¿Estatuto de derechas? No, gracias (O si lees el Estatuto, votarás NO) (IV), nos hacíamos eco de que la propuesta de reforma estatutaria, no garantiza el derecho a la salud integral, pública y universal, por lo que teníamos un cuarto motivo esencial para votar NO.
El primero sería el que no se garantiza el derecho al trabajo digno y estable, ni a la renta básica universal. El segundo, que se no garantiza el derecho a una vivienda digna. Y el tercero, que no se garantiza el derecho a la educación laica, científica, de calidad, pública y gratuita, para todos los niveles.
En este artículo veremos lo que se dice respecto al quinto eje esencial: La Reforma Agraria.
En el Estatuto actualmente vigente, se recoge:
REFORMA AGRARIA
Los derechos, libertades y deberes fundamentales de los andaluces son los establecidos en la Constitución. (Art. 11)
Por tanto, de acuerdo con el art. 33 de la Constitución española de 1978:
Se reconoce el derecho a la propiedad privada y a la herencia. La función social de estos derechos delimitará su contenido, de acuerdo con las leyes. Nadie podrá ser privado de sus bienes y derechos sino por causa justificada de utilidad pública o interés social, mediante la correspondiente indemnización y de conformidad con lo dispuesto por las leyes.
A más abundamiento, el art. 12, dice:
La Comunidad Autónoma ejercerá sus poderes con los siguientes objetivos básicos:
La reforma agraria entendida como la transformación, modernización y desarrollo de las estructuras agrarias y como instrumento de una política de crecimiento, pleno empleo y corrección de los desequilibrios territoriales.
Veamos lo que dice el texto de la propuesta de reforma:
Se elimina: "Los derechos, libertades y deberes fundamentales de los andaluces son los establecidos en la Constitución".
En su lugar el art. 10. 1 y 3 dice:
La Comunidad Autónoma, en defensa del interés general, ejercerá sus poderes con los siguientes objetivos básicos:
La modernización, la planificación y el desarrollo integral del medio rural en el marco de una política de reforma agraria, favorecedora del crecimiento, el pleno empleo, el desarrollo de las estructuras agrarias y la corrección de los desequilibrios territoriales, en el marco de la política agraria comunitaria y que impulse la competitividad de nuestra agricultura en el ámbito europeo e internacional.
"En el marco de la política comunitaria". Pues ya está todo dicho.
En definitiva: No se garantiza la puesta en marcha inmediata de la reforma agraria, que ponga la tierra, el agua, la semilla y la comercialización de los productos en manos de quienes habitamos y trabajamos en Andalucía.
Quinto motivo esencial para votar NO.
Si Blas Infante y otros republicanos andalucistas de izquierda levantaran la cabeza...
No caigamos en un falso debate, en una cortina de humo engañosa. El problema de Andalucía no es denominarse nación, nacionalidad, realidad nacional o cualquier otra denominación. Los andaluces no necesitamos apellidos para definirnos. Los andaluces, como dice la letra de nuestro himno, queremos ser libres, por nosotros mismos, por España y la Humanidad. Y por ello, una vez más, tendremos que "levantarnos, para pedir tierra y libertad".
Los andaluces, al menos mayoritariamente, nos sentimos muy a gusto con esa bipolaridad de andaluz y español. Y cuando en algún momento puntual no fue así es porque los caciques, los eternos caciques, intentaron patrimonializar el concepto España, como sinónimo de "aquí están mis cojones y esto es lo que hay" y ante esto, nos rebelamos y logramos una autonomía, al menos en los papeles, equiparable a las "históricas", Cataluña, Euskadi y Galicia.
Lo que necesitamos los andaluces es la garantía de un trabajo estable, una vivienda digna, una educación laica, de calidad y gratuita, la sanidad integral y una reforma agraria que resuelva, de una vez, el problema de la tierra y el agua, entendidas como bienes sociales y no privativos de los caciques y duquesas, por muy "hija predilecta" que alguna sea, según el Presidente de la Junta y del PSOE, don Manuel Chávez.
Además de lo dicho anteriormente, es vital, profundizar en la democracia. Exigir la limitación de los cargos públicos. Que tanto los Diputados Autonómicos como los altos cargos de confianza, solo pudieran repetir dos legislaturas, u ocho años, posibilitando así la rotación en los cargos públicos, evitando el distanciamiento con la ciudadanía.
Pero nada de esto recoge la propuesta estatutaria concensuada por "el tripartito andaluz": PSOE-PP-IU.
La propuesta de reforma del Estatuto Andaluz es regresiva respecto al actual texto.
No hace mención expresa a la Memoria Histórica en Andalucía, condenando claramente el terror franquista que durante largos años se cebó en nuestra tierra, truncando las esperanzas depositadas en el texto del proyecto de Estatuto de Andalucía elaborado durante la Segunda República española.
