen inviable el estudio de una carrera. En definitiva, nos encontramos ante un problema de complicada solución que ha sido creado porque se han primado las consideraciones políticas sobre las académicas y, voluntaria o involuntariamente, se ha acabado desvirtuado las misiones esenciales de las universidades.
Granada Hoy, 15/01/07