No garantiza el derecho al trabajo digno y estable y a la renta básica universal.
No garantiza el derecho a una vivienda digna.
No garantiza el derecho a la educación laica, científica, de calidad, pública y gratuita, para todos los niveles.
No garantiza el derecho a la salud integral, pública y universal. La salud no puede ser un negocio privado.
No garantiza la puesta en marcha inmediata de la reforma agraria, ¿Estatuto de derechas?: NO, gracias. (V), que ponga la tierra, el agua, la semilla y la comercialización de los productos en manos de quienes habitamos y trabajamos en Andalucía.
No declara a Andalucía territorio de Paz y el consecuente desmantelamiento de las bases militares norteamericanas de Rota y Morón.
No se posiciona claramente por la potenciación de la cultura de la no violencia, los valores cívicos, la tolerancia, el diálogo, la convivencia.
No se plantea que las riquezas de Andalucía deben ser patrimonio común, no de unos pocos y que el interés social, debe primar sobre los intereses particulares.
Es un texto estatutario innecesariamente extenso, cuando debiera ser claro, concreto y con voluntad de ser cumplido, no de quedar en papel mojado. El Estatuto actualmente vigente tiene 75 artículos y la propuesta de reforma, nada menos que 246, pero no por eso tiene más contenido, solo tiene más "paja".
Cuando se quieren hacer las cosas, se hacen, sin tanta palabrería y tanto texto confuso y difuso. Por ejemplo, se puede escribir: Todos los andaluces tienen derecho a un trabajo digno y estable y a una vivienda digna. A la salud integral y la educación laica, científica y de calidad. Se pondrá en marcha, de manera inmediata, la reforma agraria. Andalucía renuncia expresamente a la guerra, por lo que serán desmanteladas las bases extranjeras de Rota y Morón.
Otra oportunidad perdida y otra derrota para la izquierda. Y así vamos, de derrota en derrota. La dirección de IU, debería de reflexionar sobre el papel de monaguillo voluntario, jugado en todo el proceso de elaboración de reforma estatutaria, haciendo ver que conseguían bascular al PSOE hacia un estatuto progresista, cuando quien sea capaz de leerse el texto completo, comprobará que de progresista nada y de izquierdas menos. Quizá por eso, el PP se suma al mismo.
Sin lugar a dudas, que Blas Infante no apoyaría esta reforma estatutaria.
Izquierda Republicana de Andalucía, propugna el NO en el próximo referéndum estatutario. Por dignidad y por coherencia con los valores que siempre hemos defendido los republicanos andaluces de izquierdas.
Libertad, Igualdad y Fraternidad.
Los derechos, libertades y deberes fundamentales de los andaluces son los establecidos en la Constitución. (Art. 11)
Por tanto, de acuerdo con el art. 33 de la Constitución española de 1978:
Se reconoce el derecho a la propiedad privada y a la herencia. La función social de estos derechos delimitará su contenido, de acuerdo con las leyes. Nadie podrá ser privado de sus bienes y derechos sino por causa justificada de utilidad pública o interés social, mediante la correspondiente indemnización y de conformidad con lo dispuesto por las leyes.
A más abundamiento, el art. 12, dice:
La Comunidad Autónoma ejercerá sus poderes con los siguientes objetivos básicos:
La reforma agraria entendida como la transformación, modernización y desarrollo de las estructuras agrarias y como instrumento de una política de crecimiento, pleno empleo y corrección de los desequilibrios territoriales.
Veamos lo que dice el texto de la propuesta de reforma:
Se elimina: "Los derechos, libertades y deberes fundamentales de los andaluces son los establecidos en la Constitución".
En su lugar el art. 10. 1 y 3 dice:
La Comunidad Autónoma, en defensa del interés general, ejercerá sus poderes con los siguientes objetivos básicos:
La modernización, la planificación y el desarrollo integral del medio rural en el marco de una política de reforma agraria, favorecedora del crecimiento, el pleno empleo, el desarrollo de las estructuras agrarias y la corrección de los desequilibrios territoriales, en el marco de la política agraria comunitaria y que impulse la competitividad de nuestra agricultura en el ámbito europeo e internacional.
"En el marco de la política comunitaria". Pues ya está todo dicho.
En definitiva: No se garantiza la puesta en marcha inmediata de la reforma agraria, que ponga la tierra, el agua, la semilla y la comercialización de los productos en manos de quienes habitamos y trabajamos en Andalucía.
Quinto motivo esencial para votar NO.
Si Blas Infante y otros republicanos andalucistas de izquierda levantaran la cabeza...
No caigamos en un falso debate, en una cortina de humo engañosa. El problema de Andalucía no es denominarse nación, nacionalidad, realidad nacional o cualquier otra denominación. Los andaluces no necesitamos apellidos para definirnos. Los andaluces, como dice la letra de nuestro himno, queremos ser libres, por nosotros mismos, por España y la Humanidad. Y por ello, una vez más, tendremos que "levantarnos, para pedir tierra y libertad".
Los andaluces, al menos mayoritariamente, nos sentimos muy a gusto con esa bipolaridad de andaluz y español. Y cuando en algún momento puntual no fue así es porque los caciques, los eternos caciques, intentaron patrimonializar el concepto España, como sinónimo de "aquí están mis cojones y esto es lo que hay" y ante esto, nos rebelamos y logramos una autonomía, al menos en los papeles, equiparable a las "históricas", Cataluña, Euskadi y Galicia.
Lo que necesitamos los andaluces es la garantía de un trabajo estable, una vivienda digna, una educación laica, de calidad y gratuita, la sanidad integral y una reforma agraria que resuelva, de una vez, el problema de la tierra y el agua, entendidas como bienes sociales y no privativos de los caciques y duquesas, por muy "hija predilecta" que alguna sea, según el Presidente de la Junta y del PSOE, don Manuel Chávez.
Además de lo dicho anteriormente, es vital, profundizar en la democracia. Exigir la limitación de los cargos públicos. Que tanto los Diputados Autonómicos como los altos cargos de confianza, solo pudieran repetir dos legislaturas, u ocho años, posibilitando así la rotación en los cargos públicos, evitando el distanciamiento con la ciudadanía.
Pero nada de esto recoge la propuesta estatutaria concensuada por "el tripartito andaluz": PSOE-PP-IU.
La propuesta de reforma del Estatuto Andaluz es regresiva respecto al actual texto.
No hace mención expresa a la Memoria Histórica en Andalucía, condenando claramente el terror franquista que durante largos años se cebó en nuestra tierra, truncando las esperanzas depositadas en el texto del proyecto de Estatuto de Andalucía elaborado durante la Segunda República española.
No garantiza el derecho al trabajo digno y estable y a la renta básica universal.
No garantiza el derecho a una vivienda digna.
No garantiza el derecho a la educación laica, científica, de calidad, pública y gratuita, para todos los niveles.
No garantiza el derecho a la salud integral, pública y universal. La salud no puede ser un negocio privado.
No garantiza la puesta en marcha inmediata de la reforma agraria, ¿Estatuto de derechas?: NO, gracias. (V), que ponga la tierra, el agua, la semilla y la comercialización de los productos en manos de quienes habitamos y trabajamos en Andalucía.
No declara a Andalucía territorio de Paz y el consecuente desmantelamiento de las bases militares norteamericanas de Rota y Morón.
No se posiciona claramente por la potenciación de la cultura de la no violencia, los valores cívicos, la tolerancia, el diálogo, la convivencia.
No se plantea que las riquezas de Andalucía deben ser patrimonio común, no de unos pocos y que el interés social, debe primar sobre los intereses particulares.
Es un texto estatutario innecesariamente extenso, cuando debiera ser claro, concreto y con voluntad de ser cumplido, no de quedar en papel mojado. El Estatuto actualmente vigente tiene 75 artículos y la propuesta de reforma, nada menos que 246, pero no por eso tiene más contenido, solo tiene más "paja".
Cuando se quieren hacer las cosas, se hacen, sin tanta palabrería y tanto texto confuso y difuso. Por ejemplo, se puede escribir: Todos los andaluces tienen derecho a un trabajo digno y estable y a una vivienda digna. A la salud integral y la educación laica, científica y de calidad. Se pondrá en marcha, de manera inmediata, la reforma agraria. Andalucía renuncia expresamente a la guerra, por lo que serán desmanteladas las bases extranjeras de Rota y Morón.
Otra oportunidad perdida y otra derrota para la izquierda. Y así vamos, de derrota en derrota. La dirección de IU, debería de reflexionar sobre el papel de monaguillo voluntario, jugado en todo el proceso de elaboración de reforma estatutaria, haciendo ver que conseguían bascular al PSOE hacia un estatuto progresista, cuando quien sea capaz de leerse el texto completo, comprobará que de progresista nada y de izquierdas menos. Quizá por eso, el PP se suma al mismo.
Sin lugar a dudas, que Blas Infante no apoyaría esta reforma estatutaria.
Izquierda Republicana de Andalucía, propugna el NO en el próximo referéndum estatutario. Por dignidad y por coherencia con los valores que siempre hemos defendido los republicanos andaluces de izquierdas.
Libertad, Igualdad y Fraternidad.
* Francisco Vega, es miembro de la Comisión Ejecutiva Federal de Izquierda Republicana y de la CE de IR-Andalucía, el histórico partido fundado por Manuel Azaña, Presidente de la II República española.
Fuente: Francisco Vega. Rebelión.